La capacidad máxima de almacenamiento de cadáveres y restos humanos es de 250 espacios individuales, cantidad declarada por el servicio forense de Ciudad de México para INEGI en 2022. Número que resulta cuestionable cuando esta entidad se posiciona en el quinto lugar de mayor recepción de cadáveres a nivel nacional (por encima se encuentran Jalisco, Guanajuato, Baja California y Estado de México, en orden ascendente).
En 2023, la recepción de cadáveres en la capital fue de 6,172, de los cuales el 76.8 % corresponden al sexo masculino y el 23 % al femenino. Este dato se refiere al total de cuerpos que entraron al Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO), institución que auxilia a las autoridades de procuración e impartición de justicia de la CDMX. Dentro de las actividades que éste ejecuta están las pruebas biológicas y dictámenes que asientan la causa de muerte.
Aunque la capacidad de almacenamiento sea poca en relación con la entrada de cadáveres, los servicios forenses tienen un registro abierto que resulta de utilidad para establecer un primer diagnóstico del perfil de los muertos. Y pese al desfase de actualización de datos (se tiene el Informe Estadístico 2023 con bases de 2022), es posible conocer las características de los cuerpos y restos humanos que examinan en la INCIFO-CDMX
De 2004 a 2022 ingresaron 94,866 cadáveres, y de esa cantidad el 25 % falleció por homicidio, porcentaje que sobrepasa el 21.5 % de los cuerpos registrados por muerte natural. En medio de estos dos rubros están los hechos de tránsito (22 %). Estos tres tipos de muerte son los que concentran los diagnósticos forenses en esos 18 años.
Al realizar el desglose por año, es entre 2017 y 2019 cuando el registro por homicidios mantuvo sus límites máximos. Aunque en la base consultada se tienen los mismos rubros, hay algunas anomalías como es el caso de 2013, único año para el que existe “enfermedad” dentro del registro de las formas de muerte. Con todo, los datos son funcionales para comparar el comportamiento de los homicidios, el que interesa describir pues refleja el número de víctimas que fallecieron por este delito y la forma en que se cometió.
En el periodo abordado, el arma de fuego es el mayor medio por el cual se comete homicidio, seguido por arma blanca, traumatismo y asfixia. Pero los cadáveres dispuestos al INCIFO con impactos de bala ascienden cuando se inspecciona a detalle el “tipo de diagnóstico”, pues en 2006 hay 76 casos de “herida por proyectil de arma de fuego” y uno de “anemia aguda por hemorragia” debido a una herida por arma de fuego. Al parecer, en ese año no se registraron homicidios con el diagnóstico de arma de fuego en las bases del Instituto, que en ese entonces todavía tenía el título de Servicio Médico Forense (SEMEFO).
Fue hasta 2012 que se aprueba la transformación del SEMEFO a INCIFO, a través de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del —entonces— Distrito Federal. El cambio respondió a los avances en la medicina forense, y la consideración de que la infraestructura, equipo y recursos humanos con los que contaba el SEMEFO eran potenciales para el desarrollo de actividades con alta especialización en la materia. Dos años antes de esa evolución ya se publicaba el Anuario, es decir, en 2010 se publicó el Primer Anuario Estadístico del Tribunal Superior de Justicia del DF en donde, además de contar con indicadores judiciales y de justicia penal, el documento incluía estadísticas del Servicio Médico Forense.
Al transcurrir del tiempo, los Anuarios fueron robusteciendo su información y detallando los registros forenses del INCIFO. No obstante, queda la interrogante sobre el método de registro de los tipos de muerte, los diagnósticos, el porqué cambian algunos rubros en ciertos años o, inclusive, la evidencia de que antes de que se publicaran los Anuarios ya había una base consolidada desde 2004. Evidencias que indican anomalías, pero también aciertos al tener el perfilamiento de la causa de muerte de la mayoría de los cadáveres ingresados, pues de 2004 a 2022 solo hubo 12 cuerpos a los que no se les pudo atribuir una causa de deceso. Doce cuerpos con causa indeterminable de los cuales 8 eran del sexo masculino y el resto femenino.
