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Claudia Sheinbaum y la voz política de las mujeres
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Claudia Sheinbaum y la voz política de las mujeres

Lo más revolucionario es un futuro en el que las mujeres lleguen a los espacios de poder con una voz que vuelva la política algo más inclusivo, justo y humano.
17 de octubre, 2024
Por: Gabriela Jiménez

A lo largo de la historia occidental, el uso de la palabra y, en particular, de la palabra pública, ha estado dominado por los hombres. Durante siglos, fueron los sacerdotes, gobernantes y patriarcas los únicos que ostentaron el privilegio de enunciar la palabra pública, instrumento esencial del ejercicio del poder. A través de sus sermones y discursos transmitían el pensamiento de los hombres, sus acuerdos y sus pactos. Con sus discursos y su lenguaje, dictaban la forma de hacer política y de administrar la vida pública de las sociedades.

Fue en la Roma antigua donde se empezó a llamar lingua mater a la primera lengua que las personas aprendían, la que adquieren de sus madres y con la cual, desde la infancia, los seres humanos comprenden y descifran el mundo.

Bajo los mandatos de cuidado que han sostenido a las sociedades patriarcales, históricamente las mujeres han sido las transmisoras de las palabras y de sus significados, las encargadas de nutrir el universo léxico de las infancias. Sin embargo, a pesar de ese papel protagónico en la crianza y en la formación, a las mujeres se las ha excluido sistemáticamente del uso de la palabra pública y, por lo tanto, de las esferas del poder.

Mientras que ellas han enseñado a hablar, pensar y sentir a cada generación, su propia voz ha sido silenciada en los espacios de gestión del poder perpetuando una brecha histórica. Su lenguaje ha permanecido confinado a la esfera de lo privado durante siglos, dentro de los hogares y las cocinas, sin audiencia ni reconocimiento, alejado de los debates y de las decisiones que moldean el rumbo de la vida pública.

Esa brecha histórica, tan profunda y  arraigada, se redujo en México el pasado 1° de octubre, cuando Claudia Sheinbaum tomó protesta como presidenta de México en el Congreso de la Unión, siendo la primera mujer en ocupar este cargo en América del Norte. Portando ya la banda insignia, y ante las titulares de los otros Poderes de la Unión –de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, hoy fallecida, y de la Suprema Corte, Norma Piña–, tomó por primera vez la palabra como presidenta constitucional. La ceremonia cargó de elementos simbólicos uno de los rituales más arcaicos del sistema político mexicano.

“No llego sola, llegamos todas”, dijo la presidenta en su primer mensaje a la Nación. Este enunciado destaca entre todos los que hasta entonces había pronunciado: ninguno se había repetido de forma tan consistente. A partir de su toma de protesta, Claudia gobernará para todas, simpatizantes y adversarias, horizonte de esperanza y júbilo para algunas, y para otras, motivo de preocupación e incertidumbre.

La llegada de una mujer a la presidencia no resolverá los problemas que se encuentran en la estructura misma del poder, en sus fundamentos y en su lenguaje. La lucha por la reparación histórica de las mujeres es una batalla que está lejos de terminar, pero, a pesar de que esa brecha política se redujo este 1° de octubre, hay un reto por descifrar: ¿albergará la voz de Claudia Sheinbaum la diversidad de voces y demandas de las mujeres mexicanas? ¿Usará esta voz para dialogar con sus opositoras? ¿Se atreverá a nombrar las violencias y las realidades que viven las mujeres en México, a diferencia de sus predecesores en el cargo?

La presidenta lleva consigo el enorme peso político de suceder a Andrés Manuel López Obrador y de continuar con el legado que defienden sus millones de simpatizantes. También carga con la crítica y la resistencia de sus adversarios. ¿Cómo afrontará estos desafíos al mismo tiempo que desarrolla su propia identidad política?

Entre los muchos retos a los que hará frente, hay uno al que le prestaremos especial atención: ¿podrá construir un liderazgo distanciado del que han ejercido durante siglos los políticos en México? ¿Logrará su gobierno saldar las deudas históricas con las mujeres o será uno más que las perpetúe?

