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Mujeres pioneras: todas podemos ser “la primera mujer que…”
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7 minutos de lectura

Mujeres pioneras: todas podemos ser “la primera mujer que…”

Artemisia Gentileschi, Marie Curie y Margaret Hamilton son tres ejemplos de mujeres que lograron florecer en entornos aún peores que los nuestros. Nosotras también podemos ser "la primera mujer que...".
10 de marzo, 2025
Por: Kathia Elisa García-Gómez

Ninguna pregunta es tonta. Aunque las cosas puedan parecer imposibles, aunque los expertos digan que algo es imposible, aunque haya que seguir el camino sola, no hay que tener miedo a estar equivocada, a admitir errores; aquellos que sepan fallar de forma estrepitosa son los que pueden conseguir cosas grandiosas.

Margaret Hamilton.

 

Hace poco alguien me preguntó cómo le hago para sobreponerme cada que el mundo académico me decepciona. La mayoría de las veces son circunstancias de injusticia y abuso y, aun así, me he empeñado en seguir y no quitar el dedo del renglón, aunque no sea nada sencillo. El 99 % del tiempo tengo que lidiar con una lucha interna de decepción cuando sé de casos en donde a alguien le negaron un espacio por ser mujer, le plagiaron un trabajo, fue objeto de acoso, discriminada o, incluso, la anécdota de alguna que ya se acostumbró a los micromachismos cotidianos. ¿Hasta cuándo? Suelo preguntarme con cierta regularidad.

Pues bueno, cotidianamente me obligo a mí misma a hacer un ejercicio de reflexión y todas las veces me llevan a recordar el 1 % de las cosas que me hacen aferrarme a seguir luchando por mi propio lugar y no sólo el mío, sino también el de las demás que vienen a mi lado y detrás. Quizás los números no son buenos, pero las siguientes razones, lo valen todo.

Es necesario poner un alto a un par de aspectos absurdos e irrisorios por parte de la necedad científica masculina: las desventajas de investigar sin incluir la participación de científicas y las desventajas de no investigar sobre temas relacionados con las mujeres.

Investigar sin incluir la participación de científicas provocó uno de los mayores ridículos que se han suscitado en la historia de la ciencia, específicamente en la industria aeroespacial de los Estados Unidos.

Hacia los años 80, la física Sally Ride, quién ya formaba parte de la NASA, fue elegida para participar en una de las misiones Challenger (la anterior a la misión que terminó en catástrofe). Para esta misión, los científicos le preguntaron si 100 tampones sería una dotación suficiente para su misión de 6 días en el espacio. La historia completa está explicada en esta maravillosa conferencia que tiene como origen un video original de Marcia Belsky. Cualquier mujer sabe que ni en los días más brutales del ciclo menstrual ocupas más de 15 tampones, ¿cómo es posible que a ninguno de estos hombres se les ocurriera preguntar primero cuántos necesitaría e, incluso, si serían necesarios para los días específicos de la misión? Las mentes más brillantes de ese país no tenían idea de cómo es el ciclo menstrual de las mujeres.

Sobre las desventajas de no investigar temas femeninos están las absurdas creencias que se tenían sobre la posibilidad de que ciertas actividades favorecían la caída de la matriz, de la injusticia reflejada en la variedad de anticonceptivos femeninos contra los masculinos, de la dificultad para identificar síntomas de infartos cardiacos en mujeres e, incluso, de las fallas en el diseño de los autos y su correlación con una mayor predisposición de las mujeres de sufrir lesiones severas. Todo esto con la excusa de que es más sencillo utilizar a los hombres como el cuerpo humano estándar. En conclusión, históricamente ha sido más sencillo para muchos científicos inventar excusas para no incluir temas femeninos en sus investigaciones.

Aún así, las razones para mantenernos en la batalla son las historias de mujeres que fueron absolutas pioneras en su campo de acción, cuyos legados sirven como herencia y recordatorio para nuestra generación y las subsecuentes.

