La semana pasada la mayoría legislativa en el Senado de la República nos ofreció otro episodio de la nueva rutina parlamentaria llamada “no se mueve ni una coma”. Así las comisiones aprobaron mediante un monólogo, sin lectura, sin debate, sin explicaciones, un texto que casi nadie conocía. Parecía inminente la aprobación en el pleno de una ley tan ominosa (por lo poco que se conocía) como poco estudiada.
El jueves pasado, la ONU en México hizo un inusual llamado al Senado para que se garantizaran espacios de consulta y se consideran estándares internacionales en materia de libertad de expresión, información, privacidad, derechos digitales e indígenas; la Cámara Americana de Comercio en México turnó a las comisiones legislativas observaciones y propuestas de modificaciones a más de una veintena de artículos, y desde entonces diversos especialistas han manifestado puntos concretos de preocupación.
Ese es el problema cuando se legisla de manera tan auto referida: la inobservancia de estándares y compromisos internacionales. El viernes la presidenta hizo un llamado para reconsiderar la aprobación en el pleno y abrir, en efecto, espacios de consulta y deliberación. Ojalá haya diálogo y sean productivos.
La disposición que más ha llamado la atención es el artículo 109 que le da a la nueva Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones la facultad de bloquear plataformas digitales, por ello es que se le conoce como la ley censura. Y en efecto, es una disposición problemática que puede llevar al monopolio de la narrativa, a imponer una sola visión de la realidad y a censurar todas aquellas voces que discrepen de la versión oficial de las cosas, además de que es difícil imaginar la instrumentación propia de la censura.
Empero, aun cuando dicho artículo se corrija o se derogue, la iniciativa contiene muchas otras disposiciones que cambian el contorno y los supuestos bajo lo que hoy opera el sector de las telecomunicaciones. Las reglas del juego son otras, las expectativas de negocio son distintas, la regulación es asimétrica para medios públicos y privados. En fin, no es un asunto menor.
Pero además se incrementa la discrecionalidad. El Instituto Federal de Telecomunicaciones fue una respuesta para intentar encausar, arbitrar, regular, en fin, entender un sector tan dinámico y complejo como lo es el mundo de las telecomunicaciones. La colegialidad era un atributo consustancial. Lo que tenemos ahora es que en el tránsito del IFT a la nueva Agencia no hay ningún asomo de consulta o colegialidad; las decisiones las asumirá unilateralmente el titular de la agencia. Me parece que es mucho lo que se pierde.
Celebro el llamado a la consulta, ojalá sea ocasión para subsanar todas las omisiones y riesgos detectados, ojalá volvamos a legislar dialogando, buscando acuerdos, oyendo argumentos, disuadiendo, no aplastando.
* Rodrigo Morales M. (@rodmoralmanz) fue consejero electoral en el Instituto Electoral del Distrito Federal y en el Instituto Federal Electoral. Actualmente es consultor internacional en materia electoral.
A pesar de que el cuerpo necesita agua para vivir, puede sufrir graves problemas ya sea por la falta o por el exceso de ella.
“Lo último que recuerdo fue el cartel de la mitad del camino”, le dijo al programa The Food Chain de la BBC.
Johanna se despertó tres días después en cuidados intensivos.
Pese a que un video grabado por su marido la mostraba cruzando la meta, ella no recordaba nada.
“Mi pareja y otros amigos estaban allí. Me saludaron, pero yo estaba muy débil. Llegamos a casa y estaba muy, muy enferma. Luego me desmayé”, recordó.
“Había bebido tanta agua que eliminé todas las sales y nutrientes necesarios para funcionar”, cuenta, recordando lo fácil que puede ser excederse en el consumo del líquido.
Según las recomendaciones generales a nivel internacional, lo ideal es beber alrededor de dos litros de agua al día para las mujeres y 2.5 litros para los hombres.
Sin embargo, los científicos afirman que nuestras necesidades de agua dependen de varios factores.
