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El camino hacia una fiscalidad internacional justa: avances y desafíos en las negociaciones de la Convención Fiscal de la ONU
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El camino hacia una fiscalidad internacional justa: avances y desafíos en las negociaciones de la Convención Fiscal de la ONU

La Convención Marco de la ONU sobre Cooperación Fiscal Internacional ha celebrado sus primeras sesiones con el objetivo de establecer un marco inclusivo y efectivo para abordar los desafíos de la fiscalidad transfronteriza, la movilización de recursos internos y el desarrollo sostenible. Estas negociaciones representan una oportunidad crucial para reequilibrar el poder fiscal a favor de las naciones en desarrollo.
29 de noviembre, 2025
Por: Jorge Valderrabano
Sesiones del Comité Intergubernamental de Negociación (INC) para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional (UNFCITC)
Foto: Jorge Valderrabano.

 

La comunidad internacional se encuentra inmersa en un proceso histórico para reformar la arquitectura fiscal global bajo el paraguas de las Naciones Unidas. El Comité Intergubernamental de Negociación (INC) para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional (UNFCITC) ha celebrado sus primeras sesiones con el objetivo de establecer un marco inclusivo y efectivo para abordar los desafíos de la fiscalidad transfronteriza, la movilización de recursos internos y el desarrollo sostenible. Desde la perspectiva de Ágora, organización de la sociedad civil promoviendo la justicia social y el desarrollo sostenible, estas negociaciones representan una oportunidad crucial para reequilibrar el poder fiscal a favor de las naciones en desarrollo.

El corazón de la negociación

El impulso principal detrás de estas negociaciones es subsanar las deficiencias de los marcos existentes, que a menudo han favorecido a los países desarrollados y han dejado a las naciones en desarrollo con una capacidad limitada para gravar la actividad económica generada dentro de sus jurisdicciones.

a) Nuestras prioridades (lo que Ágora busca): desde nuestra posición, y en sintonía con las posturas del Grupo Africano en el INC, la Convención debe priorizar la justa asignación de los derechos de imposición. Esto significa reconocer y garantizar el derecho a gravar no solo donde la actividad económica tiene lugar (residencia), sino, crucialmente, donde se crea valor y se generan ingresos y mercados. Buscamos un marco que empodere a los países de origen y fuente para maximizar su movilización de recursos internos (MRD), esenciales para financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

b) Lo que se está negociando: los debates se han centrado en los artículos del borrador de la Convención Marco. La Tercera Sesión del INC en Nairobi se enfocó en compromisos fundamentales:

  • Artículo 4: Asignación justa de derechos de imposición: el debate clave giró en torno a garantizar que la convención reconozca explícitamente el derecho de las jurisdicciones a gravar donde se crea valor, se localizan los mercados o se generan ingresos, defendiendo que estos factores tengan igual peso.
  • Artículo 5: Fiscalidad de individuos de alto patrimonio neto: se siguen negociando medidas para prevenir la elusión y evasión fiscal por parte de los individuos de alto patrimonio neto, incluyendo la expansión del intercambio de información y enfoques coordinados.
  • Artículo 6: Asistencia Administrativa Mutua (MAA): un compromiso crucial para asegurar una cooperación amplia, inclusiva y equitativa entre Estados para hacer cumplir sus leyes fiscales internas, reconociendo las necesidades y capacidades de los países en desarrollo.
  • Artículo 8: Prácticas fiscales perjudiciales: busca desarrollar herramientas efectivas para combatirlas, promoviendo incentivos fiscales basados en la sustancia real y no solo en el movimiento de beneficios.
  • Aquí puedes encontrar el borrador completo de la Convención.

El desempeño de las reuniones: balance de Nueva York y Nairobi

Las reuniones del INC han marcado un contraste entre el impulso inicial y la complejidad de la negociación de textos.

