Eugenio es un árbol que tiene 150 años y vive en la cerrada de Eugenía No. 28 de la Colonia del Valle. Pero ahora quieren talarlo y los vecinos se organizaron para crear el #EugeFest, un evento ciudadano para salvar este fresno.
La idea de este evento nació desde hace un mes, cuando los habitantes de esta calle se organizaron para velar por los árboles que pueden ser talados.
El #EugeFest se llevará a cabo el este sábado 12 de noviembre a partir de las 11:00 y hasta la 13:00 horas en la mismita cerrada ubicada en la alcaldía Benito Juárez. Aquí te contamos lo que debes saber.
Las vecinas y vecinos de Eugenio recibirán a todas las personas interesadas en la defensa de este legendario fresno de la Ciudad de México, especialmente a quienes en sus colonias estén pasando por casos similares de tala de árboles sin permisos ambientales necesarios.
Mar, quien vive en la cerrada de Eugenia, cuenta a Animal MX que el #EugeFest fue una idea colaborativa con “Súper Cívico” de Los Supercivicos.
“Él nos dijo algo poderoso que tiene que ver con contrarrestar la destrucción con vida, con arte y buena onda. Entonces de ahí nace la idea de un festival organizado por vecinos”, explica.
De acuerdo con Mar, en el #EugeFest habrá un concurso de dibujos que reflejará un gran proceso de la lucha para combatir la tala de Eugenio, ya que los vecinos -a través del arte y carteles- han expresado su inconformidad ante la situación.
Además del concurso de dibujos, los vecinos de Eugenio compraron binoculares para realizar observaciones y así conocer la flora y fauna que habita en este gran fresno, como los nidos de las aves. ¡Todo un trabajo de ciencia ciudadana!
“La gente también podrá tomarse fotos con el árbol que es una cosa monumental y una de las vecinas que tiene mucho conocimiento sobre los árboles y por qué son importantes, va a estar platicando sobre eso”, añadió Mar.
Además de estas actividades de ciencia ciudadana, habrá un espacio con música y comida.
Sin estar lejanos a la situación de Acapulco, también abrirán un centro de acopio ese día para entregar los víveres en apoyo a la situación que aún viven en el puerto.
“Va a ser eso. Vecinos que nos juntamos porque nos importa visibilizar esto con arte para contrarrestar la destrucción de las constructoras en la Ciudad de México”, señaló Mar en entrevista.
Aunque los vecinos de Eugenio denunciaron la tala de tres árboles desde el pasado 11 de octubre, no quieren que suceda lo mismo con este monumental fresno.
De acuerdo con el catálogo de árboles de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, el fresno o Fraxinus Uhdei es parte de la vegetación endémica de México con presencia en CDMX, al igual que señalan las observaciones de especialistas y observadores ciudadanos en la plataforma de Naturalista de la Conabio.
Para Mar y los otros vecinos de la cerrada Eugenia No. 28, es muy importante cuidar de la supervivencia de este fresno por los servicios ecosistémicos que ofrece.
“Eugenio nos interesa muchísimo. Nosotros estamos cada día más convencidos de que lo vamos a salvar por la dimensión que ha alcanzado el caso, pero sabemos que hay muchos otros grupos de vecinos que están igual y que no necesariamente tienen ni la visibilidad ni los recursos”, señala Mar.
Por ello buscan que con el #EugeFest y la visibilidad del caso, más colonias sepan qué hacer y cómo actuar ante la tala de árboles ilegal.
“Nos interesa mucho que esto se vuelva un precedente y una plataforma para que cada vez que alguien en Ciudad de México vea que están talando un árbol sepa que puede reclamar y sepa qué puede pedir a las autoridades”, agrega.
Durante décadas, el PKK ha luchado con Turquía para ganar territorio para los kurdos de Medio Oriente.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha decidido disolverse y deponer las armas, marcando el fin de un conflicto de más de cuatro décadas con Turquía que dejó más de 40.000 muertos.
La decisión se produjo tres meses después de que su líder, Abdullah Ocalan, preso desde 1999, hiciera un llamado a la disolución del grupo.
Turquía aún no ha hecho ningún anuncio oficial, pero la disolución representaría una gran victoria para el presidente Recep Tayyip Erdogan.
También tendrá importantes repercusiones en la región, especialmente en la vecina Siria.
El grupo, de raíces izquierdistas, fue formado a finales de los años 70 y lanzó una lucha armada contra el gobierno turco en 1984, reclamando un Estado kurdo independiente dentro de Turquía.
Los kurdos son uno de los pueblos originarios de las montañas y llanuras de Mesopotamia, una región que se extiende por el sureste de Turquía, noreste de Siria, norte de Irak, noroeste de Irán y suroeste de Armenia.