En la Roma del siglo XVII maravillaba el dominio artístico de nada menos que Caravaggio. Es el momento boom del arte florentino que exhibía cuadros con escenas donde la luz y las tajantes sombras eran protagonistas. En este contexto, nace nuestra querida Artemisia Gentileschi. Su historia es indignante, por decir lo menos. En una época en donde las mujeres sólo podían cumplir con el destino de ser madres y esposas (¿ya superamos esa época?), ella decidió convertirse en pintora. Este desafío la estigmatizó al punto de jugarle en contra. Durante sus años de instrucción artística en el taller de su padre, un mentor la violó y ella lo denunció. En un juicio en el que se puso en duda su testimonio porque “era una mujer que tenía relación con otros hombres debido a su actividad como pintora” y además fue torturada para “verificar” su versión de los hechos, el agresor fue identificado como culpable y sentenciado al exilio. Sin embargo, gracias a sus contactos regresó tiempo después.

A pesar de la indignación y el atropello a su dignidad, Artemisia se mudó años más tarde al epicentro del arte, Florencia, en donde pudo labrar su propio prestigio como la primera mujer pintora, la primera admitida en la Academia de las Artes del Dibujo y la primera en recibir encargos tan importantes como los que le hizo Felipe IV de España y Carlos I de Inglaterra.

Finales del siglo XIX en la región de Europa del Este. María Salomea Skłodowska, quien más tarde sería reconocida como Marie Curie, tuvo que crecer en un país invadido por Rusia que, además de ocupar físicamente el espacio, intentaba borrar la identidad cultural de la gente imponiendo el idioma ruso y su cultura.

Marie tuvo que crecer en esa constante resistencia, misma que quizá la habría preparado para su primera decepción académica: la rechazaron de la Universidad de Varsovia porque era una mujer judía. Ante esto, Marie decidió ingresar a una universidad clandestina para poder estudiar.

Las dificultades para poder tener una carrera universitaria en su país llevaron a Marie y su hermana Bronya a hacer un “pacto de damas”: mientras una estudiaba en la Universidad de París, la otra trabajaría para poder solventar los estudios. Así fue que, en tanto Bronya estudiaba medicina, Marie trabajaba como institutriz. Años más tarde las hermanas invirtieron los papeles y Marie se licenció en física y más tarde en matemáticas.

Marie Curie debió enfrentarse al machismo una y otra vez, a lo largo de su vida, pero estas constantes negativas no hicieron más que impulsarla hacia adelante. Fue la primera mujer en recibir un premio Nobel, la primera mujer profesora de la Universidad de París y la primera directora de un laboratorio. A partir de ella, de 1906 a 1934 la misma universidad contrató a más de 40 mujeres.

Años más tarde, en el contexto de la primera guerra mundial, Marie y su hija Iréne insistieron en el valor que tenían las radiografías como algo que podía salvar vidas de los soldados en el campo de batalla. Para sorpresa de nadie, los hombres del ejército y los cirujanos franceses no querían trabajar con ella por la simple razón de ser mujer. Siendo Marie una mujer tenaz, organizó una flota de camionetas con rayos X portátiles que más tarde, en efecto, demostró que salvaron vidas.

En los años 60 y 70, nuestra protagonista, Margaret Heafield, mejor conocida como Margaret Hamilton, fue la responsable de evitar que ocurriera una nueva catástrofe en la historia aeroespacial estadounidense. Margaret creció en un ambiente en el que su padre y su abuelo no sólo respondían todas sus preguntas, sino que la impulsaban a seguir haciéndolas. Inició su carrera científica como matemática, área en la que era la única mujer, según a contado en entrevistas.

Hamilton trabajó en el proyecto de Apolo 11 dirigiendo un equipo de ingeniería de software (término que ella misma acuñó), en el que todos los demás eran hombres. Su experiencia en este campo la llevó a crear un código que permitió que el 20 de julio de 1969, en medio de la carrera espacial y la Guerra Fría con Rusia, la misión a la Luna no terminara en una pesadilla.

