
Las ballenas del Golfo de California y su hábitat están bajo una grave amenaza debido al megaproyecto de la compañía México Pacific Limited, que podría con convertir el golfo en una zona de sacrificio, a cambio de transportar gas que no es natural.
Dicho proyecto se denomina Saguaro y se proyecta instalar en la región Noroeste del país, donde el desierto y la principal ruta de alimentación, reproducción y crianza para los cetáceos que transitan por el Golfo de California, corre el riesgo de ser impactada.
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De acuerdo con la asociación Mar y Educación Ambiental (MAREA), el Golfo de California alberga al 39% de los mamíferos del mundo y un tercio de los cetáceos del planeta.
La educadora marina, Vanesa Prigollini, explica que este sitio es crucial para ballenas y delfines, tanto residentes como migratorias. Por tal motivo, de autorizarse el proyecto de Gas Natural Licuado de Mexico Pacific Limited, pondría en riesgo el equilibrio ecológico para los ejemplares.
Ante esto, 30 organizaciones de la sociedad civil intentan detener este megaproyecto informando a la población sobre el impacto que tendría a través de la campaña ¿Ballenas o gas?.
La industria estadounidense dedicada al fracking ―actividad extractivista de gas o petróleo del subsuelo mediante el uso de presión hidráulica― busca crear una mega planta de licuefacción y con ella un megagasoducto de 800 kilómetros por donde extraerá el gas fósil que Estados Unidos, con ayuda de México, transportará en buques de 300 metros de largo.
Cada uno de los buques equivale al tamaño de 12 ballenas azules adultas; reconocido, además, como el mamífero más grande que existe en la Tierra.
Para dimensionar su tamaño, la Comisión de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) sobre mamíferos marinos señala que la longitud media de la ballena azul (Balaenoptera musculus) es de 25m y puede crecer hasta los 30m.
El megaproyecto de Mexico Pacific Limited está respaldado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresas del Estado mexicano y empresas estadounidenses de gas fósil que buscan vender más de este gas enviándolo a Asia por el Golfo de California.
Pablo Montaño, coordinador de Conexiones Climáticas, una organización que se dedica a la comunicación del cambio climático en México, advierte que en el país la visión de combustibles fósiles es incrementar la producción de estos y construir infraestructura de energía que depende estrictamente de ellos.
“Una de las apuestas más ambiciosas que hay es la infraestructura que se pretende construir [Proyecto Saguaro] para la industria del gas, tanto para la creación de energía a partir de este combustible como para otros proyectos que involucra la exportación de gas de Estados Unidos, vía el territorio nacional”, señala Montaño en entrevista para Animal MX.

En el Golfo de California o Mar de Cortés se encuentra el ‘Acuario del mundo’, sitio que el oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau denominó por su basta riqueza natural. Sin embargo, de autorizarse el megaproyecto que denuncian las 30 organizaciones, amenazaría de manera letal la vida marina como los cetáceos.
Esto porque la ruta que el megaproyecto decidió utilizar para transportar el gas metano en los buques es a través del trayecto que las ballenas utilizan en sus migraciones dentro de su hábitat natural.
El Golfo de California se encuentra entre los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa. Todos ubicados en la región Noroeste de México.
Además de las colisiones letales a las que estarían expuestos los cetáceos, especialistas contemplan que la contaminación acústica en el medio marino y la aceleración del cambio climático por las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el proyecto también tengan un efecto adverso.
Lorena Viloria Gondora, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur y forma parte del Programa de Investigación de Mamíferos Marinos, explica a Animal MX que el Golfo de California se caracteriza por ser una área con alta diversidad.
“Es un lugar muy particular para delfines y ballenas. Hay algunas [especies] muy conocidas como la ballena jorobada y la ballena azul son ejemplares que migran y solo tienen una temporada y es en invierno. Pero hay otras que viven todo el año”, señala Viloria Gondora.
La investigadora añade que el Golfo de California da alimento suficiente para una población de 400 ballenas para todo el año. Esto lo hace un sitio muy importante para preservar a las ballenas.
“Las ballenas son especies importantes para la cadena trófica. Pero una de las cosas que las hace relevantes por su importancia ecológicas es que, todo el movimiento que hacen las ballenas residents es que comen sardina o krill, que son camarones pequeños, de las que comen dos toneladas al día hacen una buena dinámica del sistema, evitan plagas de sardinas y, también, sus heces aportan nutrientes importantes al sistema” resalta la investigadora.

