Home
>
Analisis
>
Invitades
>
Es deber del líder repetirse: números, estribillos y obsesiones del discurso presidencial
plumaje-icon
Blog Invitado
Espacio de análisis, blogueo y... Continuar Leyendo
16 minutos de lectura
Es deber del líder repetirse: números, estribillos y obsesiones del discurso presidencial
¿A qué propósitos se destinan los millones de palabras vertidas al debate nacional en las conferencias matutinas? ¿En qué temas y obsesiones se distribuye el caudal de las horas-micrófono del presidente López Obrador?
13 de abril, 2024
Por: Jesús Suaste Cherizola

Predicador confeso y entusiasta, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha participado en más de dos mil conferencias de prensa y actos públicos en los casi seis años de su gobierno. Nunca un presidente había concedido tanto valor al acto de presentarse en vivo ante las cámaras. Y nunca el debate nacional se vio a tal grado influenciado por las dicencias de un mandatario. ¿A qué propósitos se destinan los millones de palabras vertidas al debate nacional? ¿En qué temas y obsesiones se distribuye el caudal de las horas-micrófono?

La digitalización de los discursos presidenciales permite identificar prioridades, estribillos y procedimientos típicos de la voluminosa masa discursiva que la locuacidad presidencial acrecienta día con día. A continuación presento algunas reflexiones a partir de una base de datos compuesta por 2,361 transcripciones, analizadas con un buscador accesible al público. Sobra decir que estas reflexiones son fragmentarias. El lector tiene la posibilidad de realizar sus propias búsquedas y llegar a conclusiones más exactas que las aquí esbozadas. 1

El ranking de la animadversión

El rasgo definitorio del discurso presidencial: la escenificación de la política como una batalla a perpetuidad entre el pueblo (en cuyos intereses históricos actúa su gobierno) y un antihéroe multiforme al que el discurso se refiere con términos como conservador(es) (4,933), neoliberal(es) (4,106), conservadurismo (1,184), potentado (569), fifí (443), reaccionario (296), y a los que asocia las figuras de lo corrupto (2,726), la mentira (3,121), el fraude (2,025), el saqueo (1,842), el engaño (1,597), la manipulación (1,565), la calumnia (602), la hipocresía (988) y las variaciones del robo —robar (3,376), robaban (826), roban (748)—.

El antihéroe también conoce encarnaciones más concretas. 2 Las cumbres de la villanía son ocupadas casi en su totalidad por expresidentes: Porfirio Díaz (1,289), Zedillo (939), Salinas (2,089), Fox (1,610), Calderón (3,326) y Peña Nieto (937). Sólo Genaro García Luna (1,836), gracias a sus polifacéticos esfuerzos como narcotraficante y secretario de Seguridad, se cuela a la élite del repudio sin haber ocupado la presidencia. Acaso injustamente, Díaz Ordaz es invocado en sólo 151 ocasiones. Y en las antípodas, dos expresidentes del siglo XX merecen un trato benigno: Lázaro Cárdenas (1,473) 3 y Adolfo López Mateos (395).

La lista de villanos sin cargo político es encabezada por Carlos Loret de Mola (882) y Claudio X. González (741), seguidos de lejos por figuras como Krauze (459), Ciro Gómez Leyva (515), Aguilar Camín (409), López Dóriga (417) o Carmen Aristegui (284). El INE (1,809) y la Suprema Corte (1,366) son las instituciones públicas más señaladas. Tratándose de medios de comunicación, el periódico Reforma acumula unas 1,613 menciones, seguido por El Universal con 889.

Hay ausencias no menos significativas: la “mafia del poder”, protagonista indiscutible del discurso obradorista hasta 2018, apenas ha sido mencionada 139 veces desde el inicio del sexenio. Y destaca la actitud condescendiente con el duopolio televisivo: Televisa es mencionado 482 veces (poco para el medio de comunicación de mayor poder en el país). TV Azteca, con 53 menciones, es irrelevante para efectos prácticos.

Los temas generales acaparan la mayor cantidad de menciones: salud (25,938), seguridad (19,774), corrupción (14,406), bienestar (15,552), justicia (9,735), violencia (6,712), educación (7,365). Otros temas ganan o pierden importancia en función de coyunturas específicas —por ejemplo, entre 2019 y 2020 las palabras “avión” y “rifa” adquirieron inusitada importancia por razones que nadie puede recordar con gratitud—.

Debe reconocerse que AMLO ha tenido el acierto de incorporar a su discurso temas que hasta hace poco recibieron escasa atención: el clasismo (569), el racismo (885) y la discriminación (907).