El encuentro inicial en Nueva York (INC I y II). Las sesiones iniciales establecieron el mandato y los términos de referencia, ratificando la necesidad de un instrumento inclusivo de la ONU. El proceso de Nueva York fue fundamental para consolidar el apoyo global al proyecto y establecer la hoja de ruta para el desarrollo de la Convención Marco y sus futuros Protocolos.

La Tercera Sesión en Nairobi (INC III). La reunión de Nairobi (noviembre de 2025) fue esencialmente una negociación de textos, enfocada en los artículos de la Convención.

  • Avances y consensos (África y Países en desarrollo): el Grupo Africano, apoyado por diversas delegaciones, logró introducir claridad y fortalecer el lenguaje en varios puntos. Se promovió activamente que los factores de asignación de derechos fiscales (valor creado, mercado, ingresos generados) se valoraran por igual en el Artículo 4, evitando una jerarquía que favorezca la residencia. Además, se fortaleció el Artículo 5 sobre fiscalidad de individuos de alt patrimonio al proponer la eliminación de la frase “según sea viable dicho intercambio”, un lenguaje que habría debilitado el compromiso de cooperación.
  • Puntos de tensión y lo que se dejó de lado: un punto de tensión constante fue la relación del nuevo marco de la ONU con los foros existentes (como el Marco Inclusivo BEPS de la OCDE). Mientras que muchos países desarrollados insisten en evitar la duplicación o en subordinar la Convención a los estándares existentes, el Grupo Africano y otros insisten en que el INC no está sujeto a marcos no inclusivos, defendiendo la necesidad de una plataforma universal que no excluya a ningún Estado. La definición de términos clave, como “flujos financieros ilícitos (IFF)” o “prácticas fiscales perjudiciales”, se pospuso a menudo, quedando para su tratamiento posterior en el Artículo 3 o a través de procesos de la Conferencia de las Partes (COP).

Nuestros aportes y el futuro de la convención

Hemos trabajado incansablemente para proporcionar análisis y propuestas que refuercen la ambición del marco, enviando contribuciones específicas a las negociaciones:

Declaración formal en el INC II (Nueva York): entregamos una declaración formal ante el comité que abordó la urgencia de conectar la reforma fiscal internacional con la justicia, la equidad y la rendición de cuentas para las comunidades vulnerables. Basándonos en la realidad de la economía informal e ilegal en países en desarrollo, argumentamos que la evasión fiscal y los flujos financieros ilícitos (IFF) representan no solo desafíos económicos, sino amenazas existenciales que socavan la soberanía, la seguridad y el contrato social del Estado. Propusimos específicamente dos mecanismos clave:

    1. La inclusión de una definición clara y robusta de los IFF en el protocolo sobre servicios transfronterizos, reconociendo que este problema, que erosiona la base imponible, fue excluido de un protocolo específico.
    2. La creación de un Instrumento de Vía Rápida (FTI) que actúe como un mecanismo multilateral para acelerar la adopción de las nuevas normas de la Convención y sus protocolos dentro de la vasta red de tratados fiscales bilaterales existentes, asegurando la rápida operatividad de las disposiciones contra los IFF.

Recomendaciones sobre Cooperación y Asistencia Técnica: en otra de nuestras intervenciones, destacamos la importancia de un enfoque integral en la implementación de la Convención. Sugerimos que la Convención debe impulsar el aprovechamiento del expertise técnica del FMI, el Banco Mundial y demás instituciones financieras internacionales para brindar asistencia efectiva en la movilización de recursos internos y fortalecer las administraciones tributarias de los países en desarrollo.

Recomendaciones sobre Asistencia al Desarrollo: además, planteamos la necesidad de incluir disposiciones en la Convención para abordar la compleja cuestión de las exenciones fiscales para la asistencia para el desarrollo, la ayuda humanitaria y la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD). Nuestro objetivo es asegurar que dichas exenciones sean coherentes, eficientes y no resulten en una pérdida indirecta de ingresos fiscales para los países receptores, garantizando la eficacia de la ayuda.