Se estima que entre 25 y 35 millones de kurdos viven en esta zona. Son el cuarto grupo étnico más numeroso de Medio Oriente (después de árabes, persas y turcos), pero no tienen un Estado-nación propio.
Durante siglos, los kurdos vivieron bajo el dominio del Imperio Otomano. Cuando este colapsó al final de la Primera Guerra Mundial, muchos kurdos comenzaron a considerar la creación de una patria propia, usualmente denominada “Kurdistán”. Los aliados occidentales vencedores contemplaron esa posibilidad en el Tratado de Sèvres de 1920.
Sin embargo, este fue reemplazado en 1923 por el Tratado de Lausana, que fijó las fronteras de la Turquía moderna y no incluyó ninguna disposición para un Estado kurdo.
Los kurdos quedaron como minoría en todos los países donde habitaban. Durante los siguientes 80 años, todos los intentos kurdos por establecer un país independiente fueron reprimidos.
Los kurdos representan entre el 15 % y el 20 % de la población de Turquía.
En respuesta a los levantamientos ocurridos en las décadas de 1920 y 1930 en Turquía, muchos kurdos fueron reubicados, se prohibieron los nombres y vestimentas kurdas, se restringió el uso del idioma kurdo, e incluso se negó la existencia de una identidad étnica kurda, denominando a estas personas como “turcos de las montañas”.
En 1978, Abdullah Ocalan -un activista político de izquierda originario del sureste de Turquía- fundó el PKK, que abogaba por la creación de un Estado independiente dentro de Turquía. En 1984, el grupo inició una lucha armada.
Desde entonces, aproximadamente 40.000 personas han muerto en Turquía y en zonas de Siria e Irak cercanas a la frontera turca, como consecuencia del conflicto entre el PKK y las fuerzas de seguridad turcas. Cientos de miles de personas han sido desplazadas dentro de Turquía.
El PKK ha sido calificado como grupo terrorista en Turquía, Estados Unidos, Reino Unido y países de la Unión Europea.
En la década de 1990, el PKK dio marcha atrás en sus demandas de un Estado independiente, y comenzó -en cambio- a pedir una mayor autonomía para los kurdos.
En una entrevista con la BBC en 2016, el líder militar del PKK, Cemil Bayik, declaró:
“No queremos separarnos de Turquía y formar un Estado. Queremos vivir dentro de las fronteras de Turquía, en nuestra propia tierra, con libertad”.
“La lucha continuará hasta que se reconozcan los derechos innatos de los kurdos”, añadió.
Sin embargo, Turquía sostiene que el PKK “intenta crear un Estado separado dentro de Turquía”.
A mediados de los años noventa, se produjeron intensos combates entre las fuerzas de seguridad turcas y el PKK. Miles de aldeas fueron destruidas en el sureste y este de Turquía -zonas de mayoría kurda-, lo que obligó a cientos de miles de kurdos a huir hacia ciudades en otras partes del país.
El grupo pidió participar en la vida política de Turquía, mayor reconocimiento de los derechos culturales de la población kurda del país y la liberación de sus miembros encarcelados.
Turquía se negó a negociar con el PKK y ofreció únicamente una amnistía limitada a sus miembros.
Entre 2009 y 2011, el PKK y el gobierno turco mantuvieron conversaciones secretas en Noruega, pero estas fracasaron.
En marzo de 2013, Ocalan anunció un nuevo alto el fuego tras mantener diálogos con el gobierno, y pidió a las fuerzas del PKK que se retiraran de Turquía. Sin embargo, ese alto el fuego se rompió en julio de 2015.
Desde 2015, más de 7.000 personas han muerto en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad turcas y los combatientes del PKK en Turquía e Irak, según la organización de investigación Crisis Group.
Los combates fueron especialmente intensos en 2015 y 2016, y ocurrieron principalmente en el sureste de Turquía.
Para 2019, las fuerzas de seguridad turcas habían expulsado a muchos militantes del PKK fuera del país, y la mayor parte de los enfrentamientos se ha trasladado desde entonces a la región autónoma del Kurdistán, en el norte de Irak, y al norte de Siria.
En Siria, las tropas turcas (junto con una milicia aliada llamada Ejército Nacional Sirio) también han estado combatiendo a las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG), lideradas por kurdos, a las que Turquía considera la rama siria del PKK.
Pero desde octubre de 2024, el gobierno turco -junto con Devlet Bahceli, líder del ultraderechista Partido del Movimiento Nacionalista- ha estado manteniendo conversaciones con el PKK, que han incluido visitas a Ocalan en la prisión de la isla de Imrali, una cárcel de alta seguridad en el mar de Mármara.
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