¿San Valentín o Sad Valentín? Canciones de desamor para escuchar y cantar el 14 de febrero
Foto: Pexels.
6 minutos de lectura
¿San Valentín o Sad Valentín? Canciones de desamor para escuchar y cantar el 14 de febrero
Si este San Valentín en lugar de celebrar el amor, tienes dolorcito del corazón, nuestro equipo y lectores te arman la playlist.
13 de febrero, 2025
Por: María Paula Paredes Solarte
Compartir
Si este San Valentín en lugar de celebrar el amor, estás atravesando el terrible dolor de un corazón roto no hay nada que una sesión de karaoke con canciones dolidas no pueda solucionar.
Le preguntamos a nuestros lectores y parte del equipo de Animal.MX cuál es su vieja confiable para llorar a gusto y aquí te compartimos las respuestas para que las sumes a tu lista.
Canciones de desamor para el 14 de febrero
Si eres como ‘el grinch’ de esta celebración ya sea por que estas dándote un tiempo con es persona, estas atravesando una ruptura o simplemente San Valentín no es lo tuyo, ¿Qué tal una sesión de karaoke para atravesarlo?
Te compartimos algunas de las recomendaciones de canciones para este 14 si no quieres celebrar el amor, sino más bien desahogarte.
Desde rock, hasta clásicos nacionales infaltables, el soundtrack de una peli y una salsita para bailar la tristeza. El equipo del xolito te da sus canciones infaltables para la playlist de desamor. Échales un ojito.
Like a Drug de Queens of the Stone Age: ¡Empezamos fuertes! Esta canción rhabla un poco sobre cuando aunque sabemos que ahí no es no podemos decir a adiós. ‘Supongo que no estaba destinado a ser así, pero ahora te has ido. Es solo que tu amor es como una droga’ dice en una de sus líneas. La metáfora de la “droga” se utiliza para describir cómo esa relación es intensa, adictiva y, al mismo tiempo, destructiva.
Yo no nací para amar de Juan Gabriel: En esta lista obvio no podría faltar Juan Gabriel con esta canción para cuando sientes que nunca nadie te ha amado de la forma en la que tu esperabas. “Siempre lo busque, pero nunca pude encontrar ese amor. Siempre lo esperé y en todas partes que esperaba, ese amor nunca llegó”, dice.
Mi desengaño de Roberto Roena: “Recuerdo que dijiste que me querías, que nunca me olvidarías, y ahora vivo convencido que eso eran mentiras.” dice la canción. Si te pagaron con desilusión, esta salsita es perfecta para enfrentar la realidad de un amor que resultó ser falso.
Hasta que te conocí de Juan Gabriel Continuando con JuanGa, está canción se podría decir que ya es un clásico para la ruptura. La persona que la recomendó aclaró que específicamente la versión en Bellas Artes es la indicada para estos casos.
Vamos a darnos tiempo de José José: la lista no podría continuar sin José José y esta canción para estas parejas que se están dando un tiempo, o a las que simplemente parece que el amor se les ha quedado en pausa. “Pero, antes, déjame decirte que te quiero, que tu amor es la única cosa que yo tengo, y me voy de tu lado porque no quiero perderlo. Lo que tú y yo necesitamos, solo es tiempo”
I Miss You de Blink 182: Si sientes que te estas muriendo por extrañar tanto a esa persona, esta canción de Blink 182 es perfecta para cantarla con todas tus fuerzas en el karaoke junto a tus amigos. Prometemos que será una sesión catártica y seguro te sentirás aliviado.
Everybody’s gotta learn sometime de Beck: “Todos tenemos que aprender alguna vez” dice esta canción que habla de cómo todos tenemos que aprender a enfrentarnos al dolor y a la pérdida en el amor. Una mezcla agridulce que resuena con los corazones rotos.
Las infaltables de nuestros lectores
También quisimos saber cuáles son las canciones favoritas de nuestros lectores para superar un corazón roto, por eso lanzamos una cajita de preguntas en nuestro Instagram (al que por cierto te invitamos seguirnos). Te compartimos algunas de las respuestas.
La gata bajo la lluvia de Rocío Dúrcal: con su letra cargada de desamor y desilusión, esta canción crea una atmósfera melancólica perfecta para esos momentos, sin contar que la voz de Rocío Dúrcal transmite esa sensación de estar atrapado en la tristeza.
