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Llegamos todas… al Zócalo
La sartén por el mango
La sartén por el mango
Mala Madre es egresada de Periodismo por la UNAM con 34 años de experiencia, en... Continuar Leyendo
3 minutos de lectura

Llegamos todas… al Zócalo

En la primera marcha del 8M del primer año de gobierno de la primera mujer presidenta de México, miles de mujeres tomaron las calles de la CDMX desde el Ángel de la Independencia al Zócalo, donde fueron recibidas por un Palacio Nacional amurallado y una conmemoración oficial a la que no fueron invitadas.
09 de marzo, 2025
Por: Mala Madre

Se repitió la hazaña. Miles de mujeres colmaron por oleadas y durante más de ocho horas las calles de la Ciudad de México demandando, exigiendo, implorando que pare la violencia contra ellas. Como cada año los últimos siete, la respuesta oficial se pulió a sí misma: vallas metálicas cada vez más altas y fortificadas, ahora incluso de color morado; tuits de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX presumiendo la recarga de gases de 200 extintores que utilizaría el contingente de policías, y que usaron; la máxima autoridad advirtiendo tres días antes que sí llegamos todas, pero que si de quemar la puerta de Palacio Nacional se trata, pues ahí ya no, así no.

Marcha del 8 de marzo de 2025 en la CDMX.
Foto: Isabel Castro.

 

Primera marcha del 8M del primer año de gobierno de la primera mujer presidenta de México. La feminista de izquierda en la nueva era, su era, con los viejos usos del sistema político, pero reforzados. Porque los ánimos andan caldeados y del lado del gobierno de Claudia Sheinbaum y sus simpatizantes nadie tira un lazo. Antes insisten en la confrontación y la rendición, que en la escucha y el diálogo. Porque los reclamos son para los gobiernos anteriores, los neoliberales, no para ellos, mucho menos para ellas, que fueron las que llegaron. Porque su movimiento “es el único que puede defender los derechos de las mujeres”, como dijo ayer Sheinbaum. Cómo se atreven a protestar, con el mujerón que tenemos de presidenta, ella que puso a Trump en su lugar. Se ocupa respaldarla este domingo en su mitin de la victoria por un mes y de ahí para el real, porque la fe de los 36 millones de electores que votaron por la presidenta alcanza para que los 64 millones restantes se cuadren y ni se les ocurra cuestionar. Dónde se ha visto, oportunistas de derecha. Aguanten sus demandas que ya pasaron seis años y chance se necesiten seis más. O doce. O dieciocho, ya se verá.

Marcha del 8 de marzo de 2025 en la CDMX.
Foto: Isabel Castro.

 

Así que las miles de mujeres que llenaban y vaciaban consecutivamente el Zócalo capitalino desde primeras horas de la mañana, abarrotaron Reforma desde el Ángel de la Independencia hasta avenida Juárez, pero sobre todo Eje Central y Cinco de Mayo, por el cuello de botella que la autoridad capitalina diseñó para acceder y desalojar el Centro Histórico. Para qué facilitarles la protesta, si se las podemos complicar.

A unos metros, resguardada por las vallas fortificadas de Palacio Nacional, Sheinbaum conmemoró el día rodeada de su gente, las mujeres de su gabinete. No fueron convocadas mujeres de otros partidos ni legendarias feministas que hoy están en la oposición ni integrantes de organizaciones de la sociedad civil que trabajan los temas cuya atención demandan las marchistas cada año. Ya ni qué decir de invitar a las manifestantes.

Eso sí, la presidenta inauguró en el área abierta al público de Palacio Nacional la sala “Mujeres en la Historia”, para rescatar “la memoria histórica de nuestras ancestras”. Para visitarla hay que sacar cita… o saltarse las vallas.

Palacio Nacional amurallado en la marcha del 8M.
Foto: Claudia Ramos.

 

Que Norma Andrade, madre de Lilia Alejandra, espere otros 24 años para obtener justicia por el feminicidio de su hija. Que la mamá de Lesvy le tenga paciencia al juez que ha retrasado la sentencia definitiva de su feminicida. Que Montserrat, cuyos restos finalmente fueron hallados tras cuatro años de revictimizaciones, no obtenga justicia ni su familia paz, tras la liberación de los presuntos implicados en su desaparición en 2020. Que las madres y familias buscadoras entiendan si la presidenta no cumple su compromiso de atenderlas, porque hoy las prioridades son otras.