Anatomía del pueblo

El destinatario definitivo del mensaje presidencial es el pueblo (28,573), acaso el término más repetido a lo largo de los ejercicios informativos. Correspondientemente, “la llamada sociedad civil” (966), siempre reverenciada durante el periodo de la transición democrática, ahora es entendida como una fabricación sospechosa: la cara ciudadana del bloque que durante el neoliberalismo rigió los destinos nacionales. En los primeros días del sexenio el término es pronunciado a regañadientes. Unas semanas más tarde se fija la postura categórica: “todo lo que es sociedad civil tiene que ver con el conservadurismo”. 4 Y mientras la teoría política debate si el pueblo existe, el presidente ofrece descripciones pormenorizadas de sus cualidades: el pueblo es consciente, informado, trabajador, solidario, leal, inteligente, sabio, politizado, franco, noble. El pueblo bueno (166) es mucho pueblo (31) y mucha pieza (167) y lo asiste una facultad mística: un instinto certero (56) que le permite saber “quién habla con la verdad…”.

El panegírico es incuestionable porque el intento de determinar la veracidad de esta clase de afirmaciones pertenece a la imposible disciplina de la metafísica comparada. (¿Hay pueblos que son apenas “pieza moderada”? ¿Existe correlación entre el nivel de ingreso de un sector y la calidad del instinto que le es propio: se diría, por ejemplo, que a la clase media ya sólo le asiste un instinto dudoso?). Los pueblos son personajes a los que sólo cabe atribuir cualidades elogiosas.

Un fantasma no recorre México

Cierto sector de la oposición ha encontrado —no en la realidad, sino en la credulidad ante los rumores que sus prejuicios difunden— razones para afirmar que el actual gobierno pretende imponer un régimen socialista. Lo cierto es que pocos temas suscitan en el presidente tan poco interés. Las reflexiones sobre el socialismo son virtualmente inexistentes, y en cuanto al binomio comunista/comunismo, AMLO sólo lo utiliza con dos propósitos: 1) denunciar que hace cuarenta años fue calificado de ‘comunista’ por la Dirección Federal de Seguridad, y 2) defenderse de quienes lo acusan de comunista, para lo cual suele citar una declaración del Papa Francisco: “ayudar a los pobres no es comunismo”. 5

Aún más reveladora es la ausencia, casi total, de los conceptos “capitalista” y “capitalismo”, tematizados por el presidente apenas 3 y 6 veces respectivamente. 6 En cinco ocasiones, el presidente acude a uno de estos términos para exponer una tesis que cuestiona la idea fundamental de la teoría marxista:

[…] nos enseñaban en la universidad que […] el burgués explotaba al proletario, se quedaba con lo que se conoce como plusvalía, con la ganancia, porque pagaba poco al trabajador y él iba acumulando capital. Esa es la esencia de la teoría capitalista. Eso, en estricto sentido, no aplica para el caso de México. 7 […] Aquí fue la corrupción lo que llevó a la acumulación de capital en unas cuantas manos. 8

En las cuatro ocasiones restantes, el término “capitalismo” apenas es enlistado junto con otros términos según una teoría general del pensamiento político que sólo reconoce la distinción entre conservadurismo y liberalismo:

Ya no hablemos de capitalismo, socialismo, de fascismo, de neoliberalismo […] No hablemos de derecha o de izquierda. […] Las dos corrientes fundamentales del pensamiento político en el mundo son la corriente liberal y la corriente conservadora. 9

Según esta taxonomía, el liberalismo es el tronco del que se desprenden corrientes como comunismo, socialismo o populismo, mientras que capitalismo, fascismo y neoliberalismo son instanciaciones del conservadurismo. 10

Los ataques de ansiedad de la furibunda derecha encubren que la preocupación debería trasladarse al bando contrario: es el ala socialista de Morena quien debería prender las alarmas ante el flaco favor que las ideas presidenciales prestan a la causa anticapitalista.

La virtud de lo inmóvil

En cuanto ejercicio informativo, las conferencias de prensa deben lidiar con una multiplicidad de eventos cotidianos a veces dispares, muchos de ellos imprevisibles y que exigen acudir a la improvisación. Pero en cuanto ejercicio publicitario, la conferencia de prensa es más bien una ceremonia inmóvil, constituida por bloques narrativos reutilizables y procedimientos típicos. Esta dimensión publicitaria convierte a las conferencias de prensa en rituales predecibles: el performance en que el mismo puñado de premisas omnívoras recibe una serie cualquiera de hechos para devolver cada vez la misma conclusión conocida. Publicidad artesanal o viaje de la televisión al teatro: mientras la política tradicional acude al video para fijar un mensaje y replicarlo innumerables veces, la conferencia matutina ofrece el espectáculo de un protagonista que cada día interpreta en tiempo real la misma obra.

Tal vez sea una práctica eficiente considerada bajo criterios propagandísticos, pero también ha resultado lamentable ante situaciones que exigían un comportamiento más allá de los límites del promocional. Ante casos como la tragedia de los migrantes en Ciudad Juárez, o las masacres de jóvenes en Lagos de Moreno o Celaya, el presidente respondió ya no como persona, sino como engranaje de un Estado en pleno cumplimiento de sus funciones: la normalización de la violencia.

