Todos los sábados, aproximadamente de las 08:00 a 18:00 horas, afuerita del Metro Hidalgo se pone un tianguis de juguetes que te transportará a tu infancia, especialmente si naciste en los 90.
Este mercadito, conocido como el “Rock Show”, tiene todo lo que imaginas y más: figuritas de las cajitas Sonrics que salieron hace más de 20 años, tazos antiquísimos en excelente estado, Hielocos todavía en sus bolsas originales, peluches de tus personajes favoritos, y posiblemente todos aquellos juguetes que jamás te trajeron Santa y los Reyes.
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Cualquier persona pensaría que este lugar estaría repleto de niñas, niños y niñes que querrían llevarse todo, pero en realidad, los clientes principales es gente que tiene entre 25 y 40 años, que busca recuperar esos juguetitos que hicieron única su infancia.
“Tenemos varios proveedores que nos traen los juguetes, los más raros que tenemos son los muñecos de bolsillo de Sonrics. Tenemos juguetes de las décadas de los 80 y 90”, cuenta Oscar, vendedor del Rock Show desde hace 8 años, a Animal MX.
Y sobre qué es lo que más buscan en su puesto, él admite que por lo que más van son aquellos juguetitos promocionales que salían en cereales o los que cambiabas por taparroscas.
También hay puestos que traen juguetitos que posiblemente no encontrarías en otros lados de México, como uno de Pokémon que tiene figuras originales de la marca Tomy, los cuales salieron por ahí de 1998. Aunque muchos de ellos están fuera de su caja, el estado de los muñequitos está impecable y si eres fan de ese anime, seguro te querrás llevar a Pikachu y su pandilla completa.
“Esos Pokémon ya están descontinuados. Los cuidamos mucho, aunque algunos llegan en muy buen estado. Tenemos también reediciones de los Tomy y juguetes nuevos en su caja de otras marcas”, cuenta Armando, cuyos juguetes van de los 150 a los 8 mil, dependiendo la rareza.
Pero los juguetes clásicos no son todo lo que encontrarás ahí. Para quienes somos coleccionistas y buscamos alguna figura importada de Wolverine o Star Wars, lo más seguro es que la halles ahí -y a mejor precio que en internet, pero aún así carísima- o al menos, las y los vendedores te dirán que pueden hacer el esfuerzo de conseguirla.
“Tenemos juguetes que no hay en jugueterías. Por ejemplo, traemos algunos de la tienda de Disney, también de los parques de Disney o del parque de Nintendo. Aquí en mi puesto casi no vienen niños, más bien es para gente grande. Aunque también tenemos cosas más para niñas como los Ternurines o las Monster High”. explica Francisco.
Los cómics es otro de los grandes atractivos que puedes encontrar en el Rock, especialmente si andas buscando incrementar tu colección de X-Men ilustrados por Jim Lee o aquel escurridizo número de Superman que nomás no dabas con él.
Uno de esos puestos es el de Uriel y Jesús, quienes todos los sábados se colocan a un lado de la entrada del Centro Cultural José Martí.
“Somos dos amigos que venden figuras, juguetes y cómics en ingles y en español. Lo más raro que pueden encontrar en nuestro puesto son cómics mexicanos de muy poca producción”, relata Uriel.
Como explican, las historietas que más venden varían dependiendo la temporada y lo que esté de moda en el momento.
“Ahorita lo que más vendemos es X-Men, Invencible, Deadpool y esas cosas, pero pueden preguntar y tratamos de conseguirles lo que busquen”, agrega Uriel.
Sabemos que muchos de nosotros ya no celebramos el Día del Niño y la Niña, porque a fin de cuentas ya tenemos canas, sufrimos ansiedad y padecemos gastritis (o tal vez una combinación de todas esas), pero también se vale que de repente nos olvidemos de la maldita adultez y consintamos a nuestros pequeños interiores, quienes también necesitan amor (y qué mejor que en un mercado de juguetes).
Como te dijimos, el Rock Show está afuera del Metro Hidalgo y a un costado de la Alameda Central.
Su dirección es Av. Hidalgo s/n, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc, 06010 Ciudad de México, CDMX
Washington y Londres acordaron una reducción de aranceles y facilidades para la entrada de productos en ambos países. Sin embargo, el gobierno de Trump mantuvo un 10 % de impuestos general.
Estados Unidos y Reino Unido alcanzaron un acuerdo comercial por el cual Washington redujo los aranceles de un número determinado de automóviles de origen británico y permite la importación de un porcentaje de acero y aluminio británico sin aranceles.
El anuncio, hecho este jueves, supone un alivio para las principales industrias británicas frente a algunos de los nuevos aranceles anunciados por el presidente Donald Trump desde su llegada al poder en enero.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos mantiene en vigor un arancel del 10 % sobre la mayoría de los productos procedentes de Reino Unido.
