
En México, la población con seguro médico privado aumentó 67.1 % entre 2018 y 2024, al pasar de 974 mil a 1.6 millones de personas, según INEGI. Aun así, representan apenas 1.3 % de la población total, en un país donde más de 44.5 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud. Ese pequeño grupo, que paga por cobertura privada ante la incertidumbre del sistema público, se enfrentará en 2026 a un nuevo escenario: sus seguros costarán más, no por mejores coberturas, sino por un cambio fiscal.
La Ley de Ingresos de la Federación 2026 incorpora una modificación que afectará de forma directa al sector asegurador: las compañías deberán pagar el IVA (16 %) sobre los siniestros en los ramos de autos y gastos médicos mayores, sin poder acreditar fiscalmente. Hasta ahora, las aseguradoras podían deducir el IVA de los servicios contratados con hospitales, talleres o laboratorios al cumplir con la indemnización. Con la reforma, ese acreditamiento desaparece y el impuesto se convierte en un gasto adicional que, inevitablemente, se trasladará al consumidor final.
De acuerdo con estimaciones de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), las primas podrían incrementarse entre 10 % y 20 % a partir de 2026, afectando a más de 13 millones de pólizas activas. El cambio pone fin a un largo litigio entre el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y las compañías de seguros, iniciado en 2019 por la interpretación del artículo 25 de la Ley del IVA. Durante años, las aseguradoras acreditaron como propio el IVA que se pagaba a terceros —hospitales o talleres— para resarcir daños o reponer bienes. El fisco argumentó que dicho acreditamiento no les correspondía y que debía ser asumido por los proveedores del servicio.
El acuerdo que cerró ese litigio establece que el gobierno condona los adeudos acumulados hasta 2024, calculados entre 175,000 y 200,000 millones de pesos, pero obliga a las aseguradoras a pagar el IVA sin acreditamiento a partir de 2025. Para el sector, el cambio representa el fin de una incertidumbre jurídica de varios años; para los usuarios, el inicio de un encarecimiento inevitable.
México es el segundo mercado asegurador más grande de América Latina, pero su penetración equivale solo al 2.6 % del PIB, por debajo del promedio regional de 3 %. En un contexto donde el sector privado concentra el 48.7 % del gasto total en salud, de acuerdo con la Cuenta Satélite del Sector Salud, y el gasto de bolsillo aumentó más de 40 % entre 2018 y 2024; el nuevo esquema fiscal puede reducir aún más el acceso a los seguros.
Por su parte, el gobierno espera una recaudación adicional de entre 20,000 y 25,000 millones de pesos en 2026, pero el efecto sobre el consumidor podría diluir cualquier beneficio fiscal. En un entorno de inflación médica creciente y mayores costos operativos, las aseguradoras trasladarán la nueva carga tributaria a los precios. Los seguros de autos, gastos médicos y empresariales serán más caros, y los procesos administrativos más lentos, pues la eliminación del acreditamiento de IVA también complica los flujos contables y la relación con proveedores.
En síntesis, el acuerdo que puso fin a un litigio fiscal de años traerá claridad jurídica para las aseguradoras, pero más costos para los asegurados. En 2026, renovar una póliza no solo será más caro: será el primer efecto visible de una reforma tributaria que transformó un viejo pleito legal en un nuevo peso sobre el consumidor.

El Papa León XIV tiene previsto asistir a la conmemoración del mil 700 aniversario del Primer Concilio de Nicea, un hito para la cristiandad. ¿Por qué ha elegido este lugar para su primera visita al extranjero?
A primera vista, hay pocos indicios de que la tranquila ciudad turca de Iznik, a unas dos horas en coche de Estambul, sea una ciudad antigua que cambió el curso de la historia.
Solo se necesita media hora para recorrer a pie esta ciudad de 45.000 habitantes, por sus pintorescas calles estrechas con balcones rebosantes de rosas y hiedra.
Podrías llegar a las orillas del lago Iznik, al otro lado, sin ver rastro alguno de que esta fue una vez capital de los imperios bizantino y otomano.
Sin embargo, la semana que viene, la ciudad antes conocida como Nicea recibirá al papa León XIV, líder de la Iglesia católica, en su primer viaje al extranjero desde su investidura como pontífice en mayo.
El viaje se centrará principalmente en una ceremonia a la que asistirá el Papa junto con el Patriarca Ortodoxo Griego Bartolomé y otros líderes cristianos para conmemorar el 1.700 aniversario del Primer Concilio de Nicea, celebrado en el año 325 d. C.
Esta visita fue planeada originalmente por el difunto Papa Francisco, fallecido en abril. La ceremonia se pospuso tras su fallecimiento.
“Una de las heridas más profundas en la vida de la Iglesia hoy es el hecho de que, como cristianos, estamos divididos”, declaró el Papa León XIV en una entrevista publicada en septiembre.
Añadió que la conmemoración del Concilio de Nicea es importante porque es un punto de encuentro para las diferentes denominaciones cristianas.
León XIV será el quinto Papa en visitar Turquía. No existen estadísticas oficiales sobre el número de cristianos en el país, pero un informe de 2023 del Departamento de Estado de Estados Unidos llegó a una cifra de 150.000, basado en informes de las propias comunidades cristianas.
El Papa se reunirá con el presidente Recep Tayyip Erdogan en la capital, Ankara, el 27 de noviembre, antes de viajar a Iznik el 28 de noviembre.
Pero ¿qué hace de Iznik un lugar tan crucial para los cristianos?
