Home
>
Analisis
>
Autores
>
Causa futura
>
Construir una silla
Causa futura
Causa futura
Blog de imaginación política, cultura y deseo de un futuro... Continuar Leyendo
4 minutos de lectura

Construir una silla

Nada se construye de un día a otro aunque haya trending topics que nos hagan creer que sí. Las lecciones son duras, pero ahí están: de Occuppy Wall Street a la Cuarta Ola del Feminismo, la necesidad de reagrupación es inminente. Aunque no se vislumbra próxima.
12 de enero, 2025
Por: Miguel Ángel Ángeles

“Una mañana en mi azotea estaba construyendo una silla. Tomé unas tarimas de la calle, las desarmé, las corté, las pulí y las lijé. Luego lo ensamblé todo junto y a la noche tenía algo en lo que me podía sentar. ¿Por qué no se puede ser igual con el feminismo o con el anarquismo? Ponemos tanto trabajo a cosas que no sirven, que no tienen una utilidad real en las vidas, al menos no con efecto inmediato o visible”, dice en “Vomitorium” (CC) la autodenominadx monstrux Diana J. Torres.

Diana habla de feminismo y anarquismo, pero su ejemplo aplica a muchas otras cosas.

Unos ejemplos: Trump en Estados Unidos. Milei en Argentina. Bolsonaro en Brasil. Todos casos recientes de facciones conservadoras que han construido sus sillas propias. Con lo que tienen de un lado y que conecta, en un punto al menos, con alguna de sus contrapartes. Porque aunque sean eso, contrapartes, a la hora de reagruparse, el objetivo es suficiente para hacer del pragmatismo herramienta.

Qué es cierto: que los resultados lo demuestran. Para ejemplo: el desastre organizativo que permitió a Trump tener una ventaja de meses sobre Kamala Harris en la más reciente contienda electoral en Estados Unidos. Que Biden se fuera de la contienda, hoy sabemos, fue más que por estrategia por apagar un fuego.

Al centro de tal crisis la constante fue el desacuerdo. Del lado republicano: el cierre de filas. La verdadera generación de cristal que acusa de eso a otra, gana y sigue ganando.

Y ahora, producto de ello, se nos viene encima a nivel global un mandato de cuatro años que le da una nueva dimensión al concepto “agente naranja”. Quién dude que hay humanos tan tóxicos como un arma química puede ahora poner en la misma página al Napalm y a tal ente adicto al autobronceado.

En “My mother: demonology, a novel”, la escritora Kathy Acker dilapida un futuro que no vivió en carne: “Morality and moral judgements protect us only from fear”. Algo así como -traducción libre de un servidor- “la moral y los juicios morales solo nos protegen del miedo”. Kathy falleció en 1997, mucho tiempo antes de que la llamada Cuarta Ola del Feminismo tomara la fuerza que hizo temblar al mundo entero en 2020. Mucho antes de que Ucrania, Rusia, Israel y Palestina fueran titulares a los que nos hemos acostumbrado. Mucho antes de que la emergencia climática nos tuviera con el agua en el cuello. Y con todo ese tiempo de por medio da en la misma diana: la de una urgencia de la que casi no se habla y nos está hundiendo en muchos sentidos.

Construir tal silla requiere de mucho más que buenas intenciones. Son necesarias, en efecto. Pero también se necesita mucha autocrítica. Tan sencillo cómo preguntarnos: ¿qué tanto sumo a los objetivos de este proyecto si decido acercarme de la manera en que quiero hacerlo?

Pienso que también se necesita tolerancia. Sí, terrible palabra por el dejo de condescendencia que puede llegar a tener y, sin embargo, justo por ello parece necesaria. Tal vez, a veces, y en aras de un fin común, haya cosas que pueden perder prioridad cuando pensamos en una agenda en común, por ejemplo.

No sobra recordar que este tipo de “agendas comunes” incluye que la ultraderecha no llegue al poder, derechos humanos y que no terminemos de quemar el planeta que nos queda.