A pesar de no tener la capacidad para el total de restos y cadáveres que ingresan al INCIFO, el Instituto, a través de sus registros estadísticos, muestran una realidad para la capital en donde las armas de fuego siguen siendo el problema y el medio principal con el que se comete el homicidio. Tener a disposición pública este tipo de información nos permite describir las muertes y pensar en probables soluciones —o bien, políticas focalizadas— para la reducción tanto del homicidio como de la mortalidad en general, siendo la capital un ejemplo (aunque es importante reconocer que depende de presupuesto e infraestructura) a retomar para los servicios forenses del país.
* Alejandra J. Arias Vásquez es integrante del Seminario sobre Violencia y Paz y doctorante de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Analizamos qué son las “ciudades de misiles”, por qué Irán está revelando su existencia ahora y qué significa esto para un potencial conflicto en Medio Oriente.
Si hoy empezáramos a revelar una ciudad de misiles por semana, no terminaríamos en dos años. ¡Hay tantas!
Con estas palabras, Irán reveló recientemente un nuevo y secreto conjunto de búnkeres subterráneos que albergan misiles que podrían usarse para tomar represalias contra países como Israel y Estados Unidos.
Hace unos días se informó de que Estados Unidos desplegó hasta seis aviones de guerra adicionales, equipados con tecnología furtiva y con capacidad de transportar bombas estadounidenses pesadas, a una base militar con capacidad de alcance hasta Irán y Yemen.
Irán amenazó con bombardear la base, ubicada en la isla de Diego García, un territorio británico en el océano Índico que Reino Unido planea devolver a Mauricio.
Es una amenaza que nunca había dicho que podría llevar a cabo.
Por otro lado, este lunes Donald Trump dijo que su gobierno mantendrá conversaciones directas el sábado con Irán sobre un posible acuerdo nuclear.
Las conversaciones entre Washington y Teherán serán de muy alto nivel, declaró el presidente estadounidense, antes de advertir que sería un “muy mal día para Irán” si no se llega a un acuerdo.
El mes pasado, Trump planteó la posibilidad de una acción militar contra Irán después de que su líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, rechazara públicamente la oferta de conversaciones directas.
Estos últimos acontecimientos dejan algunas preguntas.
¿Qué son las “ciudades de misiles” iraníes? ¿Por qué Teherán decide publicitar su existencia ahora y qué significa esto para un potencial conflicto en Medio Oriente?
“Ciudades de misiles” es un término utilizado por la fuerza militar iraní, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), para describir sus grandes bases subterráneas de misiles.
Estas bases consisten en una serie de túneles vastos, profundos e interconectados que atraviesan el país, a menudo ubicados en zonas montañosas estratégicas.
Se utilizan para almacenar, preparar y lanzar misiles balísticos y de crucero, y otras armas estratégicas como drones y sistemas de defensa aérea.
Según los comandantes del CGRI, estas “ciudades de misiles” no son sólo lugares de almacenamiento de misiles. Algunas de ellas también son fábricas “para la producción y preparación de misiles antes de que entren en funcionamiento”.
Se desconoce la ubicación exacta de estas bases de misiles y nunca se ha revelado oficialmente.
El general de brigada Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, reveló una nueva “ciudad de misiles” en un video que muestra misiles balísticos y drones suicidas en las profundidades del subsuelo, en una entrevista con una emisora estatal.
La BBC no puede verificar de forma independiente lo que el video afirma mostrar.
Los medios estatales de Irán aseguran que el país podría usar estas ciudades para tomar represalias contra cualquier “acción hostil contra la nación iraní”, lo que podría explicar por qué el régimen ha decidido revelar la existencia de estas bases ahora.
“No habrá distinción entre atacar a fuerzas británicas o estadounidenses si Irán es atacado desde cualquier base en la región o dentro del alcance de los misiles iraníes”, señaló Teherán.
Durante los últimos 10 años, el CGRI ha publicado ocasionalmente imágenes de túneles subterráneos que almacenan grandes cantidades de misiles, drones y sistemas de defensa, refiriéndose a ellos como “ciudades de misiles secretas”.
Al revelar sus capacidades, Irán busca disuadir a Israel y a Estados Unidos de llevar a cabo cualquier ataque.
