“¡De regreso al plástico!” Fue el anuncio Donald Trump, presidente de Estados Unidos, hizo en su red social Truth el pasado 7 de febrero.
En su posteo advirtió que firmará una orden ejecutiva para poner fin a los popotes de papel y así, volver a los elaborados con plástico.
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“La semana que viene firmaré una orden ejecutiva que pondrá fin a la ridícula campaña de Biden para que se usen pajillas de papel, que no funcionan. ¡DE REGRESO AL PLÁSTICO!”, fue el mensaje completo.
Las pajillas de papel ecológicas fueron promovidas por el expresidente Joe Biden durante su administración, como parte de la política pública ambiental.
El decreto que Trump firmó, una semana después de su anunció en redes sociales, marca un retroceso en la política pública ambiental al prometer que Estados Unidos regresará a los popotes de plástico.
Cabe recordar que el actual presidente de Estados Unidos ha mostrado un rechazo ante los efectos ya presentes de la crisis climática y es señalado por ambientalistas y activistas climáticos como un negacionista, es decir, una persona que no cree en los efectos del cambio climático.
Un artículo de AFP señala que el presidente estadounidense es un escéptico del cambio climático que califica de “estafa” la transición energética y prometió impulsar la producción de petróleo y gas.
El expresidente y demócrata Joe Biden se fijó el objetivo, por decreto, de eliminar en la medida de lo posible el uso de utensilios de plástico de un solo uso, entre ellos los popotes en los departamentos y organismos federales para 2035, señaló AFP.
En Estados Unidos el uso de popotes, vasos y cubiertos desechables son parte esencial de la vida cotidiana de su población al ser grandes consumidores de bebidas y alimentos para llevar.
Sin embargo, estos productos plásticos desechables no son reciclables.
Además, se han convertido en uno de los principales símbolos mundiales de la contaminación por plásticos, especialmente en los océanos.
La coalición Desplastifícate en México advierte que el plástico mata a 100 mil mamíferos marinos y tortugas cada año.
Desplastifícate es un movimiento social conformado por más de 35 Organizaciones de la Sociedad Civil, entidades gubernamentales y comercios comprometidos con el medio ambiente en Baja California Sur.
El pasado 2 de febrero, en el mundo, se celebró el Día Internacional Sin Popote, una acción impulsada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Este día nace cuando se lanzó la campaña #MaresLimpios el 23 de febrero de 2017 en Bali, Indonesia, liderado por el PNUMA.
El objetivo de esta campaña fue promover la eliminación, para 2022, de los productos plásticos que generan el 90% de la basura marina en los océanos del planeta, entre la que figuran los popotes que flotan en las aguas marinas o se dispersan en las playas.
En 2019, el cierre de la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, culminó con una declaración en la que más de 200 países se comprometieron a reducir el uso de plásticos de aquí a 2030.
Si bien, varios países, según señala la ONU en un artículo, apoyaban las medidas más ambiciosas sugeridas por India para que las naciones se comprometieran a la “eliminación progresiva de los productos de plástico de un solo uso para 2025”, algunos países como Estados Unidos, Arabia Saudita y Cuba se opusieron.
Finalmente solo se incluyó una “reducción significativa” en 2030.
El anuncio de Donald Trump al prometer que Estados Unidos volverá a usar los popotes de plástico resulta un retroceso en los compromisos por reducir el uso de plásticos de cara a la Agenda 2030.
Entre ellos, el cumplimiento de, al menos, dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como son el 13, por la acción por el clima y el 14, por la protección de la vida marina.
El mandatario firmó una orden ejecutiva sancionando a los funcionarios de la CPI que investigan a EE.UU. y sus aliados.
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que sanciona a la Corte Penal Internacional (CPI), acusándola de “acciones ilegítimas e infundadas contra Estados Unidos y nuestro aliado cercano Israel”.
La medida impone restricciones financieras y de visado a las personas y sus familias que colaboren en las investigaciones de la CPI sobre ciudadanos estadounidenses o aliados. Trump firmó la medida mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitaba Washington.
El tribunal, con sede en La Haya, dijo el viernes que “condena” la medida y dijo que Estados Unidos pretende “dañar su labor judicial independiente e imparcial”.
