Home
>
Analisis
>
Autores
>
InteligencIA
>
Prosperidad compartida entre grietas de desigualdad
InteligencIA
InteligencIA
Roberto Heycher Cardiel Soto es especialista en materia político-electoral, comunicación política e innovación. Dos décadas... Continuar Leyendo
4 minutos de lectura

Prosperidad compartida entre grietas de desigualdad

México está lejos de alcanzar una prosperidad verdaderamente compartida. Las políticas implementadas hasta ahora han sido insuficientes para atacar las causas estructurales de la desigualdad. La reforma fiscal limitada, la baja calidad en la educación y la salud, y la falta de acceso a oportunidades para los más vulnerables son síntomas de un sistema que no ha logrado cumplir su promesa.
02 de octubre, 2024
Por: Roberto Heycher Cardiel

La prosperidad compartida, ese concepto tan elusivo que promete crecimiento económico inclusivo, se presenta como un propósito del Grupo del Banco Mundial, que busca transformar las estructuras sociales, elevando el bienestar del 40% más pobre de la población. Sin embargo, al caminar por las calles de México, al observar el rostro cansado de las comunidades indígenas y rurales, uno no puede evitar preguntarse si ese sueño está destinado a quedar atrapado en las promesas incumplidas de un futuro que parece no llegar.

México, un país con profundos contrastes, donde la riqueza y la pobreza conviven en un escenario de desigualdades históricas, ha intentado desde hace décadas implementar políticas que buscan reducir estas brechas. Los programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida nacen de la promesa de un cambio. Sin embargo, como las semillas que no germinan, estos esfuerzos parecen perderse en la infertilidad de una estructura social que sigue alimentando la exclusión y la inequidad.

La prosperidad compartida no es simplemente un juego de cifras, es la esperanza de que el crecimiento económico toque todas las puertas, especialmente aquellas que se encuentran al margen del camino. Pero en México los resultados han sido, en el mejor de los casos, mixtos. Mientras algunos se benefician, los más pobres siguen aguardando. A la sombra de los rascacielos de las grandes ciudades, los campos de maíz seco y los caminos deteriorados en las comunidades indígenas nos recuerdan que la promesa de inclusión es, a menudo, una ilusión.

Los elementos clave para la prosperidad

El crecimiento económico inclusivo es el pilar fundamental sobre el cual debería erigirse la prosperidad compartida. Sin embargo, en México el PIB crece, pero las grietas de la desigualdad siguen ampliándose. Los más vulnerables, aquellos que deberían ser los primeros en recibir los frutos de este crecimiento, se quedan atrás. En lugar de tener un campo fértil para la igualdad, el terreno sigue fragmentado por la falta de oportunidades.

Otro factor crítico es la reforma fiscal. Sin ella, la redistribución de la riqueza es imposible. Pero en México, la tan necesaria reforma sigue siendo un espejismo. El acceso a servicios básicos como la educación de calidad y la salud universal en todos los niveles debería ser un derecho garantizado para todos. Sin embargo, las comunidades rurales y los grupos indígenas siguen enfrentando barreras que los excluyen de estas oportunidades. Las escuelas se encuentran en ruinas, los hospitales carecen de recursos, y las carreteras que conectan estas áreas al resto del país son escasas o inexistentes. La inclusión social, más que una realidad, sigue siendo una aspiración.

Imagen que simboliza un entorno de prosperidad compartida, basada en la colaboración y la inclusión . Generada por Roberto Heycher con la Herramienta DALL E 2024
La imagen simboliza un entorno de prosperidad compartida, basada en la colaboración y la inclusión . Generada por Roberto Heycher con la Herramienta DALL E 2024.

¿Un futuro posible o una promesa vacía?

A pesar de los esfuerzos, la realidad es clara: México está lejos de alcanzar una prosperidad verdaderamente compartida. Las políticas implementadas hasta ahora han sido insuficientes para atacar las causas estructurales de la desigualdad. La reforma fiscal limitada, la baja calidad en la educación y la salud, y la falta de acceso a oportunidades para los más vulnerables son síntomas de un sistema que no ha logrado cumplir su promesa.

Para que la prosperidad compartida sea más que un eslogan político, es necesario un compromiso real con la equidad. Esto implica reformas estructurales profundas, una inversión masiva en infraestructura rural, y una revalorización de las políticas sociales que no solo mitiguen la pobreza, sino que realmente transformen la vida de quienes más lo necesitan. Estas y no la elección popular de jueces, deberían ser la prioridad del nuevo gobierno.