En virtud de su regularidad, el discurso presidencial ha dado forma a un universo narrativo con personajes, leit motivs y términos de significación propia. No será difícil esbozar un almanaque de estas figuras recurrentes:

  • Pañuelo/pañuelito blanco (52): spot sobre la erradicación de la corrupción en el gobierno.
  • Honrosas excepciones (264): pleito con la prensa.
  • Lo material (398)/Lujo barato (91): diatriba contra el culto a los bienes materiales y prédica sobre el auténtico sentido de la vida.
  • Diálogo circular (161): que termina en el punto donde comenzó.
  • Instinto certero (56): facultad místico-epistemológica propia del pueblo (y ganas de provocarle un infarto a Kant).
  • Dinamarca (223): elogio adelantado a nuestro futuro sistema de salud.
  • Me canso ganso (325): subtítulo original del Así habló Zaratustra.
  • Abrazos, no balazos (71): eslogan de la estrategia de seguridad.
  • Con todo respeto (1,316): ahí va el golpe.
  • Otros datos (114): afirmación del carácter múltiple de la realidad.
  • Tengan para que aprendan (58): aviso de una superación, o lo que diría la dialéctica hegeliana si hablara español y tuviera seis años.

Igualmente relevante es el catálogo de eslóganes que no son creación de este gobierno, sino que pertenecen al patrimonio discursivo del Estado mexicano: se abrirá una carpeta de investigación… extendemos nuestro pésame a las víctimas… condenamos enérgicamente… se llegará hasta las últimas consecuencias…

Potencias del rayo moralizador

La novedad que el obradorismo imprime al discurso de la izquierda mexicana: el desdibujamiento de principios teóricos más o menos coherentes y, en su lugar, el ascenso del fervor moralizante. En la concepción del presidente, ser de izquierda es algo así como ser bueno. 11 Y la prédica es la herramienta pedagógica al servicio de la renovación moral de la era.

Convencido del poder transformador de su palabra, el presidente departe sobre los valores (1,950), el amor (1,896) y la felicidad (867). 12 Instruye sobre lo espiritual (562) y el correcto tratamiento del prójimo (584). Advierte contra el enaltecimiento de “lo material” y el “lujo barato” (398/91); eleva himnos a la familia mexicana (117), condena a quienes tienen al dinero como su dios (32), interpreta la Biblia (74) e incursiona en el género de la homilía al reflexionar sobre el sentido de los Mandamientos (81): “no podemos ir a los templos, a las iglesias los domingos, confesar, comulgar y olvidar los mandamientos”. El presidente promueve el bienestar del alma (442) y revela el sentido de la vida: “estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo” (150).

Tal vez uno de los rasgos más desconcertantes de la conferencia de prensa (se argumentará, no sin razón, que también es una de las fuentes de su atractivo) es la facilidad con que el presidente se permite figurar en sus soliloquios moralistas a título de figura ejemplar, convirtiendo sus alocuciones en informerciales autobiográficos. Conmovido cronista de sus virtudes, el presidente abunda en las referencias a su honestidad, congruencia y convicciones; blande el criterio de la autoridad moral (444), se solidariza consigo mismo ante las críticas y repite el hit parade de la autoaprobación: pueden decirme peje, pero no lagarto (42), es mi honestidad lo que estimo más importante en mi vida (67), no odio (42), no es mi fuerte la venganza (75), mi pecho no es bodega (80). Si es verdad que AMLO es un presidente obsesivamente atacado por un sector de la sociedad con recursos y poder considerables, no es menos cierto que ningún mandatario había dedicado tanta energía al acto de elogiarse. Si el político ordinario aspira a que su conducta esté a la altura de la investidura que ocupa (de allí su acartonamiento característico), AMLO parece actuar bajo la certeza de que la investidura por fin está a la altura de su persona (de allí su proverbial soltura). 13

Es posible que la vocación pastoril del presidente tenga un impacto positivo en su aprobación, pero también parece razonable dudar que sus palabras tengan el poder transformador que él les atribuye: nuestra sociedad no padece de una carestía de discursos edificantes, género que prolifera y triunfa en las más diversas manifestaciones de la cultura de masas (radio, televisión, libros) sin que su éxito consiga contener los males que estragan a la sociedad. El que el género conquiste una tribuna más, por resonante que ésta sea y por persistente que sea el orador, no parece que pueda cambiar sustancialmente las cosas. Particularmente fútiles me parecen las disertaciones que advierten contra el culto a lo material y la riqueza desmedida: ¿considera el presidente que tiene algo que enseñarle en materia de moderación del consumo a una población tan exitosamente empobrecida por el neoliberalismo? Las advertencias contra las extravagancias consumistas son prescindibles en un país donde dos terceras partes de la población batalla para asegurarse los medios básicos de subsistencia.

