A partir de la llegada del presidente Donald Trump al gobierno de Estados Unidos, el tema migratorio se ha convertido en un asunto explosivo y lleno de verdades a medias, si no es que francamente criminalizado. La llegada del nuevo presidente estadounidense ha llevado la lógica antimigratoria a niveles insospechados.
Frente a este escenario de extrema dificultad para las personas que buscan una mejor vida fuera del país que les vio nacer, quiero referirme de forma específica a la migración femenina, la cual es un realidad compleja y desafiante que requiere una comprensión más profunda. Si a ello sumamos la situación de México, la complejidad aumenta, pues somos un país de origen, de destino, de tránsito y de retorno.
La migración, exacerbada por conflictos, inseguridad, pobreza y desastres naturales en los países de origen, afecta a millones de personas en todo el mundo. En el caso de la migración femenina, esta ha aumentado de forma lenta pero constante a nivel mundial, pasando de 41 millones en 1975 a 95 millones en 2005 y a 135 millones de migrantes internacionales en 2020, según datos de la ONU.
Pese a que la migración femenina no es un fenómeno nuevo, el rol de las mujeres en ella ha cambiado a lo largo de los años. Antes, eran vistas como meras acompañantes. Ahora migran solas o con sus familias buscando nuevas oportunidades económicas o escapando de la pobreza, los desastres naturales y la violencia de género.
Desafortunadamente, las mujeres migrantes enfrentan riesgos adicionales a lo largo de todo el proceso migratorio, entre ellos la discriminación, la violencia de género, la explotación laboral o sexual y el riesgo de ser víctimas de trata de personas. El Instituto Nacional de Salud Pública, en su Encuesta sobre Migración y Salud Sexual y Reproductiva de migrantes en tránsito en la frontera México-Guatemala, indica que la violencia sexual (sexo a cambio de dinero, protección, etc.), la violencia psicológica (humillaciones públicas, amenazas de lesiones) y la violencia física (heridas, lesiones, fracturas) son las principales formas de violencia de género que viven estas mujeres migrantes. Por otro lado, según Médicos Sin Fronteras, en los últimos años, una de cada 10 mujeres migrantes fueron víctimas de violencia sexual durante su tránsito por México.
Además de los obstáculos que enfrentan durante la migración, se suman los roles y estereotipos que históricamente han sido asignados a las mujeres: la responsabilidad del trabajo del hogar y el cuidado de sus hijos e hijas, personas mayores, con discapacidad o enfermas. Estas tareas complican aún más las posibilidades de las mujeres migrantes de conseguir oportunidades de trabajo formal o con mejores salarios o prestaciones cuando llegan al país de destino, por lo que se ven obligadas a buscar y aceptar empleos precarios, que en muchas ocasiones conllevan explotación y abuso. Tal es el caso de la frontera sur, donde la gran mayoría de las mujeres migrantes se emplea como trabajadoras del hogar, la agricultura, como trabajadoras sexuales o como vendedoras ambulantes. Esta situación hace que aumente su vulnerabilidad frente a la violencia laboral y sea más difícil la posibilidad de regularización migratoria, al tratarse de empleos en la economía informal, pues no cuentan con documentos de estancia legal o permisos de trabajo.
La falta de apoyo, de recursos, y la precariedad económica agravan su vulnerabilidad: la mayor parte de las mujeres migrantes trabajan de manera irregular porque no cuentan con documentos de estancia legal o permiso de trabajo, se encuentran ocupadas en los sectores más vulnerables de la economía informal, trabajando largas horas en trabajos de escasa valoración y con salarios muy bajos, tienen mayor riesgo de sufrir algún tipo de violencia de género, como pueden ser las agresiones sexuales, la explotación laboral y el acoso sexual al llegar a su destino.
A pesar de la creciente participación de las mujeres en los procesos migratorios, ya sea solas, o acompañadas por sus hijas, hijos o pareja, persiste su invisibilización como personas autónomas y que toman decisiones a lo largo de estos procesos. Esta situación se sustenta en prejuicios, normas y prácticas que perpetúan la discriminación y la subordinación de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, profundizando las desigualdades.
La migración de las mujeres, sus razones, contextos y características merecen una mayor atención. Requerimos entender la presencia y protagonismo de ellas, destacar cuál es su aporte al país (de origen, de tránsito, de destino o de retorno) y al bienestar familiar, así como incidir para que las políticas de los países, sus programas e iniciativas, y la gestión migratoria, considere las necesidades de las mujeres migrantes.
* Mónica Corona es directora de Inclusión y Desarrollo Sostenible en Ethos Innovación en Políticas Públicas (@EthosInnovacion).
El fuerte sismo se dejó sentir en gran parte del sureste asiático. Decenas de personas han muerto y centenares han resultado heridas.
Decenas de personas han muerto y centenares han resultado heridas en Myanmar tras el terremoto que azotó este viernes el centro del país y que se sintió con fuerza en la vecina Tailandia, donde también hubo fallecidos.
El epicentro del potente terremoto de magnitud 7.7 se situó a 16 kilómetros al norte de la ciudad birmana de Sagain y muy cerca de la segunda ciudad más importante del país, Mandalay, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
En Tailandia, se derrumbaron varios edificios en construcción y en uno de ellos había decenas de desaparecidos.
En BBC Mundo te mostramos algunas de las imágenes más impactantes del fuerte terremoto en el sureste asiático.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.