Si eres supersticioso, seguramente hoy estas pensando en qué es viernes 13, pero ¿sabes de dónde viene la idea de qué este día es de mala suerte? Ya seas creyente o no y simplemente quieres conocer la historia detrás de esta fecha, aquí te lo contamos.
Este día siempre ha estado asociado a la mala suerte por muchas personas en diversas culturas del mundo, y aunque no todos creen en las supersticiones, es inevitable tener la idea o inquietud presente durante la fecha.
Por lo anterior, algunas personas incluso suelen evitar tomar decisiones importantes, emprender nuevos proyectos o realizar actividades de riesgo, ya que se cree que los eventos negativos se multiplican en este día.
Esta asociación de la fecha con la mala suerte ha persistido durante mucho tiempo y ha sido representada en películas, libros y mitos que refuerzan su aura de misterio y peligro. Pero ¿de dónde viene realmente esta creencia? Te contamos a continuación.
No se sabe con exactitud de dónde viene esta idea pues hay diferentes historias. Sin embargo, una de las explicaciones tiene que ver con que el número 13 y el día viernes, son considerados símbolos de mala suerte por las razones que te contamos a continuación
En la numerología el número 12 es considerado un número perfecto, ya que representa el equilibrio, por eso hay 12 meses del año, 12 horas del día y de la noche o los 12 signos del zodiaco. En ese orden de ideas, el 13 sería la contraparte y se percibe como un número irregular y desequilibrado, lo que podría haber generado desconfianza.
Por otro lado, el viernes ha sido históricamente visto como un día de mal augurio, asociado con eventos trágicos en la religión cristiana, como la crucifixión de Jesús que ocurrió un viernes.
Creer o no en supersticiones es cuestión de cada quien, pero por curiosidad, te presentamos algunos de los incidentes trágicos que han ocurrido en esta fecha:
Aunque estos incidentes trágicos han alimentado la superstición, no todos los viernes 13 son días de mala suerte. También han habido eventos felices y logros importantes en esta fecha. Lo anterior demuestra que la suerte es una cuestión de perspectiva. Además, recuerda que no hay un fundamento científico que respalde esta idea, asi que pásate el día tranquilo.
Una combinación de factores internos y externos permitieron a las fuerzas opositoras poner fin, en cuestión de días, a un régimen que tenía más de cinco décadas en el poder.
No muchos esperaban los rápidos acontecimientos que se han vivido Siria en los últimos días, desde que la oposición armada, liderada por Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), con sede en la provincia de Idlib, en el noroeste del país, anunció el inicio de su campaña definitiva en contra de las fuerzas gubernamentales.
La noticia de la caída del régimen de Bashar al-Assad, que había amenazado hace una semana con “aplastar a los terroristas”, sorprendió a la mayoría de los observadores de los asuntos sirios.
Estos acontecimientos han suscitado muchas preguntas, especialmente aquellas relacionadas con las razones del colapso del ejército sirio, el cual se ha producido con una velocidad asombrosa.
¿Qué factores contribuyeron al desmoronamiento de las fuerzas armadas sirias y a su retiro de una batalla tras otra? BBC presenta algunas explicaciones.
Siria ocupa el sexto lugar en el mundo árabe y 60 a nivel internacional en términos de fuerza militar, según el Índice Global de Potencia de Fuego de 2024, que evalúa a 145 países.
El reporte tiene en cuenta una serie de factores, entre ellos el número de efectivos de las fuerzas armadas, su equipamiento y factores logísticos.
El ejército sirio está formado por un gran número de soldados apoyados por fuerzas paramilitares y milicias, y en su arsenal hay una mezcla de equipo soviético en ruinas y otro más moderno procedente de aliados como Rusia.
El ejército tiene más de 1.500 tanques y 3.000 vehículos blindados, así como artillería y sistemas de misiles, según el Índice Global de Potencia de Fuego.
En términos de poder aéreo, Siria tiene cazas, helicópteros y aviones de entrenamiento, y cuenta con una modesta flota naval, así como varios aeropuertos y puertos vitales como Latakia y Tartus.
La posición del ejército sirio puede parecer buena en teoría, pero hay muchos factores que la han debilitado.
Perdió una gran proporción de su personal, estimado en 300.000 soldados, en los primeros años de la guerra.
Algunas estimaciones sostienen que el ejército perdió la mitad de sus uniformados, ya sea debido a los combates o porque algunos huyeron o se unieron a grupos de la oposición.
La fuerza aérea también sufrió grandes pérdidas debido a la guerra civil y los ataques aéreos estadounidenses.
A pesar de las importantes reservas de petróleo y gas de Siria, su capacidad para explotarlas se ha visto gravemente limitada por la guerra.
Las condiciones económicas también se han deteriorado aún más, especialmente en las zonas controladas por el gobierno de Al Assad, debido a la “Ley César” que aprobó en diciembre de 2019 el Congreso estadounidense y entró en vigor en junio de 2020.
El texto impuso sanciones económicas a cualquier agencia gubernamental o individuo que trate con el gobierno sirio.
Numerosos informes han indicado que los salarios de los soldados del ejército de Al Assad son bajos y que equivalen a unos US$ 15 a 17 dólares, lo que es una cantidad muy pequeña que “no alcanza ni para tres días”, según un ciudadano sirio.
Fawaz Gerges, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Londres, aseguró que la situación en Siria ha cambiado drásticamente en los últimos tres años, y que una de las razones de esto son “las sanciones estadounidenses que han empobrecido al pueblo sirio y a los oficiales del ejército”.