Por lo demás, lo que la práctica del autoelogio pueda redituar en materia de aprobación e imagen tiene costos en lo que atañe a la calidad del ejercicio informativo: gobernar es una tarea lo suficientemente compleja como para intentar hacerlo bajo el influjo de la avidez de posteridad y las ínfulas de estatua en hemiciclo (esto sin mencionar a las víctimas suplementarias de la estrategia comunicativa: la autocrítica y la ironía se vuelven imposibles porque el orador está entregado a la enumeración de sus rasgos admirables).

Indiferente a estas consideraciones, el presidente contempla satisfecho sus hechuras y repite la arenga que es, desde el primer día, la conclusión adelantada del sexenio y una prematura exigencia de reconocimiento hecha a la Historia: Tengan para que aprendan (58).

El romance de tirios y troyanos

Al menos en lo que concierne a su dimensión publicitaria, la conferencia de prensa parece ser un ejercicio exitoso: se antoja difícil explicar los niveles de aprobación del presidente sin asumir que la conferencia de prensa está jugando un papel relevante. 14 También parece razonable creer que ha sido muy efectivo para repeler las críticas hacia el gobierno, tarea que se beneficia de una prensa opositora estridente y errática, convencida de que explicar el presente es comparar los hechos de la semana con algún crimen histórico (ya leí a Solzhenitsyn, estoy calificado para entender lo que hizo ayer el gobierno), y de que establecer analogías entre, digamos, Morena y los Jemeres de Camboya, o digamos, AMLO e Idi Amin, es apenas el proemio necesario a un análisis riguroso.

Más allá de la ruidosa rivalidad entre el presidente y quienes todos los días juran que el colapso del régimen (otra vez) ha comenzado, la obsesión recíproca que se profesan conforma una sola alianza cuya víctima compartida es la posibilidad de discernir y priorizar los temas urgentes. Cada día, la agenda nacional es avasallada por la manía de comentar los avatares de la conferencia diaria. La alianza se apodera del debate público para convertirlo en el show de dos adversarios que sólo saben combatir con la metralleta de hipérboles: aviso de Apocalipsis va, anuncio de Momento Histórico viene…

Usos y abusos de la tribuna

En la conferencia de prensa del 27 de marzo de 2023, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, leyó una oda dedicada al presidente (doy por hecho que es de su autoría, sin afán difamatorio):

…poeta innovador, líder sin temores… has venido a levantarnos del polvo, a derribar los pretextos y las escalinatas obscuras del olvido… Andrés Manuel, hijo del maíz y del rayo restaurador… Súbete al Tren, guerrero jaguar. Que te abrace la selva, que te lleve hasta el mar. Súbete al Tren, relámpago y hierro, caballo de fuego, cambiaste mi andar…

El hecho de que el presidente no enviara a la gobernadora a un campo de trabajos forzados en Norcorea suscitó un debate nacional entre dos interpretaciones posibles: 1) el compromiso del presidente con la libertad de expresión es irrestricto, cualidad a fin de cuentas loable, o 2) el compromiso con la defensa de su imagen lo vuelve indiferente a la adulación, cualidad que lo empequeñece. Traspapelada entre el desfile de sketches de la conferencia matutina, la controversia pronto quedó olvidada y con toda impunidad se consumó la múltiple malversación (del español, de la libertad de expresión, de las telecomunicaciones, del oído del prójimo…). 15

¿Anécdota o hecho sintomático? En defensa de las conferencias de prensa, suele aducirse que su carácter espontáneo las convierte en espacios democráticos, libres de los artificios en que el poder suele proteger sus apariciones públicas. Disiento por dos razones: la democratización supone que los espacios del poder se abran para que cualquiera hable, no que los poderosos los ocupen para permitirse decir cualquier cosa. Y no es ilícito confundir la adopción de los modos coloquiales con la banalización de la palabra. El discurso de AMLO ha tenido la virtud de avivar el espíritu antioligárquico frente al desprecio de lo popular característico de los gobiernos de las últimas tres décadas. Pero esta conquista se ve mermada cuando a la arrogancia oligárquica la reemplaza una política que, cómoda en la cursilería y la ridiculez de lo grandilocuente, alimenta la fascinación del poder consigo mismo.

Coda: objeto en busca de tesistas

El sexenio obradorista ha puesto al debate nacional ante el desafío de determinar las notas esenciales de esta política comunicativa sui generis. ¿Inédito ejercicio de transparencia y rendición de cuentas? ¿Genialidad propagandística? ¿Captura del espacio de deliberación? ¿Respuesta a la avidez social de pleitos públicos? ¿Intervención estatal en la oferta mediática de entretenimiento? ¿Variante política del extinto programa de radio de Héctor Martínez Serrano? ¿El monumento discursivo que erigió el amor de un hombre a su voz?

