El Tren Maya es una realidad y este 15 de diciembre inauguran un primer tramo. Para que lo vayas conociendo, te decimos cuáles son las zonas arqueológicas que verás en la ruta de este tren.
Aunque el Tren Maya conectará a los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, el tramo que inicia operaciones es el de Campeche hasta Cancún. Específicamente el que iría de las estaciones San Francisco (Campeche) a Cancún Aeropuerto.
El viaje inaugural del Tren Maya será el viernes 15 de diciembre. El sábado 16 de diciembre se ofrecerá el primer viaje de pasajeros a las 07:00 horas. Igualmente, habrá viajes hasta el 30 de diciembre.
La ruta inicial será de la estación San Francisco de Campeche a la estación Cancún (y de regreso). Cuenta con un total de 14 paradas pasado por zonas turísticas como Izamal, Chichen Itzá, y Valladolid.
En todo este tiempo, el Inah ha trabajado en un programa de salvamento arqueológico y, con ayuda de Fonatur, varias de esas zonas arqueológicas serán abiertas al público y al turismo.
El Inah confirmó que en total serán 28 zonas arqueológicas inscritas en el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) y que están ubicadas a lo largo de la ruta del Tren Maya. La mayoría de estos sitios están ubicados en Yucatán y Quintana Roo.
Además, 11 de estas zonas contarán también con un Centro de Atención a Visitantes (Catvi), que son “espacios que brindarán al turismo nacional e internacional una experiencia más agradable de su estancia y conocimiento de los sitios arqueológicos”.
De acuerdo con la institución, el salvamento arqueológico en la ruta del Tren Maya registra más de 54 mil bienes inmuebles (caminos, albarradas, plataformas, unidades habitacionales, áreas residenciales, basamentos piramidales y otros edificios), así como más de un millón 220 mil fragmentos de cerámica.
Recientemente, se compartieron algunas de las zonas arqueológicas en la ruta del Tren Maya:
En conferencia, se anunció que a partir del 15 de diciembre de 2023, la empresa Tren Maya distribuirá la Gran Guía Tren Maya. Esta contendrá información sobre las zonas arqueológicas y sitios históricos cercanos a cada estación o paradero.
Además, contendrá datos sobre las manifestaciones culturales, gastronómicas y las tradiciones de las comunidades mayas de Chiapas, Tabasco y de la península de Yucatán.
A pesar de la solicitud del papa Francisco de que sea una ceremonia sencilla, el evento es la despedida de un jefe de Estado y del líder de millones de fieles alrededor del mundo.
El funeral del papa Francisco será más sencillo que los de los pontífices anteriores, según las instrucciones que él mismo dejó.
Pero al ser el acto funerario de un jefe de Estado y del líder de más de mil millones de católicos en todo el mundo, será igualmente un espectáculo repleto de ceremonia y tradición.
La muerte de Francisco ha hecho que viajen al Vaticano importantes figuras del mundo de la política y la cultura, así como miles de católicos que se quieren despedir del pontífice.
Los arzobispos y obispos comenzarán a reunirse a las 08:30 hora local en el Ala Constantino, un corredor adyacente a la Basílica de San Pedro.
Al mismo tiempo, los sacerdotes católicos se congregarán en la Plaza de San Pedro.
Media hora más tarde, a las 09:00 hora local, los patriarcas de la Iglesia Ortodoxa y los cardenales se congregarán en la Capilla de San Sebastián, dentro de la basílica, donde reposan los restos del papa Juan Pablo II.
Caminarán en procesión fúnebre acompañando el féretro del Papa, que ha pasado los últimos cuatro días en el centro de la Basílica de San Pedro.
El funeral comenzará a las 10:00, cuando el féretro sea depositado en la plaza frente a la Basílica de San Pedro. El servicio será presidido por el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re.
Los invitados y dignatarios se sentarán más cerca de la basílica y del ataúd, mientras que miles de otros clérigos y miembros del público se situarán dentro y alrededor de la Plaza de San Pedro, de una manera parecida a como ocurrió en el funeral del Papa Benedicto XVI que se muestra a continuación.
El servicio concluirá con oraciones por el papa Francisco y una última oración de cierre en la que el Papa será encomendado formalmente a Dios.
Esto marca el inicio de un periodo de luto de nueve días llamado Novemdiales, en los que se celebra una misa diaria en memoria del difunto Papa.
