Mitzi Santiago y Rebeca Casas son dos jóvenes candidatas de Movimiento Ciudadano que tienen el mismo objetivo para las elecciones del 2024: luchar por los derechos de las personas con discapacidad.
Tanto Mitzi como Rebeca son sordas y han sufrido discriminación por su condición. Sin embargo, ambas candidatas de Oaxaca esperan que su posición en la política sirva para generar cambios.
En Animal MX platicamos con las dos candidatas, quienes nos cuentan cómo decidieron involucrarse en la política, qué propuestas traen para el 2 de junio y qué falta en México para que sea un país más inclusivo.
Mitzi Santiago, quien a sus 27 años es candidata a diputada federal por el Distrito 03 con cabecera en la ciudad de Huajuapan de León, Oaxaca, cuenta que ella siempre ha enfrentado barreras para conseguir puestos laborales.
A pesar de las complicaciones, tanto ella como Rebeca Casas -que con apenas 18 años es la candidata suplente para diputada federal por el mismo Distrito-, se enteraron de la oportunidad de incursionar en la política luego de que la Sala Regional del Tribunal Electoral anunciaran que realizarían acciones afirmativas dentro de los partidos políticos para invitar también a personas con discapacidad.
“No sabíamos con certeza si eso sucedería porque muchas veces no se cumplían esas promesas, hasta que se acercó Movimiento Ciudadano buscando candidatas con discapacidad y nos hizo la invitación. Después hicimos una consulta con la comunidad sorda, quien de manera unánime me eligió y dijo que era una buena oportunidad. A partir de ahí me adentré a la política”, cuenta Mitzi.
Y aunque la “tacharon de loca”, decidió entrarle porque considera que es importantísimo representar no solo a las personas sordas, sino que a todas las personas con alguna discapacidad.
“Posiblemente haya un abismo de conocimientos que todavía no tengo sobre la política, pero tenemos iniciativas, tenemos ganas de proponer, ganas de cambiar la sociedad”, agrega la candidata.
Por su parte, Rebeca señala que no es la primera vez en la historia que integrantes de la comunidad sorda participan en la política a nivel estatal, pero ahora ellas representan la diputación federal.
“Nosotras tenemos una bandera que nos une a todos que son las personas con discapacidad y la garantización de sus derechos, pues tratamos de cubrir esta ya este llamado de las acciones afirmativas que se establece”, relata Rebeca Casas.
Junto con ellas está Yoliztlaman Carcoba Ruíz, interprete de lengua de señas mexicana certificado por el CONOCER (Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales) y la SEP.
Yoliztlaman, quien inició en el ámbito de la interpretación desde muy pequeño porque sus papás son personas sordas, es una parte crucial del equipo de Mitzi y Rebeca.
A pesar de conocerlas desde hace varios años, él se unió a su campaña oficialmente en marzo, donde nos cuenta que es un trabajo que abarca mucho más que solo interpretar.
“Tienes un papel de cumplir como intérprete, pero cuando estás adentro, te das cuenta que hay más cosas que interpretar, como la agenda doble, la actividad doble, acompañar a todos lados. Estamos siempre de la mano Mitzi, Rebeca y yo”, señala Yoliztlaman.
Aventurarse en la política no es sencillo, pero a Mitzi Santiago le quedó claro que las cosas en la sociedad mexicana debían cambiar luego de la muerte de su mamá, quien falleció el 6 de junio del 2023.
“A los 6 años perdí la audición y mis papás me ayudaron a salir adelante y a alcanzar mis metas. El año pasado, después de una larga enfermedad, mi mamá entró en fase terminal, tenía problemas en el hígado y le afectó cognitivamente y en la parte de la comunicación”, relata Mitzi.
Después de haber estado internada y sin saber mucho al respecto porque su papá es quien iba a cuidarla, Mitzi decidió ir al hospital para visitarla y ahí vio a su mamá en una camilla, con las manos atadas.
“Eso dificultó mucho la comunicación entre nosotras porque hablábamos en lengua de señas. Luego llegó el doctor, usando cubrebocas, tratando de decirme que me fuera y que yo solo tenía 15 minutos con ella. A los pocos días ella empeoró y en su último día solo pude quedarme otros 15 minutos. Yo no pude despedirme de mi mamá como hubiera querido, no pudo decirme un mensaje final, los doctores llegaban a interrumpir y a sacarme casi a la fuerza”, señala la candidata.
Ese dolor, subraya, la acompañará hasta los últimos días y todo se debió a la ignorancia del personal del hospital de no respetar los derechos de comunicación de las personas con discapacidad.
