Hace unos días, en la fría ciudad de Ginebra, Suiza, la pregunta ¿dónde están? resonó en las instalaciones del Centro Internacional de Convenciones de esa ciudad. Ahí se llevó a cabo el primer Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas.
Esta iniciativa colocó dos objetivos en dos días de trabajo: buscar mejorar los esfuerzos globales para combatir las desapariciones forzadas reuniendo actores clave y fomentar la acción colectiva. En el congreso participaron familias buscadoras, colectivos, organizaciones de la sociedad civil, instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones internacionales y regionales, expertas y expertos de los cinco continentes.
Las coorganizadoras del congreso Mundial y la oficina de la Secretaria Ejecutiva del Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas nos invitaron a las coautoras del Recetario para la memoria (Fotógrafa Zahara Gómez, periodista Daniela Rea y diseñadora Clarisa Moura) y a integrantes del colectivo Buscadoras Guanajuato en México, a ser parte del programa del Congreso Mundial participando en la mesa redonda El papel del arte en la lucha por la justicia y en el taller Creación de una red mundial de la juventud. En este texto compartiré sobre la mesa redonda.
En el espacio para presentar el Recetario para la memoria estuve junto a la compañera Evelina Guzmán, del colectivo Justicia y Esperanza de San Luis de la Paz, Guanajuato en México. Entre el colectivo Buscadoras Guanajuato y el colectivo Justicia y Esperanza hemos cohesionado nuestros intereses en torno a iniciativas artísticas y culturales para inspirar a la acción, a la sensibilización y a evitar la repetición. El contingente más amplio de participación dentro de este libro de recetas fue de las compañeras de lucha de la señora Evelina. También, entre ambos colectivos, hemos creado espacios como Contemos nuestra historia, para el apoyo a niñas, niños, juventudes y personas cuidadoras en familias con un ser querido desaparecido.
Como un homenaje a las compañeras que han participado en este proyecto gastronómico, fotográfico y social, además de decir su nombre, compartimos cómo surgieron los dos recetarios existentes: el de Sinaloa con las Rastreadoras del Fuerte y el de Guanajuato con diez agrupaciones de familias buscadoras. Esta iniciativa nace reconociendo cómo el acto cotidiano de comer, en una familia con un ser querido desaparecido, se convierte en un marcaje constante de la ausencia.
En la mesa redonda pudimos externar cómo, a través del arte fotográfico, el recetario alimenta y nutre la memoria para resistirnos a olvidar, para transformar un recuerdo individual en memoria viva colectiva. También nos permite traer a la mesa a nuestros familiares desaparecidos. Hablar de lo que no se hablaba: a nombrar el acto de la desaparición. A reconocernos con la historia del otro, a enlazarnos con su platillo favorito.
El recetario, además de ser un libro de recetas, ha tomado otras formas narrativas: también es una exposición fotográfica, también se ha transformado en cocinadas colectivas y en presentaciones editoriales que mueven muchos sentimientos y pensamientos al oir los testimonios convertidos en instrucciones para cocinar.
El recetario es un vehículo para colocar nuestra verdad, para construir memoria viva, para crear espacios de convivencia y de reparación.
Estar presentes en el Congreso Mundial sobre Desapariciones nos permitió conocer a otras y otros actores con iniciativas como ‘‘Tomorrow We Continue’’, un corto animado sobre una detención y desaparición forzada en Siria; escuchar la lectura en árabe del libro “Windmills of our Hearts” sobre testimonios de 15 mujeres con familiares desaparecidos durante la Guerra Civil Libanesa de 1975 a 1990; apreciar la exhibición permanente y los programas educacionales sobre memoria, derechos humanos y justicia en Gambia en su proyecto Memory House y sorprendernos con el Museo virtual Footprints sobre desapariciones forzadas en el Sur de Asia con el impulso de las familias y Amnistía Internacional.
Además, el congreso puso sobre la mesa reconocimiento global de la problemática de desaparición y sus consecuencias en las sociedades, necesita un plan de acción para la promoción, ratificación e implementación de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones forzadas aprobada en 2006 y, de la que forman parte 76 Estados. México es uno de ellos.
“El objetivo del Plan de Acción del Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas es proponer acciones concretas a los actores involucrados en la promoción de la Convención y sus objetivos, que son: prevenir, sancionar y erradicar las desapariciones forzadas y garantizar los derechos de las víctimas, de conformidad con las normas internacionales pertinentes”.
En el seguimiento a este Plan de Acción, los coorganizadores del Congreso Mundial tienen el compromiso de la revisión en la implementación en ocho áreas:
Haber participado en el Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas nos empujó a conocer y aprender procesos como la movilización de recursos (para poder viajar), a trabajar sobre un marco contextual más amplio, averiguar hallazgos y utilizar herramientas de afrontamiento para la toma de decisiones y socializar nuestro trabajo en territorio. También nos colocó en la necesidad de incidir y convivir: a volver a sonreír, a abrazar, a acompañarnos entre nosotras, a dar largas caminatas, a veces en silencio, a veces con carcajadas para burlarnos del frio de cero grados y a mirar paisajes que nos llenaron los ojos y el corazón.
