Home
>
Analisis
>
Autores
>
Animatrix
>
Educación, tecnología e igualdad en tiempos de Malala
Animatrix
Animatrix
Náufraga reincidente de internet, bloguera empedernida, defensora de los animales, aficionada a la fotografía y... Continuar Leyendo
4 minutos de lectura

Educación, tecnología e igualdad en tiempos de Malala

La lucha de Malala por la educación de niñas nos enseña que el acceso al conocimiento y a la tecnología es esencial en la misión de empoderar a mujeres y niñas. Sin embargo, para cerrar verdaderamente estas brechas, es necesario un esfuerzo global concertado que aborde las limitaciones estructurales y culturales que enfrentan millones de niñas y mujeres en su acceso a la educación.
29 de octubre, 2024
Por: Claudia Calvin

La reciente visita a México de Malala Yousafzai, defensora mundial de la educación de niñas y Premio Nobel de la Paz, nos recuerda el poder transformador de la educación y la tecnología para cerrar brechas de género. La historia de Malala es la historia de la lucha e importancia de cómo la educación puede empoderar a millones de niñas y mujeres, incluso en contextos en  donde sus derechos son limitados. La educación puede brindarles la posibilidad de un futuro distinto a su presente. Esto, sin duda, suena bien y nos motiva a seguir avanzando pero también hay que reconocer que en el mundo se está viviendo un retroceso con relación a los derechos de las mujeres y éstos están amenazados, una vez más.

La educación de niñas y mujeres sigue siendo fundamental para construir sociedades más igualitarias, justas  y estables. Sin embargo, millones de niñas aún enfrentan barreras para acceder a la educación y la tendencia está empeorando. De acuerdo con la UNESCO, 129 millones de niñas en el mundo no asisten a la escuela. La pandemia de COVID-19 empeoró esta situación y el cambio climático también: en países del Cuerno de Africa, niñas menores de 12 años son vendidas para que los padres puedan mantener a sus familias ante las sequías de los últimos años, lo que si de por sí es trágico, aumenta la espiral de desesperanza para estas criaturas pues se les condena y vulnera más, dejándolas en mayor riesgo de violencia, matrimonio infantil y pobreza. Las niñas constituyen el 53 % de la población mundial de jóvenes fuera de la escuela, la misma proporción que en el año 2000.

En situaciones de conflicto, el panorama es aún más sombrío. Las niñas en contextos de conflicto tienen 2.5 veces más probabilidades de no asistir a la escuela en comparación con los niños. Sin educación, estas niñas están condenadas a ciclos de violencia y pobreza, limitando su capacidad de un futuro en libertad y con posibilidades y en el mediano y largo plazo de contribuir al desarrollo de sus comunidades y perpetuando desigualdades de género.

En este contexto, la tecnología representa una herramienta poderosa para acercar la educación a las niñas, especialmente en regiones de difícil acceso. Sin embargo, la brecha digital  de género sigue siendo una barrera crítica con un alto costo para las personas y los países. De acuerdo con la Alliance for Affordable Internet, el costo de la exclusión y de la brecha digital de género le cuesta a los países en el mundo. Si esta se redujera, en cinco años podrían tener $ 524 billones de dólares más para sus economías. Las mujeres tienen menos acceso a internet que los hombres y en países de menor desarrollo esta brecha llega a ser hasta de 52 %.

A pesar de estos obstáculos, en lugares con conectividad viable, los programas de educación digital están logrando un impacto significativo. En Pakistán, donde Malala comenzó su lucha por el derecho a la educación, iniciativas como Code Girls y She Codes Foundation  están permitiendo que mujeres jóvenes se formen en  habilidades digitales, aumentando sus oportunidades laborales y su independencia económica.

Estas experiencias muestran que si bien la tecnología no es la única solución, su instrumentación puede ayudar a transformar realidades y abrir puertas a oportunidades que de otro modo serían inaccesibles para las niñas en contextos vulnerables.

La educación tecnológica no solo prepara a las niñas para el mercado laboral, también fortalece su capacidad de liderazgo. McKinsey señaló hace unos años que si Europa quiere mantenerse a la vanguardia en su capacidad de innovación y adaptación a los retos globales, es necesario que incorpore a las mujeres al mundo tecnológico. Su incorporación podría representar entre 260 y 600 billones de Euros al PIB de la región.

La lucha de Malala por la educación de niñas nos enseña que el acceso al conocimiento y a la tecnología es esencial en la misión de empoderar a mujeres y niñas. Sin embargo, para cerrar verdaderamente estas brechas, es necesario un esfuerzo global concertado que aborde las limitaciones estructurales y culturales que enfrentan millones de niñas y mujeres en su acceso a la educación.

Malala, al igual que muchas niñas y mujeres en todo el mundo, ha demostrado que la educación es el catalizador más poderoso para el cambio social y económico. Si unimos fuerzas para integrar la tecnología con la educación en nuestras estrategias de igualdad, podemos avanzar hacia un futuro más justo e incluyente.

Un honor haber conocido a Malala. Es absolutamente inspirador escucharla y motivante para las mujeres de todas las edades.

No podemos seguir permitiendo que la pobreza y el analfabetismo sigan teniendo rostro de mujer.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
¿Puede Trump eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento como prometió?
5 minutos de lectura

Negar la ciudadanía por derecho de nacimiento requeriría el apoyo de 2/3 del Congreso y 3/4 de los estados de EE.UU.

21 de enero, 2025
Por: BBC News Mundo
0

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que planea poner fin a la “ciudadanía por derecho de nacimiento”, en referencia a la ciudadanía estadounidense que se concede automáticamente a cualquier persona nacida en el país.

