El pasado 21 de octubre, desde Puerto Progreso, Yucatán, la presidenta y comandanta de las Fuerzas Armadas, Claudia Sheinbaum, anunció que los proyectos de construcción más importantes que se impulsen durante su gobierno en la Península de Yucatán, estarán a cargo del Ejército.
Como su antecesor, asume que las Fuerzas Armadas son una gran empresa constructora al servicio de Palacio Nacional. Señaló que, antes de que termine el año, se van a iniciar los trabajos del puerto de altura de Puerto Progreso que van a durar tres años. La Marina es la que va a iniciar el proyecto con el dragado del puerto. El secretario de la Marina, almirante Raymundo Pedro Morales, anunció que se utilizarían dragas especiales ya en poder de la dependencia.
La conexión del Tren Maya con el puerto de altura será responsabilidad del Ejército, dijo el secretario de la Defensa, general Ricardo Trevilla Tejo. Para realizar el trabajo se va a contratar mano de obra local y se van a adquirir los insumos necesarios con proveedores de la región, para impulsar el desarrollo regional. La dirección del proyecto estará en manos del Ejército.
Ya el 4 de octubre la presidenta había anunciado, siguiendo la línea establecida por su antecesor, que el Ejército y la Marina continuarían a cargo de los grandes proyectos de construcción estratégicos para el país. Las Fuerzas Armadas, por decisión de quien las encabeza, se siguen consolidando como grandes constructoras al servicio del gobierno.
En Puerto Progreso, la presidenta dijo sobre las Fuerzas Armadas que “Las seguiré convocando para seguir apoyando en la construcción de grandes proyectos estratégicos como los trenes de pasajeros y más puertos en nuestro país”. Y dirigiéndose al secretario de la Defensa y al secretario de la Marina les planteó: “Van a seguir siendo los tiempos de hazañas pacíficas del pueblo de México y sus Fuerzas Armadas”.
Ante las palabras de la presidenta, el general de la Defensa le dijo: “Puede estar segura que, acorde con sus instrucciones, continuaremos atendiendo cualquier contingencia que se presente y aportando a la Nación en la construcción de vías férreas, carreteras, hospitales y todo de obra que contribuyan al progreso del país”.
El secretario de la Defensa, como su antecesor, asume que el Ejército no solo es ahora una gran empresa constructora, que maneja miles de miles de millones de pesos de los que no da cuenta, sino que también se ofrece como una secretaría mil usos a disposición de Palacio Nacional. La “distorsión” de la concepción y tareas que realiza el Ejército, que inicia en el gobierno anterior, continúan en este. Hay un acuerdo entre el secretario de la defensa y la comandanta en jefe.
La relación entre las Fuerzas Armadas y la presidenta, también comandanta en jefe, sigue el mismo patrón del gobierno anterior. La militarización de la administración pública avanza y se profundiza. Ahora se ve como algo “normal”, pero no lo es. ¿A cambio de qué se sujetan las Fuerzas Armadas a los antojos de Palacio Nacional?
La insalubridad puede favorecer la propagación de virus y bacterias que pongan en riesgo la salud de residentes, efectivos de emergencia y voluntarios.
Casi una semana después de las mayores inundaciones en la historia reciente de España, los afectados se enfrentan a un nuevo riesgo: la insalubridad.
Las lluvias torrenciales causadas por una DANA (depresión aislada en niveles altos) en la región de Valencia desencadenaron el pasado martes enormes riadas que se llevaron todo a su paso, desde vehículos hasta mobiliario urbano, anegaron edificios y dejan por el momento 217 muertos y centenares de desaparecidos.
Los vecinos de localidades como Paiporta -la más afectada-, Picanya, Sedaví, Alfafar, Massanassa o Catarroja están muy lejos de retomar su vida normal, ya que varias zonas siguen sin electricidad o agua corriente y las calles acumulan lodo, basura y vehículos apilados.
La situación de insalubridad en varios lugares podría favorecer la propagación de virus y bacterias que afecte a residentes, efectivos de emergencia y voluntarios.
Las autoridades pidieron a quienes se hallan en la zona que tomen precauciones y emprendieron una campaña de vacunación contra el tétanos al considerar que hay riesgo de epidemia de esta enfermedad.
“Se han destruido las redes de agua sanitaria y hay contaminación ahora mismo en toda la zona. Las aguas residuales se han mezclado y se han esparcido por donde ha pasado el agua, lo que incluye bacterias patógenas o potencialmente patógenas, como E. coli, Salmonella, virus intestinales y algunos tipos de parásitos como Cryptosporidium“, le explica a BBC Mundo José Manuel Bautista, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid.
