
Aveces parece casi imposible iniciar un espacio en casa donde cosechar nuestros propiosalimentos. Sin embargo, puedes aprovechar estos huertos urbanos en la CDMX para conseguir productos frescos casi recién cortados o sacados de la tierra.
Y es que aunque vivimos en un ciudad con tantos edificios y carros, existen estos espacios que se han mantenido gracias a esfuerzos comunitarios y ciudadanos.
En ellos no solo podrás ir por las verduras más frescas, sino que también te pueden guiar y dar los conocimientos y herramientas necesarias para comenzar tu propio mini huerto en casa. Te decimos dónde encontrar estos lugares.
Las personas que viven en el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco son bastante afortunadas, pues dentro de sus límites se encuentra este proyecto super chido realizado por la organización CultiCuidad.
Sin embargo, siempre buscan la manera de hacer que la comunidad también se involucre en el cuidado de este espacio y las plantas que ahí habitan. Además tienen talleres, actividades, visitas guiadas y hasta voluntariado.
Y sí, aquí venden hortalizas a un precio accesible. También encuentras macetas, semillas, sustratos y todo lo necesario para plantar alguna hortaliza en tu hogar.
Se encuentra en Paseo de La Reforma Norte #742, Col. Tlatelolco en la alcaldía Cuauhtémoc. Revisa su Facebook o Instagram para conocer más detalles y eventos.

El padre de los huertos urbanos en CDMX es el Romita, pues existe desde el 2006 y ha demostrado que sí se puede tener un proyecto de este tipo que resista al paso del tiempo, siempre que haya una comunidad dispuesta a ayudar.
Este lugar se encuentra en el Callejón Durango 6, La romita, en la Roma Norte. Se imparten talleres de agricultura urbana y ahí mismo consigues insumos para huertos y jardinería. Además hay venta de la red de productores asociados al huerto.
Y por si eso no fuera suficiente, el lugar también cuenta con cocina social, por lo que puedes disfrutar desayunos del huerto y hasta participar en clases de cocina.
Ver esta publicación en Instagram
El Colectivo Raíces del Oriente crearon junto a otros colectivos este huerto urbano que beneficia a los habitantes de la Unidad Habitacional Ermita Zaragoza en Iztapalapa.
Quizás no es un espacio tan grande como otros, pero este espacio abrió en 2019 y se mantiene gracias a los esfuerzos de la comunidad de la zona. Hay más de 30 especies de plantas/hortalizas y se espera que siga evolucionando como un espacio para dar talleres, pláticas e involucrar más a las personas de la zona.
Se encuentra en el Andador Andrés Quintana Roo, Ermita Zaragoza, Iztapalapa.

Iztapalapa también cuenta con otro de los huertos urbanos en CDMX que también depende de la participación de la comunidad.
El Huerto Comunitario de las Rosas fue rehabilitado por varios colectivos y miembros asociados ala Red Socioambiental Paraíso y Paz en abril del 2020 y nuevamente es un espacio listo para la producción de hortaliza a escala familiar y comunitaria
Además, también se enfocan en dar talleres y ayudar a la población a entrarle a temas como captación de agua de lluvia, estanque natural, compostaje, baño seco, cocinas solares y más.
Se encuentra sobre Avenida Fuerte de Loreto, Col. Ejército de Agua Prieta, frente al Campus II de la FES-Zaragosa en Iztapalapa.

Este es de los huertos urbanos en la CDMX más nuevos, pues apenas se inauguró el pasado 12 de mayo en Canacuate #12, Santo Domingo en la alcaldía Coyoacán.
Aquí también se intentará involucrar a las personas de la comunidad para que participen en el huerto, pero también para que sepan cómo cultivar usando pequeños espacios en casa.
De acuerdo a Reforma, se ubica en la azotea de un edificio de la Unión de Colonos y les tomó tres meses renovar el espacio.
¡No lo tires a la basura! Dale una segunda vida con estos proyectos de reciclaje

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.