“La Corte respalda firmemente a su personal y se compromete a seguir brindando justicia y esperanza a millones de víctimas inocentes de atrocidades en todo el mundo, en todas las situaciones que se le presenten”, dijo en un comunicado.
“Seguiremos brindando justicia y esperanza a millones de víctimas de atrocidades en todo el mundo”, añadió.
En noviembre pasado, la CPI emitió una orden de arresto contra Netanyahu por presuntos crímenes de guerra en Gaza, lo que Israel niega. El tribunal también emitió una orden de arresto contra un comandante de Hamás.
Una hoja informativa de la Casa Blanca que circuló el jueves por la mañana acusaba a la CPI, con sede en La Haya, de crear una “vergonzosa equivalencia moral” entre Hamás e Israel al emitir las órdenes al mismo tiempo.
La orden ejecutiva de Trump dice que las recientes acciones de la CPI “sientan un precedente peligroso” que pone en peligro a los estadounidenses al exponerlos a “acoso, abuso y posible arresto”.
“Esta conducta maligna a su vez amenaza con infringir la soberanía de Estados Unidos y socava la importante labor de seguridad nacional y política exterior del gobierno de Estados Unidos y de nuestros aliados, incluido Israel”, dice la orden.
Añade que “ambas naciones [Estados Unidos e Israel] son democracias prósperas con ejércitos que se adhieren estrictamente a las leyes de guerra”.
Estados Unidos no es miembro de la CPI y ha rechazado repetidamente cualquier jurisdicción del organismo sobre funcionarios o ciudadanos estadounidenses.
La Casa Blanca acusó a la CPI de imponer restricciones al derecho de Israel a la legítima defensa, y de ignorar a Irán y a los grupos antiisraelíes.
Trump ha criticado repetidamente a la corte y tomó varias medidas para sancionar al organismo durante su primer mandato.
En 2020, impuso sanciones a los funcionarios de la CPI que estaban investigando si las fuerzas estadounidenses habían cometido crímenes de guerra en Afganistán. Esas sanciones fueron levantadas por la administración del presidente Joe Biden.
El mes pasado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó a favor de sancionar a la CPI, pero el proyecto de ley fracasó en el Senado. La CPI se fundó en 2002, tras la disolución de Yugoslavia y el genocidio de Ruanda, para investigar presuntas atrocidades. Más de 120 países han ratificado el Estatuto de Roma, que constituyó la CPI, mientras que otros 34 lo han firmado y podrían ratificarlo en el futuro.
Ni Estados Unidos ni Israel son parte del Estatuto de Roma. La CPI es un tribunal de última instancia y está destinada a intervenir únicamente cuando las autoridades nacionales no pueden o no quieren hacerlo.
Durante su mandato, el presidente Biden también criticó la orden de arresto de la CPI contra Netanyahu, calificando la medida de “escandalosa” y diciendo que no había equivalencia entre Israel y Hamás.
La firma de Trump de su última orden ejecutiva se produce después de que el martes, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro israelí, anunciara un plan para que Estados Unidos “se apodere” de Gaza, reasiente a su población palestina y convierta el territorio en la “Riviera del Medio Oriente”.
Después de que los líderes árabes y la ONU condenaran la idea, el presidente estadounidense la reiteró en su plataforma de redes sociales Truth Social el jueves.
“Israel entregaría la Franja de Gaza a Estados Unidos al concluir los combates”, escribió Trump.
Repitió que el plan implicaría reasentar a los palestinos y que no se desplegarían soldados estadounidenses.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo el miércoles que cualquier desplazamiento sería temporal.
El secretario de Estado Marco Rubio afirmó que los habitantes de Gaza se irían por un período “interino” mientras se lleva a cabo la reconstrucción, según la propuesta.
Trump firmó la orden que sanciona a la CPI mientras Netanyahu continuaba su visita en Washington, donde se reunió con legisladores republicanos y demócratas en el Capitolio.
El primer ministro israelí también le entregó a Trump como regalo un buscapersonas dorado.
Este es una referencia a la operación mortal de Israel contra la milicia libanesa Hezbolá en septiembre del año pasado, utilizando dispositivos de comunicación con trampas explosivas.
Decenas de personas murieron y miles resultaron heridas en los ataques.
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