
Dedicado a las jóvenes de hoy que buscan hacerse escuchar. EFG.
¿Hacia dónde podemos voltear la mirada en tiempos de violencia, desinformación, saturación, guerra y crisis? Leemos sobre la violencia, vemos imágenes que en otros tiempos nos hubieran arrancado el alma y hoy las deslizamos en el celular para ver la siguiente imagen impávidos. Nos hablan de enfrentamientos y ejércitos como si narraran un cuento cotidiano. ¿Alguien vivió esto antes y sobrevivió?
Si. Muchas personas han vivido esto antes: han vivido en carne propia el enfrentamiento, el surgimiento de regímenes totalitarios y fascistas, han respirado la destrucción y han optado por ver esto desde otra perspectiva y actuar. Han resistido desde otra trinchera, no desde el enfrentamiento directo. Me refiero a las mujeres que con su arte, enfrentaron el fascismo, desafiaron la censura y construyeron un legado que aún resuena. Arriesgaron sus vidas y sus cuerpos -en las guerras y enfrentamientos, los cuerpos de las mujeres son una extensión del campo de batalla- y se atrevieron a transmitir su experiencia y vivencia sin armas, pero con su voz y talento.
Hoy, en un momento de la historia en el que el discurso parece dominado por la brutalidad y la desesperanza, detenernos en esas historias es un acto de memoria y probablemente, también de esperanza y libertad.
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Durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española, muchas mujeres usaron el arte como arma. No con balas ni fusiles, sino con imágenes, palabras y música que desafiaron al poder y visibilizaron lo que otros quisieron ocultar o no se atrevieron a visibilizar. Nombrarlas no es sólo un acto de justicia, es un desafío y representa abrir una puerta a las posibilidades.
Pronunciemos los nombres de Joséphine Baker, Kati Horna, Helen Ernst, Maruja Mallo y Lucía Sánchez Saornil.
Joséphine Baker, cantante, bailarina y espía de la Resistencia Francesa, de origen estadounidense y afrodescendiente. Fue también defensora de los derechos de las mujeres negras. Su trabajo le permitió ser espía contra la Alemania nazi. Su inteligencia, talento y capacidad le hicieron ganar un lugar en la alta sociedad francesa y siempre actuó a favor de los derechos civiles. En septiembre de 1939 se convirtió en una agente de contraespionaje, trabajando con Jacques Abtey, jefe de la contrainteligencia militar en París. Utilizó las partituras musicales para ocultar mensajes secretos. No solo entretenía: conspiraba. Recibió la Medalla de la Resistencia después de la guerra y la Legión de Honor de manos del General de Gaulle. Fue la primera mujer afrodescendiente en ser enterrada en el Panteón de París.
Kati Horna fue una fotógrafa anarquista nacida en Hungría y nacionalizada mexicana. Perteneció al grupo de Bertolt Brecht y el Bauhaus. Su madre insistió en que fuese autónoma y partió a Alemania para continuar sus estudios como fotógrafa, pero la llegada del nazismo la hizo regresar a Budapest. Alumna de Jósef Pécsi. Huyó posteriormente a París y fue pareja de Robert Capa. Se sumó al surrealismo y, junto con Wolfang Burger, desarrolló la serie Hitler Eye, que consiste en una serie de imágenes de un huevo parodiando a Hitler. A partir de 1936 va a Barcelona y Valencia para cubrir la Guerra Civil Española. Se casa con el fotógrafo José Horna -de quien toma el nombre- y huyen a París. Cuando los nazis invaden Francia, huyen como refugiados a México. En la Ciudad de México se hace amiga cercana de Remedios Varo y Leonora Carrington. Las fotografías que se consideraban perdidas de la Guerra Civil Española fueron recuperadas en 2016 y dan cuenta del trabajo de Kati. Demostró que la lucha no estaba sólo en el frente de batalla sino en cada acto de supervivencia.
La artista gráfica alemana Helen Ernst participó en la resistencia contra el nazismo. Entre sus trabajos se encuentra haber sido profesora de arte de moda, ilustradora de prensa, diseñadora gráfica de vestuario y asesora de moda. La crisis mundial, la situación de pobreza de su madre y el contexto la hicieron unirse al partido comunista alemán. Formó parte de los Artistas Visuales Revolucionarios. Fue encarcelada, su obra censurada y parte de ella destruida. Huyó a los Países Bajos. Alemania le quitó la nacionalidad. Cuando los Países Bajos fueron invadidos, fue deportada a Alemania y encerrada en el campo de concentración para mujeres de Ravensbrück y después trasladada a Barth. En 1945 fue liberada por el Ejército Rojo. En el campo de concentración hizo dibujos a lápiz que dan cuenta de los horrores que vivió. Formó parte del Comité Nacional para las Víctimas del Fascismo. Los exprisioneros la acusaron de espía y sólo dos años antes de su muerte fue absuelta de esta acusación.