Así como Artemisia Gentileschi, Marie Curie y Margaret Hamilton, infinidad de mujeres lograron florecer en entornos aún peores que los nuestros. Por qué nosostras no. Contra todo discurso misógino que nos ha intentado engañar de nuestra “naturaleza débil”, estos ejemplos me recuerdan constantemente que, al igual que la flor de loto que logra florecer en medio del lodo, las mujeres venceremos aún en medio del lodazal de la fragilidad masculina.

* Kathia Elisa García-Gómez (@LaKathirina) es socióloga, antropóloga y doctorante en Filosofía de la Ciencia. También es una absoluta fanática del arte, coleccionista de fun facts y novata de la Comunicación Científica.

 

Nota de la autora: Este texto es una adaptación de una conferencia que impartí en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México el 11 de Febrero de 2025, en el marco del Día internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia. Decidí retomar esta discusión en el marco del #8M no sólo porque se trata de defender los derechos de nosotras las mujeres (tanto en el rol de científicas como de la investigación de los temas del género) sino también porque sigue siendo urgente la desacralización de la esfera académica, como un espacio horizontal y democrático para quienes participan en ella.

 

Fuentes:

Sadurni, J. M. 2024. Marie Curie, la madre de la física moderna, Historia, NatGeo, España.

Herrera Neus, 2021. Mujeres de Ciencia: Marie Curie y su legado para la humanidad, Amnistía Internacional, España.

Navarro, Fran. 2022. Margaret Hamilton: la mujer que llevó al hombre a la Luna, Muy interesante.

Pagano Alessandra.  2023. Artemisia Gentileschi, la lucha de una pintora herida, NatGeo, España.

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Imagen BBC
¡Es hoy! Todo sobre la gran alineación planetaria que no se repetirá hasta 2040
5 minutos de lectura

En enero y febrero tendrá lugar el alineamiento más exacto de siete planetas en el cielo en un raro espectáculo para los amantes de la astronomía.

28 de febrero, 2025
Por: BBC News Mundo
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Los aficionados a la astonomía podrán disfrutar de un espectáculo poco común en febrero cuando ocurra el alineamiento más exacto de siete planetas en el cielo.

Durante enero ya son visibles en el cielo nocturno seis planetas: Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Pero el 28 de febrero, durante una sola noche, se les unirá Mercurio, en una rara alineación de siete planetas que no volverá a ocurrir hasta 2040.

¿Qué es una alineación planetaria?

En realidad, no es raro que varios planetas puedan verse juntos en el cielo nocturno.

Tampoco es raro ver a los planetas formados en una “línea” a través del cielo.

Esta es una línea imaginaria de la trayectoria aparente del Sol a lo largo de un año, conocida como “eclíptica”.

La eclíptica se debe al hecho de que la Tierra y todos los demás planetas del Sistema Solar se formaron a partir del mismo disco plano de gas y polvo que alguna vez rodeó a nuestro Sol en su infancia.

Esto significa que todos los planetas del Sistema Solar ocupan aproximadamente el mismo plano orbital (incluida la Tierra) y, por lo tanto, todos siguen más o menos la línea de la eclíptica en el cielo.

Las diferentes velocidades a las que orbitan los planetas hacen que, en ocasiones, varios de ellos puedan estar alineados aproximadamente en el mismo lado del Sol.

Desde la Tierra, si las órbitas se alinean correctamente, podemos ver varios planetas en nuestro cielo nocturno al mismo tiempo.

Es por eso que las llamadas “alineaciones planetarias” o “desfiles planetarios” son realmente algo inevitable.

planetas
Getty Images
No es raro que varios planetas puedan ocasionalmente alinearse en la misma parte del cielo al mismo tiempo.

¿Cómo será la alineación planetaria de enero y febrero?

Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno son lo suficientemente brillantes como para ser visibles a simple vista durante las noches despejadas de enero.

Urano y Neptuno también están allí, pero para verlos se requieren binoculares o un telescopio.

En realidad, los planetas no están exactamente alineados. Más bien aparecen en un arco a través del cielo debido a su plano orbital en el Sistema Solar.