La singularidad de la política de comunicación del gobierno obradorista, la ausencia de referentes comparables, y la diversidad de funciones que desempeña, aseguran que durante un buen tiempo comentaristas e investigadores dedicarán sus esfuerzos al desciframiento de su enigma. Se diría que se trata sólo de palabras. Y sin embargo, cabrá tener en mente las palabras de Michel Foucault: «El discurso no es simplemente aquello que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que y por medio de lo cual se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse». 16

* Jesús Suaste Cherizola (@suaste86) Autor de “El país del dolor. Historia del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad”. Doctor en Sociología por la BUAP y fósil de la FCPyS de la UNAM.

 

 

1 Los discursos se extienden del 1o. de diciembre de 2018 al 8 de marzo de 2024. En su inmensa mayoría han sido pronunciados por el presidente de México. Los resultados deben tomarse con ciertas reservas, pues la herramienta de búsqueda no distingue las palabras del presidente de las pronunciadas por reporteros u otros participantes de los eventos. Debido a la cantidad de las repeticiones, considero que ello no modifica en lo esencial las conclusiones. A menos que se indique lo contrario, las fechas en las referencias aluden a la conferencia de prensa matutina de ese día. El título de este texto está tomado de una declaración del presidente: “A diferencia de un escritor, siempre he dicho, un dirigente sí debe de repetirse” (08/09/2021). Para más información, puede consultarse el sitio aquí.

2 La constelación de los héroes es menos diversa, y la ocupan en su totalidad difuntos. En la lista figuran Juárez (4,000) Madero (2,344) Cárdenas (1,473), Zapata (722), Villa (2,475) y Magón (314). Dado que Hidalgo y Morelos comparten nombre con un estado de la República, resulta enfadoso establecer una cuenta confiable.

3 Esta cifra es contestable dado que el apellido “Cárdenas” es compartido por diversos personajes y lugares. En este caso, estoy considerando las menciones a “Lázaro Cárdenas” (827), “presidente Cárdenas” (108) y “general Cárdenas” (538).

4 18/02/2019.

5 Entre agosto y septiembre de 2023 el uso del término se intensificó a partir de que TV Azteca acusara a los nuevos Libros de Texto Gratuitos de “esparcir el virus del comunismo” en México. La delirante campaña es un sólido argumento a favor de abolir cuanto antes la propiedad privada de los medios de comunicación.

6 La mayoría de las menciones a los términos ‘capitalista’ y ‘capitalismo’ se deben a otros participantes de los eventos oficiales, no al presidente. También hay algunos usos incidentales de estas palabras. Por ejemplo: “no tengo como propósito hacer dinero, convertirme en capitalista” (18/01/2022), o bien: “a mí me cae bien el presidente Trump, aunque es capitalista” (25/04/2022).

7 12/07/2019 Versión estenográfica. Diálogo con la comunidad del Hospital Rural San Cayetano, en Tepic, Nayarit.

8 05/12/2019.

9 12/04/2019.

10 11/11/2022.

11 Considérense algunas declaraciones: “Ser de izquierda es actuar con principios, con ideales; ser de izquierda es no mentir, no robar, no traicionar al pueblo” (04/10/2019), “no es de izquierda el que no es honesto y no es de izquierda el que no es austero” (30/06/2020), “no puede ser de izquierda un político corrupto, un político deshonesto” (02/12/2021), “ser de izquierda es estar a favor de la justicia, ser honesto y ser demócrata” (17/08/2023).

12 Y sus variantes: feliz/felices (715/399).

13 Una contribución al catálogo de las hipótesis difícilmente comprobables: AMLO y Sandra Cuevas bastan para impedir que la media nacional de autoestima decaiga incluso ante la falta de cooperación de quienes padecen episodios depresivos.

14 El contrafactual es tan especulativo que es imposible establecer con un mínimo de objetividad cómo se habría desarrollado el sexenio con una política de comunicación social diferente.

15 Unas semanas más tarde, el periodista Carlos Pozos leyó una calaverita, también dedicada al presidente: “La parca a la mañanera llegó, en primera fila se sentó, con el presidente López Obrador se presentó y éste del susto brincó”. Numerosos organismos de México y el mundo pidieron castigos ejemplares para el perpetrador y se pronunciaron por admitir excepciones a la exagerada universalidad (así dijeron) de los derechos humanos.

16 Michel Foucault, El orden del discurso, Buenos Aires, Tusquets, p. 15.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
image
Cómo extendió su poder en Chile el Tren de Aragua, la primera banda de crimen organizado trasnacional en operar en el país
10 minutos de lectura
Cómo extendió su poder en Chile el Tren de Aragua, la primera banda de crimen organizado trasnacional en operar en el país

Los tribunales de Chile empiezan a ver los casos contra miembros de la megabanda venezolana, que en los últimos años convirtió al país del sur en una gran base de operaciones.

