Home
>
Animal MX
>
Estilo de vida
>
Nunca dejes de sonreír: *5 obras de Gabriel García Márquez para recordarlo por siempre*
Nunca dejes de sonreír: *5 obras de Gabriel García Márquez para recordarlo por siempre*
Foto: Cuartoscuro
3 minutos de lectura
Nunca dejes de sonreír: *5 obras de Gabriel García Márquez para recordarlo por siempre*
06 de marzo, 2021
Por: Rogelio Loredo
@RogerVk93 

Hace 94 años nació Gabriel García Márquez, uno de los escritores latinoamericanos más revolucionarios y uno de los padres del Realismo mágico.

El trabajo de ‘Gabo’ fue tan importante que en 1982 ganó el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en una de las seis plumas latinas en recibir este galardón.

El también periodista colombiano es recordado por muchos por Cien Años de Soledad, pero su carrera está repleta de otros clásicos que a pesar de que muriera en 2014, su obra siempre lo mantendrá presente en nuestra memoria.

Así que aquí te dejamos cinco libros que no son Cien Años de Soledad (y que debes leer) para recordar a Gabriel García Márquez.

Crónica de una muerte anunciada

En un pequeño pueblo en la costa del Caribe, Bayardo San Román y Ángela Vicario se casan, pero después de enterarse que su esposa no es virgen, Bayardo la regresa a casa de su familia donde ella es golpeada por su madre e interrogada por sus hermanos.

Tras el interrogatorio, Ángela culpa a Santiago Nasar de quitarle la virginidad, lo que ocasiona que sus hermanos anuncien sus intenciones de asesinarlo para vengar el honor de su hermana.

En esta historia, donde el único que no conoce las intenciones de los hermanos Vicario es Santiago, se unen el ingenio, rencor y sentimientos encontrados de una comunidad que facilita la muerte.

El amor en los tiempos de cólera

Esta obra cuenta sobre cómo el amor entre Florentino Arizo y Fermina Daza, el se ve frustrado por el matrimonio de Fermina con un doctor que lucha contra el cólera.

60 años después, el amor entre Fermina y Florentino vuelve a revivir tras la muerte del doctor Juvenal Urbino.

Checa también: Murió Mercedes Barcha, viuda y cómplice de Gabriel García Márquez

El general en su laberinto

La novela cuenta los últimos meses de la vida de Simón Bolívar, quien liberó a Colombia del dominio español a inicios del siglo XIX.

García Márquez narra el viaje de Bogotá a la costa colombiana de Bolívar, a quien ilustra como un hombre física y mentalmente agotado.

Noticia de un secuestro

Como muestra de su pasión con el periodismo, Gabriel García Márquez analiza una serie de secuestros organizados por Pablo Escobar durante la década de los 90.

El libro cuenta la historia entre la confrontación del gobierno y el Cartel de Medellín, utilizando los testimonios de los protagonistas.

Del amor y otros demonios

En 1942, durante la construcción de un convento, aparecen los restos de Sierva María de Todos los Ángeles, una adolescente con un cabello de 22 metros de largo.

Este descubrimiento desemboca en una única historia de amor que ocurrió a mediados del siglo XVIII entre Sierva María, quien es encerrada en un convento por temor a que su alma esté poseída por el diablo, y Don Cayetano Delaura, su exorcista.

Antes de que te vayas: CDMX en naranja por COVID; se registra ligero aumento de casos

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
image
“Solo quería darle una vida digna”: el padre que vio morir a su hija asfixiada intentando llegar a Reino Unido
6 minutos de lectura
“Solo quería darle una vida digna”: el padre que vio morir a su hija asfixiada intentando llegar a Reino Unido

La familia de origen iraquí había pedido asilo en varios países de Europa, pero dicen que se lo denegaron y les dijeron que iban a ser deportados.

02 de mayo, 2024
Por: BBC News Mundo
0

Ahmed Alhashimi está en la playa, gritando a las olas que van y vienen, golpeándose y arañándose el pecho, entregándose al dolor, la rabia y la culpa, que no desaparecen.