Hay que remontarse al siglo IV, cuando se convocó el Primer Concilio de Nicea, para encontrar la respuesta.
El Imperio Romano en aquel entonces se extendía desde Escocia hasta el Mar Rojo y desde Marruecos hasta los desiertos de las actuales Siria, Jordania e Irak.
Al mando estaba Constantino I, el primer emperador cristiano.
Había otorgado a los cristianos los derechos legales más amplios desde la muerte de Jesucristo tres siglos antes, permitiéndoles practicar su religión abiertamente.
El emperador Constantino convocó el concilio con el objetivo de unificar el Imperio y la Iglesia. Quería reunirse con el clero para resolver los desacuerdos sobre la fe. El concilio del año 325 d. C. marcaría un punto de inflexión en la historia romana y cristiana.
Durante siglos, la ciudad fue tan importante para la cristiandad como Jerusalén, Roma o Constantinopla.
El clero inicialmente decidió reunirse en la actual Ankara, pero el emperador Constantino escribió una carta ordenándoles que fueran a Nicea, según declaró al servicio turco de la BBC el historiador Turhan Kacar, de la Universidad Mugla Sitki Kocman.
Constantino quería dirigir personalmente el concilio, según Kacar: “Sabía, por reuniones eclesiásticas anteriores, que los obispos se resistirían si se les dejaba a su suerte”.
El historiador sugiere que Constantino I convirtió la religión en un “instrumento de Estado” con el Concilio de Nicea.
“Cuando los obispos llegaron a Nicea, representaban a sus propias comunidades; cuando regresaron a sus lugares de origen, representaban al Estado”.
Paolo Raffaele, abad de la Iglesia católica de San Esteban en Estambul, coincide en que este concilio fue cuando “la Iglesia comenzó a colaborar con el Estado”.
El concilio ayudó a definir las creencias fundamentales del cristianismo, declaró el abad Raffaele a BBC News Turkish, y añadió que fue en Nicea donde se alcanzó un consenso sobre la naturaleza de Jesucristo.
Se definió claramente que existe un solo Dios eternamente existente en tres personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y se redactó un credo que confirma los valores fundamentales del cristianismo.
Establecer la divinidad de Cristo fue un momento clave en la lucha contra la conocida como “herejía arriana”, que negaba que Jesús fuera Dios.
El papa León XIV ha explicado cómo la controversia sobre estas opiniones fue “una de las mayores crisis del primer milenio de la Iglesia”, lo que refuerza la importancia del Concilio.
“Para los cristianos, este es el centro mismo de nuestra fe”, afirma Raffaele sobre el resultado del Concilio.
El metropolitano ortodoxo griego Maksimos Vgenopoulos señala que las enseñanzas acordadas en el Concilio aún conservan su importancia hoy en día.
Iznik se considera un centro sagrado de peregrinación para los cristianos de todo el mundo, añade.
La ceremonia que conmemora el 1.700 aniversario del Concilio ofrece a los cristianos la oportunidad de celebrar un símbolo significativo de la universalidad de la Iglesia.
El profesor Kacar señala que cuando se celebró el Concilio de Nicea, las iglesias cristianas aún no estaban divididas entre católicas y ortodoxas, por lo que este acontecimiento histórico es considerado una “plataforma unificadora” por los líderes espirituales modernos.
Vgenopoulos se refiere al Primer Concilio de Nicea como “el denominador común de todas las iglesias cristianas que expresan sus creencias hoy, como en el pasado”.
Y enfatiza que la visita del Papa y la ceremonia conmemorativa resaltarán “el patrimonio histórico y cultural de la región y de Turquía”.
La ceremonia conmemorativa en Iznik se celebrará cerca del yacimiento arqueológico de la Basílica de San Neófito, situada a orillas del lago.
El profesor de la Universidad de Bursa Mustafa Sahin, que dirige las excavaciones arqueológicas en Iznik, afirma que este edificio podría ser la iglesia a la que las fuentes teológicas denominan “Iglesia de los Santos Padres”, llamada así en honor a los clérigos del Primer Concilio.
Afirma que este es uno de los posibles lugares donde el Concilio pudo haberse reunido hace 1.700 años.
Generalmente se cree que el Primer Concilio se reunió fuera de las murallas de la ciudad y junto al lago, pero hasta ahora los estudios arqueológicos no han aportado ninguna prueba que respalde esta teoría.
El profesor Sahin declaró al servicio turco de la BBC que estimaba que la basílica se construyó más tarde, hacia finales del siglo IV, y que podría haberse erigido en el lugar donde se cree que San Neófito fue asesinado por los romanos mientras intentaba difundir el cristianismo a principios del siglo IV.
Sahin también dice que el Concilio podría haber tenido lugar en un palacio imperial, aún no descubierto.
Al hablar de la visita, el Papa León XIV destacó la importancia de Iznik tanto en el pasado como en el presente:
“Algunos habían previsto inicialmente un encuentro entre el Patriarca Bartolomé de Constantinopla y yo. Solicité que este encuentro en Iznik fuera una oportunidad ecuménica para invitar a líderes cristianos de diversas religiones o comunidades cristianas”.
“Dado que Nicea es un credo, es uno de esos momentos en los que todos podemos hacer una declaración común de fe antes de que surjan divisiones”.
El 29 de noviembre, el Papa León XIV oficiará una misa para unas 6.000 personas antes de viajar al Líbano el 30 de noviembre para la siguiente etapa de su viaje.
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