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Opositores: Trump no va a venir a salvarnos
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Opositores: Trump no va a venir a salvarnos

Como oposición democrática es momento de abandonar el auto engaño. Trump no es ni será nuestro salvador, mucho menos un compañero en la promoción de la democracia en México. Si queremos combatir el autoritarismo en México, es necesario que lo combatamos también en el extranjero, en vez de abrazarlo como salvación.
05 de febrero, 2025
Por: Saul Vazquez Torres

En días recientes seguí con atención la discusión en redes sociales en torno a la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 25 % a todas las importaciones mexicanas y canadienses a su país. Dada la integración comercial, social y hasta cultural de la región es una amenaza poco cumplible. Si bien hoy en día sabemos que tanto la presidenta Claudia Sheinbaum como el primer ministro Justin Trudeau consiguieron una moratoria de un mes de la orden ejecutiva que establece estos aranceles, no deja de ser relevante lo que la amenaza reveló de un sector de la discusión pública mexicana, en particular en la oposición: la idea de que Trump y su gobierno pueden acabar con un “narco-régimen” mexicano. Ya sea la designación de los carteles de la droga como organizaciones terroristas o la mención en el comunicado de la Casa Blanca respecto a los aranceles que acusa al gobierno mexicano de vínculos con el crimen organizado, un sector de la oposición está esperanzado en que través de la presión económica o, de plano, la intervención militar, sea Estados Unidos quien empuje a Morena fuera del poder en México.

Lamento romperles la burbuja de la ilusión, pero Trump no tienen ningún compromiso con la agenda democrática en el mundo ni en Latinoamérica. Tan solo un día antes de que se anunciara esta acción ejecutiva designando a los carteles como terroristas y los aranceles -donde por cierto, no solo acusa a México, sino también a Canadá, de permitir la fabricación de fentanilo en su territorio- el Departamento de Estado estrechó la mano de Nicolás Maduro, reconociendo de facto a su gobierno. La larga invasión rusa a Ucrania hace que Estados Unidos necesite el petróleo venezolano y, en los hechos, la administración Trump no hará nada por combatir al régimen más autoritario de la región y con acusaciones de vinculación con el narcotráfico en su propio ejército. ¿Qué nos hace pensar que Trump asume al régimen de Morena como más peligroso que el de Venezuela, cuando somos su principal socio comercial?

Por poner otro ejemplo: la política de prohibición de TikTok, que considero una regulación prudente en pos de la seguridad nacional. Tras una reunión del CEO de ByteDance (Compañía propietaria de la plataforma) con Donald Trump, este ha sido el principal promotor de su salvación aun cuando ya hay una ley aprobada por ambas cámaras en Estados Unidos para su prohibición. Dejémoslo claro, Trump no tiene ningún compromiso ideológico ni siquiera con su país. Su principal motor es el interés económico.

En ese mismo sentido se expresa recientemente Ezra Klein, columnista del New York Times en su texto “Don’t Believe Him” (No le creas). Klein explica que Trump ha utilizado una estrategia de saturación del debate público norteamericano, diseñada por su estratega Steve Bannon, en la cual muchas de sus acciones, incoherentes y apresuradas, no tienen realmente una intención real de suceder. Lo que busca es imposibilitar el trabajo crítico de la prensa y oposición. En estas primeras semanas muchas de sus acciones ejecutivas no han resistido la prueba siquiera de los tribunales de circuito, como esa que pretendía eliminar la 14º Enmienda que garantiza la ciudadanía por nacimiento. O como aquella otra que pretendió congelar todos los fondos federales. Hasta ahora, Trump no ha desafiado a la autoridad judicial. Ha impugnado algunas de estas decisiones, pero en ocasiones incluso en su primer periodo y más recientemente en 2024, sus jueces de la Suprema Corte le han dado la contraria en temas claramente violatorios del sentido original de la constitución.

