El máximo nivel de habitantes que va a tener México será en 2053 cuando llegue a los 147 millones, según estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO). La población en 2023 es de 131 millones y en 2053, en 20 años, habrá de aumentar en 16 millones, para después empezar a bajar.
En 2070 se estima que la población llegue a 141 millones 400 mil y a partir de entonces, por primera vez en la historia, empezará a reducirse. La edad media pasa de 30 años en 2023 a 48 años en 2070.
La esperanza de vida al nacer, que se redujo con la Pandemia del Covid 19, crece en las mujeres de 79.9 años en 2023 a 86.4 años en 2070 y en los hombres de 72.3 años en 2023 a 78.6 años en 2070.
La población de 0 a 11 años disminuye del 19.5 % a 10.5 % del total entre 2023 y 2070. Y la de 12 a 29 años se reduce de 30.7 % en 2023 a 18.3 % en 2070. Y la población de 60 años y más crece del 12.3 % en 2023 al 19.4 % en 2040 y a 34.2 % en 2070. A partir de entonces un tercio de la población será un adulto mayor.
En 1970, la tasa de fecundidad a nivel nacional se ubicó en 6.51 hijos por mujer en edad reproductiva, en la actualidad es de 1.94 y en 2040 será de 1.55. Se reduce de manera importante la tasa de fecundidad en adolescentes que pasa de 77.3 nacimientos por cada 1 mil menores en 2012 a 60.3 en 2023. Continúa siendo alta, pero seguirá disminuyendo.
En los próximos años habrá un notable reacomodo de la población en el territorio. Para 2070 los estados con la mayor participación del total de la población son los ocho siguientes: Ciudad de México en 2023 tiene 7 millones 100 mil habitantes y en 2070 serán 4 millones 600 mil. Una reducción de 2 millones 500 mil. El Estado de México en 2023 cuenta con 13 millones 400 mil habitantes y para 2070 tendrá 11 millones 400 mil. Una reducción de 2 millones.
El tercer estado que disminuye su población es Veracruz, que ahora tiene 6 millones 200 mil y en 2070 contará con 4 millones 300 mil. Una reducción de 1 millón 900 mil.
Los estados que crecen en población son Nuevo León, que pasa de 4 millones 700 mil en 2023 a 6 millones 400 mil en 2070. Un crecimiento de 1 millón 700 mil habitantes. Jalisco, de 6 millones 700 mil habitantes en 2023 llega a 7 millones en 2070. Un aumento de 300 mil habitantes.
Y también crecen Chiapas, que pasa de 4 millones 500 mil en 2023 a 5 millones 700 mil en 2070. Un aumento de 1 millón 200 mil. Puebla, de 5 millones 300 mil habitantes en 2023 crece a 6 millones en 2070. Un aumento de 700 mil. Guanajuato pasa de 4 millones 900 mil en 2023 a 5 millones en 2070. Un crecimiento de 100 mil.
Tiene razón la presidenta de El Colegio de México, Silvia Giorguli, cuando subraya la importancia que tienen las proyecciones de la evolución de la población para el diseño y la planeación de las políticas públicas a nivel regional y nacional. En los próximos años, el perfil de la población será muy diferente al actual.
El bebé de Khadija aún no tiene nombre y su primer hogar es una tienda de campaña junto a la carretera.
Nació minutos antes de que se produjera el mortífero terremoto del viernes por la noche en Marruecos.
Aunque Khadija y su hija salieron ilesas, el hospital de Marrakech donde se encontraban fue evacuado. Tras una rápida revisión, les pidieron que se marcharan apenas tres horas después del nacimiento.
“Nos dijeron que teníamos que irnos por miedo a las réplicas”, explicó.
El sismo de magnitud 6,8 sacudió el centro del país, con epicentro a 71 kilómetros de la turística Marrakech. Por ahora se cuentan más de 2.100 personas fallecidas en una decena de provincias y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420. Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.
Con su recién nacida en brazos, Khadija y su marido intentaron tomar un taxi a primera hora del sábado para ir a su casa de Taddart, en la cordillera del Atlas, a unos 65 kilómetros de Marrakech.
Pero de camino se encontraron con que las carreteras estaban bloqueadas por corrimientos de tierra y sólo llegaron hasta el pueblo de Asni, a unos 15 kilómetros de su destino final.
Desde entonces, la familia vive en una tienda de campaña básica que han logrado construir junto a la carretera principal.
“No he recibido ninguna ayuda ni asistencia de las autoridades”, nos dijo, sosteniendo a su bebé mientras se protegía del sol bajo un endeble trozo de lona.
“Pedimos mantas a algunas personas de este pueblo para tener algo con lo que taparnos. Sólo tenemos a Dios”.
Khadija nos contó que sólo tiene un conjunto de ropa para el bebé.
Amigos de su ciudad natal les han contado que su casa está muy dañada y no saben cuándo podrán tener un lugar adecuado donde alojarse.
Cerca del lugar donde Khadija acampa, la frustración crece a medida que pasan los días y apenas llega ayuda a los pueblos y aldeas de las zonas montañosas al sur de Marrakech.
En Asni, a solo 50 kilómetros de Marrakech, la gente dice que necesita ayuda urgente.
Un grupo de gente enfadada rodeó a un reportero local y le arrojaron sus frustraciones: “No tenemos comida, no tenemos pan ni verduras. No tenemos nada”.
El reportero, en el centro de la multitud, tuvo que ser escoltado y llevado lejos por la policía, mientras la gente aún lo seguía, desesperada e intentando desahogar su ira.
“Nadie ha venido a nosotros, no tenemos nada. Sólo tenemos a Dios y al rey”, dijo un hombre de la multitud que no quiso dar su nombre.
Desde el terremoto vive al margen de la carretera principal del pueblo con sus cuatro hijos. Su casa sigue en pie, pero todas las paredes están muy agrietadas y tienen demasiado miedo para quedarse allí.
Han conseguido volver y coger algunas mantas, lo único que ahora tienen para dormir.
En un momento, un camión pasó entre la multitud. Algunas personas intentaron hacerle señas, esperando desesperadamente que les dejara suministros. Pero el camión siguió su camino, seguido de abucheos.
Algunos dicen que han recibido tiendas de campaña de las autoridades, pero no hay suficientes para todos.
Cerca de allí está Mbarka, otra persona que vive en una tienda de campaña. Nos guió por las calles laterales hasta su casa, en la que ya no puede vivir.
“No tengo medios para reconstruir la casa. De momento, sólo nos ayuda la gente de la zona”, nos contó.
Vivía allí con sus dos hijas, su yerno y tres nietos.
Cuando su casa empezó a temblar, salieron corriendo y casi fueron alcanzados por el derrumbe de una casa mucho más grande que empezó a deslizarse colina abajo.
“Creemos que el gobierno ayudará, pero hay 120 pueblos en la zona”, dijo su yerno Abdelhadi.
Con tanta gente necesitada de ayuda, un gran número de personas tendrá que esperar más tiempo para recibir asistencia.