El Congreso Mundial fue coorganizado por la Iniciativa de la Convención contra las Desapariciones Forzadas (CEDI), el Comité contra la Desaparición forzada de las Naciones Unidas (CED), el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
* Ma Alejandra Díaz Castro es integrante del Colectivo Buscadoras Guanajuato (@Buscadoras_Gto). Por 18 meses estuvo buscando a su hermano Felipe, desaparecido en Guanajuato. Actualmente acompaña a más familias en su búsqueda a través de la vinculación y gestión de proyectos para la incidencia política, cultural y de acción ciudadana. Uno de esos proyectos es el Recetario para la memoria Guanajuato, iniciativa conjunta con la fotógrafa Zahara Gómez, la periodista Daniela Rea, la ilustradora Clarisa Moura, los colectivos Buscadoras Guanajuato, ¿Dónde están? Acámbaro, Hasta Encontrarte, A tu encuentro, Justicia y Esperanza, Luz y Justicia, Proyecto de búsqueda Guanajuato, Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos, Buscando con el corazón, Madres Guerreras, Plataforma para la paz y la justicia en Guanajuato, Universidad Ibero León y Artículo 19.
Las tres primeras rehenes liberadas por Hamás, según el acuerdo de alto el fuego con Israel, se encuentran en “buen estado de salud”, según la Cruz Roja.
Romi Gonen es una de las personas que fueron capturadas por Hamás cuando intentaba escapar del festival Nova durante el ataque del grupo militante palestino el 7 de octubre de 2023 en territorio israelí.
Esta joven de 24 años, a quien sus familiares recuerdan como “feliz cuando baila”, se encuentra entre las tres mujeres israelíes que han sido liberadas después de que Hamás las retuviera como rehenes durante 471 días.
Fue liberada junto a Doron Steinbrecher, una enfermera veterinaria de 31 años, y Emily Damari, de 28 años, quien tiene doble nacionalidad británica e israelí.
El portavoz del ejército israelí Daniel Hagari confirmó este domingo que las tres rehenes ingresaron en Israel desde Gaza.
“Hace poco tiempo, acompañadas por fuerzas de las FDI y la ISA, las rehenes liberadas cruzaron la frontera hacia territorio israelí”, afirmaron las FDI en un comunicado.
“Las rehenes liberadas se encuentran actualmente en camino a un punto de recepción inicial en el sur de Israel, donde serán sometidas a una evaluación médica inicial”.
“Están en nuestras manos. Volverán a casa”, afirmó poco después Hagari.
Sus liberaciones forman parte de la primera fase del acuerdo entre Israel y Hamás.
El alto el fuego de este domingo entró en vigor a las 11:15 hora local (9:15 GMT), con un retraso de casi tres horas debido a que los nombres de las tres rehenes no habían sido revelados.
Romi había viajado desde su casa en Kfar Veradim, en el norte de Israel, al festival Nova.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, que representa a su familia, señaló que ella había ido a hacer “lo que amaba: bailar”.
Romi estudió danza durante 12 años, en los que protagonizó actuaciones en solitario y se convirtió en una “coreógrafa increíble”, según sus familiares.
Después de que comenzaron a sonar las sirenas, mientras Hamás llevaba a cabo su ataque, Romi llamó a su familia.
Su madre, Meirav, recuerda haber oído disparos y gritos en árabe durante la llamada, la última que recibió de su hija.
Militantes de Hamás emboscaron a Romi cuando intentaba huir del festival.
En un video publicado por el foro de familias en noviembre, la describen como una “niña con una gran sonrisa” y como “la mejor amiga” que alguien puede tener.
Doron, una enfermera veterinaria de 31 años, fue secuestrada en su apartamento en el kibutz Kfar Aza en el ataque de Hamás.
En mayo del año pasado, su hermana, Yamit Ashkenazi, escribió una emotiva carta a través del Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, en la que la llamó “mi sol”.
“Deseo que puedas sentir la energía que te enviamos”, decía.
“Ojalá fueras consciente, al menos, de una parte de la batalla que estamos librando aquí por tu liberación. Ojalá pudieras sentirlo todo. Te amamos, te anhelamos, tenemos el corazón roto, pero aún así seguimos luchando por ti”.
Y en una publicación anterior, Doron fue descrita como “el pegamento que conecta a todos sus amigos, sensible y divertida, siempre sonriente y la primera en ofrecer ayuda”.
Estudió teatro y cine en la escuela y desarrolló un amor por los animales que la llevó a convertirse en enfermera veterinaria.
En una entrevista con la BBC en noviembre de 2023, la hermana de Doron, Yamit, habló de un nuevo tatuaje que se había hecho y que decía: “Como el sol volveremos a salir”.
Al tatuaje le faltaban algunos rayos de sol.
“Los voy a añadir cuando (Doron) esté en casa”, agregó.
Emily, una joven de 28 años que tiene doble nacionalidad británica e israelí, también fue tomada como rehén en el kibutz Kfar Aza durante el ataque del 7 de octubre de 2023.
Cuando surgió la noticia de su liberación el domingo, una fuente cercana a su familia dijo que fueron “471 días tortuosos”, pero que las últimas 24 horas habían sido “particularmente tortuosas”.
“Lo único que quiere la madre de Emily, Mandy, es abrazarla, pero no lo creerá hasta que lo vea”, dijo la fuente.
Emily tiene fuertes conexiones con Reino Unido: es fanática del Tottenham Hotspur y suele visitar el país para ver a sus familiares, asistir a conciertos, ir de compras e ir al pub.
Su madre, Mandy Damari, le dijo anteriormente a la BBC que Emily es “el núcleo de nuestra familia y ese núcleo falta”.
“La amo hasta la luna y más allá, es una persona especial”, añadió.
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