Trump firmó el lunes una orden ejecutiva que aborda la definición de ciudadanía por derecho de nacimiento, aunque los detalles hasta ahora no están claros.

La ciudadanía por derecho de nacimiento se deriva de la 14ª enmienda de la Constitución estadounidense, que establece que “todas las personas nacidas” en EE.UU. “son ciudadanos de Estados Unidos”.

Aunque Trump prometió poner fin a esta práctica, tratar de hacerlo supondría enfrentarse a importantes obstáculos legales. La Unión Americana de Libertades Civiles y otros grupos demandaron inmediatamente al gobierno de Trump por la orden ejecutiva.

¿Qué es la “ciudadanía por derecho de nacimiento”?

La primera frase de la 14ª enmienda de la Constitución estadounidense establece el principio de “ciudadanía por derecho de nacimiento”:

“Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen”.

Los partidarios de la línea dura en materia de inmigración argumentan que la política es un “gran imán para la inmigración ilegal” y que anima a las mujeres embarazadas indocumentadas a cruzar la frontera para dar a luz, un acto que se ha denominado peyorativamente “turismo de natalidad” o tener un “bebé ancla”.

¿Cómo surgió la enmienda?

La 14ª enmienda se adoptó en 1868, tras el final de la Guerra Civil. La 13ª enmienda había abolido la esclavitud en 1865, mientras que la 14ª resolvía la cuestión de la ciudadanía de los antiguos esclavos liberados nacidos en Estados Unidos.

Decisiones anteriores del Tribunal Supremo, como Dred Scott contra Sandford en 1857, habían establecido que los afroamericanos nunca podrían ser ciudadanos estadounidenses. La 14ª enmienda anuló esa decisión.

En 1898, el Tribunal Supremo de Estados Unidos afirmó que la ciudadanía por nacimiento se aplica a los hijos de inmigrantes en el caso Wong Kim Ark contra Estados Unidos.

Inmigrantes rumbo a Estados Unidos
Getty Images
La mayoría de los juristas coinciden en que el presidente Trump no puede poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento con una orden ejecutiva.

Wong era un joven de 24 años, hijo de inmigrantes chinos, que nació en EE.UU., pero al que se le denegó la reentrada cuando regresó de una visita a China. Wong alegó con éxito que, al haber nacido en EE.UU., la condición de inmigrantes de sus padres no afectaba a la aplicación de la 14ª enmienda.

“El caso Wong Kim Ark contra Estados Unidos afirmaba que, independientemente de la raza o el estatus migratorio de los padres, todas las personas nacidas en Estados Unidos tenían todos los derechos que ofrecía la ciudadanía”, escribe Erika Lee, directora del Centro de Investigación de Historia de la Inmigración de la Universidad de Minnesota.

“El tribunal no ha vuelto a examinar esta cuestión desde entonces”.

¿Puede Trump revocarla?

La mayoría de los juristas coinciden en que el presidente Trump no puede poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento con una orden ejecutiva.

“Está haciendo algo que va a molestar a mucha gente, pero en última instancia esto lo decidirán los tribunales”, señaló Saikrishna Prakash, experto constitucional y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia. “Esto no es algo que él pueda decidir por su cuenta”.

Prakash dijo que, aunque el presidente puede ordenar a los empleados de las agencias federales que interpreten la ciudadanía de forma más restrictiva -los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU., por ejemplo-, eso daría lugar a impugnaciones legales por parte de cualquier persona a la que se denegara la ciudadanía.

Esto podría dar lugar a una larga batalla judicial que acabaría en el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

Una enmienda constitucional podría suprimir la ciudadanía por derecho de nacimiento, pero para ello se necesitarían dos tercios de los votos de la Cámara de Representantes y del Senado y la aprobación de tres cuartas partes de los estados de EE.UU.

¿A cuántas personas afectaría?

Según el Centro de Investigaciones Pew, en 2016 nacieron en EE.UU. unos 250.000 bebés de padres inmigrantes no autorizados, lo que supone un descenso del 36% respecto al máximo alcanzado en 2007. En 2022, el último año del que se dispone de datos, hubo 1,2 millones de ciudadanos estadounidenses nacidos de padres inmigrantes no autorizados, según Pew.

Pero como esos niños también tienen hijos, el efecto acumulativo de poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento aumentaría el número de inmigrantes no autorizados en el país a 4,7 millones en 2050, según el Instituto de Política Migratoria.

Madre inmigrante con su bebé
Getty Images
En 2022, el último año del que se dispone de datos, hubo 1,2 millones de ciudadanos estadounidenses nacidos de padres inmigrantes no autorizados.

En una entrevista con el programa “Meet the Press” de la NBC, Trump dijo que pensaba que los hijos de inmigrantes no autorizados debían ser deportados junto a sus padres, aunque hubieran nacido en EE.UU.

“No quiero estar rompiendo familias”, dijo Trump el pasado diciembre. “Así que la única manera de no romper la familia es mantenerlos juntos y tienes que enviarlos a todos de vuelta”.

Más de 30 países -entre ellos Canadá y México- practican el “Ius soli” automático o “derecho de suelo” sin restricciones.

Otros países, como Reino Unido y Australia, permiten una versión modificada en la que la nacionalidad se concede automáticamente si uno de los progenitores es ciudadano o residente permanente.

*Este artículo fue escrito y editado por nuestros periodistas con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial para la traducción, como parte de un programa piloto.

Línea gris
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...