“Según algunos informes, los soldados no reciben suficiente comida, lo que significa que se encuentran en un estado psicológico difícil y están al borde de la inanición”, apuntó.
El miércoles pasado, Assad decretó un aumento salarial de un 50% para los soldados, informó la agencia de noticias estatal siria, una medida que aparentemente tenía como objetivo levantar la moral en medio del avance de las fuerzas de la oposición.
Sin embargo, la decisión parece haber llegado demasiado tarde.
Las noticias que daban cuenta de la deserción de los soldados y oficiales, lo cual facilitó el rápido avance rebelde desde Alepo hasta Damasco, pasando por Hama y Homs, sorprendieron a más de uno.
La corresponsal de la BBC en Damasco, Barbara Belt Usher, informó que algunos efectivos en Damasco abandonaron sus vehículos, armamento y hasta sus uniformes y se vistieron con ropa civil.
“El colapso del ejército sirio se debe casi en su totalidad a las políticas y prácticas implementadas por Al Assad desde que obtuvo una relativa superioridad sobre la oposición en 2016, lo que ha socavado los pilares fundamentales que lo mantenían en el poder”, afirmó Yezid Sayigh, del Centro Carnegie para Oriente Medio en Beirut.
“Estas políticas han afectado al ejército, donde decenas de miles de miembros han sido despedidos, junto con el terrible deterioro de los niveles de vida, la corrupción galopante y la escasez de alimentos incluso dentro de las propias fuerzas armadas, que han alejado a la comunidad alauita que domina los rangos superiores del estamento militar”, agregó el investigador.
“La moral del ejército también se ha visto gravemente reducida por la pérdida de la ayuda militar directa de Irán, de Hezbolá y de Rusia, que ya no pueden intervenir adecuadamente o incluso intervenir de alguna manera”, prosiguió.
Sayinh remató que “sin la esperanza de ayuda externa urgente, el ejército perdió la voluntad de luchar”.
Por su parte, el experto militar británico Michael Clarke, profesor del Departamento de Estudios de Guerra del King’s College de Londres, dijo a la BBC que la enorme ayuda militar extranjera que recibió el gobierno de Al Assad lo hizo dependiente de ella y descuidó a su ejército.
“Su entrenamiento se deterioró significativamente y el desempeño de liderazgo de sus oficiales se volvió mediocre”, explicó.
Y acto seguido agregó: “Cuando sus unidades enfrentaron ataques de Hayat Tahrir al-Sham, muchos oficiales aparentemente se retiraron y algunos huyeron. Cuando los oficiales no pueden demostrar habilidades de liderazgo efectivas, no es de extrañar que los soldados huyan“.
Sayegh, por su parte, descartó que la retirada del apoyo militar de Irán, Hezbolá y Rusia fuera deliberada.
“En el pasado, Siria dependía en gran medida de Hezbolá para el apoyo sobre el terreno, pero después de las pérdidas que sufrió el partido-milicia en el Líbano, ya no pudo proporcionar ese apoyo“, apuntó.
“También hubo una disminución constante de oficiales y asesores iraníes en Siria como resultado de los ataques israelíes durante la última década, y ya no pudo enviar grandes refuerzos ni por tierra ni por aire, dado que Israel y Estados Unidos controlan la mayor parte del espacio aéreo sirio”, agregó.
“Al mismo tiempo, el gobierno iraquí y las milicias proiraníes decidieron mantenerse al margen de los combates, lo que puede deberse en parte a que Irán se dio cuenta de que salvar a Al Assad se había vuelto imposible“.
Por su parte, Rusia retiró una gran cantidad de sus aviones y fuerzas de su base en Latakia debido a la invasión en Ucrania, que comenzó en febrero de 2022.
Gerges coincidió en que la retirada del apoyo militar por parte de Irán, Hezbolá y Rusia “fue una de las razones fundamentales que llevaron a la caída tan rápida de las ciudades sirias”.
“El ejército sirio no luchó ni defendió al régimen esta vez, y decidió retirarse de las batallas y dejar las armas. Esto indica que el apoyo ruso e iraní y la doctrina de combate de Hezbolá fueron un factor importante para ayudar a Al Assad a permanecer en el poder, especialmente después de 2015″, zanjó.
En paralelo a la frágil situación del ejército sirio, muchos observadores achacan lo ocurrido en los últimos días a la unificación de las facciones armadas de la oposición bajo un puesto de mando único, así como a su buena preparación para esta batalla y el desarrollo de sus capacidades militares.
El discurso de los rebeldes, especialmente los mensajes tranquilizadores que enviaron a los civiles sobre el respeto de las creencias y las promesas de libertades religiosas, ayudó a lograr rápidos avances sobre las fuerzas del gobierno de Al Assad, aseguraron los expertos.
Todos los datos anteriores aparentemente contribuyeron al rápido colapso del ejército sirio y a la posterior caída del régimen de Al-Assad, de una manera que Fawaz Gerges ve “muy similar al colapso del régimen del Sha en Irán en 1979”.
“La oposición siria, con sus alas islamistas y nacionalistas, fue capaz de destruir el régimen sirio en menos de dos semanas… El régimen de Assad estaba viviendo en tiempo extra y cuando el ataque de la oposición llegó por sorpresa, el ejército se derrumbó y el régimen se derrumbó como si fuera una casa de cristal”, agregó Gerges.
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