“Donde no hay autonomía, no hay verdadera democracia”.
Amartya Sen, economista y filósofo
La desaparición de los organismos autónomos, recientemente aprobada, marca un retroceso preocupante en la relación entre gobierno y sociedad. Este cambio nos enfrenta a un escenario donde los gobernantes impondrán unilateralmente su ley, anulando los mecanismos de protección ciudadana y dejando a la sociedad indefensa ante decisiones arbitrarias que erosionan el Estado de derecho.
Los organismos autónomos surgieron como resultado de una histórica lucha ciudadana por construir espacios de vigilancia, transparencia y rendición de cuentas. Este movimiento buscaba superar la limitada visión del ciudadano como simple portador de una credencial de elector, promoviendo en su lugar un papel activo en la definición de políticas públicas y la supervisión del poder.
Con su desaparición, se nos priva de un pilar esencial de nuestra ciudadanía. En su lugar, se nos reduce a receptores pasivos de dádivas gubernamentales y se imponen reglas que ignoran el interés público. Este retroceso es incongruente con las dinámicas actuales de los ciudadanos, quienes participan en un entorno interconectado y demandan cada vez más justicia, innovación y transparencia.
En lugar de fortalecer el vínculo entre Estado y sociedad, la centralización del poder y la eliminación de estos espacios de participación cívica solo profundizarán la desconexión entre gobernantes y gobernados. Desde el poder, se intenta imponer un modelo autoritario que desestima la pluralidad y subestima el espíritu crítico de una sociedad que ha demostrado su capacidad para resistir la arbitrariedad.
Este esquema de gobierno, sustentado en la concentración del poder, inevitablemente chocará con la realidad de los ciudadanos, quienes buscan reglas claras y justas para la convivencia. La eliminación de los organismos autónomos no solo amenaza nuestra calidad de vida cotidiana, sino que también podría ser un catalizador para el resurgimiento de una ciudadanía más activa y combativa.
En este contexto, la pérdida de autonomía puede convertirse en el punto de inflexión para reconstruir una ciudadanía comprometida con la justicia y la igualdad. Paradójicamente, los momentos de mayor regresión democrática suelen ser el crisol para movimientos sociales que renuevan el pacto entre el Estado y sus ciudadanos.
La clave estará en canalizar el malestar hacia un fortalecimiento de los valores democráticos y en movilizar a una sociedad que no se conformará con ser simple espectadora. Este nuevo desafío puede ser la oportunidad para reconstruir un país donde la ley sea igual para todos y los ciudadanos recuperen su protagonismo en el rumbo de la nación.
Los golpes al tejido democrático siempre llevan consigo el germen de la transformación. Que este sea el inicio de una nueva etapa para la ciudadanía, una en la que la autonomía, la justicia y la participación sean los ejes fundamentales de nuestra vida pública.
* Elio Villaseñor Gómez es director de Iniciativa Ciudadana para la Promoción del Diálogo A.C. (@Iniciativa_pcd).
¿Cómo lograron los dinosaurios superar a su competencia y adaptarse a un clima cambiante? El secreto está en heces y vómito fosilizados de hace más de 200 millones de años, según un estudio en la revista Nature.
¿Cómo llegaron los dinosaurios a ser una especie dominante en el planeta?
Es conocido que el fin de ese largo dominio ocurrió tras el impacto de un asteroide hace 66 millones de años.
Pero el misterio de cómo estos gigantes superaron otras especies y llegaron a reinar en el planeta ha ocupado a los científicos durante años.
La respuesta, según un nuevo estudio en la revista Nature, puede hallarse en heces y vómitos fosilizados de dinosaurios de hace más de 200 millones de años.
Los fósiles de heces se llaman coprolitos. Los fósiles de vómitos se llaman regurgitados. Juntos se llaman bromalitos.
Estos fósiles permiten reconstruir las redes alimentarias de ecosistemas del pasado y lo que contienen, incluyendo insectos, es extraordinario.
“¡Los insectos eran increíbles! Algunos tenían sólo 1mm de largo, pero se conservaban con todas sus diminutas patas, antenas y detalles intrincados: ¡en un coprolito de 230 millones de años! “, dijo a BBC Mundo el paleontólogo Martin Qvarnström de la Universidad de Uppsala en Suecia, autor principal del estudio.
