Por Ricardo Becerra, Jefe de Asesores de la Secretaría Ejecutiva del IFE.
Animal Político publica un largo texto del Consultor Abel Vicencio, en el que califica al sistema de Monitoreo del IFE como “un gran fiasco” y lo hace desde el peldaño de quien acudió al proceso de licitación del mismo sistema y se sintió rebasado por el desafío (la confesión es suya). Su artículo contiene al menos un error en cada párrafo, por lo que es obligado ofrecer a sus lectores las precisiones necesarias:
- El artículo de Vicencio supone que la Constitución y la ley “…les impone a los concesionarios una gran carga” y “deben transmitirla sin ganancia alguna…”. Esto es falso: los promocionales electorales se transmiten en los tiempos del Estado, es decir, en los espacios que desde 1969, todas las frecuencias de radio y televisión en México, deben poner a disposición del poder público, ni un minuto más. Una cosa muy distinta es que antes de la reforma electoral la ley no se cumpliera en sus términos. Pero desde 2008, el IFE toma esos 48 minutos para que ellos sean el vehículo de los mensajes electorales.
- Vicencio sostiene que asistió a las “larguísimas sesiones de las juntas de aclaraciones, que duraron varias semanas”, que el sistema diseñado por el IFE “imponía una solución tecnológica a modo” y que “las deficiencias, irregularidades e inconsistencias no solo en la licitación, sino en la contratación, implementación y operación no garantizaron a la sociedad la equidad en la contienda, tal y como resolvió este año la Auditoría Superior de la Federación”. Todo eso es falso: 1) las juntas de aclaraciones duraron una semana exactamente; 2) el concepto y el alcance del proyecto fue definido por el IFE con el apoyo técnico de expertos de la televisión pública mexicana (Canal 11 del Instituto Politécnico Nacional y TV-UNAM); 3) Tres grupos de empresas (no la de Vicencio, por cierto) presentaron propuestas técnicas y económicas viables, y 4) la revisión practicada por la Auditoría Superior no es definitiva y el IFE trabaja ahora mismo para su debida contestación. Lo que es más: la ASF ha hecho entrega ya de una sustancial corrección a su Informe hecho público en el que ya disminuye a más de la mitad, el monto de lo observado (www.asf.gob.mx/Trans/Informes/IR2009i/Tomos/Tomo2/2009_0288_aa.pdf).
- Afirma que el proyecto de monitoreo era “no solo imposible” y que “la tecnología elegida, llamada ‘marca de agua’ ha demostrado ser poco eficiente aún en las mejores condiciones”. El señor Vicencio se ha quedado rezagado: la tecnología utilizada por él IFE es otra, la llamada huella acústica, que es el mecanismo más utilizado por su alto nivel de confianza y su costo relativo más bajo.
- Luego, olímpicamente dice: “el sistema no funciona. No sirve para detectar propaganda política no autorizada… Tampoco prevé la verificación de un manejo objetivo de noticieros tal y como mandata el COFIPE”. Por el contrario: el sistema es capaz de verificar la hora, el minuto y el segundo en que es transmitido cada promocional en cada señal de radio y televisión; no solo reconoce la versión de cada “spot”, sino que puede rastrear cualquier propaganda que no fue ordenada por el IFE; basta ubicarla una vez, extraer su huella acústica y automáticamente, el sistema informará la hora y el número de veces que esa propaganda fue emitida en cualquier emisora del país. Este procedimiento se ha realizado ya, cientos de veces, en decenas de elecciones en los últimos tres años. Y como el sistema del IFE graba 18 horas continuas, quedan los testigos de todos los noticieros que el Consejo General determina, para que la valoración sea hecha por expertos (así, la UNAM trabajó con los insumos del Sistema para la evaluación de 348 noticieros en todo el país durante 2009).
- Vicencio vuelve a mentir, sorprendentemente: “Si el IFE publicara oportunamente las pautas para cada emisora en cada localidad, más de uno estaría interesado en compulsar”. El consultor debería tener la honestidad de entrar a la página del IFE. Así vería que todas las pautas vigentes se encuentran en el portal de transparencia (véase www.ife.org.mx/portal/site/ifev2/V_Pautas_de_transmision/). De ese modo, el señor Vicencio ya puede empezar a reclutar su ejército de monitoristas a lápiz y papel, (tecnología que esperamos, no nos recomiende para las elecciones del 2012).
- Descubre Vicencio que vivimos una gran simulación porque a las emisoras les conviene fingir que trabajan vigiladas. Esta teoría no resiste ni un minuto, el escalpelo de los hechos: el IFE ha elaborado, notificado y verificado en tiempo y forma las pautas de transmisión de una elección federal y 35 elecciones locales desde la aprobación de la reforma electoral (en solo un caso, se ha controvertido -sin éxito- por impugnaciones al pautado). Pero además: el IFE ha emprendido casi 500 procedimientos de sanción en todo el territorio nacional con los testigos grabados, es decir con los hechos fehacientemente demostrados. Y por si fuera poco, el Tribunal Electoral ha determinado mediante jurisprudencia, que el monitoreo y las grabaciones hechas por el IFE constituyen “prueba plena”, para concretar una sanción. Gracias al Sistema del IFE, TV-Azteca por ejemplo, lleva 174 millones de multas por muy diversos incumplimientos.
- Más información: el IFE cuenta con 150 Centros de Verificación y Monitoreo ubicados en todo el país, que graban y detectan la transmisión de los promocionales en 1,531 emisoras de radio y televisión. Sin ruborizarse, Vicencio descalifica un sistema que, como él mismo confiesa, no conoce: “desconozco cuántos centros de monitoreo se instalaron finalmente y cuántas de las 2,000 emisoras planeadas cubren, pero dudo que sea un número considerable”. Pues no: estamos hablando del 75% de las señales informadas por COFETEL. Ninguna de las más importantes a nivel nacional y estatal, se escapan al monitoreo del IFE.
- Existen más falsedades e imprecisiones en el texto de Vicencio, pero casi al final, comete otro error cuando sugiere que las penas por incumplimientos son las mismas para todas las emisoras. Pero no: como ordena el COFIPE, en cada procedimiento se valoran las condiciones socioeconómicas del infractor, además de otros factores legales y materiales asociados.
- Existen más falsedades e imprecisiones en el texto de Vicencio, pero casi al final, comete otro error cuando sugiere que las penas por incumplimientos son las mismas para todas las emisoras. Pero no: como ordena el COFIPE, en cada procedimiento se valoran las condiciones socioeconómicas del infractor, además de otros factores legales y materiales asociados.
Es muy lamentable, que un medio de la seriedad y proyección como Animal Político, sea utilizado por consultores excéntricos que se unen a un coro nada inocente, de voces interesadas, que a estas alturas han hecho del tema una religión: ¿crees o no crees en el monitoreo del IFE? Con honestidad y profesionalismo hay una salida para escapar de ese falso dilema: basta con visitarlo, verlo trabajar y comprobar con sus propios ojos que el Monitoreo del IFE funciona. Incluso el señor Vicencio, ha sido ya invitado.