Paciencia también es necesaria. A veces, y de manera muy lógica hasta cierto punto, el auge de movimientos y la viralización de sus causas nos hace pensar que los éxitos rotundos son inmediatos. Pero nada se construye de un día a otro aunque haya trending topics que nos hagan creer que sí. Las lecciones son duras, pero ahí están: de Occuppy Wall Street a la Cuarta Ola del Feminismo, la necesidad de reagrupación es inminente. Aunque no se vislumbra próxima.

En un país y un mundo tan polarizados como el que habitamos, parece como si nuestra disposición para separarnos de las causas que un día nos incomodaron -en aras de una íntegra (¿moral?) idea de congruencia- ganara terreno. Y probado está que la división beneficia a quién no la vive.

Une y vencerás suena a posibilidad en pleno inicio del llamado segundo cuarto de siglo. Posibilidad y promesa urgente. Construir una posibilidad, casi como construir una silla.

Más necesario que nunca para no olvidar que mientras dejamos de movernos, todo sigue temblando.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
Por qué la era de Justin Trudeau en Canadá llegó a su fin tras casi una década
6 minutos de lectura

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no resistió más la presión desde dentro de su partido y anunció su adiós al cargo que ocupa desde 2015.

06 de enero, 2025
Por: BBC News Mundo
0

Hacía ya meses que al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, le hacían la misma pregunta: “¿Renunciará?”.

Aunque se declara como un “luchador” y prometió permanecer como líder del Partido Liberal pese a la frustración cada vez más profunda entre los votantes y la subida en las encuestas de su principal rival político, Trudeau no pudo resistir el creciente coro de miembros de su propia formación política que le pedían que abandonara el cargo.

Este lunes anunció su dimisión como primer ministro, aunque permanecerá en el cargo hasta que su partido elija a un nuevo líder.

“Este país merece una elección real en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que, si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción en esas elecciones”, dijo Trudeau en la rueda de prensa convocada frente a Rideau Cottage, su residencia oficial durante la mayor parte de la última década.

Trudeau llegó al poder en 2015 como una cara nueva y refrescante de la política progresista.

Atraídos por su carisma juvenil y un mensaje político esperanzador, los votantes apostaron ese año a los liberales, un partido que hasta entonces ocupaba el tercer lugar y que pasó a tener una mayoría de escaños en el Parlamento sin precedentes en la historia política canadiense.

Nueve años después, Trudeau sigue siendo el único líder en pie de los que gobernaban en la época en la que asumió el cargo. Barack Obama, Angela Merkel, Shinzo Abe o David Cameron hace tiempo que pasaron a una segunda línea, pero el, a sus 53 años, es actualmente el líder con más años de servicio en el G7.

Pero en el tiempo transcurrido desde su ascenso al escenario mundial y durante dos elecciones generales, Trudeau y su marca se han convertido en un lastre para la suerte del partido.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Getty Images
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció su renuncia tras casi una década en el cargo.

“Incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos”

Paul Wells, periodista político canadiense y autor de un libro centrado en su figura dijo recientemente a la BBC que cree que Trudeau será recordado “como un primer ministro importante”, sobre todo por haber ofrecido un liderazgo genuino en temas como la reconciliación indígena y, hasta cierto punto, la política climática.

Pero Wells cree que Trudeau es alguien “que se percibía cada vez más desconectado de la opinión pública y cada vez más incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos”.

Trudeau destacó en el anuncio de su adiós los aspectos de su gestión de los que está más orgulloso, incluida la gestión del caos de la pandemia de covid, la renegociación de un acuerdo de libre comercio con el anterior gobierno de Donald Trump en Estados Unidos y la implementación de un subsidio infantil ampliamente considerado como una ayuda para aliviar la pobreza.

Pero una serie de escándalos comenzaron a quitarle brillo a su gobierno: se descubrió que había violado las reglas federales sobre conflictos de intereses en el manejo de una investigación de corrupción (el asunto SNC-Lavalin) y en viajes de lujo a las Bahamas.