Porque la memoria es corta y la soberbia infinita, desde el oficialismo han reclamado para sí mismas el derecho a la protesta y a la indignación. Después de ellas, el diluvio. Sólo que las miles de mujeres que este 8 de marzo volvieron a tomar las calles no acusaron recibo. Ni acusarán. Los tiempos políticos de quienes hoy detentan el poder no son los tiempos de la urgencia que moviliza. Ni el poder ni los votos son eternos, y menos si se usan para agraviar e intentar deslegitimar el dolor y el reclamo de miles de mujeres que ya no aguantan más.

Marcha del 8 de marzo de 2025 en la CDMX.
Foto: Isabel Castro.

 

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Imagen BBC
Desde astrogeografia hasta del ruido de la CDMX, estos mapas cambiarán tu forma de ver el mundo
9 minutos de lectura

Desde China “descubriendo” el mundo hasta el ruido en Ciudad de México, esta selección de mapas revelan algo sorprendente sobre nuestro presente y pasado.

07 de marzo, 2025
Por: BBC News Mundo
0
Estos mapas cambiarán tu forma de ver el mundo y Alastair Bonnett lo sabe: él mismo sintió “un shock de emoción” el día en que descubrió cada uno de ellos.

Esa emoción fue su criterio de selección para el libro “40 Maps That Will Change How You See The World” (“40 mapas que cambiarán tu forma de ver el mundo”), publicado recientemente por este profesor de geografía social de la Universidad de Newcastle, en Inglaterra.

“Cada uno de estos 40 mapas es disruptivo”, escribe Bonnett en la introducción. “Son mapas que desafían nuestra visión del mundo, a veces empujándola más allá, a veces derribándola”, continúa.

Bonnett es autor de numerosos trabajos que exploran la intersección entre geografía y sociedad, y sus libros han sido traducidos a 19 idiomas.

En este último volumen incluye desde mapas antiguos hasta otros creados con tecnologías de última generación, tanto de nuestro planeta como del espacio.

Hablamos con Bonnett de seis de ellos que ilustran parte de la diversidad y riqueza de su libro.

1. Cuando China “descubrió” el mundo

Mapa supuestamente creado en China en 1418.
Dominio público
El llamado “mapa de 1418” fue noticia en el mundo entero.

En 2001 un historiador amateur descubrió en una tienda de antigüedades de Shanghai algo que prometía cambiar la historia de la humanidad: un mapa de 1418 que muestra al mundo entero, incluyendo América.

Es decir, se trataba de un mapa creado 70 años antes de que Cristóbal Colón llegara al continente.

Pero quien lo hizo no solo fue capaz de dibujar de forma bastante exacta todos los continentes, incluyendo la Antártida. También agregó anotaciones. Por ejemplo, sobre África dice que “la piel de la gente aquí es como laca negra”, mientras que en América del Sur se afirma que “los seres humanos son utilizados como víctimas de sacrificio y la gente rinde homenaje al fuego”.

La noticia del llamado “mapa de 1418” recorrió el mundo. “La idea de que los chinos descubrieron América con tal grado de detalle antes que los europeos es muy significativo”, le dice Bonnett a BBC Mundo.

Por si esto fuera poco, al mando de la misión que recorrió el planeta estaba el legendario explorador chino Zheng He.

Pero había un problema: todo era falso.

Según Bonnett, el mapa tiene tal grado de detalle que sería imposible que los chinos tuvieran ese volumen de información sobre el mundo sin que las sucesivas expediciones dejaran rastro alguno en los lugares registrados.

“Es el único mapa falso de todo el libro, pero creo que es realmente interesante porque muestra cómo hay un enorme apetito por diversificar la historia”, afirma Bonnett.

En su opinión, China tiene “la tradición cartográfica más extraordinaria de todos los países del mundo”, y las titánicas expediciones de Zheng He por por el sudeste asiático, la península arábiga y el Cuerno de África arrojaron descubrimientos con un enorme impacto en el mundo.

“Incluyo este mapa para decir que los chinos sí descubrieron el mundo y que necesitamos hablar de eso, pero no es necesario que empecemos a inventar cosas para ello. Sus méritos se sostienen por sí solos”, afirma.

2. La magia y narrativa de los aztecas

El Códice Nuttall
Getty Images
El Códice Nuttall no se parece en nada a los mapas modernos.