Promoción de la participación juvenil: en nuestro compromiso con el multilateralismo inclusivo, apoyamos activamente a representantes de la juventud, en particular a aquellos vinculados al UN Major Group for Children and Youth (UN MGCY), ayudándoles a entregar declaraciones, proporcionar insumos técnicos y participar en diálogos con responsables de la toma de decisiones para impulsar sus propuestas y campañas relativas a la justicia fiscal y el desarrollo sostenible.

Aporte sobre la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (UNFCCC): presentamos una propuesta que aboga por incorporar principios de la UNFCCC, como la responsabilidad común pero diferenciada y el principio de no causar daño, al ámbito fiscal. Esto implica reconocer las diferentes capacidades fiscales de los países y garantizar que las políticas fiscales internacionales (incluyendo los incentivos) no socaven los esfuerzos climáticos o la capacidad de los países en desarrollo para financiar su adaptación y transición ecológica.

Aporte sobre Política de Drogas y Fiscalidad: hemos destacado la necesidad de que la Convención aborde la fiscalidad de la economía relacionada con las drogas, tanto en términos de recaudación legítima (si aplica) como, principalmente, en la lucha contra los flujos financieros ilícitos (IFF) que se derivan del crimen organizado transnacional. Sugerimos que la cooperación de asistencia administrativa mutua y la lucha contra los flujos financieros ilegales (Artículo 7) sean lo suficientemente amplias para incluir información relevante de inteligencia financiera en contextos de política de drogas.

Sesiones del Comité Intergubernamental de Negociación (INC) para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional (UNFCITC)
Foto: Jorge Valderrabano.

Expectativas para la próxima reunión en Nueva York

Se espera que la próxima sesión del INC en Nueva York se centre en consolidar el texto de los artículos restantes de la Convención Marco, particularmente los relacionados con la arquitectura institucional y las disposiciones finales, y, crucialmente, en comenzar a definir el alcance y el contenido de los futuros Protocolos. Estos protocolos serán esenciales, pues es donde se desarrollarán las normas sustantivas sobre temas como transferencia de precios, mecanismos de resolución de disputas, o un marco BEPS de la OCDE simplificado y global. Es imperativo mantener la ambición, asegurando que los Protocolos reflejen los principios de la justicia fiscal y la asignación justa, en línea con el espíritu de la Convención.

La Convención Marco es un proceso de largo aliento que requiere la movilización de todas las partes interesadas. Desde Ágora reafirmamos nuestro compromiso de promover un instrumento que se traduzca en políticas con enfoque de justicia social y desarrollo sostenible, asegurando que todos los Estados, especialmente los más vulnerables, tengan las herramientas necesarias para la movilización efectiva de sus recursos. Reconocemos la valiosa labor que el Mecanismo de la Sociedad Civil de Financiación para el Desarrollo (FfD) está realizando para facilitar la participación activa y significativa de la sociedad civil y otros grupos interesados, fomentando además la colaboración efectiva con los gobiernos, las agencias de la ONU y las instituciones financieras. Continuaremos participando de manera constructiva en sus actividades y apoyando sus proyectos dirigidos a fortalecer el debate sobre la arquitectura fiscal global.

* Jorge Valderrabano es Economista por la Universidad de Nueva York, y actualmente Oficial de Incidencia en Ágora.

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Imagen BBC
Qué ha pasado en Gaza desde el alto el fuego y por qué el conflicto no ha terminado
12 minutos de lectura

Mas de 350 palestinos han muerto desde el pasado 10 de octubre en Gaza, donde seis semanas después del inicio del alto el fuego la situación sigue siendo desesperada para la gran mayoría de sus habitantes.

04 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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Israel y Hamás sellaron el pasado 10 de octubre un acuerdo de cese el fuego que debía poner fin a dos años de un conflicto que ha devastado la Franja de Gaza.

Seis semanas después del inicio de ese cese de hostilidades, el derramamiento de sangre no ceja en Gaza, donde civiles palestinos siguen muriendo a diario por disparos o ataques israelíes.