Los analistas dijeron que las nuevas condiciones no parecían alterar significativamente los términos del comercio entre ambos países, tal y como estaban antes de la ofensiva arancelaria de Trump de las semanas previas.
El jueves no se firmó ningún acuerdo formal y ni Washington ni Londres dieron muchos detalles. Los líderes de ambos países, sin embargo, celebraron el nuevo entendimiento.
Desde una fábrica de Jaguar Land Rover en West Midlands, el primer ministro británico, Keir Starmer, describió el acuerdo como una “plataforma fantástica”.
En la Casa Blanca, Trump lo calificó como un “gran acuerdo” y rechazó las críticas que le acusaban de exagerar su importancia.
“Es un acuerdo que hemos llevado al máximo y que vamos a ampliar”, aseveró el mandatario estadounidense. Refirió que este era el primero de muchos acuerdos por venir.
Las dos partes dijeron que Estados Unidos había acordado reducir el impuesto a la importación de automóviles -que Trump había aumentado en un 25 % el mes pasado- al 10 % sobre unos 100 mil automóviles al año.
Esto ayudará a los fabricantes de automóviles de lujo como Jaguar Land Rover y Rolls Royce, pero podría limitar el crecimiento en los próximos años, ya que equivale aproximadamente a lo que Reino Unido exportó el año pasado.
Los aranceles sobre el acero y el aluminio, que Trump también había elevado a principios de este año al 25%, también se han recortado, según la Oficina del Primer Ministro.
Londres también dijo que las dos partes habían acordado un “acceso recíproco” para las exportaciones de carne bovina, con una cuota de 13 mil toneladas métricas para los agricultores británicos.
Estas cifras no fueron confirmadas por la Casa Blanca, que afirmó que esperaba ampliar sus ventas de carne bovina y etanol a Reino Unido, una antigua demanda por parte de Estados Unidos.
Estados Unidos dijo que el acuerdo crearía una “oportunidad” de negocios de US$5.000 millones para las exportaciones, incluidos US$700 millones en etanol y US$250 millones en otros productos agrícolas.
“No se puede subestimar la importancia de este acuerdo”, declaró Brooke Rollins, secretaria de Agricultura estadounidense.
El director general de la acerera UK Steel, Gareth Stace, acogió con satisfacción el acuerdo, afirmando que supondrá un “gran alivio” para el sector siderúrgico. “La serenidad y perseverancia del gobierno británico en las negociaciones con Estados Unidos han dado sus frutos”, declaró.
Otros grupos empresariales expresaron más incertidumbre.
“Es mejor que ayer, pero definitivamente no es mejor que hace cinco semanas”, dijo Duncan Edwards, director ejecutivo de BritishAmerican Business, que representa a empresas de los dos países y apoya el libre comercio.
“Intento estar entusiasmado, pero me cuesta un poco”.
El ministro británico de Comercio, Douglas Alexander, subrayó que el acuerdo “salvaba puestos de trabajo”.
Estados Unidos y Reino Unido llevan discutiendo un acuerdo comercial desde el primer mandato de Trump. Estuvieron cerca de firmar un acuerdo limitado en ese momento.
Pero Estados Unidos lleva tiempo presionando para que se introduzcan cambios que beneficien a sus agricultores y a las cuestiones farmacéuticas, algo que políticamente no había sido viable hasta ahora en Reino Unido.
No está claro hasta qué punto habían avanzado estas cuestiones.
La Asociación Nacional de Ganaderos de Bovinos afirmó que el acuerdo en principio había supuesto una “gran victoria” para los ganaderos estadounidenses, pero la Federación de Exportadores de Carne de Estados Unidos, que realiza un seguimiento de las barreras comerciales para los ganaderos de su país, declaró que aún estaba intentando obtener información sobre los cambios.
Por su parte, Reino Unido afirmó que no se debilitarían las normas alimentarias aplicables a las importaciones.
Aunque los británicos parecen haber asumido algunos compromisos, “el diablo estará en los detalles”, dijo Michael Pearce, economista jefe adjunto de Oxford Economics, que consideró que no modificaba sus previsiones económicas como consecuencia del anuncio.
También se avecinan otras cuestiones.
Trump ha dicho en repetidas ocasiones que quiere gravar las importaciones de productos farmacéuticos, en un intento de garantizar que Estados Unidos tenga una base sólida de fabricación de medicamentos esenciales.
Reino Unido dijo que Estados Unidos había acordado dar a las empresas británicas un “trato preferencial”.
Pero Ewan Townsend, abogado de Arnold & Porter, que trabaja con empresas de atención sanitaria, dijo que la industria ahora “queda a la espera de ver exactamente lo que significará este trato preferencial”.
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