“Nuestros mapas ‘modernos’ son todos caminos y ciudades, pero muchos mapas ‘premodernos’ tenían espacio para la magia y la narrativa”, escribe Bonnett sobre dos mapas aztecas que aparecen en el libro. Se trata del Códice de Quetzalecatzin y el Códice Nuttall.

El primero es de 1593, o sea, posterior a la llegada de los conquistadores, mientras que el otro es del siglo previo, lo cual lo convierte en un raro sobreviviente: la mayoría de los mapas —así como libros y otros textos— fueron señalados como demoníacos por los españoles y quemados.

Bonnett reconoce que el Códice Nuttall “no se parece en nada a un mapa al principio”, porque estamos acostumbrados a que este objeto sea una versión en miniatura de la realidad vista desde arriba. Aquí, en cambio, lo que vemos son personas, animales y algunos seres fantasiosos todos en una mezcla de perspectivas.

La clave para comprender el Códice Nuttall está en decodificar los símbolos. Por ejemplo, hay una criatura con la boca abierta que indica la presencia de una cueva.

“Es un tipo de mapa que, de alguna forma, nunca más volvimos a ver”, se lamenta Bonnett.

Códice Quetzalecatzin
Biblioteca del Congreso de Estados Unidos
“Es un mapa del tiempo, además del espacio”, dice Bonnett sobre el Códice Quetzalecatzin.

El Códice de Quetzalecatzin, en cambio, es un objeto híbrido. Incluye simbología azteca, pero también texto en español o en náhuatl usando escritura latina.

Fue creado por una de las familias aztecas más poderosas de la época, los Quetzalecatzin o de León, según el nombre español adoptado.

Su objetivo era demostrar el derecho ancestral que tenían sobre determinadas tierras en las regiones de lo que hoy son Puebla y Oaxaca, razón por la cual incluye datos geográficos, así como un árbol genealógico.

“Es un mapa del tiempo, además del espacio”, dice Bonnett. En el libro también afirma que “es importante no porque sea un mapa indígena o colonial. Es importante porque muestra la transición y el nacimiento de una sociedad mestiza o ‘mixta'”.

3. Toda la gente del mundo, según Japón

Mapa Bankoku sōzu de Japón, 1671.
Dominio público
De un lado hay un mapamundi y del otro, 40 parejas.

En un momento donde la sociedad japonesa vivía bajo un profundo aislacionismo, este “mapa universal” buscaba mostrar que “los países son diferentes y las personas también”, según se aclara arriba del todo.

Fue elaborado en 1671 y está dividido en dos: de un lado hay un mapamundi y del otro, 40 parejas, siempre formadas por un hombre y una mujer.

Sobre el mapa en sí, Bonnett escribe: “Lo primero que notamos es que el mundo tiene una orientación inusual. Las Américas se encuentran en el extremo ‘norte’ y Asia en el medio y en la parte inferior. Esto hace que Japón esté más o menos en el centro”.

Pero sin dudas lo que se roba la atención es la selección de parejas. Representan diferentes naciones y etnias con supuestas ropas típicas y datos curiosos no siempre verdaderos.

Por ejemplo, hay una pareja de gigantes y otra de enanos. Sobre estos últimos se dice que miden unos 36 centímetros y que, para evitar ser capturados y devorados por grullas, “siempre caminan en grupo”.

Junto a la dupla de Brasil dice: “Esta gente no vive en casas; les gusta vivir en cuevas. Comen carne humana”. Y luego: “Cuando una mujer está a punto de dar a luz, al hombre le duele el estómago. Las mujeres no sienten dolor”.

“Pareciera que varias de estas parejas están allí porque son intrigantes y hasta divertidas”, dice Bonnett, agregando: “Este es un mapa sobre el otro exótico visto desde aquel Japón”.

En su opinión, este mapa muestra que incluso cuando se intenta aislar a un pueblo, su gente sigue siendo curiosa. “A pesar de las duras restricciones, el deseo de conocer el mundo, de ampliar la imaginación a otros pueblos y otras tierras es insaciable”, escribe.

4. Solo existe un océano

Mapa de GEBCO
GEBCO
Una perspectiva global con el agua en el centro, la tierra a los lados.

Esta imagen es quizás la más simple y efectiva al momento de —como promete el libro— cambiar formas de pensar.

Se trata de un mapa sobre la importancia del agua, la cual cubre nada menos que dos tercios de la superficie de la Tierra. Por eso, en vez de usar la diagramación típica, pone a los océanos en el centro y relega a los continentes a los bordes.