Pablo Montaño compara el tamaño de la megaplanta que Mexico Pacific Limited pretende instalar, con 70 estadios Azteca. Además, se contempla que tenga el mismo tamaño que la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, otro proyecto emblema de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La organización Mar y Educación Ambiental (MAREA) realizó un dictamen sobre la Evaluación de los posibles impactos del proyecto de gas natural licuado en ballenas y delfines del Golfo de California.
En el documento explican la importancia de la biodiversidad en el Golfo de California y también alertan que los efectos que el Proyecto Gasoducto Sierra Madre y Terminal de Licuefacción Saguaro en Puerto Libertad, Sonora tendrán para los mamíferos marinos.
En la evaluación de impacto, especialistas alertan que el proyecto traerá un aumento en el tráfico marítimo, con la salida anual de 64 buques cargados de gas natural licuado desde Puerto Libertad, Sonora hacia Asia.
Ese tráfico intensificará los impactos negativos en la biodiversidad marina debido al aumento del ruido submarino, colisiones con animales y contaminación marina.
“Existe una preocupación por el dragado del fondo marino, lo cual ha demostrado tener impactos negativos en mamíferos marinos debido al ruido generado. La empresa Mexico Pacific Limited estima que la terminal y el gasoducto comiencen a operar en el año 2027”, se lee en el documento.
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Los resultados en la evaluación ambiental que especialistas realizaron sobre el impacto negativo que causará la contaminación acústica en la fauna marina, arrojan que en el océano esto sería una amenaza, especialmente para los cetáceos.
Esto se debe a que es el sentido que más utilizan y dependen de él, no solo para escuchar y socializar. Cabe destacar que el sonido bajo el agua viaja de manera eficiente, por lo que “el área de impacto puede llegar a ser muy grande”, señalan.
Además, “la capacidad de escuchar es crucial para su supervivencia de los cetáceos, ya que les permite localizar parejas, presas, comunicarse y navegar a través de vastas extensiones de océano”, advierten.
De autorizarse el megaproyecto Saguaro, el ruido de los buques interrumpiría la comunicación, el comportamiento alimentario y desplazaría a las ballenas de hábitats importantes, lo que puede afectar a su salud y reproducción. Todo esto provocaría un declive de la población.
En el Golfo de California existen 36 especies registradas y agrupadas en 11 familias. De esos ejemplares destaca la presencia de la ballena jorobada, la ballena gris, la ballena azul, cachalote, lobo marino, delfines, orcas y rorcuales.

La investigadora Lorena Viloria Gondora señala que tanto las colisiones como el ruido de los buques debajo del mar son amenazas horizontales para las ballenas.
“El sonido que generan [los buques en el mar] no es natural al ambiente marino, finalmente, el ambiente marino también tiene un sonido como las corrientes y demás que generan un sonido. Pero el de los barcos es un contaminante”, recalca Viloria Gondora.
La especialista, quien trabaja en campo con las especies del Golfo de California, fue enfática en señalar que tanto cetáceos y delfines se comunican a través del sonido en el mar, por lo que las embarcaciones que propone usar este megaproyecto de gas natural licuado “pueden generar perturbaciones importantes” en las especies.
“En los modelos que han hecho otros investigadores indican que si el organismo está 24 horas en la zona puede generar un daño acústico. (…) Si está comiendo y es una de sus zonas de alimentación pasará 24 horas. Nosotros cuando hacemos monitoreo sabemos que están más de 24 horas en una misma zona”, resalta.
Además del daño acústico y la perturbación que genera el ruido de un buque en el mar, esto solo incitará a que las especies sean desplazadas por los sonidos que emitan las embarcaciones, especialmente cuando los ejemplares se encuentran en un proceso de apareamiento, descanso o comunicándose.
“La comunicación es muy importante. En los primeros años de vida de las ballenas es importante y con el proyecto se pierde. (…) Hemos visto cien ballenas alimentándose, porque tenemos los registros, pero los delfines, los cachalotes y las orcas [que pertenecen a los odontocetos] sí están socializando, generando lazos sociales y afectivos entre sus grupos con su comunicación”, explica la experta.
Por lo anterior, y para preservar el equilibrio ecológico de cetáceos y delfines, así como demás especies en el Golfo de California, es importante que no se autorice este proyecto que perturbará el desarrollo y reproducción tanto de ejemplares residentes como migratorios.
“El sonido es vital para ellos porque así encuentran comida, así encuentran pareja, así detectan a sus depredadores, así reconocen a sus crías, así la mamá y la cría se comunican y la mamá le transmite conocimientos sobre cómo cazar, dónde ir y dónde sería peligroso. Entonces, este proceso se vería perturbado”, concluye.