Pero la verdadera sorpresa, si el clima lo permite, ocurrirá el 28 de febrero, cuando Mercurio se una a este desfile planetario en un gran espectáculo que podrá ser observado desde la Tierra.

“Hay algo especial al ver los planetas con tus propios ojos”, le dijo a BBC Future Jenifer Millard, divulgadora científica y astrónoma de Fifth Star Labs en el Reino Unido.

“Es posible ir a Google y obtener una vista más espectacular de todos estos planetas. Pero cuando miras estos objetos, son fotones que han viajado millones o miles de millones de kilómetros a través del espacio para llegar a tus retinas”.

El espectáculo puede ser fascinante, pero ¿tienen algún impacto estas alineaciones aquí en la Tierra?

Algunos científicos han sugerido que las alineaciones planetarias podrían causar impactos en nuestro planeta, pero la base científica para la mayoría de estas afirmaciones es débil o inexistente.

Como explica Jenifer Millard, realmente “es solo una casualidad que estén en esta posición de sus órbitas”.

La utilidad de las alineaciones planetarias

Como señala el periodista de asuntos espaciales y científicos Jonathan O’Callaghan, las alineaciones planterias sí pueden tener un impacto en la vida en la Tierra, en particular en términos de la exploración del Sistema Solar.

“Llegar a los planetas exteriores con una nave espacial es difícil porque estos mundos están muy lejos, a miles de millones de kilómetros, y se necesitarían décadas para llegar”, escribe O’Callaghan en BBC Future.

“Sin embargo, usar la atracción gravitatoria de un planeta bien ubicado, como Júpiter, para lanzar una nave espacial hacia el exterior puede reducir drásticamente el tiempo de viaje, algo que ninguna nave espacial ha hecho mejor que las naves Voyager de la NASA”, agrega.

cielo nocturno
Getty Images
Los aficionados a la astronomía podrán disfrutar del desfile de planetas durnte las noches de enero y febrero.

Las alineaciones de planetas han sido utilizadas para investigar muchos aspectos diferentes del Universo, como el descubrimiento y estudio de exoplanetas, los mundos que orbitan alrededor de estrellas distintas al Sol.

Y también hay algunos usos más novedosos, como investigar la existencia de vida extraterrestre en sistemas solares donde los exoplanetas pasan uno frente al otro desde nuestro punto de vista.

Cómo ver la alineación planetaria

Este evento, que se extenderá por varios días durante enero y febrero, será visible desde distintos puntos del planeta, siempre que las condiciones meteorológicas y la contaminación lumínica lo permitan.

Como informa la NASA, durante enero en las primeras horas después del anochecer se puede ver a Venus y Saturno en el suroeste, a Júpiter en lo alto y a Marte en el este.

Urano y Neptuno también están allí, pero se necesita un telescopio para verlos.

El momento ideal para observar la alineación es justo después de la puesta del sol, pero se debe tener en cuenta que la hora exacta de salida y puesta de cada planeta variará dependiendo de tu ubicación en la Tierra.

La sorpresa especial del espectáculo tendrá lugar el 28 de febrero cuando Mercurio se una a estos seis planetas.

Para disfrutar el evento, los expertos recomiendan ubicarte en un lugar con cielos oscuros, en zonas alejadas de la contaminación lumínica, como áreas rurales o montañosas.

También se aconseja revisar las condiciones del clima para asegurarte de que el cielo está despejado el día del evento.

Los expertos de la Queen’s University, en Canadá, recomiendan descargar una aplicación como Stellarium o Star Chart.

Cuando apuntes tu teléfono al cielo, la app te dirá qué objeto del cielo nocturno estás observando.

Los telescopios y binoculares pueden ayudarle a ver más detalles, como los anillos de Saturno y las lunas de Júpiter.

*Esta nota fue corregida debido a que una versión previa señalaba erradamente que este tipo de alineación planetaria no se repetiría sino hasta el año 2492. La fecha correcta es el año 2040.

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BBC

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