Maruja Mallo, pintora surrealista e integrante de la Generación del 27, fue una artista española, republicana y encarnación de la “nueva mujer libre y emancipada”. Cercana a García Lorca, Dalí, Margarita Manso, Buñuel, Rafael Alberti, entre otros, trabajó en diversas publicaciones literarias como La Revista de Occidente o la Gaceta Literaria. Ortega y Gasset organizó su primera exposición. Siguió estudiando en París en donde frecuentaba las tertulias con André Breton y Paul Èluard; conoció a Miró, a Magritte. A su regreso a Madrid fue muy cercana a Miguel Hernández y siguió comprometida con la República. Cuando estalló la Guerra Civil, huyó a Portugal y Gabriela Mistral -entonces embajadora de Chile en el país- la recibió. Viajó después a Argentina y siguió desarrollando su obra en el exilio. Permaneció con Alfonso Reyes, embajador de México en el país hasta 1938. Posteriormente fue a Chile, donde Pablo Neruda la recibió y se fue a vivir a Nueva York. En 1962 regresó a España. Murió en 1995. El franquismo nunca la pudo silenciar.
Lucía Sánchez Saornil fue una poeta española, anarcosindicalista y luchadora por la emancipación de las mujeres españolas. Su seudónimo literario fue Luciano de San-Saor y los seudónimos periodísticos fueron La Compañera X, Vigía, Un Confederado, El Observador. Estuvo afiliada a la Confederación Nacional del Trabajo. En 1936 cofundó la revista y la organización Mujeres Libres, de la que fue secretaria nacional. En 1937 participó en la creación de Solidaridad Internacional Antifascista (SIA). Formó parte del Ultraísmo y participó en La Gaceta Literaria. Cuando estalló la Guerra Civil Española participó activamente en la lucha antifascista, formó parte del asalto al Cuartel de la Montaña, fue cronista de guerra y propuso la formación de brigadas de trabajo de mujeres. En 1939 pasó al exilio en Francia. Ella y su pareja, América Barroso, fueron perseguidas por la policía francesa por considerarla una ”anarquista peligrosa” Regresaron después a España y la persecución hizo que dieran un giro de actividades, pero nunca cesó su compromiso. Su poesía siempre fue combativa y no dejó de denunciar el abuso y el machismo dentro de la propia izquierda.
Estas mujeres tienen en común haber denunciado la guerra a través de su arte, haber combatido desde otras trincheras y haber sido relegadas en la historia oficial de la resistencia. También tienen en común haber sido valientes, contundentes y comprometidas hasta el final con su causa y visión.
El arte de estas mujeres no es sólo historia. Nos habla de la urgencia de documentar, de visibilizar, de resistir. Nos recuerda que la censura y el autoritarismo siempre han intentado callar las voces disidentes y las voces de las mujeres. Sus propuestas artísticas han sido un contrapeso y un espacio para hacer visible lo prohibido.
En la actualidad, vemos cómo diversas y diversos artistas siguen enfrentando regímenes opresivos mediante su obra. Desde el arte callejero en dictaduras modernas hasta la poesía y la música que desafían la violencia de Estado, la lección de estas mujeres sigue vigente.
Porque resistir no es solo tomar las armas. También es escribir, pintar, bailar, fotografiar, conversar y no callar. También es contar las historias que otros quieren borrar.
La memoria hoy, es un acto de resistencia.
Recordarlas no es un ejercicio nostálgico, sino una responsabilidad. Porque lo que hicieron sigue siendo necesario. Porque su arte nos sigue hablando. Porque, en un mundo que insiste en construir la historia desde la guerra y la violencia, insistir en reconocerlas, recordarlas y nombrarlas también es un acto de resistencia y de esperanza.
Nombrarlas es un acto de libertad.

Según cifras del gobierno, 14,2 millones de personas viven bajo el nivel de pobreza en Reino Unido. Algunas familias dependen de bancos de alimentos para cubrir todas sus necesidades.
El esposo de Nicole, una madre de cinco hijos que vive en el Gran Manchester, en el noroeste de Inglaterra, trabaja a tiempo completo, pero el dinero no le da para llegar a fin de mes.
Y aunque asegura que a sus pequeños no les falta lo esencial, la familia ha tenido que recurrir a bancos de alimentos para atender todas sus necesidades.
Esto pese a la presión social generada por las personas que ven con recelo las prestaciones sociales para los más necesitados en Reino Unido.
“Me avergonzaba usar los bancos de alimentos, especialmente con mi esposo empleado. Pero algunas personas no se dan cuenta de los problemas [económicos] que pueden enfrentar las familias aun cuando trabajan”, sostuvo Nicole el pasado noviembre en una entrevista con la BBC sobre un posible aumento de ayudas sociales para los hogares con más de dos niños.
“Ellos no se dan cuenta de que las circunstancias de todos no son iguales. Y son los niños los que están sufriendo por ello, ¿cómo puede la gente ignorar eso?”, agregó.
La familia de Nicole no está sola en esta problemática.
El gobierno estima que 14.2 millones de personas están bajo el nivel de pobreza luego de pagar los costos relacionados con la vivienda.
Mientras que el número de niños en situación de pobreza en Reino Unido alcanzó su nivel más alto desde que comenzaron los registros comparativos en 2002.