“No hay un océano Atlántico, un océano Índico y todo el resto de cuerpos de agua con sus diferentes nombres que implícitamente indican que están separados. En realidad, solo hay un océano, pero lo etiquetamos para que parezca que tiene fronteras políticas”, explica.

El mapa agrega una capa extra de información al representar al agua con distintos tonos de azul y celeste para mostrar las diferentes profundidades.

De hecho, fue creado por un equipo internacional de expertos llamado Carta Batimétrica General de los Océanos, el cual tiene el objetivo de crear un mapa de los fondos oceánicos de todo el mundo para 2030.

Bonnett destaca la cantidad de “estadísticas interesantes que hay en este pequeño capítulo”. Por ejemplo, que el 78% de la biomasa animal vive en el agua y que el 91% de las especies del océano no han sido descritas.

En su opinión, “este mapa muestra lo enorme, espacioso y fértil que es este espacio”.

5. El ruido en Ciudad de México (y su revolución)

Primer Mapa de Ruido para la Zona Metropolitana del Valle de México.
Laboratorio de Análisis y Diseño Acústico, Universidad Autónoma Metropolitana
Esta “migraña cartográfica” se llama Primer Mapa de Ruido para la Zona Metropolitana del Valle de México.

De los 40 mapas del libro, Bonnett dice que el que más le han comentado es el del ruido en Ciudad de México provocado por el tráfico vehicular. “Ha sido increíblemente influyente”, reconoce.

Creado en 2011 por científicos del Laboratorio de Análisis y Diseño Acústico de la Universidad Autónoma Metropolitana de México, este mapa “se convirtió en una declaración fundacional en el campo de la acústica ambiental”, afirma en su libro.

En la entrevista da un paso más y señala que “fundó un movimiento de resistencia en favor de la tranquilidad. Es un mapa que dice ‘basta'”. Es que, desde su publicación, muchas municipalidades e instituciones quieren saber qué tan ruidosa es su área.

Para Bonnett, “cualquier mapa que quiera cambiar el debate sobre un tema debe entenderse de manera fácil e inmediata. Este lo es: revela una ciudad enferma. Esos colores febriles, esas venas gordas y palpitantes; es una migraña cartográfica”.

El mensaje es que “el ruido arruina vidas, enferma a la gente y está en todas partes”, escribe.

Por ejemplo, estar expuesto 8 horas diarias a la categoría más alta de decibeles, que va del 75 en adelante y que está representada en tonos de azul y negro, tiene como consecuencia la pérdida de audición.

Esta cantidad de decibeles es equivalente al sonido de una licuadora, una cortadora de césped o un metro. Y se los encuentra por toda la ciudad.

6. Una perspectiva inimaginable

Supercúmulo de Laniakea
Nature / R. Brent Tully, Helene Courtois, Yehuda Hoffman, & Daniel Pomarede
El supercúmulo de Laniakea, un término del hawaiano que significa “cielo inmenso” o “inconmensurable”.

“Sobre el final del libro hay bastantes mapas de astrogeografia, porque los científicos espaciales los utilizan no solo como ilustración, sino como una herramienta fundamental de investigación”, explica Bonnett.

El último mapa del libro, el número 40, es uno de sus favoritos. Muestra el llamado supercúmulo de Laniakea, un término del hawaiano que significa “cielo inmenso” o “inconmensurable”.

Fue elaborado por un equipo encabezado por el Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái y muestra las trayectorias migratorias de las galaxias impulsadas por el Big Bang, trazando lo que Bonnett describe como “una suerte de río de estrellas”.

Bajo el pequeño punto rojo se encuentran la Vía Láctea y muchas otras galaxias.

“Es un objeto extraordinariamente hermoso”, que “moldea la forma en que piensas sobre todo”, dice.

En el libro explica que las galaxias “son parte de estructuras más grandes. Estructuras como Laniakea. Para saber nuestro lugar en el universo necesitamos saber sus nombres y entender nuestra relación con ellas”.

Este mapa ayuda a entender que, por ejemplo, la Vía Láctea se desplaza a 600 kilómetros por segundo y que lo hace arrastrada por otras galaxias de nuestro supercúmulo.

Bonnett reconoce: “Si ya la Vía Láctea es demasiado grande para que podamos siquiera imaginarla, Laniakea es todavía mucho más grande que eso. Y hay algo emocionante en intentar expandir tu imaginación hasta el horizonte más lejano posible”.

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BBC

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