Rebeca, quien continúa con sus estudios, ha enfrentado muchísimas dificultades en las escuelas regulares para oyentes donde “no respetan la cultura ni la identidad de las personas sordas”.
Estas escuelas, como la gran mayoría de las instituciones educativas en México, no tienen las adecuaciones ni ajustes de enseñanza y aprendizaje para incluir a personas sordas.
“Hay muchos maestros que no saben lengua de señas o que conocen muy poco o lo básico y no pueden explicarnos las cosas. El hecho de estudiar es una travesía muy titánica“, explica la candidata suplente.
La joven de 18 años cuenta que a veces se queda encerrada, sufriendo y no quiere salir de su casa porque no puede entender lo que dicen en la escuela. “Y yo tengo muchas ganas de estudiar”, agrega.
Para ella, una solución es que las asignaturas importantes sean inclusivas y además de dar clases de inglés, también hayan materias de lengua de señas y braille, las cuales deberían ser obligatorias en la educación básica y de esa forma crear un acercamiento pleno y real con las personas con discapacidad.
Las candidatas nos cuentan que sus propuestas principales en la campaña están enfocadas en mejorar la calidad de la salud y educación para personas con discapacidad, además del respeto a las comunidades indígenas y la promoción de la accesibilidad e inclusión en todos los ámbitos.
“Aunque muchos hablan de hacer accesible la información y de realizar cambios para mejorar las condiciones de vida, nosotras tenemos una idea más joven y tenemos experiencias diferentes de cómo vive nuestra generación y cómo se puede aplicar en el derecho”, explica Mitzi.
Por otro lado, resaltan que muchas de las personas en la política nunca piensan en la experiencia de las personas con discapacidad, por lo que ellas quieren proponer iniciativas partiendo desde la base de que al ser sordas, ya han vivido estas experiencias y obstáculos, por lo que ya saben cuáles son las necesidades de las personas con discapacidad y así representar a su comunidad.
“Muchas personas creen que los sordos solamente hablan en lengua de señas y utilizan el término de ‘sordomudo’ para hacer referencia a las personas sordas, pero en realidad muchas personas sordas saben leer y pueden hablar. Parte de esto es visibilizarlo dentro de la sociedad. Hemos ido a caminar casa por casa para que conozcan nos conozcan y conozcan nuestras propuestas y sepan que estamos ahí, y que sepan que hay personas con discapacidad que participan en la contienda y buscan alcanzar estas metas”, agrega Mitzi, quien se considera como una persona hogareña.
La historia delictiva de uno de los jefes más conocidos del narcotráfico en México llegó a su final con la declatoria de culpabilidad de este lunes.
“Lo buscan por todos lados y el hombre no está ni escondido”, canta una canción de Los Tucanes de Tijuana en honor a Ismael “El Mayo” Zambada.
El famoso narcotraficante de 77 años, uno de los tres fundadores y hasta hace un año el líder del cartel de Sinaloa, se declaró este lunes culpable del delito de narcotráfico en una corte de EE.UU.
Zambada, quien fue capturado en México en julio de 2024, también admitió haber sobornado a policías y políticos en su país.
Se trata del fin de la historia delictiva de quien fuera de los narcos más buscados del mundo, acusado de extorsión, corrupción, tráfico de estupefacientes y lavado de activos.
Y el epílogo de un símbolo de la industria –El Mayo, también conocido como “El hombre del sombrero”– que ha generado admiración, historias y un puñado de muertos y casos de corrupción tras cuatro décadas en el negocio.
El corrido tumbado de Los Tucanes, que tiene 10 millones de vistas en YouTube, continúa: “La ley quiere detenerlo, los contras quieren matarlo, pero nadie lo ha logrado, se les aparece el diablo”.
Pero el mito de El Mayo, que probablemente siga siendo un mito cultural, ya no va a poder jactarse de su gran hazaña: que “nunca los habían arrestado”. Y mucho menos, que se declarara culpable de narcotráfico.
Y se unirá en el destino al otro fundador y viejo aliado del cartel de Sinaloa, el Chapo, que fue sentenciado a cadena perpetua en 2019.
El juez Brian Cogan programó la audiencia de su sentencia para el 13 de enero de 2026. También dictó una enorme multa reparatoria de US$15.000 millones.
En una conferencia de prensa posterior al la audiencia judicial, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, dijo que esto era una “victoria histórica” para las autoridades de EE.UU.
“‘El Mayo’ pasará el resto de su vida entre rejas. Morirá en una prisión federal de Estados Unidos, donde debe estar”, señaló Bondi.
“‘El Mayo era uno de los narcotraficantes más prolíficos y poderosos del mundo. Su socio era ‘El Chapo’. Fueron cofundadores del Cartel de Sinaloa. Asesinaron brutalmente a múltiples personas e inundaron nuestro país con drogas. Su reinado de terror ha terminado”, añadió.
