Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en México tienen sus raíces en el activismo social y la organización comunitaria, influenciadas por distintas etapas históricas y contextos sociales. En 2004, con la promulgación de la Ley de Fomento para las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil, se institucionalizó su reconocimiento y apoyo permitiendo su profesionalización y vinculación con el gobierno y otros sectores; sin embargo, en los últimos años han enfrentado una serie de desafíos 1 como el cumplimiento de una normatividad fiscal y legal cada vez más compleja, limitaciones para el acceso a un financiamiento sostenible, así como falta de reconocimiento o apoyo por parte de algunos sectores gubernamentales y privados.
En su mayoría, estas organizaciones desarrollan sus actividades sumando personas con intereses comunes, creando equipos comprometidos y enfocados en el logro de sus objetivos sociales. Sin embargo, estos equipos están poco especializados 2 para mediar la carga fiscal y legal que genera la formalización de las OSC al constituirse legalmente, por lo que cada día es mayor la necesidad de incorporar procesos de profesionalización en su gestión como la administración, la comunicación social, la procuración de recursos, así como temas legales y fiscales principalmente.
Aunado a esto, en los últimos años la competencia para acceder a recursos públicos de fundaciones y organismos internacionales es cada vez mayor, por lo que la profesionalización y especialización del capital humano de las organizaciones puede hacer la diferencia para garantizar una sostenibilidad a largo plazo. De acuerdo con el informe anual de Rutas para Fortalecer en 2023, 3 en los últimos cinco años el 55 % de organizaciones encuestadas han realizado como mínimo un proceso de fortalecimiento apoyado técnicamente por un agente fortalecedor; sin embargo, aún existe mucho camino por recorrer dado el entorno normativo en constante cambio y actualización en el que operan. Las OSC necesitan asegurar su impacto y permanencia, y para ello es de suma importancia que fortalezcan sus capacidades institucionales, busquen ser más eficientes y tengan un mejor rendimiento.
Un agente fortalecedor 4 es una entidad que opera bajo la figura de otra OSC (fundaciones, consultores, instituciones educativas o gubernamentales, organismos internacionales) y que busca generar capacidades en las organizaciones para mejorar su efectividad mediante el apoyo técnico (administrativo, financiero, legal o estratégico), brindando recursos, herramientas, conocimientos y acompañamiento para mejorar su capacidad de gestión, impacto, sostenibilidad y maximizar su impacto social.
A la fecha se identifican más de 400 agentes fortalecedores, 5 quienes se enfocan en brindar procesos de formación, consultorías personalizadas y entre pares, por lo que la elección de con quién y cómo desarrollar estos procesos de acompañamiento es de vital importancia para maximizar el impacto buscado y garantizar un fortalecimiento efectivo: las capacitaciones si bien son una herramienta clave dentro del desarrollo organizacional, suelen centrarse en temas concretos que pueden o no implementarse en la práctica, por lo que estas no son suficientes por sí solas para lograr una transformación completa. Es ahí donde el fortalecimiento, al ser un proceso más integral, estratégico y personalizado, puede transformar y consolidar las capacidades internas de una OSC.
Es altamente recomendable trabajar con entidades con experiencia, que ofrezcan servicios alineados a las necesidades de la organización, desarrollando un análisis personalizado para identificar fortalezas y áreas de mejora, que ajusten sus programas al contexto de las OSC, con metodologías aplicables y que generan resultados concretos.
El objetivo debe ser el desarrollo de capacidades instaladas dentro de la OSC, a fin de que sea más autónoma y sostenible, por lo que estos acompañamientos deben ser una constante en la vida institucional, visto desde una perspectiva de responsabilidad compartida con los donantes, ya que para estos últimos debe ser una inversión estratégica en la sostenibilidad, impacto y efectividad de las organizaciones que apoyan, asegurando que puedan cumplir con sus obligaciones legales y mejorar su administración, reduciendo riesgos operativos y legales para ambas partes.
* Dakshina es una fortalecedora en temas contables, fiscales y financiero de las causas sociales no lucrativas de México con una experiencia de 11 años.
1 Gestión del conocimiento en organizaciones de la sociedad civil. Estudio de caso: Fundación Dr. Sonrisas. UAM.
2 Una mirada a los procesos de profesionalización y género de las Organizaciones de la Sociedad Civil. INDESOL.
3 Infografía: Rutas para Fortalecer.
4 Gobernanza: desarrollo y profesionalización de las organizaciones de la sociedad civil en México, 2020. Apuntes electorales.