La intensidad del conflicto se ha reducido, pero eso no ha evitado que la cifra de víctimas palestinas siga creciendo, aunque más lentamente.

La ayuda humanitaria, tras meses de férreo bloqueo, vuelve a entrar a la Franja, pero no en el volumen necesario para hacer frente a las necesidades de una población que sigue, en su gran mayoría, desplazada y en un territorio que se ha quedado prácticamente sin infraestructuras.

El alto el fuego ha permitido que la ONU empiece a reabrir las escuelas que opera en la Franja, la mayor parte de ellas dañadas por los bombardeos y que siguen sirviendo de refugio para muchas familias. El sistema sanitario también sigue siendo muy precario. Solo 36 de los hospitales de Gaza están parcialmente operativos, según Naciones Unidas.

Hamás, aunque ha quedado muy debilitado, se niega a desarmarse, como demostró al día siguiente de iniciarse el alto el fuego, cuando sacó a 7.000 milicianos armados a las calles para reafirmar el control sobre zonas de Gaza desocupadas por las tropas israelíes. Pero su hegemonía está siendo cuestionada por un nada desdeñable número de grupos armados han proliferado en la Franja dispuestos a hacerle frente.

En medio de todo esto, los palestinos aguardan a que el plan de paz que propuso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del que el alto el fuego solo constituía una primera fase, avance y pueda comenzar la reconstrucción de un territorio controlado aún en su mayoría por el ejército israelí.

Más de 350 muertos en ataques israelíes

El goteo de víctimas desde el día en que entró en vigor el alto el fuego no se ha detenido.

Más de 350 personas han muerto en Gaza en ataques israelíes desde entonces, lo que elevan la cifra total de víctimas palestinas desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023 a 70.100, muchas de ellas mujeres y niños, según cifras del ministerio de Sanidad de Gaza.

Los milicianos de Hamás continúan siendo objetivo del ejército israelí, pero la enorme mayoría de víctimas siguen siendo civiles, como el fotógrafo Mahmud Wadi, fallecido este martes en un ataque con dron en Jan Yunis. O los hermanos Fadi y Juma Abu Assi, de 8 y 11 años que, según su familia, estaban buscando leña para cocinar al este de esta misma ciudad cuando fueron alcanzados el pasado sábado por el fuego israelí.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron a la BBC que habían disparado sobre dos sospechosos que cruzaron la Línea Amarilla.

Una imagen de dos niños en un teléfono móvil.
Anadolu via Getty Images
Los hermanos Fadi y Juma Abu Assi, de 8 y 10 años, estaban buscando leña cuando fueron alcanzados por el fuego israelí, según su familia.

Esta demarcación, que delimita el territorio al que Israel aceptó retirarse tras el alto el fuego, no está claro para muchos palestinos, a veces con consecuencias fatales.

Pero las muertes no solo se han producido en las inmediaciones de la Línea Amarilla. Israel ha llevado a cabo bombardeos de zonas densamente pobladas en Gaza en respuesta, según las FDI, a ataques de Hamás.

En uno de ellos, en la noche del pasado 28 de octubre, murieron 104 palestinos en una oleada de bombardeos en Ciudad de Gaza, Beit Lahia, Bureij, Nuseirat y Jan Yunis, según el ministerio de Sanidad de la Franja. Israel alegó que actuó contra “decenas de objetivos terroristas”.

Tanto las FDI como Hamás se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego en repetidas ocasiones.

El pasado 21 de noviembre, el portavoz de Unicef, Ricardo Pires, recordó que, desde el cese el fuego, dos niños han muerto de media cada día en Gaza.

“Esto no son estadísticas. Cada uno de ellos era un niño con una familia, un sueño, una vida truncada repetidamente por la violencia continuada”, dijo Pires a los periodistas.

Qué ha pasado con la ayuda humanitaria

El estricto bloqueo que Israel impuso en Gaza durante meses antes del alto el fuego, impidiendo el acceso de ayuda humanitaria a la Franja, provocó una hambruna que mató a más de 200 personas, según la propia denuncia de la ONU.

El acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Israel y Hamás establecía que 600 camiones de ayuda humanitaria debían entrar diariamente a la Franja para satisfacer las necesidades básicas de sus 2,1 millones de habitantes.

Sin embargo, aunque desde el 10 de octubre Israel ha aflojado los controles y se ha permitido la entrada de ayuda, no se han alcanzado los niveles necesarios, según la ONU.

El acceso humanitario sigue estando muy restringido, tal y como denunciaron recientemente un grupo de expertos de Naciones Unidas, entre otras cosas porque solo se han reabierto dos de los seis pasos fronterizos.

“El volumen de camiones de ayuda que entran en Gaza nunca ha alcanzado el objetivo acordado de 600 al día y, con frecuencia, ha sido inferior a la mitad de esa cifra”, afirmaron los expertos, entre los que se encuentra Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos.

Amnistía Internacional también ha denunciado que Israel sigue bloqueando “la entrada de equipos y materiales necesarios para reparar las infraestructuras vitales y retirar municiones sin explotar, escombros contaminados y aguas residuales”, señaló recientemente la organización en un comunicado.

Israel asegura que desde el inicio del alto el fuego han entrado en Gaza una media de 600 a 800 camiones diarios con alimentos, suministros para refugios y material médico, según la Coordinadora de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT). El 41% de esos camiones van al sector privado, según sus propias cifras.

Según la OCHA, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, aunque la frecuencia con la que los gazatíes comen ha mejorado en la mayoría de los hogares, “el consumo de alimentos sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores al conflicto”, y la dieta se basa principalmente en cereales, legumbres y cantidades moderadas de lácteos y aceite, con un acceso muy limitado a alimentos nutritivos como la carne, las verduras y las frutas.

Varios cocineros preparan comida en una ollas gigantes.
BBC
La cocina de Anera en al-Zuwayda es una de las más de 35 que hay en Gaza y que proporcionan 210.000 comidas calientes al día.

Tal y como relató a la BBC Sami Matar, de la ONG Anera, que gestiona una cocina comunitaria en Gaza, “nos vemos obligados a cocinar principalmente tres tipos de comidas a la semana: arroz, pasta y lentejas (…) Necesitamos que la comida sea más variada, para garantizar verduras frescas y proteínas esenciales como la carne y el pollo”.

Estos productos, asegura, “no pueden entrar en Gaza para su distribución como ayuda humanitaria”, y solo las importan vendedores locales, aunque muchos gazatíes no tienen dinero para comprarlas.

Quien ha dejado de operar en Gaza seis meses después de ponerse en marcha es la polémica Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), que crearon Estados Unidos e Israel para eludir el sistema tradicional de ayuda de la ONU. Cientos de personas murieron por disparos israelíes durante sus caóticas entregas de cajas de ayuda humanitaria.

Dónde está el ejército israelí

El acuerdo de alto el fuego establecía que el ejército israelí se retiraría de Gaza “en base a estándares, hitos y plazos” que debían ser acordados por todas las partes.

Un mapa que distribuyó la Casa Blanca entonces mostraba las tres etapas propuestas para la retirada de las tropas israelíes, que dejaba en la primera fase, la única que se ha acordado por el momento, bajo control israelí un 53% de Gaza, toda la franja que se extiende a lo largo de la frontera con Israel.

En las siguientes fases, este territorio debería reducirse hasta el 40% en la segunda etapa y hasta el 15% en la última, una suerte de “perímetro de seguridad” que “permanecería hasta que Gaza esté debidamente protegida frente a cualquier resurgimiento de la amenaza terrorista”.

Actualmente, las FDI permanecen tras la conocida como Línea Amarilla, en un territorio que, según una investigación de BBC Verify que analizó videos e imágenes satelitales, es mayor de lo previsto en el acuerdo con Hamás.

En algunos puntos, los marcadores colocados por las tropas israelíes para señalizar la división se encontraban cientos de metros más al interior de la Franja de lo que se esperaba según la línea de retirada.