Su mandato concentra la atención mundial al ser parte de un movimiento global por la equidad de género en la política. Y si es verdad que todas llegamos con ella a la presidencia, también lo será que, en caso de fallar, todas habremos fallado con ella. Tristemente, las mujeres bien sabemos que los ojos acusadores del patriarcado, y los de sus aliados y aliadas, son implacables cuando se trata de señalarle a una mujer sus errores, sus desaciertos.

En su primer mensaje presidencial, la voz política de Claudia Sheinbaum recuperó la fraseología y el universo de significados que Andrés Manuel López Obrador ha asentado como la narrativa oficial de su gobierno y de su partido. En la primera parte de ese discurso, citó directamente la palabra de su antecesor en el emblemático evento del desafuero. Las formas de la presidenta para apelar y referirse a sus simpatizantes fueron las mismas que él utilizó en 2018, en su toma de protesta.

La aparente masculinización del lenguaje de Claudia Sheinbaum podría ser una forma de camuflajear su identidad en una esfera dominada históricamente por hombres, para legitimarse y proyectar un liderazgo que, ante los ojos de sus adversarios, se advierta rígido e inquebrantable. Sin embargo, para muchas hay una pregunta por responder durante este sexenio: ¿qué narrativas construyen las mujeres cuando llegan a la presidencia?

Si el 1° de octubre se rompió un techo de cristal, hay uno que permanece, hasta ahora, intacto: el del lenguaje, ese que alberga el mundo interior de las y los hablantes y desde el cual se pueden nombrar y crear nuevas realidades.

En este punto, quizás lo más revolucionario sea imaginar un futuro en el que las mujeres no solo lleguen a los espacios de poder, sino que, con su presencia y su palabra, logren transformarlos al hacer del lenguaje y de la política algo más inclusivo, más justo y más humano. Si Claudia Sheinbaum logra articular esa voz, entonces habrá hecho más que gobernar: habrá ayudado a reescribir la historia de las mujeres en la política y la historia de la política según las mujeres.

* Gabriela Jiménez es lingüista por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, forma parte de la  equipa operativa de Aúna. Apasionada de los estudios que entrelazan al poder y al lenguaje, se ha especializado en el análisis del discurso político desde una perspectiva semántica y pragmática.

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Imagen BBC
Cocaína rosa: la peligrosa droga que surgió en América Latina y que ahora se está poniendo de moda en las fiestas de Europa
5 minutos de lectura

La droga, cuya versión moderna fue creada en Colombia en 2010, está de moda en países como España y Reino Unido. Sus composición impredecible puede hacer que sea extremadamente peligrosa.

15 de octubre, 2024
Por: BBC News Mundo
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Un coctel de drogas sintéticas conocido como cocaína rosa se ha convertido rápidamente en una preocupación importante en España, Reino Unido y otros lugares.

A principios de este mes, las autoridades españolas llevaron a cabo la mayor redada de drogas sintéticas de su historia, incautando una gran cantidad de cocaína rosa junto con más de un millón de pastillas de éxtasis. La operación se centró en redes de tráfico de drogas en Ibiza y Málaga.

Esta peligrosa sustancia se ha relacionado con un número creciente de muertes relacionadas con las drogas. La composición impredecible y la creciente popularidad de la cocaína rosa han dado lugar a llamamientos de las organizaciones europeas que buscan reducir los daños de las drogas para que se tomen medidas urgentes para abordar los riesgos que plantea.

A pesar de su nombre, la cocaína rosa no necesariamente contiene cocaína. Suele ser una mezcla de varias otras sustancias, como MDMA, ketamina y 2C-B. El MDMA, comúnmente conocido como éxtasis, es un estimulante con propiedades psicodélicas, mientras que la ketamina es un potente anestésico que tiene efectos sedantes y alucinógenos. Las drogas 2C se clasifican como psicodélicas, pero también pueden producir efectos estimulantes.

La cocaína rosa, que suele encontrarse en forma de polvo o píldora, es conocida por su color vibrante, diseñado para realzar su atractivo visual. Se colorea con colorante alimentario y, a veces, con sabor a fresa u otros aromas.

Drogas
Getty Images
A pesar de su nombre, la droga no siempre contiene cocaína.

