“Nuestras vidas comienzan a llegar a su fin el día que dejamos de hablar sobre las cosas que importan”.
Dr. Martin Luther King, Jr., defensor de los derechos humanos y Premio Nobel de la Paz
A menos de ocho semanas del cierre de las campañas políticas en nuestro país, es evidente la creciente erosión del tejido social. Esta situación se agrava por la insuficiencia de medidas para combatir la inseguridad y la violencia, así como para reafirmar el cumplimiento de la ley.
A medida que se acerca la fecha en que los mexicanos ejerceremos nuestro derecho al voto, un sentimiento de desilusión se extiende, dado que los ciudadanos se sienten abrumados por las promesas vacías y las ofertas políticas que caracterizan a toda campaña electoral.
Esta desilusión se profundiza por la difusión de las campañas en las redes sociales, donde predominan las descalificaciones impulsadas por intereses partidistas, y se descuida la presentación de propuestas sólidas y proyecciones económicas realistas. En su lugar, se nos ofrece información superficial, que no aborda los problemas actuales de manera sustancial.
La falta de alineación entre la inteligencia, la previsión y la voluntad de la clase política con las demandas de la sociedad es palpable. Los ciudadanos exigen diálogo y, sobre todo, respuestas concretas sobre cómo se abordarán los problemas de manera efectiva y sostenible.
En el ámbito político, la sobresaturación informativa en los medios complica la comprensión de los problemas y las posibles soluciones en la agenda pública. Se mantiene una postura complaciente que no aporta soluciones concretas.
No obstante, la ciudadanía sigue activa en la vida política, interesada en las políticas públicas y propuestas que se presenten en el contexto electoral actual.
Ante este panorama, es fundamental que tanto la sociedad como los gobiernos adopten una actitud proactiva para enfrentar desafíos como la inseguridad, el restablecimiento del estado de derecho, la recuperación de territorios ocupados por cárteles y la búsqueda de financiamiento para sostener las políticas sociales y promover el crecimiento económico del país.
Es crucial que se aborden estos temas con propuestas serias y responsables, que busquen mejorar la calidad de vida y avanzar hacia un futuro más próspero y justo.
Más allá de la inmediatez de la elección, estos y otros temas serán el desafío de las futuras administraciones. Es esencial que se adopten estrategias integrales y acciones decididas para superar estos obstáculos y avanzar hacia un futuro más prometedor para los individuos, las familias y el país.
Esto requiere una visión de futuro que trascienda los objetivos de corto plazo y se enfoque en el bien común a largo plazo, con políticas de Estado que aborden temas como la educación, la salud, la desigualdad económica y la seguridad.
* Elio Villaseñor Gómez es director de Iniciativa Ciudadana para la Promoción del Diálogo A.C. (@Iniciativa_pcd).
Los recortes al presupuesto de educación superior llevaron a estudiantes, profesores y obreros a protestar en Buenos Aires y otras ciudades del país.
Fue una de las protestas más multitudinarias registradas en Argentina desde que Javier Milei asumió la presidencia del país en diciembre de 2023.
Las calles de Buenos Aires y otras grandes ciudades de Argentina se vieron abarrotadas este martes con cientos de miles de personas, especialmente estudiantes y profesores universitarios, que rechazan los recortes del gobierno a la educación superior en ese país.
Estuvieron respaldados por obreros y sindicalistas que esperan que se reviertan las reducciones de entre 60-70% del presupuesto público para las universidades.
El recorte es parte de la política de la “motosierra”, como llama Milei a su plan para reducir la participación del Estado en actividades públicas de todos los sectores, para conseguir un equilibrio fiscal en la golpeada economía argentina.
“Vamos a tener que dejar de funcionar”, advertía a una emisora local Ricardo Gelpi, el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la institución pública que cuenta con más de 300.000 alumnos y que está catalogada entre las mejores de América Latina.
Apuntó que los recortes están afectando el pago a profesores, las actividades de investigación y la atención sanitaria, pues la UBA gestiona cinco hospitales públicos.
Al grito de “La UBA no se vende, la UBA se defiende”, los miles de manifestantes avanzaban en la capital argentina desde la sede del Congreso hacia la Casa Rosada, sede de la presidencia.
Algunos jóvenes llevaban libros en las manos para manifestarse contra el gobierno de Milei, quien ganó con una holgada mayoría las presidenciales de 2023.
Las viejas generaciones también acompañaron a los estudiantes.
“Vengo para defender la universidad pública y porque mis principios están muy alejados de los del gobierno actual”, dijo Pedro Palm, un arquitecto de 82 años graduado en la UBA, a la agencia Reuters.
La protesta fue respaldada también por la Confederación General del Trabajo, la principal central sindical del país.
El plan de Milei también ha incluido el despido de miles de funcionarios, así como la eliminación de diversos programas gubernamentales.
La noche del lunes, Milei pronunció un discurso en cadena nacional en el que celebraba los logros económicos de su gobierno -como un superávit fiscal de 0,2%- como un “milagro económico” producto de sus políticas de ajuste.
“Pese a la oposición de buena parte del establishment político y económico de Argentina, a quienes sistemáticamente ponen en cuestionamiento nuestras ideas y pregonan por nuestro fracaso para volver al poder, nuestro plan está funcionando”, afirmó.
Argentina no registraba un superávit fiscal trimestral desde 2008.
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