En este territorio, Israel ha destruido además barrios enteros en lo que parecen demoliciones intencionadas. Según un análisis de BBC Verify, al menos 1.500 edificios fueron derribados en el primer mes tras el alto el fuego.

Mapa que muestra la Franja de Gaza y la delimitación de la Línea amarilla que la separa de Israel
BBC

Israel alega que estas demoliciones no violan lo acordado ya que según los términos del cese al fuego, “todas las infraestructuras del terror, incluyendo túneles, deben ser desmantelados en Gaza. Israel actúa en respuesta a las amenazas, violaciones y la infraestructura del terror”, dijo un portavoz de las FDI.

Pero algunos analistas y expertos en derecho internacional opinan que estas demoliciones podrían estar violando las leyes de la guerra, que prohíben la destrucción de propiedad civil por parte de una potencia ocupante, así como poniendo en peligro el acuerdo de alto el fuego.

Más del 90% de la población de Gaza se ha visto desplazada durante los dos años de conflicto y la mayoría sigue viviendo en tiendas de campaña improvisadas.

Muchos no pueden regresar a sus hogares porque ya no están ahí. Según cifras de la ONU, el 80% de los edificios de la Franja han sido destruidos. En la Ciudad de Gaza, el principal núcleo urbano del territorio, esta cifra se eleva hasta el 92%.

Proliferación de grupos armados rivales de Hamás

En los últimos meses y, especialmente desde el inicio del alto el fuego, una serie de facciones armadas enfrentadas a Hamás han proliferado en la Franja de Gaza.

Entre ellos hay grupos que se apoyan en clanes familiares, bandas criminales y nuevas milicias, algunas de las cuales cuentan con el respaldo de Israel, como ha admitido el propio primer ministro Benjamin Netanyahu.

Hamás no parece estar dispuesto a ceder el control de la Franja y en las semanas posteriores al alto el fuego se han podido ver videos en redes sociales de sus milicianos propiciando palizas o ejecutando a plena luz del día de miembros de grupos rivales a los que acusan de colaborar con Israel.

Estas nuevas formaciones operan, cada uno en su porción de territorio, dentro de la Línea Amarilla, la parte de la Franja que sigue controlada por el ejército israelí.

Están, por ejemplo, las Fuerzas Populares, el grupo que lidera Yaser Abu Shabab en la zona de Rafah, que ha sido acusado de haber saqueado camiones de ayuda humanitaria enviados a Gaza durante la guerra. O las Fuerzas de Ataque Antiterrorista, que dirige Hossam al Astal en los alrededores de Jan Yunis. Otro de los grupos es el Ejército del Pueblo – Fuerzas del Norte, que está liderado por Ashraf al Mansi y que opera en el norte de la Franja.

Miembros armados de la milicia Fuerzas Populares de Yasser Abu Shabab escuchan un discurso de su comandante adjunto, Ghassan al-Dhahini (16 de noviembre de 2025).
Yasser Abu Shabab/Facebook
Una de las milicias más grandes, las Fuerzas Populares, opera cerca de la ciudad sureña de Rafah.

Algunos de estos grupos aspiran a acabar formando parte de las futuras fuerzas policiales de Gaza y aseguran, aunque no está confirmado, que trabajan en coordinación con la Junta para la Paz, el organismo internacional que deberá administrar Gaza bajo el plan del presidente estadounidense Donald Trump.

Su despliegue despierta recelos entre parte de la población gazatí y de la Autoridad Nacional Palestina, que desconfía del apoyo que Israel parece prestar a algunos de estos grupos.

“Israel podría exigir la integración de estas milicias, debido a sus propias consideraciones políticas y de seguridad específicas”, señaló el general Anwar Rajab, portavoz de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, a la corresponsal de la BBC en Medio Oriente Lucy Williamson.

Pero las exigencias de Israel, prosiguió, “no necesariamente benefician a los palestinos. Israel quiere seguir imponiendo su control de una u otra manera en la Franja de Gaza”.