All I Ask de Adele: en esta canción se entiende el deseo de vivir un último momento intenso y memorable con alguien especial sabiendo que será lo ultimo. Si estas pensando en dejar las cosas así, esta es la perfecta para cantar a todo pulmón.
Si me hubieras oído de Banda MS: para cuando no queda mas que aceptar que ya no será. “Te diría en tu carita lo que no te dije, pero sé que no estás y nunca vas a estar.”
First Love Never Die de Soko: si alguna vez has tenido un amor que no puedes olvidar, a través de esta melodía nostálgica Soko captura ese sentimiento y te recuerda como el amor puede dejar una huella profunda aún con el paso de los años.
No hay novedad de Los Cadetes de Linares: pasando a otro género te presentamos esta canción que habla de ese dolor silencioso de perder a alguien, mientras todo parece seguir igual, pero en realidad tu sabes nada es lo mismo.
Plural siendo singular de José Madero: Habla de soltar, aunque los sentimientos sigan vivos, y de encontrar paz en el proceso de dejar ir, aunque no sea fácil. Perfecta para quien atraviesa un corazón roto pero busca recuperar su independencia emocional.
Si antes te hubiera conocido de Karol G: como para llorar bailando nos recomendaron este merengue de Karol G que habla de la frustración de no haber encontrado a esa persona antes y de la sensación de que si las cosas hubieran sido diferentes, el amor podría haber sido más intenso.
El amor de su vida de Grupo Firme y Grupo Frontera: seguimos con una canción de otro género musical totalmente diferente. Esta es perfecta para cuando creíste haberle superado, pero luego ves a la persona que tanto querías rehaciendo su vida con alguien más. “Hoy vi al amor de mi vida tan feliz como nunca, besando al amor de su vida. Lo miraba de la misma forma que antes me veía. Ya entendí que esta guerra la tengo perdida”
My inmortal de Evanescence: por último, para quienes realmente están sufriendo, esta canción no puede faltar en nuestra lista de recomendaciones. Su letra captura esa sensación de no poder dejar ir a alguien que sigue ocupando un espacio profundo en el alma, incluso cuando ya no está presente. Es el himno perfecto para quienes sienten el peso de una ausencia que nunca se termina de superar.
Entre las recomendaciones que nos hicieron, también están:
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Si se aplican, como ha prometido hacerlo Trump el 1 de febrero, los aranceles tendrán efecto en México y Canadá, pero también perjudicarán el bolsillo de los estadounidenses.
No es raro pensar en los aranceles como una especie de “castigo” a los productos extranjeros y a los países que los fabrican.
Sin embargo, el “efecto lavadora” ayuda a explicar por qué también las empresas nacionales y los consumidores locales terminan pagando los costos de los aranceles.
Antes de llegar ahí, vale la pena revisar en qué está la discusión actual.
En los últimos días, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que está considerando imponer el 1 de febrero un 25% de aranceles a todos los productos mexicanos y canadienses, y un 10% a los productos provenientes de China.
La medida está relacionada con la percepción del mandatario estadounidense sobre la mala gestión de los gobiernos de esos países en relación con la migración y el narcotráfico.
Inesperadamente, la amenaza también le cayó a Colombia, cuando el presidente de EE.UU. amenazó a ese país con imponer un 25% de impuesto a sus exportaciones, luego de que el gobierno de Gustavo Petro se negara a autorizar el aterrizaje de dos aviones militares con ciudadanos colombianos deportados.
Sin embargo, todo quedó en nada, porque Petro terminó aceptando a sus deportados y Trump no le impuso ningún arancel.
La postura de Trump sobre el tema migratorio ha sido bastante clara: “Como todo el mundo sabe, miles de personas están entrando en masa a través de México y Canadá, llevando el crimen y las drogas a niveles nunca vistos”.
Los aranceles permanecerán, advirtió, “hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los extranjeros ilegales pongan fin a esta invasión de nuestro país”.
Donald Trump dijo que está considerando imponer aranceles de 25% a todos los productos de México y Canadá el 1 de febrero.
Sobre la imposición de un arancel tan alto como un 25% -y tan amplio que abarcaría todos los productos mexicanos y canadienses-, expertos en comercio y relaciones internacionales entrevistados por BBC Mundo han expresado un cierto nivel de escepticismo.
