Lo hemos dicho y lo repetimos: ¡la información es poder! Y ejercer nuestra sexualidad con información es la mejor herramienta para que sea bonita, responsable y libre. Sabemos que puede haber riesgos, como las infecciones de transmisión sexual, pero en lugar de espantarnos, ¡hay que conocerlas! Para, de esta forma, tomar medidas para evitar contagios o, en todo caso, saber qué hacer en caso de contraer alguna.
Esta vez hablaremos de la herpes genital que, a diferencia de la sífilis, es un virus que provoca llagas en tus genitales, en tu boca o en ambas.
La herpes una infección que puede llegar a ser muy molesta y dolorosa, pero generalmente no causa problemas graves a la salud.
Esta infección es causada por dos virus que se parecen mucho (son primos, qué digo primos, ¡hermanos!): el herpes simple tipo 1 (en la comunidad médica le conocen como VHS-1) y el herpes simple tipo 2 (se pusieron imaginativos y le pusieron VHS-2).
En las mujeres y personas con vulva, cualquiera de los dos virus pueden provocar llagas en y alrededor de tu vulva, también en tu vagina, cuello uterino, ano y nalgas.
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Mientras que en los hombres y personas con pene, el herpes puede causar estas llagas en y alrededor de tu pene, escroto, ano y nalgas.
También puede provocar que estas llagas aparezcan en la parte interna de los muslos, en tus labios, boca, garganta y, alguuuuunas veces (muy poquitas), también en los ojos.
Como las infecciones de transmisión sexual, este virus se contagia al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales y puedes contagiarte si estás en contacto con una llaga, también a través de la saliva o secreciones genitales de una persona que viva con este padecimiento, o por el contacto piel a piel.
Pero a verrrr, también vámonos quitando algunos mitos sobre cómo contagiarse con este virus: no puedes contraerlo en los asientos del baño, en las sábanas, las albercas, o por compartir cubiertos, jabón o toallas.
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El herpes genital es más contagioso cuando hay llagas abiertas y húmedas, pues el virus se transmite fácilmente por el fluido de las ampollas. Sin embargo, es bueno saber que el herpes genital también puede transmitirse y pasar a otras personas cuando no hay llagas y la piel se ve completamente normal.
Es importante saber que actualmente no existe una cura para ninguna infección de transmisión sexual provocada por virus.
El caso del herpes genital no es la excepción: no existe una cura, peeeero sí existen medicamentos para prevenir la propagación del virus y disminuir la duración de los brotes de las llagas.
Es importante que consultes a tu médica de confianza, ella como experta te dará el tratamiento adecuado para disminuir las molestias y también la posibilidad de propagación.
Si te contagiaste con herpes genital, es un asunto que debes hablar con tus parejas sexuales y dialogar sobre los riesgos que existen y cómo prevenirlos.
Se cree que es el embrión que ha permanecido congelado durante más tiempo antes de dar lugar a un nacimiento con vida.
Ha sido bautizado por la prensa como “el bebé más viejo del mundo”
Un bebé varón nació en Ohio de un embrión que llevaba más de 30 años congelado, lo cual establece un nuevo récord mundial.
Lindsey y Tim Pierce, de 35 y 34 años, le dieron la bienvenida a su hijo Thaddeus Daniel Pierce, el pasado sábado.
Lindsey le dijo a la revista MIT Technology Review que su familia pensaba que “fue algo como sacado de una película de ciencia ficción”.
Se cree que es el embrión que más tiempo ha permanecido congelado antes de dar lugar a un nacimiento con vida. El récord anterior lo ostentaban unos gemelos que nacieron en 2022 a partir de embriones congelados en 1992.
Los Pierce intentaron tener un hijo durante siete años antes de decidir adoptar el embrión que Linda Archerd, de 62 años, concibió en 1994 con su entonces marido mediante fecundación in vitro.
En aquel momento, Archerd congeló cuatro embriones. Uno se convirtió en su hija, que ahora tiene 30 años, y los otros tres quedaron almacenados.
A pesar de separarse de su marido, no quería deshacerse de los embriones, donarlos para investigación ni entregarlos a otra familia de forma anónima.
Para ella era importante estar presente en la vida del bebé, ya que sería pariente de su hija adulta.
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Archerd pagó miles de dólares al año por el almacenamiento hasta que encontró una agencia cristiana que busca padres que quieran adoptar embriones congelados, Nightlight Christian Adoptions. Muchas de estas agencias consideran que sus programas salvan vidas.
El programa al que recurrió Archerd permite a los donantes de embriones elegir una pareja, lo que significa que pueden especificar sus preferencias religiosas, raciales y de nacionalidad.
Archerd prefería una pareja cristiana caucásica casada que viviera en Estados Unidos, ya que no quería “salir del país”, según le explicó a MIT Technology Review.
Finalmente, encontró a los Pierce.
La clínica de fecundación in vitro de Tennessee en la que la pareja se sometió al procedimiento, Rejoice Fertility, afirma que su objetivo es transferir cualquier embrión que reciba, independientemente de su edad o condiciones.
Lindsey Pierce afirma que ella y su marido no se propusieron “batir ningún récord”, sino que simplemente “querían tener un bebé”.
Archerd le dijo a MIT Technology Review que aún no ha conocido al bebé en persona, pero que ya le ve un parecido con su hija.
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