En el horizonte de la democracia mexicana se aproxima una nueva amenaza que, bajo la apariencia de una elección democrática, podría marcar uno de los episodios más restrictivos para los derechos ciudadanos en la historia reciente. Las elecciones judiciales de 2025 no solo representan un desafío técnico para el Instituto Nacional Electoral (INE), sino que también se perfilan como un retroceso alarmante en la progresividad de los derechos políticos. Este panorama revela un debilitamiento en tres frentes críticos: la exclusión de los partidos políticos del proceso electoral, la eliminación del voto en el extranjero y la disminución de casillas para sufragar.
El nuevo diseño de las elecciones judiciales excluye a los representantes de los partidos políticos de cualquier actividad relacionada con el proceso electoral. Esta decisión, aunque parezca responder al ideal de un sistema “imparcial”, ignora la función fundamental que los partidos desempeñan como guardianes de la legalidad electoral. En un país donde los fraudes y las irregularidades han sido parte del pasado, la presencia de representantes partidistas en las casillas no solo asegura transparencia, sino que también fomenta un equilibrio de poderes.
La consulta popular de 2021 ya ofreció una advertencia inquietante: sin la supervisión de los partidos, las denuncias de fraude en las mesas receptoras se multiplicaron. El sistema electoral mexicano se sostiene en la confianza mutua entre los actores políticos, y al eliminar esta vigilancia, se corre el riesgo de dejar el proceso a merced de la opacidad.
El 13 de diciembre de 2024 será recordado como el día en que el INE decidió borrar dos décadas de progreso en el ejercicio del voto para los mexicanos en el extranjero. Esta decisión, que excluye a millones de ciudadanos residentes fuera del país, es un golpe directo al principio de progresividad de los derechos humanos.
Desde 1996, México había avanzado significativamente en la inclusión democrática de sus ciudadanos en el extranjero. El voto postal, el voto electrónico y la credencialización desde sedes consulares eran logros que no solo reflejaban un compromiso con la equidad, sino que también fortalecían la conexión entre la diáspora mexicana y su país de origen. Ahora, bajo el pretexto de restricciones presupuestales, este derecho es eliminado, dejando a millones de mexicanos sin una voz en las decisiones que afectan su nación.
La democracia mexicana ha sido reconocida por su logística electoral, diseñada para acercar las urnas a las y los ciudadanos. Sin embargo, el severo recorte presupuestal aprobado por la Cámara de Diputados amenaza con reducir drásticamente el número de casillas instaladas. En 2024, más de 170 mil casillas permitieron a más de 98 millones de electores tener la posibilidad de ejercer su voto; en la consulta popular de 2021, solo se instalaron 57 mil mesas receptoras, y la participación fue de un raquítico 7%.
La reducción de casillas no es un simple ajuste operativo, sino un obstáculo tangible para el ejercicio del sufragio. En un país con desigualdad geográfica y económica, la cercanía de la casilla no es un lujo, sino una necesidad para garantizar el principio de igualdad. Menos casillas significan más filas, mayores costos de traslado y, en última instancia, menos participación.
El pretexto del ajuste presupuestal no puede justificar decisiones que vulneren derechos fundamentales. El INE tiene la responsabilidad de garantizar elecciones que no solo sean legítimas, sino inclusivas. La posibilidad de que el instituto acepte estas restricciones sin presentar una controversia constitucional sería un acto de complacencia ante el poder ejecutivo, sacrificando los derechos ciudadanos en el altar de la austeridad.
El derecho al sufragio no es un privilegio que puede negociarse o limitarse por conveniencia política. La democracia, en su esencia, es inclusiva y progresiva; cada retroceso en sus garantías representa un ataque directo a su integridad.
México enfrenta un momento crítico en su historia democrática. Las elecciones judiciales de 2025 tienen el potencial de convertirse en un precedente peligroso, en el que los derechos ciudadanos sean restringidos bajo la sombra de reformas mal diseñadas y ajustes presupuestales arbitrarios.
El INE, como garante de la voluntad popular, debe asumir su papel con valentía y recurrir a los mecanismos legales necesarios para defender la integridad del proceso electoral. La ciudadanía, por su parte, debe permanecer vigilante y exigir que sus derechos no sean objeto de negociación.
La democracia no es un estado permanente; es un proceso que requiere esfuerzo constante y compromiso colectivo. Hoy más que nunca, México debe recordar que cada derecho perdido es una batalla que deberá librarse nuevamente, y que la libertad de elegir no puede darse por sentada.
En este contexto, el país debe mirar hacia adelante con determinación, resistiendo cualquier intento de desmantelar los avances democráticos logrados con tanto esfuerzo. La historia juzgará no solo a quienes intentaron limitar los derechos ciudadanos, sino también a quienes, por inacción, permitieron que ocurriera.
Con el arresto de Luigi Mangione, de 26 años, en Pensilvania, las autoridades estadounidenses esperan esclarecer uno de los crímenes más sonados del año.
Un hombre de 26 años ha sido acusado del asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en la ciudad de Nueva York.