La historia del Mayo, el ascenso de traficante raso a “capo de capos”, como suelen bautizarlo, es una de pragmatismo, astucia y corrupción.
Después de un corto tiempo en el que fue repartidor de muebles en las calles de Culiacán, Zambada empezó en los años 70 como traficante en el cartel de Guadalajara, pionero en la industria comerciando opio, marihuana y, al final, cocaína.
Luego trabajó en el cartel de Juárez, primero como mando medio y después de líder, cada vez más cerca de Amado Carrillo, el llamado “Señor de los Cielos”. Desde ahí se cree que creó su red de contactos en Colombia, país donde hizo grandes amigos y socios productores de cocaína.
A medida que otros capos fueron muriendo o cayendo, Zambada se hizo más poderoso. Pocas veces tuvo problema con traicionar a un aliado.
Y si algo lo diferencia de los otros es que siempre mantuvo un perfil bajo. No hay casi imágenes de él.
Durante sus años de reinado se llegó a reportar se practicó cirugías para cambiar de apariencia. Que tenía muchas mujeres e hijos. Poco más.
Pasó décadas de un lado a otro entre las montañas del noroccidente de México. Era inusual que durmiera dos noches seguidas en el mismo sitio.
Uno de sus hijos, Vicente Zambada Niebla, fue detenido por las autoridades mexicanas en 2009. Su diario en la cárcel fue luego divulgado.
En él, y en el testimonio que dio a las autoridades estadounidenses, Zambada junior contó que su padre llegó a pagar un millón de dólares en sobornos al mes.
Que su red de complicidad incluía bancos y gobiernos. Que mantenía contacto con la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés).
El Mayo Zambada se hizo en mito porque ha sido de los narcos más preocupados en generar un vínculo con la comunidad.
Ha sido un mecenas de El Álamo, su ranchería natal, y otros pueblos de la región de Sinaloa, financiando sus arreglos, obras y celebraciones.
Y si era de los que menos protagonismo y más arraigo social tenía, El Mayo también era el narco que menos traficaba, porque su gran contribución a la operación del Cartel de Sinaloa, más que la exportación de estupefacientes, fue crear una rama comercial para el lavado de dinero gestionado por mujeres de su familia.
Se reporta que llegó a lavar miles de millones de dólares. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos le atribuye la propiedad de importantes empresas de construcción, leche y servicios.
Por eso era el más cercano a la política, a la cultura y a las autoridades mexicanas.
También era el que más información puede dar sobre el rol del mundo legal en la inmensa industria del narcotráfico.
Pero si la vida de Zambada estuvo marcada por el mito y la leyenda, su captura, ocurrida el 25 de julio de 2024, tuvo tintes hollywoodenses.
De acuerdo al reporte de las autoridades estadounidenses, Zambada se presentó ese día junto al hijo de su antiguo socio El Chapo Guzmán, Joaquín Guzmán López, ante las autoridades federales estadounidenses.
Era una historia extraña: el hombre más buscado de México hasta ese momento se presentaban a las autoridades de EE.UU.
Después se supo que Guzmán López había engañado al “Mayo” Zambada para que se subiera a un avión en México y cruzaran la frontera para “visitar unos proyectos inmobiliarios”.
Una vez en EE.UU., el hijo del “Chapo” lo entregó a las autoridades. En ese momento se ofrecían US$15 millones de recompensa por Zambada.
Por supuesto, la captura del capo sacudió la estructura del cartel de Sinaloa. Se estima que hasta el momento, debido a la lucha de poder dentro de la organización, unas 2.000 personas han muerto de forma violenta.
Ya bajo la custodia de EE.UU., en un principio el “Mayo” se negaba a aceptar los cargos. Señalaba que había sido llevado en contra de su voluntad a EE.UU.
Sin embargo en los últimos días se presentó un cambio importante: la parte acusatoria decidió no pedir la pena de muerte por los delitos de Zambada.
Entonces vino la declaración de culpabilidad de este lunes.
Sin embargo, el abogado de Zambada, Frank Pérez, dijo a los reporteros al salir de la audiencia que su cliente no estaba cooperando con las autoridades estadounidenses y que “para nada” pretende incriminar a alguien.
Señaló que la referencia que hizo a autoridades sobornadas ya ha sido materia de otros procesos de narcotraficantes: “Todo eso que dijo ya está en otros juicios, solo dijo lo que era necesario. Él no va a hablar de nadie”, dijo Pérez a los reporteros.
“La información de ‘El Mayo’ Zambada se queda con ‘El Mayo’ Zambada”, añadió.
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