“El arancel ligado a la migración y al fentanilo es una especie de extorsión”, le dice a BBC Mundo el economista mexicano Luis de la Calle, quien participó en las negociaciones con Estados Unidos y Canadá en el anterior tratado de libre comercio, NAFTA.
Otros economistas, como Gerardo Esquivel, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), piensan que una amenaza de esa magnitud “no es creíble”. “Lo que quiere es empezar una negociación con ventaja”.
Así también le comenta a BBC Mundo Joan Domene, economista jefe para América Latina de Oxford Economics, quien tampoco vislumbra una aplicación generalizada a todos los productos mexicanos.
¿Qué tiene que ver todo esto con las lavadoras?
La retórica de Trump es que los aranceles les quitan dinero a las empresas extranjeras para “enriquecer a los estadounidenses”.
La duda que surge con esa afirmación es que, al mirar las experiencias pasadas, ese no siempre ha sido el caso, dado que los aranceles que Trump aplicó en su primer gobierno, además de afectar a empresas extranjeras, también perjudicaron a compañías locales y a los propios consumidores estadounidenses, según varias investigaciones académicas.
Lejos de enriquecerlas, las familias tuvieron que pagar precios más altos. Y la recaudación tributaria producto de la imposición de los aranceles fue muy baja en comparación a lo que recauda el gobierno a través de impuestos individuales y corporativos.
Estudios señalan que cuando se imponen aranceles también suben los precios de los productos en los países que los aplican.
Un ejemplo que sirve para ilustrar esto es el caso del impuesto a las lavadoras extranjeras que Trump aplicó en 2018 durante su primer mandato.
Una investigación elaborada por tres reconocidos economistas, Aaron Flaaen, Ali Hortacsu y Felix Tintelnot, llegó a la conclusión de que el precio de las lavadoras en Estados Unidos subió 12% como efecto directo de ese arancel.
La idea del arancel, que es un impuesto a los productos importados, era proteger a los productores locales contra el masivo ingreso de lavadoras muy baratas desde el exterior, en lo que se conoce como un caso de competencia desleal o dumping.
“Aunque se crearon algunos empleos, los consumidores pagaron un costo muy alto”, le dice a BBC Mundo Felix Tintelnot, profesor de la Universidad de Duke en EE.UU. y coautor de la investigación.
Los estadounidenses en su conjunto pagaron cerca de US$820.000 más en la compra de lavadoras, por cada empleo creado. “No fue un buen negocio para ellos”.
Eso es precisamente lo que hemos llamado el “efecto lavadora”: el aumento de precios que pagaron las familias estadounidenses.
Así también lo explica Inga Fechner, economista senior de Comercio Global del equipo de investigación del banco ING en Alemania.
En última instancia, “los consumidores cargan el costo del conflicto comercial”.
Una de las lecciones que dejó esa experiencia es que no solo subió el precio de las lavadoras importadas, sino que los productores locales también los aumentaron.
Sí, es cierto que no todos los aranceles son iguales. Y que la amenaza actual de Trump contra México y Canadá no tiene nada que ver con las acusaciones de competencia desleal, dirigidas especialmente contra los productos chinos.
Sin embargo, el caso de las lavadoras no es un ejemplo aislado.
No es un caso aislado
Si miramos lo que pasó en el primer gobierno de Donald Trump, abundan los análisis de datos que muestran cómo la imposición de aranceles también tuvo efectos negativos sobre la economía y los consumidores estadounidenses.
Más del 80% de las exportaciones mexicanas van al mercado de EE.UU.
“Un estudio tras otro han demostrado que los aranceles estadounidenses aplicados desde 2017 han sido transferidos en su totalidad a los compradores estadounidenses”, argumentan Kimberly Clausing y Mary Lovely, economistas del Peterson Institute for International Economics (PIIE), un centro de investigación independiente con sede en Washington D.C.
Otros centros de estudio, como el conservador Tax Foundation, llevan años publicando investigaciones sobre los perjuicios económicos ocasionados por los aranceles dentro de EE.UU.
“Han tenido un impacto negativo neto en la economía del país”, asegura un reciente análisis de Erica York, vicepresidenta de Política Fiscal Federal de la organización.
“Los aranceles han elevado los precios y reducido la producción y el empleo”, agrega.