Si quieres apoyar a estas 30 organizaciones puedes hacerlo informándote y difundiendo los efectos negativos de este proyecto. También puedes firmar la petición para juntar las firmas que se necesitan para que la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, atienda los efectos de este proyecto junto con el equipo de gobierno, y a sus contrapartes en Estados Unidos con el presidente Joe Biden.
Incluso te invitan a organizarte y pintar un mural alusivo a la defensa de las ballenas en tu colonia.

Los fiscales y los organismos antidrogas de Estados Unidos acusaron al exgobernante de haber convertido su país en un “narcoestado” para enriquecerse y mantenerse en el poder. El indulto de Trump podría ocurrir a días de las elecciones en Honduras.
El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, condenado a 45 años de cárcel por narcotráfico en EE.UU., podría quedar en libertad.
¿El motivo? El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que indultará al exmandatario, por considerar que “ha sido tratado con mucha dureza e injusticia”, según escribió en su red social Truth Social.
El momento elegido para concederle el perdón presidencial al político centroamericano, declarado culpable en junio de 2024 por un tribunal de Nueva York, resulta llamativo.
En primer lugar, el anuncio se produjo a menos de 48 horas de que los hondureños acudan a las urnas para elegir al sucesor de la izquierdista Xiomara Castro, una circunstancia que Trump no desaprovechó. Así, el republicano también expresó su respaldo a Nasry “Tito” Asfura, candidato del derechista Partido Nacional y sucesor de Hernández.
Además, el hecho de que Trump indulte a un político acusado de traficar cerca de 500 toneladas de cocaína a EE.UU. sorprende teniendo en cuenta que en las últimas semanas Washington ha enviado a parte de su armada hacia las costas del Caribe para frenar el tráfico de drogas hacia su territorio y ha hundido a una veintena de presuntas narcolanchas, matando a más de 80 personas.
Los fiscales que sentaron a Hernández en el banquillo lo acusaron de convertir a Honduras en un “narcoestado” y de haberse lucrado en el proceso, imputaciones que el político calificó de “calumnias”.
Antes de convertirse en el primer exjefe de Estado condenado por narcotráfico en EE.UU. desde el panameño Manuel Noriega en 1992, Hernández ya había roto otros récords. En 2014 se convirtió en el presidente más joven del país centroamericano desde 1980 y, en 2017, en el primero en ser reelegido en décadas.
La historia del político conocido en su país por las siglas JOH empezó el 28 de octubre de 1968 en la ciudad de Gracias, departamento de Lempira, donde creció como el número 15 de 17 hermanos.
Tras completar sus estudios en el Liceo Militar del Norte, en San Pedro Sula, estudió derecho en la Universidad Nacional de Honduras.
En la universidad inició su andadura política, desempeñándose como presidente de su asociación estudiantil entre 1988 y 1989.
Luego de graduarse entró a la primera secretaría del Congreso como asistente de su hermano Marcos Augusto, quien ya era diputado y allí comenzó a tejer contactos en el todopoderoso Partido Nacional.
Al culminar unos estudios de administración pública en la Universidad Estatal de Nueva York (EE.UU.), se presentó como candidato a diputado por el departamento de Lempira, cargo que ejerció durante cuatro períodos legislativos desde 1998.
En 2010 alcanzó la presidencia del Congreso durante la administración de Porfirio Lobo e impulsó una agenda de seguridad y mano dura contra el crimen organizado que le ganó respaldo de sectores conservadores y empresariales.
En 2012 ganó las elecciones internas del Partido Nacional y un año después se impuso en los comicios presidenciales.
“Soy Juan Orlando Hernández y vengo de las tierras del indómito Cacique Lempira; con apoyo del pueblo soy el presidente de Honduras”, dijo durante su juramentación el 27 de enero de 2014.
Durante sus campañas y actos proselitistas evocaba con frecuencia ese vínculo con el líder indígena.
Hernández llegó a la presidencia prometiendo “hacer lo que tenga que hacer para recuperar la paz y la tranquilidad de mi pueblo”, el cual padecía los embates de la violencia vinculada con el narcotráfico.
El crimen organizado infiltró distintas instituciones y disparó la tasa de homicidios hasta convertir a Honduras en el país más violento del mundo en la década pasada, según cifras de Naciones Unidas.
La disposición de Hernández a extraditar a sospechosos de narcotráfico a EE.UU. y algunas reformas en los cuerpos de seguridad fueron presentadas como muestras de su voluntad adecentar el país.
Sin embargo, las sospechas de sus nexos con los carteles estallaron cuando en 2018 uno de sus hermanos, el exdiputado Juan Antonio “Tony” Hernández, fue detenido en Miami (EE.UU.) por agentes federales y acusado de traficar con narcóticos.