“No pude protegerla. Nunca me lo perdonaré. Pero el mar era la única opción que tenía”, solloza.

La semana previa, al amanecer, en ese mismo tramo de la costa francesa al sur de Calais, el hombre de 41 años se vio atrapado dentro de un bote inflable mientras gritaba para pedir ayuda, arremetía contra los cuerpos que lo rodeaban y rogaba a la gente que se moviera para darle espacio y poder agacharse.

Quería así rescatar a su hija Sara, de 7 años, de la oscuridad sofocante en la que había sido aplastada.

“Sólo quería que aquel hombre se moviera para poder levantar a mi bebé”, explica Ahmed.

Se refiere a un joven que era parte de un grupo más grande que embarcó en el último minuto, cuando el bote ya estaba alejado de la costa.

El hombre primero lo ignoró. Luego lo amenazó.

“Eso fue como la muerte misma. Vimos gente morir. Vi cómo se comportaban esos hombres. No les importaba a quién pisaban, fuera un niño o la cabeza de alguien, joven o viejo. La gente empezó a asfixiarse”, cuenta Ahmed con amargura.

Sara con un muñeco de peluche en la mano.
BBC
Sara, de 7 años, se asfixió cuando la gente la empujaba en el bote en el que intentaba cruzar de Francia a Reino Unido.

Aunque Ahmed es iraquí, su hija ni siquiera conocía ese país. Nació en Bélgica y pasó la mayor parte de su corta vida en Suecia.

En total, cinco personas murieron en el mismo incidente, víctimas de lo que debió parecer una agonizante estampida a cámara lenta.

Un equipo de la BBC presenció lo que sucedió.

Los traficantes escoltaban a sus pasajeros a través de la playa hacia un pequeño bote mientras usaban fuegos artificiales y empuñaban palos para protegerse de un grupo de policías franceses que intentaba, sin éxito, impedir que el grupo abordara en el bote.

Un bote inflable abarrotado se dirige al mar en el Canal bajo la luz de la luna. Un barco de la guardia costera francesa aparece en el horizonte.
BBC News
El bote inflable abarrotado se hace a la mar en el Canal entre Francia y Reino Unido.

“¡Ayuda!”

A medida que el barco se alejaba mar adentro, escuchamos a alguien gritar débilmente desde a bordo. Pero en la penumbra que precede al amanecer era imposible saber qué estaba pasando.

Al amanecer, la policía se alejaba ya de la orilla junto a un presunto traficante de personas y algunos de los migrantes que no subieron al bote.

Ahmed confirmó más tarde que el hombre que gritaba pidiendo ayuda era él, implorando desesperadamente a quienes lo rodeaban que salvaran la vida de Sara.

La esposa de Ahmed, Nour AlSaeed, y sus otros dos hijos, Rahaf, de 13 años, y Hussam, de 8, también quedaron atrapados entre la gente, pero podían respirar.

“Soy un trabajador de la construcción. Soy fuerte. Pero ni siquiera yo podía sacar mi pierna, atrapada en la multitud. No me extraña que mi pequeña tampoco pudiera. Estaba bajo nuestros pies”, dice Ahmed.

El cuarto intento

Este era el cuarto intento de la familia para cruzar de Francia a Reino Unido desde que llegaron a la zona hace dos meses.

La policía los sorprendió dos veces en la playa cuando luchaban por el seguir el ritmo del resto de migrantes, que corrían hacia el bote de un traficante.

Ahmed cuenta que esta vez, los traficantes -que cobraban US$1.600 por adulto y la mitad por cada niño-, les habían prometido que sólo 40 personas subirían a su bote, pero se sorprendieron cuando otro grupo de migrantes apareció en la playa e insistió en subir a bordo.

Sara estuvo tranquila al principio. Sostenía la mano de su padre mientras caminaban desde la estación de tren de Wimereux la tarde anterior. Luego, durante la noche, se escondieron en unas dunas al norte de la ciudad.