La forma psicodélica original de la droga data de 1974 y fue sintetizada por primera vez por el bioquímico estadounidense Alexander Shulgin. Pero la variante moderna surgió alrededor de 2010 en Colombia y es una imitación.

La droga ganó popularidad en las fiestas en América Latina y ahora se ha extendido a Europa. Los nombres comunes de la cocaína rosa varían mucho, desde “cocaína rosada” y “tuci” hasta “Venus” y “Eros”.

Ruleta rusa

La cocaína rosa de hoy es una mezcla impredecible de sustancias y es ahí donde reside gran parte de su peligro. Los usuarios esperan a menudo un estimulante similar a la cocaína, pero la inclusión de ketamina puede provocar graves riesgos para la salud.

El abuso de ketamina, que está ampliamente disponible como droga de discoteca, puede provocar pérdida de conocimiento o una respiración peligrosamente dificultosa. Esto, a su vez, aumenta los peligros potenciales de la cocaína rosa.

Su aspecto estético y su condición de “droga de diseño” han contribuido a su atractivo, especialmente entre los jóvenes y en quienes la consumen por primera vez.

Esto refleja el atractivo histórico de drogas como la cocaína y el MDMA. Muestra una tendencia persistente en la que se idealizan ciertas sustancias a pesar de sus riesgos.

Los expertos comparan el consumo de cocaína rosa con jugar a la ruleta rusa con el consumo de sustancias, lo que subraya su naturaleza impredecible y peligrosa.

Fiesta
Getty Images
Los usuarios esperan a menudo un estimulante similar a la cocaína, pero la inclusión de ketamina puede provocar graves riesgos para la salud.

La droga se ha extendido más allá de Ibiza hasta Reino Unido, y hay pruebas de que ha ganado terreno en Escocia, partes de Gales e Inglaterra. Al otro lado del Atlántico, Nueva York también ha experimentado un aumento de su disponibilidad.

Las autoridades sanitarias de toda Europa están alarmadas. La cocaína rosa es difícil de detectar mediante pruebas de detección de drogas estándar, en particular en España, donde el sistema de pruebas actual aún no está equipado para identificar todos sus componentes.

La droga se vende a unos US$100 dólares el gramo en España, y se comercializa frecuentemente como un producto de alta gama. La respuesta legal varía, y las autoridades españolas trabajan para frenar su distribución.

En Reino Unido, la cocaína rosa está sujeta a la Ley de Uso Indebido de Drogas de 1971, que clasifica las drogas en tres categorías, clase A, B y C, en función de su daño percibido.

Si bien la cocaína rosa en sí puede no estar explícitamente incluida en la lista, las sustancias que se encuentran comúnmente en ella están controladas por la ley. Tanto el MDMA como el 2C-B son drogas de clase A, mientras que la ketamina es de clase B.

Reducir el daño

Una de las necesidades más urgentes que ha puesto de relieve el auge de la cocaína rosa es la de contar con servicios accesibles de análisis de drogas.

Los kits de análisis de drogas son una herramienta importante para reducir el daño para quienes desean analizar las sustancias que buscan consumir. Estos kits pueden ayudar a los usuarios a identificar componentes desconocidos, ofreciendo una capa de protección en un entorno de alto riesgo.

Droga
Getty Images
La droga se comercializa frecuentemente como un producto de alta gama.

Mi propio trabajo demuestra lo vitales que son estos servicios de reducción de daños. Las campañas de concienciación pública y los servicios de apoyo también son una parte importante para limitarlos.

La creciente popularidad de la cocaína rosa es un duro recordatorio del panorama siempre cambiante de las drogas ilícitas, donde la estética, las tendencias de las redes sociales y el comportamiento arriesgado pueden combinarse para crear nuevas amenazas.

Si bien su tono rosa y su etiqueta de “diseño” pueden atraer a un público más joven, el cóctel impredecible de sustancias químicas que contiene presenta un peligro grave y creciente.

A medida que la cocaína rosa continúa extendiéndose por Europa y otros lugares, es fundamental que las autoridades, los servicios de salud y el público estén equipados para enfrentar los riesgos que plantea.

*Joseph Janes es profesor de Criminología, Universidad de Swansea, Reino Unido

*Este artículo fue publicado en The Conversatin y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original (en inglés).

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