Seis panteones para visitar y vivir las tradiciones en el Día de muertos
Una de las fechas más bonitas que tenemos en México está por llegar y se trata del Día de Muertos, el momento en que planeamos cómo colocar la ofrenda que dedicaremos a nuestros seres queridos y mascotas.
Según registros históricos, el calendario católico designó el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos y es cuando recibimos a los niños que fallecieron; mientras que el 2 de noviembre llamado Día de los Muertos, es el momento en que el alma de los adultos regresa.
Además de las ofrendas que se ponen en casa, está la visita a los panteones para limpiar las tumbas y nichos de las personas que han fallecido.
Con cempasúchil, flores blancas y moradas, veladoras, música, bebidas y la comida favorita de los difuntos es que familias se dan cita para convivir con sus seres queridos. Te contamos cuáles son los panteones más lindos para visitar en esta fecha.
Toluca, Estado de México
Previo a Día de Muertos la celebración inicia visitando los panteones para pintarlos de amarillo y anaranjado con la llegada de la flor de cempasúchil durante los festejos de San Miguel Arcángel.
La fotoperiodista Crisanta Espinoza Aguilar documentó para la agencia Cuarto Oscuro como las personas acude a los panteones en la zona indígena Otomí de Toluca por los festejos de San Miguel Arcángel. Aquí los habitantes acuden a limpiar y adornar sus tumbas en las comunidades de San Pablo Autopan, San Cristóbal Huichochitlán y San Andrés Cuexcontitlán donde aún preservan esta tradición milenaria.
Huiziltepec, Guerrero
En el panteón de esta localidad, el amarillo y naranja de la flor de cempasúchil se conjunta con las veladoras que acompañan la velada que sus habitantes realizan para convivir con sus difuntos.
De acuerdo con la Secretaría de Cultura del estado de Guerrero en la comunidad náhuatl de Huitziltepec, la cual se encuentra a 30 minutos de Chilpancingo, la tradición de Día de muertos fusiona lo terrenal y lo espiritual, al recibir a las almas de los fieles difuntos los días 1 y 2 de noviembre en el panteón municipal.
Es por la noche cuando la comunidad llega al panteón y en la oscuridad las familias se reúnen para encender veladoras, compartir la comida, y entre música y flores de cempasúchil y pericón, reciben a sus seres queridos acompañados de incienso y copal.
Xochitlán Todos Santos, Puebla
En esta ocasión viajamos a Xochitlán Todos Santos, uno de los 217 municipios de Puebla donde la celebración de Día de Muertos también tiene su toque místico.
En esta comunidad, las ofrendas indígenas tienen frijoles, tortillas y tazones de sal con chiles verdes. Uno de los elementos más importantes es el refino o alcohol de caña. En estas ofrendas además, colocan un marco adornado con flores, compuesto por tres palos, los dos verticales son llamados xochiquahuitl y el horizontal xochihuepan.
En el panteón municipal la velada inicia cuando las familias acuden con flores y velas en espera de sus seres queridos.
Santa María Atzompa, Oaxaca
En Santa María Atzompa, Oaxaca, la velada para recibir a los difuntos en el Día de Muertos se convierte en un momento íntimo para la comunidad donde una de sus características especiales son las largas velas que colocan alrededor de la tumba de sus seres queridos.
Con flores de cempasúchil, velas y largos cirios las familias se reúnen en el panteón municipal en espera de la llegada del alma de sus familiares, como marca la tradición.
San Juan Chamula, Chiapas
En este lugar, la celebración de Día de muertos se vive de una manera especial.
De acuerdo con la foto reportera Isabel Mateos de Cuartoscuro, dicho panteón es uno de los más emblemáticos de la región. Está adornado con 22 cruces monumentales en la cima de la loma que representan a las comunidades del municipio.
Mientras tanto, en las faldas de la loma se encuentran los familiares de quienes adornan las tumbas con hoja de juncia, pétalos de cempasúchil, y música tradicional. Es en ese momento cuando las familias comparten música, bebidas, comida típica y el tradicional pox, bebida típica de la región, elaborada a base de maíz.
Janitzio, Michoacán de Ocampo
La isla de Janitzio es uno de los sitios más emblemáticos para celebrar el Día de Muertos en México. Además, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más esperados en el año para disfrutar de esa experiencia.
Janitzio es una de las cinco islas que se encuentran en el lago de Pátzcuaro, Michoacán. Dentro del lugar se encuentra un panteón que durante la celebración y velada de Día de muertos las personas adornan con arcos tupidos de flor de cempasúchil para acompañar el alma de los difuntos.
