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México Libre: de innovación y oposición
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8 minutos de lectura

México Libre: de innovación y oposición

México Libre no es un movimiento nuevo, es el comportamiento natural de actores que tras tantos años de intervención en el terreno de la política mexicana desean aprovechar su capital político acumulado.
25 de febrero, 2019
Por: blogueros-i-think-data

Por: Alejandra Graham Albarrán (@ale_graham) y Moisés A. Silva (@MoisesSilva_10)

Tras la entrada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, la política mexicana se ha visto, a los ojos de una oposición debilitada, con la necesidad de reinventarse y regenerarse. Los esfuerzos por mantener momentum político se leen actualmente en actores desgastados que se empeñan en resurgir como fuerza política. Este es el caso de la nueva propuesta de partido que Margarita Zavala junto con su marido Felipe Calderón han comenzado desde que la excandidata salió de la contienda por las elecciones presidenciales pasadas. El registro de “México Libre” ante el INE el pasado 21 de enero no fue un movimiento sorpresivo, se esperaba que la excandidata no desapareciera del mapa político mexicano después de su decisión, puesto que por una parte ya había hecho clara su intención de mantenerse políticamente activa y por otra porque había logrado acumular a un grupo de mexicanos interesados en su proyecto de oposición.

Ya sea como miembros del Partido Acción Nacional, por haber fungido en puestos de poder como figuras públicas o por su presencia en elecciones representado a un partido o por la vía independiente, los Calderón han pasado por etapas de fama política que hacen evidente la base histórica del proyecto de oposición. En consecuencia, México Libre no es un movimiento nuevo, es el comportamiento natural de actores que tras tantos años de intervención en el terreno de la política mexicana desean aprovechar su capital político acumulado. Este partido, que si bien es ilegible sin tener presente el proceso histórico, político y electoral heredado del panismo, termina por ser una apuesta personal de estos mismos actores que buscan restablecimiento. Entender que la fuerza y potencial alcance de actores políticos, como Margarita Zavala y Felipe Calderón a través de “México Libre”, se pueden medir partiendo de su desempeño histórico, hace posible que el estudio y manejo de datos revelen lo que verdaderamente es: un intento de resurrección política.

Felipe Calderón

En 2006, Felipe Calderón llegó a la presidencia con un 36.3% del total votos, porcentaje que revela el apoyo que el candidato obtuvo con relación a sus adversarios, sin embargo, no llega a ser suficiente para comprender su verdadero impacto sobre el voto mexicano. Además de obtener el triunfo en las elecciones presidenciales del 2006, el PAN logró ser el partido con más representantes en ambas cámaras del poder legislativo. La diferencia entre la fuerza del partido por votos para diputado federal y el desempeño en la elección presidencial sugiere que el candidato logró impulsar al partido hasta un 8% en 26 estados. La distribución del apoyo no cuenta con un patrón específico, sin embargo, se aprecia mayor aporte al partido en el norte del país. Únicamente los estados de Colima, Morelos, Tlaxcala, Chiapas, Tabasco y Campeche mostraron efecto inferior a la marca del candidato.

En el mapa, las zonas en azul son un indicador del impacto y aporte que Felipe Calderón logró para el PAN; en la actualidad, estas zonas se pueden leer como un potencial grupo de simpatizantes que, en los respectivos porcentajes representados por la intensidad del color, darían apoyo al partido “México Libre” gracias a la participación del ex-presidente. En este punto de su carrera política, presumiblemente el más alto, se muestra una fuerte tendencia hacia el calderonismo, es decir, uno de los puntos donde se aprecia su mayor alcance como figura política.

Los cambios en el desempeño de Felipe Calderón durante los años consecuentes a las elecciones del 2006 reiteran su fuerza y amplio alcance. Bajo la misma técnica comparativa de desempeño frente a otros puestos políticos, así como frente a otros actores políticos, el análisis de datos muestra que el ex-presidente mantuvo un impacto relevante en el electorado mexicano. Dicho impacto es, independientemente de su aporte al PAN, un indicador de la relevancia del ex-presidente en el transcurso de los años.

El mapa muestra un comparativo del desempeño del ex-presidente en las elecciones 2006 con respecto a las elecciones intermedias (por diputado federal) en el 2009 a nivel sección, es decir, al nivel más elemental de análisis político-electoral. Los resultados de estas elecciones no fueron favorables para el PAN, el cual perdió la mayoría en el congreso. La intensidad del color refleja la intensidad del aporte o retroceso en términos porcentuales; los sectores en naranjas muestran una pérdida para el partido mientras que los azules representan una ganancia. En el mapa, se lee a un actor político que, a pesar de haber perdido ciertas secciones, mantiene la capacidad de aporte en muchas otras. Un actor que mantiene actividad política, pero acusa el desgaste tras haberse desempeñado como presidente durante 3 años.

El mapa compara el desempeño de Felipe Calderón en el 2006 frente a la candidata panista en las elecciones del 2012, Josefina Vázquez Mota. En ambos casos, se aprecia que las reacciones al ex-presidente son mucho más fuertes que para la ex-candidata. Es decir, que los aportes políticos de la candidata fueron hasta cierto punto nulos en comparación con aquellos del ex-presidente. Incluso tomando en consideración el posible impacto que el ex-presidente pudo llegar a tener sobre la candidata, sigue siendo él quien mantiene su huella en el electorado mexicano.