09 de mayo, 2024
Por: BBC News Mundo
0

“Hay homicidios de una gravedad que no habíamos visto antes en la historia del país. Me refiero a desmembramientos, torturas y enterrar a las personas vivas”.

Así describió el fiscal Mario Carrera a Tele13 Radio los delitos por los que se persigue a Los Gallegos, la banda que desde esta semana protagoniza lo que se ha considerado el juicio más importante de la historia del crimen organizado en Chile.

Los 38 acusados –34 venezolanos y cuatro chilenos– enfrentan cargos de homicidio calificado, secuestro, porte de armas y tráfico de drogas, y son considerados una célula del Tren de Aragua, la megabanda venezolana que en los últimos años convirtió a Chile en un gran centro de operaciones, el mayor después de su país de origen, según funcionarios policiales chilenos.

El Tren es, de hecho, el “primer grupo criminal trasnacional” con el que se ha enfrentado la Justicia chilena y una de las causas de la violencia en un país que en los últimos años ha visto crecer el número de homicidios.

La Fiscalía incluso atribuye al grupo la muerte del exmilitar disidente de Venezuela Ronald Ojeda, y la propia existencia del Tren de Aragua ha sido motivo de disputa diplomática con el gobierno de Caracas, que llegó a negar la existencia de la megabanda, algo que Chile, uno de los países que más sufre la violencia del grupo, consideró un “insulto”.

Pero ¿cómo se estableció, cuál ha sido y es su presencia en el país y cómo empezó la justicia chilena a encarar una criminalidad a la que nunca antes se había afrontado?

Para entenderlo, hay que remontarse primero a otro caso judicial.

La muerte de Mariana

Mariana (nombre ficticio) se desplomó poco después de cruzar la frontera entre Pisiga, en Bolivia, y Colchane, en el norte de Chile, a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar.

Había caminando alrededor de 40 minutos, soportando bajas temperaturas, en medio de fuertes vientos y lluvia, por un terreno desértico y con vestimenta no adecuada. Viajaba junto a su hijo de 5 años, su madre, un hermano menor de edad y otros 50 extranjeros.

Cuando los carabineros intentaron auxiliarla, la migrante venezolana de 32 años ya estaba muerta.

Su caso fue reportado, sin más detalles, como uno de los cinco fallecimientos de migrantes ocurridos en el primer trimestre de 2021, cuando intentaban cruzar por pasos irregulares hacia Chile.

Migrantes cruzando a Chile.
Getty Images

Pero detrás de su muerte hay algo más que el desgaste físico de una joven madre. Mariana y su familia son parte de los 11 casos de víctimas del Tren de Aragua que figuran en la acusación presentada en marzo de 2022 contra 12 miembros de la organización criminal por Raúl Arancibia Cerda, quien entonces era fiscal regional de Tarapacá, en el norte de Chile.

“Se trata de la primera organización (el Tren de Aragua) que cumple con todas las características del crimen organizado trasnacional (…) en ser formalizada en el país (Chile)”, dice el documento de acusación al que tuvo acceso BBC Mundo.

El exfiscal regional Arancibia aseguró que, al menos hasta el momento en que formalizó el escrito, en 2022, “Chile estaba ajeno a este tipo de criminalidad”.

Pero ¿cómo un grupo criminal tan joven –con menos de 10 años de existencia–, comandado desde el interior de una prisión en un país a más de 4.700 kilómetros de distancia, logró establecerse con tanta fuerza y facilidad en el territorio chileno?

Cárcel de Tocorón en Venezuela
EPA

Las causas de su expansión

La migración aparece como un primer factor.

Hoy hay más de medio millón de venezolanos registrados en Chile, aunque la cifra podría ser el doble, debido a la gran cantidad de personas que han entrado por pasos informales.

La familia de Mariana figura entre miles de víctimas del tráfico de migrantes, y su historia combina algunas de las variables que explican cómo el Tren de Aragua se instaló en Chile y convirtió este país en su “segundo hogar”, según confirmó a BBC Mundo un funcionario de la Policía de Investigación de Chile (PDI) que investigó al grupo entre 2021 y 2023 y que prefirió no dar su nombre.

A comienzos de 2021, cuando todavía el impacto de la pandemia por covid-19 mantenía cerradas varias fronteras y la situación de los venezolanos se agravaba en sus países de acogida, Edgar, un hermano de Mariana que vivía en Chile, contrató los servicios de una supuesta agencia de viajes para trasladar a cuatro miembros de su familia desde Colombia hasta Iquique, en la frontera norte del país sureño, según se relata en la acusación formalizada por el fiscal Arancibia.