En la noche del 1 de noviembre los pobladores navegan en pequeñas embarcaciones y canoas a la Isla de Janitzio para llegar al panteón. Una vez ahí las familias rodean las tumbas con ofrendas, flor de cempasúchil, pan, frutas, fotos y todo lo que le gustaba a sus familiares para recordarlos mientras sus almas llegan hasta ellos, según la tradición.
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La ausencia del ejército regular en la crisis actual plantea interrogantes sobre la capacidad de las instituciones del Estado libanés para enfrentar un conflicto de grandes dimensiones.
El conflicto actual entre Israel y el grupo armado chiita Hezbolá se basa en dos posiciones claramente definidas, que se han mantenido afianzadas durante más de cuatro décadas.
Israel dice que está decidido a eliminar la amenaza que Hezbolá representa desde el vecino Líbano, mientras que Hezbolá sigue atacando posiciones israelíes en un esfuerzo por destruir el Estado de Israel.
Durante los últimos 11 meses, las hostilidades transfronterizas diarias entre ambos bandos han aumentado aún más la tensión.
Ahora que está en marcha una invasión israelí en Líbano, por primera vez desde 2006, muchos se preguntan dónde está el ejército libanés en toda esta situación y qué hizo para evitar que esto sucediera, dadas las ramificaciones de tal escalada para toda la región.
Sin recursos
A primera vista, el ejército libanés ha estado ausente de las hostilidades, mientras que Israel y Hezbolá (que está proscrito como organización terrorista por Estados Unidos, el Reino Unido y otros países) han asumido el centro de atención.
En teoría, es tarea del ejército luchar contra el enemigo de la nación, e Israel es oficialmente el enemigo de Líbano.
Pero el ejército libanés carece de equipo y del arsenal necesario para semejante enfrentamiento.
El ejército israelí está sólidamente equipado y posiblemente cuenta con el mayor apoyo de las potencias occidentales, tanto financieramente como en términos del arsenal más avanzado.
Además, existe una creencia generalizada, apoyada por testimonios de varios exoficiales de alto rango, que acusa a Estados Unidos de presionar activamente a sucesivos gobiernos libaneses para impedir que el Estado adquiera armas sofisticadas que puedan suponer una amenaza para Israel.
Una profunda crisis económica, agravada por la devastadora explosión del almacén de fertilizantes de Beirut en 2020, ha empeorado mucho las cosas para el ejército libanés.
La falta de fondos ha afectado a su personal y a sus necesidades operativas más básicas, como el combustible.
Donaciones
Para complicar aún más las cosas, EE.UU., considerado por Hezbolá como su mayor enemigo, es el principal donante del ejército libanés.
Durante un tiempo, Washington contribuyó a los magros salarios del personal de este ejército.
Pero su ayuda se limita a vehículos, accesorios y armas individuales y no se compara con la ayuda que proporciona a Israel.
Mientras tanto, algunos observadores señalan que la ineficacia del ejército libanés contra Israel es similar a la de todos los demás ejércitos nacionales de la región.
“Ni el ejército libanés ni ningún ejército árabe tiene la capacidad para enfrentarse al enemigo israelí”, señala el general Mounir Shehade, excoordinador del gobierno libanés en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL).
“Con el ejército israelí, ninguna lucha es adecuada, salvo la guerra de guerrillas, similar a la que ocurrió en Gaza”.
Khalil El Helou, general retirado del ejército libanés, afirma que “el papel del ejército libanés es mantener la estabilidad interna, porque hoy la situación interna es delicada”.
“El desplazamiento de medio millón de partidarios libaneses de Hezbolá a zonas que están en contra de Hezbolá crea fricciones que podrían derivar en disturbios de seguridad y quizás en una guerra civil”, agrega.
Tras la muerte del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, a manos de Israel, el ejército libanés se desplegó en gran medida en muchas zonas consideradas “sensibles” donde había una gran posibilidad de tensión entre los diferentes grupos del país.
El domingo también emitió un comunicado en el que instaba a “los ciudadanos a preservar la unidad nacional”, subrayando que seguía tomando medidas para preservar la paz civil en el país.
El frente de combate
¿Tiene entonces el ejército algún papel en las hostilidades actuales? En realidad no.
Sin embargo, está presente en el sur y en cantidades significativas.
El ejército anunció recientemente que un soldado libanés murió por un dron israelí que atacó una motocicleta cuando pasaba por un puesto de control.
Además, es probable que cualquier alto el fuego futuro implique un mayor despliegue del ejército en el sur, algo que el primer ministro libanés ha insinuado recientemente.
Todo esto, sin embargo, implicará su propio conjunto de desafíos. Se necesita más personal y, para ello, se requiere más dinero, fondos que el ejército simplemente no tiene.
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