Gráfica con los productos que subirían de precio en EU si Trump aplica los aranceles del 25 % a México y Canadá.

En segunda instancia, la amenaza de los aranceles es poco creíble. No es que no deba de tomarse en serio, pero el costo para los consumidores estadounidenses sería insoportable. Trump llegó con una plataforma económica que prometió bajar los precios de energéticos y de las “despensas” del día a día. Por los productos que son importados tanto de Canadá como de México. Un arancel de esta magnitud sería difícilmente absorbido por las compañías importadoras, y sería muy probablemente trasladado al consumidor final. Trump prometió los aranceles en campaña. Acorde a una encuesta de IPSOS, menos de la mitad de los Estadounidenses saben qué es y cómo funciona un arancel, por lo cual, mostrarle a su público los altos costos de los mismos sería contraproducente. Lo más seguro es que en sus momentos complicados, Trump blandirá de nueva cuenta esta amenaza como espada, pero veremos el ciclo de negociación y comunicado de triunfo trumpista como eterno retorno.

Los opositores también dicen que si se acusa al gobierno mexicano de nexos con el narcotráfico es porque “algo sabe” la administración de Trump, que curiosamente usa el caso de Genaro García Luna, secretario de Seguridad de una administración de hace una década y un partido diferente como evidencia. La verdad es que, lamentablemente, las agencias estadounidenses han mostrado que acusan irresponsablemente y después investigan. Como comenté aquí en Animal Político cuando se acusó al futbolista Rafael Márquez de nexos con el crimen organizado. Hoy Márquez está absuelto de las acusaciones. La razón por la cual Trump hace estos señalamientos a ambos gobiernos vecinos es que le permite interponer los aranceles sin mediación del Congreso en virtud de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia de 1977.

Como oposición democrática es momento de abandonar el auto engaño. Trump no es ni será nuestro salvador, mucho menos un compañero en la promoción de la democracia en México. La reciente discusión de la posible eliminación de la Agencia USAID, que promovía causas humanitarias en todo el globo y era la molestia constante de AMLO y Sheinbaum celebró, es la muestra más evidente. Basta mirar muchas de las acciones en los primeros días de Trump y contrastarlas con las acciones de nuestro gobierno, ambos populistas en contra de las agencias independientes de fiscalización, la libertad de expresión y la prensa. Si queremos combatir el autoritarismo en México, es necesario que lo combatamos también en el extranjero, en vez de abrazarlo como salvación. Lo segundo le permite incluso al oficialismo pintar a la oposición como “vendepatrias” o cualquier cosa similar. Lo que no hagamos nosotros por México, nadie de fuera lo va a hacer.

* Saul Vazquez Torres es Licenciado en Relaciones Internacionales por el Tecnológico de Monterrey, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), miembro de la Red de Norteamericanistas del CISAN-UNAM y militante del PRD-Estado de México.

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Imagen BBC
“Es muy duro saber que corro el riesgo de volver a Venezuela”: el migrante que huyó del Tren de Aragua y busca protección en EU
7 minutos de lectura

La anulación de la prórroga del TPS le impone a David el desafío de encontrar otra forma de permanecer legalmente en EE.UU. o marcharse a otro país antes de ser deportado.

31 de enero, 2025
Por: BBC News Mundo
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David pensaba que su mayor reto aquella noche bajo cero era mantener el calor mientras caminaba sobre la nieve, hasta que se topó con una patrulla policial en Washington.

Un policía le pidió sus papeles en el trayecto que recorría cada noche para volver a casa después del trabajo. Al comprobar que era venezolano y tenía un Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), el uniformado le dijo en perfecto español: “Disfrútalo mientras lo tengas”.

David no supo qué responder. El policía le hizo un gesto con la mano y lo despachó en inglés: “Go, go, go!”.