Poco antes de las 6 de la mañana, el grupo ya había inflado su bote. Luego, los traficantes les ordenaron que lo llevaran a la playa y corrieran con él hacia el mar antes de que la policía los interceptara.

Dice Ahmed que, de repente, un bote de gas lacrimógeno de la policía explotó cerca de ellos y Sara comenzó a gritar.

Una vez que subieron a la embarcación, Ahmed sostuvo a Sara sobre sus hombros durante aproximadamente un minuto, pero luego la bajó para ayudar a subir a bordo a su otra hija, Rahaf.

Fue entonces cuando perdió de vista a Sara.

Solo más tarde, cuando los equipos de rescate franceses los interceptaron en el mar y desembarcaron a algunas de las más de 100 personas hacinadas en el bote, Ahmed pudo por fin llegar hasta el cuerpo de su hija.

“Vi su cabeza en la esquina del barco. Estaba toda azul. Ya estaba muerta cuando la sacamos. No respiraba”, explica entre sollozos.

Desde entonces, las autoridades francesas atienden a la familia mientras esperan para enterrar el cuerpo de Sara.

Sara con su hermano Hussam y su hermana Rahaf.
BBC
Sara (derecha) con su hermano Hussam y su hermana Rahaf. Ya habían intentado cruzar el Canal tres veces.

“Era la única opción que tenía”

Ahmed dice que es consciente de las fuertes críticas en las redes sociales que ha enfrentado por parte de personas que le acusan de poner a su familia en un riesgo innecesario. Parece debatirse entre aceptar y rechazar tales acusaciones.

“Nunca me lo perdonaré. Pero el mar era la única opción que tenía. Todo lo que pasó fue en contra de mi voluntad. Se me acabaron las opciones. La gente me culpa y dice: ‘¿Cómo arriesgaste a tus hijas?’ Pero he estado 14 años en Europa y he sido rechazado”, dice Ahmed, y detalla los años de intentos fallidos para asegurar su residencia en la Unión Europea tras de haber huido de Irak después de lo que describió como amenazas de grupos de milicias.

Al parecer, Bélgica le denegó el asilo con el argumento de que Basora, su ciudad natal en Irak, estaba clasificada como zona segura.

Cuenta que sus hijos pasaron los últimos siete años con un pariente en Suecia, pero que recientemente le informaron que serían deportados, junto a él, a Irak.

“Si supiera que hay un 1% de posibilidades de quedarme con los niños en Bélgica, Francia, Suecia o Finlandia, me quedaría allí. Lo único que quería para mis hijos es que fueran a la escuela. No quiero ningún tipo de ayuda social. Mi esposa y yo podemos trabajar. Sólo quería protegerlos a ellos, a su infancia y a su dignidad”, continua.

“Si la gente estuviera en mi lugar, ¿qué harían? Aquellos que (me critican) no han sufrido lo que yo he sufrido. Ésta era mi última opción”, dice, apelando al gobierno británico en busca de solidaridad y apoyo.

El último dibujo que hizo Sara de su familia.
BBC
El último dibujo que hizo Sara de su familia antes de su cuarto intento por llegar a Inglaterra.

Eva Jonsson, profesora de Sara en Uddevalla, Suecia, describe a la niña como “amable y buena” en un mensaje de vídeo enviado a la BBC.

“Tenía muchos amigos en la escuela. Jugaban juntos todo el tiempo… En febrero nos enteramos de que la deportarían y de que sería rápido. Nos avisaron con dos días de antelación”, explica.

Después de enterarse de su muerte, la clase se reunió en círculo y guardó un minuto de silencio.

“Es muy desafortunado que esto le pase a una familia tan agradable. He enseñado a (otros) niños de esta familia y me sorprendió mucho la deportación”, dice la maestra.

“Aún tenemos la foto de Sara delante de nosotros y la guardaremos aquí mientras los niños quieran”.

Línea gris
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...