Los feminicidios y la violencia del narcotráfico son una constante en México, y nos dejan con dolorosas preguntas: ¿por qué en este país el dolor no cesa? ¿Por qué es tan cruel con las mujeres? ¿Por qué las autoridades no dan respuesta? Y la más dolorosa de todas: ¿dónde están las desaparecidas? Ruido de Natalia Beristain llega a las salas de cine y a Netflix, a partir del 11 de enero, como una narrativa que es capaz de representar y mostrar el dolor que sentimos como mexicanos, en un país en el que cada día son asesinadas 11 mujeres y el 95 % de los delitos no se resuelve.
En Ruido se muestra cómo la búsqueda de una hija desaparecida por parte de su madre es obstaculizada por las autoridades corruptas e indiferentes, que permiten y promueven la impunidad de los delitos de género. Hay tres temas principales en la película: la instrumentalización de la incompetencia como forma de complicidad de las autoridades con el crimen organizado y con los feminicidas; la soledad y la melancolía que surgen de un duelo incompleto, y la violencia del silencio que sólo puede ser expresada a través del ruido.
El filme comienza con Julia (Julieta Egurrola) y su exmarido (Arturo Beristain) intentando reconocer el cuerpo de una chica que podría ser su hija desaparecida, pero se encuentran con negligencia y errores de la burocracia encargada de hacer justicia. Después de nueve meses de búsqueda, su esfuerzo es frustrado debido a un error. La “incompetencia instrumentalizada” 1 es un concepto utilizado mayormente en blogs de psicología y aunque el concepto no se ha extendido a ámbitos académicos o científicos, considero que tiene mucho potencial para explicar el fenómeno de la incompetencia selectiva de los servidores públicos al lidiar con ciertos casos. 2
La policía parece ser rápida para reprimir manifestaciones o detener a personas que roban comida, pero cuando se trata de desapariciones, feminicidios y violencia de género, se vuelve ineficiente debido a errores y trámites. Ruido me hizo pensar en la “incompetencia instrumentalizada”, si la entendemos como el uso intencional de la falta de habilidad, conocimiento o competencia para dañar o perjudicar a alguien o algo con el fin de obtener beneficios o ventajas. Al aplicar este concepto a la escala institucional, se pueden ver patrones de actuación de las autoridades que permiten el análisis político y sociológico de la inoperancia del Estado. Cuando la incompetencia es instrumentalizada de manera sistemática para limitar el acceso a la justicia de un grupo social específico, se trata de una práctica institucional discriminatoria y encubridora.
En segundo lugar, este largometraje muestra la inmensa soledad de Julia que se enfrenta a la inacción de las autoridades que, teniendo la responsabilidad de encontrar a su hija, desincentivan la búsqueda de los padres con su incompetencia, indolencia y revictimización. Julia es la imagen de esas mujeres que deciden seguir luchando. En la película vemos cómo transita encontrando personas y grupos autogestivos que la guían y sostienen en su búsqueda.
Por último, esta producción nos pone delante de la terrible cotidianidad de los feminicidios y la violencia del narcotráfico, un ambiente en el que las mujeres nos enfrentamos a una insondable sensación de soledad y en el que sólo se sobrevive con organización colectiva y con ruido. ¿Ruido? Sí, ante el silencio, el ruido de las voces que buscan justicia. Mientras se disciplina a las mujeres coartando nuestro uso del espacio público, el ruido, los gritos, la rabia sirven como forma de resistencia, como señal y afirmación de nuestra existencia contestataria.
Si alguien grita en el desierto y nadie lo escucha, ¿realmente hace ruido? ¿Cómo se lee el desierto?
En el medio de la nada, en esos territorios hostiles donde todo puede ser escondido: las drogas, la trata, los muertos. Ese territorio es también donde en el día surgen las búsquedas, la solidaridad y la resistencia. Ruido muestra que el desierto mexicano es el reino del silencio que es interrumpido por el ruido del baile y la lucha de las mujeres organizadas.
El ruido también resuena en la lucha urbana de las mujeres que exigen justicia, cantan los nombres de sus seres queridos desaparecidos y llenan la ciudad con bordados como huellas de las víctimas del país. Sus voces fuertes y potentes se escuchan en el ruido incesante de la ciudad, en contraste con el desierto que ahoga y pulveriza los gritos. La rabia de las mujeres enciende fuego tanto literal como metafóricamente, haciendo eco a las cenizas de las fosas y basureros, pero devolviéndoles la vida.
La película Ruido deja un mensaje contundente y poderoso sobre la importancia de luchar por la justicia y la dignidad de las víctimas de feminicidio. La valentía, la vulnerabilidad y la solidaridad, el lado ruidoso de la sociedad se oponen de manera luminosa a la incompetencia instrumentalizada de las autoridades, su silencio y su indolencia. El apoyo entre mujeres y grupos de acompañamiento en la lucha contra la violencia de género y en la búsqueda de justicia para las víctimas apunta nuestra responsabilidad de buscar el ruido, de seguirlo y de acompañar a aquellas que en lugar de callar han decidido gritar.
* América Zepeda (@MeriCabiedes) es Licenciada en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Actualmente cursa la maestría en ciencia social con especialidad en sociología en El Colegio de México.
1 La traducción es mía.
2 De la misma forma surgieron otros conceptos de teoría feminista como el ghosting, el gaslighting, el mansplaining, entre otros.