Bautista advierte de que “esto puede generar brotes de diarrea, gastroenteritis y enfermedades de ese tipo”.
Por otro lado, las aguas estancadas podrían favorecer la proliferación de mosquitos, lo que causaría un riesgo adicional.
“El frío ayuda a reducir esto, pero en la zona de Valencia el clima es relativamente bueno, así que podría haber casos de enfermedades transmitidas por mosquitos, como la fiebre del Nilo. Aunque no es común en esa zona, podría ser un riesgo potencial”, afirma el epidemiólogo.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, anunció que no descarta una posible epidemia.
Este lunes inició una campaña de vacunación contra el tétanos, que en este momento se considera la enfermedad de mayor riesgo en las zonas afectadas.
“El Clostridium tetani es una bacteria que se encuentra en el suelo y en lugares relacionados con el hierro y el barro. Cuando hay cortes o heridas en condiciones de poco oxígeno, esta bacteria puede crecer y contaminar las heridas, lo que aumenta el riesgo de tétanos”, explica el epidemiólogo José Manuel Bautista.
Y agrega que “todos los escombros en esta situación pueden estar expuestos al Clostridium tetani“.
Las autoridades han aconsejado especialmente ponerse la vacuna a quienes hayan sufrido alguna herida durante las labores de limpieza y reconstrucción.
Otro riesgo importante para la salud en las zonas afectadas por el temporal es la leptospirosis, una infección bacteriana transmitida por animales, especialmente en ambientes húmedos.
“Esta bacteria se encuentra en aguas fecales. Con el desbordamiento, las bacterias que estaban contenidas en sistemas cerrados ahora se han diseminado con el agua“, indica Bautista.
La leptospirosis puede entrar en el cuerpo a través de pequeñas heridas, suele tardar entre una semana y 15 días en manifestarse, y se trata con antibióticos.
“Es importante la vigilancia epidemiológica, ya que los roedores también pueden transmitir esta bacteria. Toda la comida y restos biológicos en descomposición pueden atraer ratas“, advierte el experto.
Si hay un elemento común en la mayoría de las imágenes procedentes de Valencia estos días, es el lodo.
Esta sustancia marrón que impregna las calles, los edificios y la ropa de quienes colaboran en las tareas de limpieza también plantea un importante riesgo de salud.
“Si el lodo procede de aguas fecales o aguas residuales que se han desbordado, podría contener bacterias patógenas que contaminan las manos y, al llegar a casa, los alimentos”, afirma Bautista.
Y advierte que “también podría haber residuos químicos ya que, si hay industria en la zona, el agua podría haber arrastrado sustancias químicas, lo que puede causar infecciones cutáneas”.
“Además, en ambientes muy húmedos al limpiar también puede haber riesgo de enfermedades respiratorias, ya que hay hongos y bacterias que pueden causar infecciones y esto podría agravar la condición de quienes ya padecen este tipo de enfermedades”, agrega.
Los expertos consideran prioritario retirar cuanto antes de las calles la basura y los cadáveres de animales, ya que son peligrosas fuentes de enfermedades contagiosas.
“Se trata de materia orgánica en descomposición, lo que facilita el crecimiento de bacterias y hongos, ya que encuentran nutrientes para crecer. Además, si el agua está estancada, esta contaminación se disemina”, apunta el epidemiólogo español.
La descomposición de materia orgánica, explica, “produce bacterias como estafilococos y estreptococos, entre otras, que pueden causar infecciones relacionadas con Salmonella, infecciones cutáneas y respiratorias, y toxinas gastrointestinales que producen algunas de estas bacterias, como la gastroenteritis”.
“Creo que esta será una de las afecciones más frecuentes que podríamos ver”, afirma.
El Ministerio de Sanidad español publicó una lista de recomendaciones y medidas para quienes estos días retiran de las calles el lodo y los desechos.
Entre otras cosas, les recomienda usar ropa de manga larga y pantalón largo, así como mascarilla, guantes y otros elementos para proteger la nariz, boca, ojos y manos.
También se pide a la población evitar consumir alimentos potencialmente no seguros, solo tomar agua embotellada y desinfectar sus casas en la medida de lo posible.
Del lado de las autoridades, también es fundamental “que haya una vigilancia constante para monitorear si la gente se enferma y poder actuar rápidamente en caso de brotes“, indica José Manuel Bautista.
“Por un lado, protección personal con equipos y desinfección; y por otro, vigilancia epidemiológica por parte de la administración sanitaria”, resume.
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