Edgar accedió a pagar US$2.400 para que sus parientes se reunieran con él. Pagó US$600 dólares por cada uno: Josefina, su mamá; Juan Carlos, su hermano menor de edad; Mariana, su hermana de 32 años; y José, su sobrino de 5 años, hijo de Mariana. (Todos los nombres son ficticios; en la acusación se les identifica sólo con siglas)

El grupo familiar emprendió el trayecto a comienzos de marzo de 2021.

Presos de la cárcel de Tocorón durante un operativo del gobierno para volver a ganar el control del recinto.
EPA

Pero cuando llegaron a Tumbes, en Perú, los hombres que los trasladaban les exigieron US$80 más por persona para continuar el viaje hasta Lima, y US$250 por cabeza para llegar a Colchane, en Chile. Así que Edgar transfirió otros US$1.360.

En ese punto ya se había percatado de que no había tal agencia de viajes. Estaban en manos de coyotes del Tren de Aragua, una organización que desde Venezuela ya se ha expandido al menos a seis países de América Latina.

La noche del 22 de marzo de 2021, luego de permanecer ocultos un par de días en el hotel España, en Pisiga, Bolivia, los familiares de Edgar iniciaron la travesía para cruzar la frontera y llegar a Chile.

A la cabeza de la “expedición” estaban tres hombres que, según la acusación, se identificaban por sus apodos: “Estrella” (Carlos González Vaca), quien ha sido señalado de ser uno de los líderes del Tren de Aragua en Chile; “Zeus” (Zeus Velásquez Aquino) y “Águila” (Juan José Trejo Varguilla). Todos de nacionalidad venezolana y miembros de la megabanda, según arrojó la investigación realizada por autoridades chilenas.

Ellos eran los que daban las instrucciones y expusieron a los migrantes “a condiciones extremas”, poniendo en riesgo la “integridad física y la vida” de todos, se lee en el documento elaborado por la fiscalía de la región de Tarapacá.

Cinta de la Policía de Investigaciones de Chile que dice
PDI Chile

Poco después de cruzar la frontera, Mariana comenzó a sentirse mal y su madre le pidió ayuda a alias Águila, quien golpeó a la joven por sentirse mal. Como consecuencia se desvaneció y acabó muriendo en suelo chileno.

“Al menos desde el año 2021 en la región de Tarapacá ha operado esta organización criminal trasnacional, vinculada con la Mega Banda Venezolana, el Tren de Aragua, cuya célula (…) se ha asentado en diversas ciudades de la región (…) como también se ha extendido hasta otras partes del país (…)”, concluye la acusación.

Los tres coyotes, entre otros, fueron detenidos en marzo de 2022.

El caso está actualmente en proceso de preparación para el inicio del juicio. Hay 12 acusados, incluido Carlos González Vaca, alias “Estrella”.

Considerado el líder de la primera célula del Tren identificada y desarticulada en Chile, la Fiscalía pide para él dos penas de presidio perpetuo calificado, una pena de reclusión perpetua y 125 años de prisión por delitos como secuestro con homicidio, trata de personas con fines de explotación sexual, tráfico de drogas y tráfico de migrantes, entre otros.

Migrantes venezolanos interceptados por carabineros en la frontera de Chile.
Getty Images

El estallido, la pandemia y la economía

“Creemos que la llegada del Tren de Aragua tiene que ver con el aprovechamiento de esta migración que hubo desde Venezuela a Chile”, le explicó a BBC Mundo Mauro Mercado Andaur, jefe nacional contra el Crimen Organizado de la Policía de Investigación (PDI) de Chile.

“La persona que emigra a través de distintas fronteras muchas veces tiene pocos recursos económicos y la necesidad rápida de llegar a su país de destino. El grupo criminal aprovecha la necesidad de los migrantes para hacer sus negocios ilícitos, los seduce y hasta les asignan tareas menores”, agregó.

Pero hay otros elementos que explican que Chile fuera el terreno escogido por la banda para instalarse.

Por un lado, coincide con el estallido social de 2019, “momento en el que teníamos otros focos de interés que estábamos abordando”, reconoció Mercado Andaur, apuntando a la pandemia por coronavirus.

Y es que la emergencia sanitaria forzó un cambio en la dinámica y la operatividad de los cuerpos de seguridad —precisa el policía—, que debieron ocuparse de problemas vinculados con la enfermedad al tiempo que desatendían tareas propias de sus funciones.

Asimismo, Chile fue uno de los primeros países de la región en tener vacunas disponibles y eso atrajo a muchas personas que buscaban servicios de salud de calidad.

Mauro Mercado Andaur (izquierda) junto a otros funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile durante una visita del subsecretario del Interior en noviembre de 2023.
PDI Chile
Mauro Mercado Andaur (izquierda) junto a otros funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile durante una visita del subsecretario del Interior en noviembre de 2023.