Donald Trump y Justin Trudeau.
Getty Images
Trudeau tuvo que manejar las diferencias con Washington en la primera presidencia de Donald Trump.

Los escándalos que minaron a Trudeau

En 2020 recibió críticas por elegir a una organización benéfica vinculada a su familia para gestionar un importante programa gubernamental.

En las elecciones generales del año anterior, su partido quedó reducido a una minoría, por lo que los liberales empezaron s depender del apoyo de otros partidos para mantenerse en el poder.

Las elecciones anticipadas de 2021 no mejoraron su suerte.

Más recientemente, Trudeau y su popularidad se vieron golpeados por el aumento del costo de vida y la inflación, que han contribuido a reveses electorales sufridos por gobiernos en todo el mundo.

Su promoción de una agenda demasiado cargada de grandes promesas contribuyó a engordar la insatisfacción.

Su manejo de la inmigración también generó descontento. El año pasado los liberales abandonaron su política tradicional de puertas abiertas y recortaron significativamente el número de extranjeros que recibieron autorización para instalarse en Canadá.

En ocasiones Trudeau les dio munición fácil a sus rivales, como cuando trascendió que se había pintado el rostro de negro para disfrazarse de personajes afro cuando era un veinteañero, una práctica hoy vista por muchos como racista y que resultaba particularmente embarazosa para un gobernante que se presentaba como ejemplo de tolerancia y progresismo.

Más recientemente, una serie de reveses políticos habían dejado claro que Trudeau había agotado su crédito.

Disputas internas en el partido

Indigentes en carpas en un parque de Toronto.
Getty Images
El alto coste de la vivienda ha sido una de las causas de la pérdida de popularidad de Trudeau.

El pasado verano los votantes rechazaron a candidatos liberales en un puñado de elecciones especiales en circunscripciones que hasta entonces habían sido bastiones del partido de Trudeau.

El primer ministro se había convertido en una figura cada vez más polarizante para el electorado: Trudeau dijo el lunes que “es hora de reiniciar” y de que “baje la temperatura” en la política canadiense.

Las encuestas mostraron la caída de su popularidad, sin que los intentos de enderezar el rumbo con cambios de gabinete y exenciones fiscales lograran levantarla. Los votantes parecían responsabilizarlo del aumento en el coste de la vida en general y de la vivienda en particular.

Una encuesta realizada durante las vacaciones por el Instituto Angus Reid arrojó el nivel más bajo en el apoyo al Partido Liberal desde que hay registros y, según los sondeos más recientes, los conservadores, liderados por Pierre Poilievre, un político de carrera de 45 años con habilidad para lanzar agudos eslóganes de campaña, ganarían cómodamente una elección si se celebrara hoy.

La inestabilidad política y el adiós de Trudeau se producen cuando Canadá enfrenta una serie de desafíos, entre ellos la promesa del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que asumirá el cargo el 20 de enero, de imponer aranceles del 25 % a los productos canadienses.

Sin embargo, hasta el final, Trudeau parecía decidido a aguantar, y citaba a menudo su deseo de enfrentarse a Poilievre, un político ideológicamente opuesto a él.

Pero la impactante renuncia de la viceministra clave de Trudeau, la exministra de Finanzas Chrystia Freeland, a mediados de diciembre resultó ser la gota que colmó el vaso.

Freeland era una figura clave del gobierno y renunció en medio de diferencias con Trudeau, al que reprochaba intentar seguir adelante con costosos programas sociales pese a las amenazas de Trump de imponer fuertes aranceles a las exportaciones canadienses hacia Estados Unidos.

Los miembros de su propio partido comenzaron a dejar claro públicamente que ya no apoyaban su liderazgo.

Y con eso, cayó la última ficha de dominó.

Línea
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección del mejor contenido de la semana.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en el nuevo canal de WhatsApp.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...