Se espera la asistencia de al menos 250 mil personas al funeral, y hay unos 170 jefes de Estado o de gobierno en la lista de invitados.
El príncipe Guillermo representará al rey Carlos III, continuando el precedente establecido en 2005, cuando el entonces príncipe de Gales asistió al funeral del papa Juan Pablo II en representación de la reina Isabel II.
Otros jefes de Estado y miembros de la realeza han confirmado su asistencia, entre ellos el presidente estadounidense Donald Trump, el presidente francés Emmanuel Macron, los reyes Felipe VI y Letizia de España, y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
También habrá cientos de miembros del clero, y cada grupo tendrá un código de vestimenta específico para el servicio.
Para obispos y arzobispos, la vestimenta litúrgica para un funeral incluye el alba, una túnica blanca sujeta por un cordón tradicional llamado cíngulo; el amito, un paño corto de lino que cubre el cuello; y una casulla roja, una capa solemne, en honor al Papa. Finalmente, se ponen una sencilla mitra blanca de lino o seda sobre la cabeza.
Los cardenales visten ropas similares, pero se distinguen por sus mitras con un patrón de damasco más ornamentado, que parecen de color crema en lugar de blanco.
Los sacerdotes visten vestimentas más sencillas y un pañuelo largo sobre su túnica llamado estola roja.
Los líderes o patriarcas de las iglesias ortodoxas usarán su propio estilo de mitras, una capa llamada sakkos y una tela ornamentada llamada omoforion, en colores de acuerdo con sus tradiciones específicas.
Tras el servicio, el cuerpo de Francisco, vestido con una casulla roja y una mitra papal de damasco y oro, será trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma para su entierro. Se convertirá en el primer Papa desde León XIII, quien murió en 1903, en ser enterrado fuera del Vaticano.
Tradicionalmente, los restos del Papa se depositaban la víspera del funeral en tres ataúdes anidados, hechos de ciprés, plomo y roble.
El ataúd de ciprés simbolizaba la humildad y la mortalidad; el ataúd exterior de roble, un signo de dignidad y fortaleza; y el ataúd de plomo, soldado para preservar los restos y evitar su manipulación.
Sin embargo, el año pasado, el papa Francisco solicitó que se le enterrara en un ataúd de madera más sencillo con interior de zinc.
Este es el ataúd que se verá en el funeral.
Según monseñor Diego Ravelli, maestro de ceremonias litúrgicas del Vaticano, esta petición subraya “aún más que las exequias del Romano Pontífice son las de un pastor y discípulo de Cristo y no las de un poderoso de este mundo”.
El papa Francisco era jesuita, una orden religiosa católica de sacerdotes conocida por su dedicación a la educación y la labor misionera.
También era devoto de la Virgen María, por lo que eligió ser enterrado en Santa María la Mayor, ubicada fuera del Vaticano, en el centro de Roma.
La iglesia alberga la Salus Populi Romani, un icono bizantino de la Virgen, que se cree fue realizado por San Lucas Evangelista y utilizado por órdenes jesuitas de todo el mundo.
En su testamento, escrito en 2022, el Papa Francisco declaró: “A lo largo de mi vida, y durante mi ministerio como sacerdote y obispo, siempre me he encomendado a la Madre de Nuestro Señor, la Santísima Virgen María”.
“Deseo que mi último viaje terrenal culmine precisamente en este antiguo santuario mariano, donde siempre me detenía a orar al principio y al final de cada Viaje Apostólico, confiando con confianza mis intenciones a la Inmaculada Madre y agradeciendo su tierno y maternal cuidado”, escribió.
En su primer día como Papa, en 2013, Francisco salió del Vaticano para rezar en Santa María la Mayor.
Siete papas están enterrados en la misma basílica en tumbas ornamentadas; sin embargo, el pontífice argentino pidió que su tumba estuviera en la nave lateral, entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza, cerca de la estatua conocida como María Regina Pacis (María, Reina de la Paz).
“Cerca de esa Reina de la Paz, a quien siempre he recurrido en busca de ayuda y cuyo abrazo he buscado más de cien veces durante mi pontificado”, explicó Francisco en su testamento.
El Papa también pidió que su tumba estuviera en el suelo, sencilla y con solo la inscripción “Franciscus”, la versión latina de su nombre elegido.
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