A finales de diciembre y a pocos días de abandonar la Casa Blanca, el gobierno del presidente Joe Biden aprobó una extensión del TPS para los venezolanos, una medida que permitía a casi 600.000 personas residir y trabajar legalmente en Estados Unidos, libres del riesgo de ser deportados.

Pero el miércoles 29 de enero, durante su segunda semana de mandato, el gobierno del presidente Donald Trump anuló esa prórroga, una decisión que dejará a sus beneficiarios sin un estatus migratorio legal en Estados Unidos y puede convertirlos en sujetos de deportación.

En el caso de David, su TPS vence el próximo 2 de abril.

“Es muy duro saber que ahora corro el riesgo de volver a Venezuela por perder el TPS”, dijo a BBC Mundo después de pedir que su verdadera identidad se mantuviera anónima.

“Salí huyendo de allá para sobrevivir, hice todo lo que me pidieron aquí y ahora vivo con miedo de que me agarren o me pase algo malo, como me ocurría en Venezuela”.

Su abogado le recomendó la misma alternativa que están considerando los beneficiarios del TPS que no disponen de otro estatus migratorio en Estados Unidos: introducir una petición de asilo ante un tribunal estadounidense.

Mientras tenga un proceso judicial en curso, David no puede ser deportado.

Migrantes deportados
Getty Images
Cientos de migrantes están siendo deportados cada día desde EE.UU. a sus países de origen.

Trump emprendió una política de deportaciones masivas de indocumentados, que podría afectar a 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin un estatus migratorio legal.

Una de sus primeras medidas fue suspender el parole, un permiso humanitario que el gobierno de Biden concedió a 530.000 venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, que llegaron a territorio estadounidense tras huir de las crisis en sus países.

“Ya sabes lo que les va a pasar”

David tenía una peluquería en el estado Aragua, en el centro norte de Venezuela.

Mientras le pintaba el cabello a una clienta, un muchacho entró al negocio y le preguntó si le faltaba mucho para atenderlo. Él le pidió que se sentara y esperara, pero el hombre se enfureció.

Sacó una pistola, amenazó a David y a sus clientas, les robó las carteras y varias máquinas de afeitar. Antes de marcharse, disparó contra la fachada de la peluquería, mientras todos se tiraron al suelo, escondiéndose detrás de las sillas dispuestas frente a los espejos.

“Traté de poner la denuncia en la policía y me dijeron que no lo hiciera, nadie podía meterse con el Tren de Aragua”, recordó David en referencia a la banda de crimen organizado venezolana que acaba de ser catalogada como una organización terrorista por el gobierno de Trump.

“Al día siguiente, me dejaron una nota en la puerta del negocio que decía: ‘Si no te vas del estado, ya sabes lo que les va a pasar a ti y a tu familia'”.

Cárcel de Tocorón
Getty Images
El Tren de Aragua surgió en una cárcel venezolana llamada Tocorón, que fue desmantelada por el gobierno del presidente Nicolás Maduro en 2023.

Aquel día de 2018 comenzaron siete años de historia migratoria para David. Se marchó de Aragua con su ropa y US$600, mientras su esposa y sus tres hijos esperaban a que él se instalara en Colombia.

Pero en el trayecto lo asaltaron y cruzó la frontera sin dinero ni pertenencias. Logró conservar el pasaporte porque lo escondió entre sus piernas cuando unos hombres armados asaltaron el autobús en el que viajaba dentro de Venezuela.

Una vez que llegó a Colombia, durmió en plazas donde se refugiaban otros migrantes y pasó tres días seguidos sin comer, hasta que un hombre le regaló una bolsa de caramelos que comenzó a vender por unidad, su primera oportunidad de generar ingresos fuera de Venezuela.

Con el tiempo logró trabajos más estables y pudo llevar a su esposa y sus hijos a Colombia. Pero su madre se quedó en Aragua. En medio de la pandemia, David logró ahorrar lo suficiente para visitarla.