No beber suficiente puede provocar deshidratación, pero consumir demasiada también puede ser peligroso.
El agua constituye aproximadamente el 60 % de nuestro peso corporal. Se encuentra en nuestras células, órganos, sangre y en diferentes vías de nuestro sistema.
“El agua es un nutriente”, afirma Nidia Rodríguez-Sánchez, experta en hidratación de la Universidad de Stirling (Escocia).
“Nos centramos en las proteínas, las vitaminas, los carbohidratos y la fibra, pero no consideramos el agua como un nutriente importante en nuestra vida”, añade.
El agua desempeña un papel crucial en casi todas las funciones corporales.
Según la Facultad de Medicina de Harvard, algunas de estas son:
Nuestro cuerpo pierde agua constantemente al sudar, orinar e incluso respirar. Para funcionar correctamente, es necesario reponer este líquido perdido, un proceso conocido como equilibrio hídrico.
Cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere, puede producirse deshidratación.
Esto puede provocar diversos problemas de salud graves:
En casos graves, la deshidratación puede causar confusión, ritmo cardíaco acelerado e incluso insuficiencia orgánica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sí, y las consecuencias pueden ser graves.
Beber cantidades excesivas de agua en un corto período de tiempo puede causar hiponatremia, también conocida como intoxicación hídrica. Esto ocurre cuando el equilibrio de sodio en la sangre cae peligrosamente, provocando la inflamación de las células del cuerpo.
Fue lo que le ocurrió a Johanna cuando corrió la maratón de Londres: al consumir demasiada agua, terminó por eliminar importantes sales y nutrientes que el cuerpo usa para su correcto funcionamiento.
Los síntomas de la hiponatremia incluyen:
El caso de Johanna ilustra lo que ocurre cuando el cuerpo ingiere más líquidos de los que puede procesar.
Los líquidos se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo. El exceso de estos es filtrado por los riñones, los cuales pasarán luego a producir orina.
Sin embargo, nuestros riñones solo pueden procesar aproximadamente un litro de líquido por hora.
Y aunque Johanna se recuperó completamente, los casos más extremos de hiponatremia pueden ser letales.
Mira también: Calendario astronómico de mayo: conjunción de planetas, luna llena y lluvia de meteoros
Para que una persona se mantenga sana, las autoridades sanitarias recomiendan beber de seis a ocho vasos de agua al día.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda 2 litros para las mujeres y 2.5 litros y medio para los hombres. Esto incluye agua de todas las fuentes, incluyendo alimentos, no solo bebidas.
La mayoría de los alimentos, como frutas, verduras, arroz e incluso frutos secos, contienen agua. La sandía, por ejemplo, está compuesta por aproximadamente un 92 % de agua.
Y puede que ni estas recomendaciones resulten universales.
El profesor John Speakman, de la Universidad de Aberdeen (Escocia), participó en un estudio global que analizó la ingesta de agua en más de 5.000 personas en 23 países.
“Los hombres de entre veinte y sesenta años probablemente necesitan unos 1.8 litros al día. Y las mujeres del mismo grupo de edad necesitan entre 1.5 y 1.6 litros. A partir de los 85 años, aproximadamente, solo se necesita un litro al día”, explica el profesor Speakman.
Pero la cantidad de agua que una persona necesita depende de factores como el peso corporal, la actividad física, la edad, el sexo y las condiciones ambientales.
“El factor que más influye en la cantidad que necesitas es tu estatura”, añade.
“Si vives en un lugar cálido y húmedo, tus necesidades de agua serán considerablemente mayores que las de alguien que vive en un lugar frío y seco”.
La sed es la señal natural del cuerpo de que necesita más agua. El color de la orina es otro buen indicador de hidratación: el amarillo pálido indica que estás bien hidratado, mientras que el amarillo oscuro puede indicar deshidratación.
También necesitarás beber más líquidos si tienes vómitos o diarrea.
*Esta historia se basó en un programa de Radio del Servicio Mundial.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.