Esas conclusiones son refutadas por aliados del presidente Trump como Peter Navarro, actual asesor comercial del gobierno.
Su planteamiento es que los aranceles no subieron ningún precio durante el primer gobierno del mandatario.
“Tuvimos cero inflación debido a los aranceles”, dijo en declaraciones a la prensa local, sin entregar más detalles.
Romper un acuerdo comercial
Aunque sin duda el arancel le provoca daño al país afectado, el primero que tiene que pagar ese impuesto es el importador estadounidense en la aduana cuando ingresa los productos extranjeros.
Si se aplica un arancel de 25%, por ejemplo, el importador estadounidense que ingresa aguacates, tomates, partes de automóviles, cerveza, acero, o cualquier otro producto mexicano, tiene que pagar ese valor extra.
México, Canadá y EE.UU. tienen un acuerdo de libre comercio llamado T-MEC.
Como al importador le resulta más caro ingresar el producto, una parte del sobreprecio o todo el costo extra, suele ser traspasado al consumidor final, en este caso el estadounidense, generando un aumento de la inflación.
En el caso de los productos mexicanos y canadienses, la situación es más compleja porque los tres países de América del Norte han mantenido acuerdos de libre comercio desde hace tres décadas. El primero fue el NAFTA y el segundo, que continúa vigente, es el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC.
Aplicar aranceles “sería romper con la idea de un acuerdo comercial”, explica Valeria Moy, directora general del Centro de Investigación en Política Pública, IMCO. “Es como decir ‘no me interesa'”.
Pero los tres países se necesitan mutuamente porque han construido cadenas de producción que a través de los años se han enlazado estrechamente, con empresas binacionales o fábricas que dependen de las exportaciones y las importaciones.
El principal socio comercial de Estados Unidos es México, país que destina más del 80% de sus exportaciones al mercado estadounidense.
Muchas de las empresas estadounidenses dependen de la manufactura que hacen en México y, si ya no pueden ingresar los productos a un precio competitivo, estarán en serios problemas.
“No creo que el presidente Trump no tenga ganas de hacerlo, pero no creo que un arancel universal sea viable”, dice Moy.
Para ella, sí es más viable un arancel específico sobre determinados bienes.
¿Qué pasó en el primer gobierno de Trump?
“Esto ya ocurrió antes”, le dice a BBC Mundo Xóchitl Pimienta, directora del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política del Tecnológico de Monterrey en Ciudad de México.
Durante su primer gobierno, en 2018, Trump impuso temporalmente aranceles de 25% al acero y de 10% al aluminio, una medida que provocó alarma en empresas mexicanas y estadounidenses, pero que además terminó encareciendo los productos que compran las familias estadounidenses.
Trump impuso aranceles temporales de 25% al acero y de 10% al aluminio mexicano en su primer mandato.
Pimienta explica que se hicieron muchas investigaciones sobre el efecto en los precios que terminó pagando el consumidor final en EE.UU.
Una de ellas arrojó que algunos productos como autos, lavadoras, licuadoras y muchos otros, subieron de precio entre 8% y 20% en EE.UU., tras la imposición de los aranceles a esos productos metálicos.
Otro estudio determinó que el aumento arancelario les costó a las familias estadounidenses alrededor de US$1.200 al año en sus compras.
En el pasado también hubo amenazas. Trump le advirtió a México que aplicaría un arancel de 5% a todos los productos mexicanos, si el gobierno no tomaba medidas para frenar la migración.
Pero a final de cuentas, ese arancel no se concretó. Sin embargo, el solo anuncio generó incertidumbre y cierto nivel de especulación de precios, comenta la experta.
Si esta vez el gobierno aplica aranceles a México, como lo ha prometido, los más afectados serán el sector automotriz, el agrícola, los productos alimentarios (como el aguacate, los tomates, las fresas, los pimientos), la cerveza y el tequila, el sector de electrónica (como las pantallas para celulares) y el manufacturero, además del petrolero.
Una vez más, dice Pimienta, “el consumidor final en Estados Unidos se verá afectado”.
Ante un escenario como ese, Trump tendría que lidiar con presiones inflacionarias que él prometió bajar durante su campaña, una promesa electoral que le ayudó a regresar a la Casa Blanca en medio de un clima de insatisfacción por el alto costo de la vida.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.