
¿Ya estás pensando en cómo adornar tu árbol? Pues si no sabes dónde comprar esferas de Navidad, lánzate a estos pueblos cercanos a la CDMX. Además de encontrar adornos únicos, son el pretexto perfecto para darte una escapada.
En estos poblados donde hacen esferas, podrás encontrar de todos colores, tamaños y formas. Además, todas son elaboradas de forma artesanal, por lo que son valiosas y únicas.
Uno de los pueblos donde hacen esferas navideñas más famosos; y es que cada año millones de estos adornos son fabricados por los 300 talleres que existen en este pueblo mágico.
Por esa misma razón, Chignahuapan también es conocido como “el lugar de la eterna Navidad”. Además, no solo tienen esferas navideñas, sino también ornamentos de cristal soplado para cualquier época del año.
En esta temporada, los adornos que ponen en el poblado te harán sentir como en una villa navideña.

Desde octubre inició la tradicional Feria de la esfera en Tlalpujahua, ubicado en Michoacán. Junto con la de Chignahuapan, es ampliamente conocida en México por su producción manual y el uso de técnicas tradicionales como el soplado de vidrio.
Este es uno de los pueblos perfectos donde comprar esferas de Navidad, pues encuentras cerca de 180 talleres que también hacen otra clase de adornos.
La Feria de la Esfera en Tlalpujahua este 2025 estará hasta el martes 16 de diciembre.

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Este pueblo donde hacen esferas de Navidad no es tan conocido y eso que es vecino de Tlalpujahua. Así que puedes armar el viaje 2×1 y visitar ambas localidades.
De hecho, algunas esferas que se fabrican en El Oro terminan en la Feria de la Esfera de Tlalpujahua, pero también tienen ventas en los talleres del pueblo. Además, hay algunos donde tú misma puedes decorar tu esfera.
Igualmente, aprovecha la temporada para visitar el Santuario La Mesa, donde verás mariposas monarca.
Este es de los pueblos donde comprar esferas de Navidad menos conocidos. Y es que en realidad Xonacatlán es famoso por fabricar peluches.
Sin embargo, desde hace un par de años, varios talleres empezaron a diversificarse y ahora también encuentras talleres de esferas vidriadas en Xonacatlán.
Los artesanos dan vida al vidrio soplado creando esferas que se venden en la entidad y en distintos lugares la República Mexicana.


Aunque se ha dicho muchas veces que es mejor consumir la fruta entera y no su jugo por el aporte de fibras, no faltan estudios que le encuentran virtudes. interesantes a esta bebida.
En concreto, una investigación reciente ha demostrado que el consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
Muchos de estos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardíaca a largo plazo.
Los investigadores realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de 60 días, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos, NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés.
Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Estos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El hallazgo ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardíaca en varios ensayos.
El nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en sangre, esta bebida cítrica desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Tiene sentido si pensamos que los compuestos naturales de las naranjas, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
La respuesta varió en función del tamaño corporal: las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina y los niveles de colesterol en sangre. La resistencia a la insulina es una característica clave de la prediabetes, y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardíacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.
Aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años.
A esto se le suma que, según una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación. También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardíaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigacion con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse.
Y eso se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardíacos.
Otro estudio, realizado con 129 trabajadores de una fábrica de jugo de naranja en Brasil, reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) –colesterol malo– suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL, no varían significativamente.
En cualquier caso, parece que beber jugo de naranja no solo aporta azúcar: aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardíaca a largo plazo.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*David C. Gaze es profesor de Patología Química de la Universidad de Westminster, en Reino Unido.