Para abril de 2024, 4.5 millones de menores eran parte de un hogar con ingresos relativamente bajos, según la medida oficial del gobierno para definir la pobreza.
La cifra, publicada por el Departamento de Trabajo y Pensiones, supone un aumento de 100 mil niños respecto al año anterior, y equivale al 31% de los niños del país.
El número aumentó drásticamente desde 2021, y Child Poverty Action Group (CPAG), una ONG que investiga sobre la pobreza infantil en Reino Unido, predice que 4.8 millones de niños estarán en situación de pobreza para el final de término del actual gobierno laborista (2029-30).
Adam Corlett, un economista del think thank Resolution Foundation, le dijo a la BBC en marzo que “los datos más recientes son un recordatorio contundente de la magnitud de la privación entre las familias, con casi un tercio de los niños en Gran Bretaña viviendo ahora en la pobreza”.
Danielle, una madre de cuatro niños, tuvo una relación de 15 años con el padre de sus hijos que terminó en enero.
Ahora está sola y sin empleo; dejó su trabajo para cuidar a uno de sus pequeños que tiene una discapacidad.
En una entrevista con la BBC también en noviembre, comentó que tuvo que advertirle a sus niños sobre la posibilidad de no poder regalarles “mucho” por Navidad.
“Ahora estoy sola y es difícil”, sostuvo.
Cuando Danielle se separó de su pareja, ella y sus hijos, de entre dos y 13 años, recibieron apoyo de la organización benéfica para personas sin hogar The Wallich.
La familia fue trasladada a un alojamiento temporal, pero la mudanza significó que “perdió parte de su red de apoyo”, comentó, por su parte, Jamie-Lee Cole, quien trabaja en la ONG.
“Y ahora estoy en esta situación en la que no puedo ir a trabajar, pero espero que algún día pueda volver a hacerlo”, añadió Danielle, de 32 años.
La mujer afirmó que sus hijos carecen de “muchas cosas” y que está preocupada por la temporada festiva.
“Hoy en día nada es barato”, indicó.
“Les dije que pueden tener lo que yo pueda permitirme, y si no lo tienen, no hay nada que pueda hacer”.
Danielle y Nicole, ambas en entrevistas realizadas en fechas separadas, afirmaron que una nueva política impulsada por el gobierno Laborista del primer ministro Keir Starmer podría ser de gran ayuda para sus familias.
La iniciativa, sin embargo, no entrará en vigor hasta 2026.
Desde 2017, por una política aprobada durante el gobierno del conservador David Cameron, en Reino Unido las familias de bajos ingresos están impedidas de reclamar ayuda social para más de dos hijos.
Datos publicados por BBC News en noviembre señalan que esto hizo que 1.6 millones de niños que pertenecen a familias numerosas no pueden solicitar ayudas.
Este límite se eliminará a partir de abril de 2026, según anunció la actual ministra de Hacienda, Rachel Reeves, en la presentación del nuevo presupuesto.
La organización benéfica Trussell Trust, que dirige una red de bancos de alimentos, dijo que el límite de dos hijos es “el principal factor que impulsa la pobreza infantil” y eliminarlo sería “lo correcto”.
La organización afirmó que la limitación empujó a millones de familias a una mayor precariedad e impide que los niños tengan un “buen comienzo en su vida”.
“Cada semana, los bancos de alimentos en la red de Trussell apoyan a padres que han hecho todo lo posible para proteger a sus hijos del hambre”, dijo Helen Barnard, directora de políticas en Trussell.
“Se saltan comidas durante semanas para que los niños tengan suficiente para comer, convirtiendo en juegos el envolverse en mantas para evitar encender la calefacción, intentando fingir que todo está bien, pero no lo está”, agregó.
El gobierno laborista recibió críticas de la oposición en el Parlamento, que alega que ha perdido el control del sistema de bienestar, y que el coste de su medida caerá sobre los contribuyentes.
Revees insiste en que está “totalmente financiado”, porque su administración atendió los problemas de fraude y los errores en el sistema de bienestar, y tomó medidas contra la evasión fiscal y reformó los impuestos sobre las apuestas de juego.
Nicole afirma que hay un “concepto errado” sobre las familias que reciben ayudas del gobierno.
Y que esa idea hace que sus problemas sean peores.
“He trabajado desde que tengo 13 años, siempre le he pagado al sistema y ahora, cuando lo necesito, siento que no está ahí para nosotros”, comentó.
De acuerdo con el Departamento del Trabajo y Pensiones, 59% de los hogares que se vieron afectados por la restricción de dos hijos tienen personas que trabajan.
Desde que tuvo su hijo más joven, dice que el costo de vida ha incrementado. Ahora está constantemente preocupada por el dinero.
Y siento que ha sido “castigada” por tener más de dos hijos.
“Nuestros hijos siempre tienen lo necesario, nos aseguramos de ello, pero es una preocupación constante. Comida, libros, uniforme escolar”, señaló.
“Llevo 12 años usando la misma ropa”, dijo la mujer de 30 años”.