Los datos utilizados para comprender el impacto de Felipe Calderón, a pesar de llevar entre 12 y 6 años de antigüedad, toman el periodo cúspide del calderonismo y ponen en perspectiva la capacidad contenida en la figura de quien ahora es parte fundamental del nuevo partido político. Aunado a esto, se deben agregar las aportaciones que la ex-primera dama ha logrado en los últimos meses.

Margarita Zavala

Participó como candidata independiente para las elecciones presidenciales del año pasado. Tras su salida del Partido Acción Nacional por conflictos internos, la ex-candidata logró acaparar a un sector de la sociedad mexicana, de quien recibió apoyo suficiente para lograr su registro ante el INE. A pesar de haber abandonado la contienda electoral a poco tiempo de las elecciones, su posible desempeño se ve representado en la cantidad de apoyos que obtuvo en forma de firmas.

La distribución de apoyos de la ex-candidata reflejan, nuevamente, los potenciales estados que podrían llegar a tener mayor injerencia en la fuerza del partido México Libre en futuras elecciones. Margarita contaba con metas estatales específicas marcadas por el INE para poder ser aceptada como candidata independiente. Al final obtuvo 879,168 apoyos ciudadanos de los 866,593 requeridos. A continuación una representación geográfica de los votos necesarios en contraste con los obtenidos. En él destacan estados como Baja California Sur, Nayarit, Colima, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Tabasco y Campeche, que a pesar de ser algunos de los estados donde menos firmas se piden, fueron los estados con el número más bajo de apoyos obtenidos.

La relación de los apoyos obtenidos frente al umbral estatal requerido se aprecia con mucha más claridad en el mapa contiguo, donde se muestra que el alcance de la candidata se concentra en estados como Chiapas, Oaxaca, Colima y Aguascalientes. En estos estados el número de firmas obtenidas fue dos a tres veces el número de firmas necesarias. En casos como estos se encuentra una población que al haber sido ya parte del sector que apoyó a Margarita Zavala durante su candidatura independiente, se supondría que mantuviera sus aspiraciones políticas en torno a este proyecto de oposición. A estas zonas de gran apoyo se suman 25 estados que también sobrepasaron el número de firmas requeridas pero en un menor grado.

En cuanto a los estados en donde, por el contrario, existe un bajo apoyo al proyecto y donde no se alcanzaron los votos necesarios se encuentran Chihuahua, Michoacán, Guanajuato, Hidalgo, Puebla y Tabasco. En contraste con los resultados vistos para Calderón en las elecciones de 2006, se podría decir que Margarita no logró ganarse el apoyo de estados históricamente panistas y a favor de Calderón como lo son Puebla, Baja California Sur e Hidalgo. Este comportamiento podría reflejar tres escenarios posibles: el primero sugeriría que durante las elecciones del año pasado Margarita no fue capaz de recuperar el capital político obtenido por Felipe Calderón más de diez años atrás; el segundo mostraría la posibilidad de un bloqueo por parte de las estructuras panistas al acceso de estos apoyos para Margarita y un tercero donde fuer el descredito del calderonismo el culpable del incumplimiento del umbral en esos estados.

Calderón-Zavala

El siguiente gráfico señala la distribución de las secciones electorales en sus tres clasificaciones: urbanos, rurales y mixtos, con respecto al aporte de Calderón como candidato frente a los votos por diputado federal en el 2006 y los votos obtenidos por Margarita Zavala. La distribución de los datos muestra una tendencia positiva en zonas urbanas, clasificadas con base en el número de personas, donde tanto la aportación de Calderón como candidato y los votos de Margarita rebasan el promedio de zonas rurales y mixtas.

La relación del desempeño entre Calderón y Zavala es un recordatorio de la posición y alcance con la que cuentan ambos políticos. Por un lado, Calderón quien desde el 2006 ha logrado mantener e incluso en algunos casos aumentar su impacto. Por otro, Margarita, quien hasta hace pocos meses no contaba con un capital político fuerte pero que a partir de las elecciones logró acumular apoyos necesarios, posicionándose como un nuevo punto de captación política.

¿Qué esperar?

El partido político no pretende ser, como ya lo ha mencionado Margarita a los medios, una vía para recuperar su carrera al poder presidencial, sino una propuesta de oposición ante el nuevo gobierno. También se ha aclarado que este partido no pretende estar centrado en las personalidades sino que, por el contrario, privilegiará la estructura y organización. Ahora bien, es innegable el punto de arranque que le otorgan los actores involucrados, como ya se ha expuesto. Hasta el momento, no se hecho público más con respecto a otros integrantes del partido.

El alcance de este México Libre tiene un amplio potencial, tomando en consideración la frágil posición en la que se encuentra el PAN, segundo lugar en las elecciones presidenciales pasadas, que llegó al final con un 27.14% de votos, alrededor de 20 puntos porcentuales por debajo de Morena. El mensaje que Margarita Zavala está enviando con esta decisión apunta a la falta de una fuerza que pueda contrarrestar el poder que el nuevo gobierno posee en estos momentos. Sin embargo, también está reiterando la tradicional dinámica de la política mexicana donde aparentemente no hay más que actores que continuamente se reciclan para conservar el poder. Una nueva iniciativa en change.org busca detener la inscripción del nuevo partido por el involucramiento de los Calderón en actos ilícitos, esta iniciativa reitera y amplifica la intención de no olvidar que los actores políticos tienen un pasado que, así como les da fuerza política, puede quitársela. Pero, como ya se ha demostrado, la última palabra depende del electorado mexicano.

 

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Imagen BBC