El eco de la historia

Octavio Paz, en su meditación sobre la historia de México, hablaba de un país que siempre parece estar en proceso de construirse a sí mismo. Hoy, al ver las sombras de la desigualdad proyectadas sobre el paisaje económico y social del país, no podemos evitar pensar que seguimos atrapados en ese proceso. La prosperidad compartida, como tantas promesas, corre el riesgo de perderse en las brumas de la historia si no se toman las decisiones correctas.

México tiene en sus manos la posibilidad de convertirse en un ejemplo de equidad y justicia social, pero para lograrlo debe romper con los moldes del pasado reciente. No es suficiente con ofrecer programas sociales o hablar de crecimiento; se requiere una verdadera transformación de las estructuras que perpetúan la desigualdad.

El camino hacia la prosperidad compartida no es fácil, pero es necesario. Si México realmente desea avanzar, debe mirar más allá de las soluciones superficiales y enfrentar de frente los desafíos estructurales. Solo entonces podremos comenzar a hablar de una prosperidad que no sea un privilegio para unos pocos, sino un derecho para todos.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
El misterio de los pequeños puntos rojos en el espacio que desconcierta a astrónomos
6 minutos de lectura

Unos objetos astrofísicos que se formaron en las primeras etapas del universo han generado un debate entre los científicos que tratan de entender qué son y cómo se crearon.

30 de septiembre, 2024
Por: BBC News Mundo
0

El poder del telescopio espacial James Webb fue puesto a prueba hace poco y dio con unos resultados que han desconcertado a los científicos.

Detectaron indicios de unos objetos que se formaron hace unos 12.000 millones de años, relativamente muy poco después del Big Bang, que ocurrió hace 13.800 millones de años.

Se trata de unos objetos que antes no habían sido detectados y que desafían lo que la ciencia sabe de cómo se conforman las galaxias.

Debido a su brillo en el espectro rojo de los instrumentos con los que se miran, los astrónomos los llamaron “pequeños puntos rojos”. Pero definir qué son ha despertado un debate entre los científicos.

Y es que por sus características, pareciera que son unas pequeñas galaxias, de un 3% del tamaño de la Vía Láctea, pero que contienen miles de millones de estrellas.

También podría tratarse de unas galaxias que albergan grandes agujeros negros, con una formación que no había sido vista en las galaxias más cercanas que se conocen hasta ahora.

Todo depende de cómo estos objetos astrofísicos sean observados.

Algunos expertos incluso han comparado su cambio de apariencia con los pulpos imitadores, una especie que puede adoptar el color y forma de otros animales marinos para camuflarse.

Son unos “maestros del disfraz”, como dice el astrofísico Fabio Pacucci, del Instituto Smithsoniano de EE.UU.

Cambio de apariencia

Los pequeños puntos rojos “provienen de distancias tan lejanas que se ven muy débiles”, explica a BBC Mundo el astrónomo Mario Hamuy, profesor de la Universidad de Chile.

“Tienen tamaños típicos de unos 3.000 años luz de diámetro, un 3% del diámetro de la Vía Láctea, por ejemplo, y tienen un color muy rojo, lo que se debe a que la luz que emiten ha sido fuertemente enrojecida por la presencia de granos de polvo en su entorno”, agrega.

Imágenes de los pequeños puntos rojos detectados por el James Webb
Los pequeños puntos rojos son analizados mediante el espectro de luces generado en las observaciones del James Webb. Foto: JWST/NIRSpec

A diferencia de los telescopios de uso doméstico, los grandes observatorios como el James Webb pueden percibir luz de objetos muy lejanos en el universo. Las señales de energía que reciben pueden ser captadas en distintas frecuencias, que se analizan en espectros.

Cuando el James Webb se enfocó en los puntos más lejanos del universo, se encontró con estas señales de los “pequeños puntos rojos”, que tenían características de objetos astrofísicos diferentes a los vistos antes.

Dependiendo de cómo se les vea en el espectro, tienen una de las dos características que dividen a los científicos.

“Todos las fuentes de luz en el universo cambian de apariencia cuando uno las observa en distintas ventanas del espectro electromagnético. De la misma manera que si tomas una imagen de tu mano en rayos X o en luz óptica. En el primer caso verás los huesos de la mano y en el segundo verás la piel”, explica Hamuy.