Retorno de cuerpos de rehenes y de palestinos

En el acuerdo de alto el fuego, Hamás se comprometió a devolver en un plazo de 72 horas a los 20 rehenes israelíes vivos y los cadáveres de los 28 secuestrados que aún se encontraban en Gaza.

Según los términos de lo pactado, Israel debería devolver 15 cadáveres de palestinos en su poder por cada rehén fallecido en manos de Hamás.

Todos los rehenes vivos fueron liberados el 13 de octubre a cambio de 250 presos palestinos y 1.718 detenidos de Gaza.

Hasta ahora se han entregado los restos mortales de 26 secuestrados, 23 de ellos israelíes, así como un tailandés, un nepalí y un tanzano.

A cambio, Israel ha devuelto los cadáveres de 330 palestinos muertos durante la guerra. En su mayoría son cuerpos sin identificar de los que no está claro si fallecieron en Gaza o bajo custodia israelí, y algunos muestran signos de tortura, según han denunciado los doctores que los recibieron.

Israel ha acusado a Hamás de retrasar deliberadamente la recuperación de los cadáveres de los rehenes, mientras que Hamás ha insistido en que está luchando por encontrarlos bajo los escombros.

La lentitud de los avances ha supuesto que no se haya avanzado en la segunda fase del plan de paz del presidente Donald Trump para Gaza. Este incluye planes para la gobernanza de Gaza, la retirada de las tropas israelíes y el desarme de Hamás y la reconstrucción.

Hamás tomo 251 rehenes el 7 de octubre de 2023, cuando lanzó un ataque sorpresa sobre el sur de Israel en el que mató a más de 1.200 personas -en su mayoría civiles- que desencadenó una respuesta militar de una intensidad sin precedentes del ejército israelí sobre Gaza.

Familiares se despiden ante la tumba de Tal Haimi, uno de los rehenes cuyo cuerpo devolvió Hamás tras el acuerdo de alto el fuego.
Alexi Rosenfeld/Getty Images
La familia de rehenes como Tal Haimi, cuyo cadáver estaba en manos de Hamás, pudo por fin enterrarlo después de que el acuerdo de alto el fuego facilitara el intercambio de fallecidos.

En qué punto se encuentra la negociación de la segunda fase del plan de paz

El cese de las hostilidades, el retorno de los rehenes, la retirada del ejército israelí de zonas de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria forman parte de la primera fase del conocido como plan de paz de Trump para Gaza, que cuenta con 20 puntos.

Una vez alcanzado, la partes debían avanzar hacia las siguientes etapas, que prevén el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización (FIE) y, en un futuro, el posible camino hacia el establecimiento de un Estado palestino, algo que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha rechazado.

El pasado 17 de noviembre, el plan presentados por Estados Unidos recibió el espaldarazo del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que permitiría avanzar desde el alto el fuego hacia la reconstrucción de la Franja.

La resolución prevé la creación de una “Junta para la paz” que supervisaría la gobernanza de un comité tecnocrático y apolítico palestino y supervisaría la reconstrucción de Gaza y la entrega de ayuda humanitaria, aunque no especifica quién formaría parte de esa junta.

Tampoco está claro por ahora qué países aportarían efectivos para esas fuerzas de estabilización, ni el papel que tendrá en Gaza la Autoridad Nacional Palestina, a la que el plan exige una reforma profunda.

El plan también prevé la desmilitarización de Hamás y otros grupos en la Franja, algo a lo que la milicia islamista se ha negado.

Según la resolución, la fuerza de estabilización colaborará con Israel y Egipto, junto con una fuerza policial palestina de nueva formación debidamente seleccionada, para ayudar a proteger las zonas fronterizas y garantizar el proceso de desarme permanente de los grupos armados no estatales, incluido Hamás.

La incertidumbre en torno a todas estas cuestiones ha frenado el inicio de la segunda fase del plan de paz, para la que aún no hay fecha.

BBC

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