“Tuvimos que buscarlo en Google”

Arancibia, el exfiscal de Tarapacá, relató que la primera vez que escuchó hablar del Tren de Aragua fue en diciembre de 2020, cuando dos mujeres peruanas fueron detenidas mientras intentaban ingresar a Chile ketamina, una droga alucinógena.

“Ellas explicaron que habían sido obligadas a transportar la droga por gente del Tren de Aragua. Hasta ese momento no sabíamos nada de una megabanda venezolana, ni de una prisión de Tocorón (en Venezuela). Tuvimos que buscarlo en Google”, contó Arancibia.

Aunque al final comprobaron que las mujeres mentían y que no habían sido forzadas por ningún grupo criminal, el hecho abrió camino a la primera investigación sobre el Tren de Aragua en Chile. “Nos dieron a conocer lo que estaba pasando”.

Para entonces, las autoridades chilenas ya habían notado cambios en las dinámicas criminales en las regiones fronterizas del norte y la aparición de nuevos delitos sin tener claras las causas: más explotación sexual de extranjeras; tráfico de sustancias poco convencionales, extorsiones; más homicidios y tráfico de migrantes.

Aunque en esa frontera de Chile con Bolivia históricamente había habido actividad del crimen organizado, no había grupos, ni locales ni extranjeros, que ejercieran un control de las acciones ilícitas y se impusieran con violencia como lo hacía el Tren de Aragua.

“Encontraron la facilidad para apoderarse de territorios. Tomaron zonas casi despobladas para establecer sus negocios. También comenzaron a ofrecer servicios, como pasar migrantes de una frontera a otra, brindar seguridad a comercios o falsificar los documentos de identidad que las autoridades chilenas entregan a los migrantes”, detalló Mercado Andaur.

El embajador de Venezuela en Chile, Jaime Gazmuri, la subsecretaria de Relaciones Exteriores chilena, Gloria de la Fuente y el presidente chileno, Gabriel Boric, en una reunión mantenida en el Palacio de la Moneda el 13 de abril de 2024.
EPA
El embajador de Venezuela en Chile, Jaime Gazmuri, concurrió a mediados de abril con el presidente chileno, Gabriel Boric tras una crisis diplompática entre Chile y Venezuela.

Todo esto fue más fácil en Chile, entre otras cosas, por la ausencia de otros grupos de delincuencia organizada o competidores criminales.

“Históricamente nuestro grupos criminales han tendido a evolucionar hacia el lavado de activos, pero no hacia el control de un territorio por la fuerza. Tampoco tenían un gran poder de fuego. Por eso fueron sometidos fácilmente por los grupos extranjeros, como el Tren de Aragua, y terminaron cediendo los espacios y sometiéndose a ellos”, apuntó Mercado Andaur, que admitió la presencia de organizaciones colombianas y de otros países.

Exportación de crímenes

La capacidad de adaptación y el amplio portafolio criminal de la megabanda -se le atribuyen unos 20 delitos- también le permitió establecerse en Chile con actividades criminales que no eran practicadas por otros grupos, como la explotación sexual.

“Aquí la prostitución es legal, pero no había la figura del proxeneta. Ellos la trajeron y ahora controlan este delito en el país”, dijo el funcionario de la PDI.

Y a estos factores se suma que Chile tiene una de las economías más sólidas de América Latina, por lo que “la estabilidad económica del país y la cantidad de dinero circulante eran muy atractivos”, subraya Mercado Andaur.

Por eso Larry Amauri Álvarez Nuñez, alias “Larry Changa”, uno de los jefes y creadores del Tren de Aragua, escogió Chile para establecerse junto a su familia, según revelaron funcionarios de la PDI, Interpol y de la inteligencia colombiana.

Llegó en un vuelo comercial desde Caracas en 2018, regentaba un local de comida en el Jockey Club, a cuatro cuadras del Palacio de La Moneda, y además tenía varios establecimientos comerciales. Se instaló en Santiago y logró montar una operación de tráfico de drogas y lavado de dinero para la organización.

En 2022, cuando ocurrieron las primeras detenciones de sus compañeros, huyó y hoy se desconoce su paradero.

En la jerarquía de la organización tiene casi el mismo rango que Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, jefe máximo del Tren, uno de los hombres más buscados de América Latina.

“Ahora hay 70 personas de la organización en prisión”, aseguró Mercado Andaur, quien añadió que “el grupo comenzó a fragmentarse después de la detención del líder (alías “Estrella”) y producto de la acción policial”.

“No negamos que siguen operando, pero al quedar tan expuestos han perdido sus redes de protección. Tienen una operación pequeña. Sin embargo, seguimos con la alerta alta para evitar que se articulen las células” del Tren de Aragua, el primer gran grupo trasnacional del crimen organizado en Chile.

línea de separación
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...