Las últimas imágenes difundidas por Teherán muestran misiles de crucero Kheibar Shekan, Haj Qasem, Emad, Sejjil, Qadar-H y Paveh.
Irán se ha jactado de que podría atacar países que se encuentren hasta a 2.000 kilómetros de distancia.
Los misiles balísticos Emad estuvieron entre los utilizados en el ataque de Irán a Israel en abril de 2024, que causó daños a la base aérea de Navatim, en el centro del país.
La distancia más corta entre Irán e Israel es de unos 1.000 km a través de Irak, Siria y Jordania. Israel afirmó que el 99% de los proyectiles fueron interceptados en abril de 2024.
Un segundo ataque en octubre no causó daños significativos.
Sin embargo, existen dudas sobre el alcance y la letalidad de los misiles de Irán, por lo que las últimas afirmaciones de que pueden llegar a la base militar estadounidense en Diego García constituyen un avance significativo.
Una base militar conjunta de Reino Unido y Estados Unidos opera allí desde principios de la década de 1970.
La base insular está bien protegida y se encuentra a poco menos de 3.800 kilómetros del punto más cercano en Irán.
Hace unos días Irán dijo que sus drones Shahed 136B pueden alcanzar una distancia de hasta 4.000 kilómetros, pero esta capacidad aún no se ha comprobado.
Aunque aparentemente Irán no posee en la actualidad un misil con un alcance superior a los 2.000 kilómetros, en teoría hay otras formas de alcanzar la base militar, como utilizar activos en el mar o modificar los sistemas de cohetes existentes.
Estados Unidos ya cuenta con un poder de fuego considerable en Medio Oriente y pronto tendrá dos portaaviones en la región.
Imágenes satelitales analizadas por la BBC parecen mostrar bombarderos furtivos B-2 en la base de Diego García; estos se han utilizado en la campaña de bombardeos que Estados Unidos llevó a cabo recientemente contra combatientes hutíes en Yemen.
“Si Irán o sus representantes amenazan al personal y los intereses estadounidenses en la región, Estados Unidos tomará medidas decisivas para defender a nuestro pueblo”, aseguró el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en un comunicado.
El Comando Estratégico del ejército estadounidense se ha negado a decir cuántos B-2 han llegado a Diego García y señala que no hace comentarios sobre los ejercicios u operaciones en los que participan.
Hay sólo 20 bombarderos B-2 en el inventario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, por lo que normalmente se utilizan con moderación.
Las últimas imágenes se conocen en un momento de creciente tensión entre Irán, Estados Unidos e Israel por tres cuestiones: la amenaza de los hutíes de Yemen, un grupo respaldado por Irán; las negociaciones sobre el programa nuclear iraní; y los nuevos ataques de Israel para tratar de debilitar al grupo Hezbolá, otro grupo respaldado por Irán en Líbano.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a Irán con bombardeos y aranceles secundarios si no llega a un acuerdo con Washington sobre su programa nuclear.
Esto también ocurre a raíz de la confrontación militar del año pasado entre Irán e Israel: la inauguración de este nuevo sitio de misiles del CGRI parece tener como objetivo reforzar el mensaje de que Irán puede tomar represalias con mucha fuerza.
Irán ha seguido prometiendo que llevará a cabo una tercera operación para atacar a Israel.
Sin embargo, ha recibido constante presión pública para que no lo haga, y muchos cuestionan su capacidad para cumplirla, especialmente ante la preocupación de que el ataque israelí haya debilitado la capacidad misilística de Irán.
En el plano interno, el gobierno quiere tranquilizar a los ciudadanos y decirles que el país sigue siendo fuerte y que podrá resistir cualquier amenaza de Estados Unidos.
El propósito de construir “ciudades de misiles” subterráneas es aumentar la capacidad de supervivencia y la resistencia a los ataques aéreos, además de mantener un efecto disuasorio.
Al desarrollar estas “ciudades de misiles”, Irán ha demostrado a Estados Unidos e Israel que puede contraatacar incluso si sus bases terrestres son atacadas.
Estas bases permiten disparar misiles desde lugares desconocidos y confunden al enemigo cuando intenta calcular las capacidades de Irán.
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