Cuando llegó a casa de su madre, le dejó un poco de dinero para que comprara comida y preparara un almuerzo para la familia, mientras él salía a visitar a un amigo. Pero minutos después, ella lo llamó para decirle que unos hombres lo buscaban.

David volvió a huir a Colombia, esta vez sin despedirse de su madre.

“No sé cómo se enteraron de que había llegado”, lamenta. “Ahí fue cuando me di cuenta del nivel de control que el Tren de Aragua tenía en esa área y sobre todos nosotros”.

Puente Internacional Simón Bolívar
Getty Images
David cruzó de Venezuela a Colombia por el Puente Internacional Simón Bolívar.

El miedo creíble

Después del confinamiento por el coronavirus, los salarios de David y su esposa en Colombia no alcanzaban para mantener a los niños, así que decidió marcharse a Estados Unidos.

Cruzó Centroamérica y México por tierra, sobrevivió a dos secuestros y entregó los US$1.800 que había ahorrado a hombres armados que lo golpearon hasta sacarle un diente.

Cuando llegó al norte de México, una madrugada de mediados de 2023, sintió miedo de lanzarse al río Bravo para cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Pero a lo lejos, en el horizonte del desierto, se avistaban camionetas negras con fusiles que sobresalían por las ventanas.

“El agua estaba fría y la corriente era tan fuerte que me arrastró unos 60 metros. Sentía que me ahogaba pero logré cruzar agarrándome del monte que crecía en la orilla”.

David estuvo detenido durante semanas en un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), hasta que las autoridades migratorias le hicieron entrevistas en las que contó que había escapado por el Tren de Aragua y logró demostrar que tenía un “miedo creíble” de volver a Venezuela.

“Apenas pude, me acogí al TPS para poder trabajar y me mudé a casa de un amigo en Washington. Llevo un año y medio viviendo aquí, dedicado exclusivamente a hacer dinero para mantener a mi familia”.

En 1990, el Congreso de Estados Unidos creó la figura del TPS para migrantes que enfrentaban dificultades extremas si se veían obligados a regresar a sus países de origen, debido a conflictos armados, razones humanitarias o desastres naturales.

Migrantes cruzan el río Bravo
Getty Images
David entró a EE.UU. después de cruzar el río Bravo.

La basura fuera

La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, anunció que la prórroga del TPS había sido anulada el miércoles 29 de enero, durante una entrevista con la cadena de noticias Fox News.

“Vamos a seguir un proceso, evaluar a todos estos individuos que están en nuestro país, incluyendo a miembros del TdA”, dijo Noem usando las siglas del Tren de Aragua.

“Ayer estuve en Nueva York y la gente de este país quiere esta basura fuera”, aseguró Noem. “Quieren que sus comunidades estén seguras. Fue increíble ver a la gente caminar junto a nosotros en la calle temprano en la mañana y darnos las gracias”.

David encuentra paradójico que sea la presencia del Tren de Aragua en Estados Unidos lo que ahora le hace sentirse señalado como un criminal que merece ser deportado.

Kristi Noem
Getty Images
La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, anunció que la prórroga del TPS había sido anulada.

“Que seamos venezolanos no significa que todos seamos Tren de Aragua”. “Nos están estigmatizando porque venimos del mismo lugar, pero muchos hemos sido víctimas de ellos y estamos escapando de eso”.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha identificado a presuntos miembros del Tren de Aragua en 16 estados, con un centenar de investigaciones federales relacionadas con la organización y al menos 50 detenciones y condenas judiciales.

“Ahora no solo me da miedo que me pare un policía en la calle, también me da miedo saber que el Tren está en Estados Unidos”.

La esposa y los hijos de David forman parte de un programa de ACNUR para ingresar a Estados Unidos como refugiados. Desde la investidura de Trump, el 20 de enero, el viaje de la familia fue postergado hasta confirmar si efectivamente el país estará dispuesto a recibirlos.

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BBC

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