5 El fortalecimiento institucional de las OSC en México. Alternativas y Capacidades.
Según los ingenieros de Google, su nueva tecnología logró resolver un problema que hubiera tomado diez cuatrillones de años.
Google ha presentado un nuevo chip que, según afirma, tarda cinco minutos en resolver un problema que actualmente a las supercomputadoras más rápidas del mundo les llevaría diez cuatrillones (o 10.000.000.000.000.000.000.000.000 años) completar.
El chip es el último desarrollo en un campo conocido como computación cuántica, que intenta utilizar los principios de la física de partículas para crear un nuevo tipo de computadora increíblemente poderosa.
Google dice que su nuevo chip cuántico, llamado “Willow”, incorpora “avances” clave y “allana el camino hacia una computadora cuántica útil a gran escala”.
Sin embargo, los expertos dicen que Willow es, por ahora, un dispositivo en gran parte experimental, lo que significa que una computadora cuántica lo suficientemente poderosa como para resolver una amplia gama de problemas del mundo real aún está a años (y a miles de millones de dólares) de distancia.
Las computadoras cuánticas funcionan de una manera fundamentalmente diferente a las de los los teléfonos o portátiles.
Aprovechan la mecánica cuántica (el extraño comportamiento de las partículas ultrapequeñas) para resolver problemas mucho más rápido que los ordenadores tradicionales.
Se espera que los ordenadores cuánticos puedan llegar a utilizar esa capacidad para acelerar enormemente procesos complejos, como la creación de nuevos medicamentos.
También se teme que se pueda utilizar para fines criminales como, por ejemplo, para romper algunos tipos de cifrado utilizados para proteger datos sensibles.
En febrero, Apple anunció que el cifrado que protege los chats de iMessage se está haciendo “a prueba de cuántica” para evitar que los lean los potentes ordenadores cuánticos del futuro.
Hartmut Neven dirige el laboratorio de inteligencia artificial cuántica de Google que creó Willow y se describe a sí mismo como el “optimista jefe” del proyecto.
Le dijo a la BBC que Willow se utilizaría en algunas aplicaciones prácticas, pero se negó, por ahora, a proporcionar más detalles.
Pero un chip de este tipo capaz de realizar aplicaciones comerciales no aparecerá antes de finales de la década, dijo.
Inicialmente estas aplicaciones serían la simulación de sistemas donde los efectos cuánticos son importantes.
“Por ejemplo, es relevante cuando se trata del diseño de reactores de fusión nuclear, para entender el funcionamiento de medicamentos y el desarrollo farmacéutico, y para desarrollar mejores baterías para automóviles y otra larga lista de tareas similares”.
Neven le dijo a la BBC que el rendimiento de Willow significaba que era el “mejor procesador cuántico construido hasta la fecha”.
Pero el profesor Alan Woodward, un experto en informática de la Universidad de Surrey, en Inglaterra, dice que las computadoras cuánticas serán mejores en una variedad de tareas que las computadoras “clásicas” actuales, pero no las reemplazarán.
Advierte contra la exageración de la importancia del logro de Willow en una sola prueba.
“Hay que tener cuidado de no comparar manzanas con naranjas”, le dijo a la BBC.
El problema que Google eligió como punto de referencia de rendimiento estaba “hecho a medida para una computadora cuántica”, por lo que no logra demostrar “un aceleramiento universal en comparación con las computadoras clásicas”.
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No obstante, dijo que Willow representaba un progreso significativo, en particular en lo que se conoce como corrección de errores.
En términos muy simples, cuanto más útil es una computadora cuántica, más cúbits tiene.
Sin embargo, un problema importante con esta tecnología es que es propensa a errores, una tendencia que anteriormente ha aumentado cuanto más cúbits tiene un chip.
Pero los investigadores de Google afirman que han revertido esta situación y han logrado diseñar y programar el nuevo chip de manera que la tasa de error se redujera en todo el sistema a medida que aumentaba el número de cúbits.
Fue un gran “avance” que resolvió un desafío clave que el campo había perseguido “durante casi 30 años”, dice Neven.
El experto le dijo a la BBC que era comparable a “si tuvieras un avión con un solo motor: eso funcionará, pero dos motores son más seguros, y cuatro motores son aún más seguros”.
Los errores son un obstáculo significativo para crear computadoras cuánticas más potentes y el desarrollo fue “alentador para todos los que se esfuerzan por construir una computadora cuántica práctica”, dijo el profesor Woodward.
Pero el propio Google señala que para desarrollar computadoras cuánticas útiles, la tasa de error aún tendrá que ser mucho menor que la mostrada por Willow.
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