“No he sido, no soy ni seré amigo de ninguno de estos delincuentes, y continuaré mi lucha hasta el último día de mi gobierno, cueste lo que cueste”, aseguró en el Congreso en 2021, tras la condena a cadena perpetua de su hermano y el incremento de los indicios en su contra.
Y si lo anterior no fuera suficiente, las acusaciones de que fondos del Seguro Social fueron desviados desataron protestas masivas en el país, en las cuales se exigió su renuncia.
Su decisión de no renovarle el mandato a la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), una instancia creada en acuerdo con la Organización de Estados Americanos (OEA) para combatir la corrupción, dañó a un más su imagen.
No obstante, lo anterior no impidió al político buscar un segundo mandato consecutivo, pesa a que la Constitución hondureña prohíbe la reelección inmediata. Precisamente los deseos de Manuel Zelaya, su gran rival, por reelegirse fueron la justificación para deponerlo en 2009.
Un cuestionado fallo de la Corte Suprema le permitió competir en sus comicios, que la OEA pidió repetir por considerar que las irregularidades que los rodearon “hacían imposible determinar con la necesaria certeza al ganador”.
El anuncio de su reelección desató una nueva ola de protestas que fue duramente reprimida por las autoridades y dejó al menos 23 muertos, según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
La solicitud fue ignorada y Hernández siguió en el poder hasta 2022.
En febrero de 2022, apenas días después de abandonar la presidencia, el exmandatario fue detenido y a las semanas fue extraditado a EE.UU. para enfrentar cargos de narcotráfico.
“Pavimentó una autopista de cocaína hacia EE.UU., protegido por ametralladoras”, afirmaron los fiscales que lo procesaron.
Atrás quedaban los días en que Washington lo consideraba como un aliado confiable en la lucha contra las drogas, al que entregó más de US$ 50 millones en asistencia y ayuda militar. Incluso, en 2019, Trump llegó agradecerle su cooperación.
Aunque Trump y los aliados de Hernández consideran que el exgobernante fue tratado injustamente por el gobierno del demócrata Joe Biden, lo cierto es que las investigaciones en su contra se iniciaron durante la primera administración del republicano.
Durante sus averiguaciones, los fiscales estadounidenses descubrieron que Hernández estaba vinculado con narcotraficantes al menos desde 2004, mucho antes de convertirse en presidente, y que facilitó el contrabando de unas 500 toneladas de cocaína a EE.UU.
Con la ayuda de registros telefónicos y testimonios de criminales arrepentidos, los investigadores concluyeron que los narcotraficantes le pagaron millones de dólares en sobornos para permitir el contrabando de cocaína desde Colombia y Venezuela “con virtual impunidad”.
Los fiscales señalaron que la alianza de Hernández con los carteles no solo tenía “el fin de enriquecerse”, sino que también perseguía “mantenerse en el poder (…) de forma corrupta”.
Según la acusación en su contra, el político empleó el dinero que obtuvo de los narcotraficantes para luego sobornar a funcionarios y manipular a su favor las dos elecciones presidenciales en las que compitió.
Hernández, por su parte, ha negado estos señalamientos y ha afirmado que fue “acusado errónea e injustamente”.
No obstante, las pruebas y testimonios expuestos en el tribunal que lo procesó lo contradijeron.
“Le vamos a meter la droga a los gringos en sus narices”, le dijo el exmandatario al narco Geovanny Fuentes Ramírez, aseguró uno de los testigos que declaró en su juicio.
Otro procesado, el exalcalde Alexander Ardón, aseveró que entregó millones de dólares tanto a Hernández como al expresidente Lobo para asegurarse rutas sin obstáculos para mover las drogas.
Ardón calculó que con la ayuda de las autoridades hondureñas movió sin problemas unas 250 toneladas de cocaína, en sociedad con Tony Hernández, el hermano del exmandatario, y de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, ambos condenados a cadena perpetua en EE.UU.
En junio de 2024, el juez Kevin Castel no solo condenó al expresidente a permanecer casi medio siglo en prisión, sino que le impuso una multa de US$ 8 millones.
Pero Hernández no solo tiene problemas judiciales en Estados Unidos. En Honduras, apenas fue extraditado, la justicia de ese país le confiscó 33 bienes inmuebles, ocho empresas y 16 vehículos, informó el Ministerio Público.
Ahora resta por saber cuándo se materializarán el indulto y la excarcelación del expresidente y si volverá a Honduras para retomar su carrera política.
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