Luigi Mangione fue detenido el lunes en un McDonald’s en la ciudad de Altoona, Pensilvania, a unos 450 kilómetros al oeste de Nueva York, después de que un cliente del establecimiento de comida rápida lo reconociera.
Se lo encontró en posesión de una pistola fabricada con una impresora 3D y un documento escrito a mano que indicaba su “motivación y mentalidad”, según informó la policía.
Mangione compareció luego ante un tribunal de Pensilvania para ser procesado por cinco cargos iniciales y se le negó la libertad bajo fianza.
Unas horas después, investigadores de Nueva York acusaron a Mangione de asesinato y otros cuatro cargos, incluidos varios por posesión de armas de fuego.
Thompson, de 50 años, fue asesinado a tiros en la espalda el miércoles pasado por la mañana afuera del hotel Hilton de Manhattan, donde UnitedHealthcare, el gigante de seguros médicos que él dirigía, estaba celebrando una reunión de inversionistas.
Además del arma, a Mangione se le encontraron “varias identificaciones falsas”, incluida una de Nueva Jersey que coincidía con la identidad que el sospechoso usó para registrarse en un albergue de la ciudad de Nueva York antes del asesinato de Brian Thompson.
También tenía un manifiesto escrito a mano de tres páginas que incluía quejas contra el sistema de salud de Estados Unidos. Las autoridades dijeron que el documento hablaba de la “motivación y mentalidad” del sospechoso.
Mangione nació y se crió en Maryland y tiene vínculos con la ciudad de San Francisco, en California, según el jefe de detectives de Nueva York, Joseph Kenny.
No tiene arrestos previos en Nueva York y su última dirección conocida fue en Honolulu, Hawái, dijo la policía.
Asistió a una escuela secundaria privada para varones en Baltimore, Maryland, llamada Gilman School, según confirmaron desde el centro educativo. Mangione fue reconocido como el alumno con las mejores notas.
“Esta es una noticia profundamente angustiante que se suma a una situación ya terrible. Nuestros corazones están con todos los afectados”, escribió la escuela en un correo electrónico.
También es graduado de la Universidad de Pensilvania, donde recibió una licenciatura y una maestría en ciencias de la computación, y fundó un club de desarrollo de videojuegos.
Un amigo que asistió a la universidad al mismo tiempo que Mangione lo describió como una persona “super normal” e “inteligente”.
“Nunca hubiera esperado esto”, dijo el amigo.
Según sus perfiles en las redes sociales, Mangione trabajó como ingeniero de datos para TrueCar, un sitio web de venta minorista digital de autos nuevos y usados. La BBC se ha puesto en contacto con TrueCar para solicitar comentarios.
Según su perfil de LinkedIn, Mangione trabajó anteriormente como pasante de programación para Fixarixis, un desarrollador de videojuegos.
Según los medios locales, Mangione proviene de una familia prominente de la zona de Baltimore cuyos negocios incluyen un club de campo y residencias de ancianos. Es primo del legislador estatal republicano Nino Mangione, según los mismos medios.
Mangione fue detenido en un restaurante McDonald’s después de que un empleado lo reconociera y alertara a la policía.
Según los funcionarios policiales, Mangione estaba en posesión de una pistola fantasma, un arma de fuego en gran medida imposible de rastrear que se puede ensamblar en casa utilizando kits, que probablemente se fabricó en una impresora 3D. También tenía un silenciador.
La policía dijo que llevaba varias identificaciones, incluida una con su identidad real y otra que era falsa. Estas identificaciones incluyen un pasaporte estadounidense y una identificación fraudulenta de Nueva Jersey que utilizó para registrarse en el albergue de la ciudad de Nueva York donde fue visto antes del asesinato de Thompson.
Las autoridades también informaron que se le encontraron documentos escritos a mano, también descritos como un “manifiesto de tres páginas”. Los documentos mostraban que parecía tener “animadversión hacia las corporaciones estadounidenses”, dijeron los funcionarios.
La policía reveló que encontrar al hombre de 26 años fue una completa sorpresa, y que no tenían su nombre en una lista de sospechosos antes de hoy.
Los perfiles de las redes sociales de Mangione ofrecen algunas pistas sobre sus pensamientos. Una persona que coincide con su nombre y foto tenía una cuenta en Goodreads, un sitio de reseñas de libros generados por los usuarios, donde le dio cuatro estrellas a un texto titulado “La sociedad industrial y su futuro” de Theodore Kaczynski, más conocido popularmente como el manifiesto Unabomber.
A partir de 1978, Kaczynski llevó a cabo una campaña de ataques con bomba en la que murieron tres personas e y decenas resultaron heridas, hasta que fue arrestado en 1996.
En su reseña, Mangione escribió: “Cuando todas las demás formas de comunicación fallan, la violencia es necesaria para sobrevivir. Puede que no te gusten sus métodos, pero si ves las cosas desde su perspectiva, no es terrorismo, es guerra y revolución”.
“‘La violencia nunca ha resuelto nada’ es una declaración pronunciada por cobardes y depredadores”.
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