“Los pequeños puntos rojos no son la excepción. Según qué ventana del espectro utilices, verás distintas regiones internas del objeto”, añade.

Como otros objetos del universo temprano, estos puntos existieron hace miles de millones de años y telescopios como el James Webb están detectando la luz que viajó desde entonces por el espacio.

Así es como los científicos vieron en estos pequeños puntos rojos características como las de una galaxia que alberga millones de estrellas con uno de los análisis del espectro, pero con otro una galaxia con un agujero negro supermasivo.

Infografía sobre el James Webb
BBC

No vemos este tipo de galaxias en nuestro universo cercano. Entonces fue algo que surgió en esa época temprana, que duraron por cierta cantidad de tiempo y que ahora no vemos”, explica a BBC Mundo la astrofísica Begoña Vila, una ingeniera de instrumentos de la NASA.

“En cuanto se empezaron a observar, al principio se pensaba que eran otro tipo de objeto. Pero ahora se sabe que son galaxias y es súper emocionante para todos”, añade.

Dado lo diferente que son estos objetos del universo temprano y por ser “maestros del disfraz”, están desafiando los modelos que los científicos han construido para explicar el origen de las galaxias.

Repesar lo que se sabe

Una parte de lo sorprendente de estos objetos, explica Vila, es que no se sabe cómo podrían tener tantas estrellas —un número quizás similar a las que alberga la Vía Láctea— en un espacio tan pequeño, astronómicamente hablando.

“Cómo se formaron tantas estrellas tan rápido es una duda”, dice.

Pacucci explica que en estas galaxias habría tantas estrellas en un espacio tan pequeño que es como si toda la población de China fuera colocada en una habitación.

Esto lleva a que se cuestione si los modelos que tienen los científicos para explicar la formación y composición de galaxias en las etapas tempranas de formación del universo son las correctas.

“Los modelos que existen sobre la formación de galaxias por ahora explican muy bien lo que tenemos a nuestro alrededor, las galaxias cercanas, pero ya están indicando que necesitan modificaciones para este universo temprano, para estas galaxias”, sostiene Vela.

La galaxia JADES-GS-z14-0 detectada por el telescopio James Webb
Galaxias primarias, como la JADES-GS-z14-0, están aportando información novedosa sobre la formación del universo. Se espera que los puntos rojos también lo hagan. Foto: NASA/ESA/CSA/STSCI/BRANT ROBERTSON ET AL

De igual manera, si los pequeños puntos rojos son en realidad unas galaxias que albergan un agujero negro supermasivo, la comprensión que tienen los científicos sobre cómo se forman tendría que ser repensada. Aunque no a un nivel que cambie las grandes teorías, aclara Vila.

“(En un principio) parecía que se había roto la cosmología y se pensaba que había que cambiarla. Pero no fue así. El Big Bang sigue perfecto, no hay problemas”, dice la experta de la NASA.

“Lo que pasa es que los modelos que se tenían hasta ahora estaban basados en los datos que conocíamos y reflejaban lo que conocemos hasta ahora. Pero claramente este universo temprano tiene sorpresas y eso es para lo que Webb se diseñó”.

¿Qué sigue entonces?

Desde que se identificaron los pequeños puntos rojos en el espacio y se encontraron con su cambio de apariencia llamativo, los científicos han continuado sus estudios con nuevos modelos e instrumentos para observarlos y tratar de entender de qué se trata.

Se espera que en los próximos años, los investigadores puedan tener una teoría que pueda explicar qué son y cómo se formaron.

Para Vila, tal vez la respuesta más adecuada no es definir si son galaxias con millones de estrellas o agujeros negros supermasivos: “Puede ser un poquito de ambas teorías”.

Pero también esto permitirá a los científicos conocer más sobre la formación del universo desde etapas que, hasta antes de la puesta en marcha del telescopio espacial James Webb, se tenían menos datos.

“Lo más sorprendente es que los pequeños puntos rojos son muy abundantes. Si se tratara de galaxias activas, excederían en un factor 10 a los cuásares [galaxias muy pesadas] detectados por métodos tradicionales”, opina Hamuy.

Y agrega: “En cualquier escenario, los pequeños puntos rojos resultan cruciales para comprender la formación temprana de las galaxias“.

Línea gris
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...