“También descubrimos coprolitos llenos de fragmentos de hueso masticados y dientes aplastados. Resulta que el primer arcosaurio Smok masticaba huesos como las hienas modernas para extraer médula y nutrientes, pero al hacerlo aplastaba y se tragaba sus propios dientes”, agrega Qvarnström.
“Estas son sólo algunas sorpresas, pero en conjunto, ¡revelan la estructura de ecosistemas enteros de esa época!”.
Los dinosaurios surgieron hace aproximadamente 230 millones de años.
Pero al principio fueron eclipsados por otros animales, incluyendo grandes parientes de los cocodrilos y herbívoros del tamaño de elefantes.
Sin embargo, hace unos 200 millones de años, los dinosaurios pasaron a dominar y sus principales competidores desaparecieron.
“Abordamos el surgimiento de los dinosaurios de una manera completamente novedosa”, explica Qvarnström.
“Analizamos la evidencia alimentaria para deducir el papel ecológico de los dinosaurios a lo largo de sus primeros 30 millones de años de evolución“.
El estudio se centró en una región de Polonia con una gran cantidad de fósiles de ese período crucial.
“Estudiamos más de 100 kilogramos de heces fosilizadas”, señala Grzegorz Niedźwiedzki, paleontólogo y geólogo de la Universidad de Uppsala y del Instituto Geológico Polaco y otro de los autores del estudio.
Qvarnström y sus colegas examinaron más de 500 bromalitos y analizaron su contenido.
Los científicos utilizaron diferentes tipos de microscopios y una técnica conocida como microtomografía sincrotrón, que usa un acelerador de partículas para ver en detalle el interior de los fósiles.
El análisis de los materiales digestivos permitió a los investigadores descifrar “quién se comía a quién y ver esta tendencia durante un período de tiempo tan largo”, dice Qvarnström.
¿Cómo pueden los investigadores saber quién produjo esas heces?
Fósiles de huesos y huellas muestran qué animales estaban presentes en un momento determinado.
Y los investigadores dedujeron quién produjo un coprolito determinado basándose en factores como el tamaño y forma del fósil, y en el sistema digestivo de parientes vivos de estos animales extintos.
El equipo descubrió que el número y la variedad del contenido de los fósiles aumentaron con el tiempo.
Esto indica que los dinosaurios más grandes con hábitos alimentarios más diversos comenzaron a ganar prominencia a finales del período Triásico (hace entre 237 millones y 201 millones de años).
Al comparar los fósiles con datos de plantas de la época, los científicos descubrieron que el ascenso de los dinosaurios estuvo determinado por el azar y las adaptaciones.
Por ejemplo, el clima cambió y hubo un aumento de la humedad, lo que modificó la vegetación disponible.
Los dinosaurios pudieron adaptarse mejor que otros animales terrestres a este clima cambiante y a las modificaciones en la dieta que otros animales terrestres.
Otros cambios ambientales relacionados con el aumento de la actividad volcánica precipitaron una gama más amplia de plantas que explotaron dinosaurios herbívoros, cada vez más grandes.
La proliferación de grandes dinosaurios herbívoros llevó a su vez a la evolución de dinosaurios carnívoros más grandes.
“Lo que aprendimos fue que el surgimiento de los dinosaurios tomó bastante tiempo y fue realmente complejo”, dice Qvarnström.
El dominio de los dinosaurios “no sucedió de la noche a la mañana; los dinosaurios tuvieron que competir ferozmente con otros grupos de animales, y un poco de suerte influyó”.
La adaptabilidad de los primeros dinosaurios era vital, según el científico.
“Los animales con dietas más especializadas lucharon con los climas cambiantes”.
En cambio, “los animales con dietas más variadas parecen haber afrontado mejor los cambios ambientales, lo que fue crucial para el éxito temprano de los dinosaurios, mientras que los primeros dinosaurios se las arreglaron mejor con sus dietas variadas y su flexibilidad”.
El estudio ayuda a comprender cómo responde la vida a diferentes presiones, incluyendo las derivadas del cambio climático.
“Comprender los cambios de fauna del pasado puede influir en nuestro conocimiento de los ecosistemas actuales, que enfrentan importantes desafíos debido al cambio climático”, explica Qvarnström a BBC Mundo.
En el futuro, los científicos esperan estudiar bromalitos de otras regiones.
“Planeamos probar este modelo con fósiles de dinosaurios tempranos clave en otras regiones. América del Sur, donde se encontraron los primeros dinosaurios verdaderos, es un área que nos entusiasma especialmente explorar a continuación”.
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