¿Te quedaste picada con la historia de Paul Atreides? Pues en lo que esperamos una nueva entrega, adéntrate a este universo con la nueva serie precuela Dune: Prohecy.
Inspirada en la novela Sisterhood of Dune de Brian Herbert (hijo del autor de Dune, Frank Herbert) y Kevin J. Anderson, esta nueva serie se centra en los primeros días de la orden Bene Gesserit, cuando se la conocía simplemente como “la Hermandad”.
Ni te apures si no te acuerdas de todos los personajes de las películas, porque es prácticamente improbable que los veas en esta serie.
¿La razón? Pues esta precuela nos llevará milenios atrás, ya que la historia se desarrolla 10 mil años antes del asenso de Paul Atreides, que es lo que vemos en las películas de Dune.
No necesitas tener tan estudiado el término, pues como ya mencionamos, en la serie Dune: Prophecy es como una especie de historia de origen para esta orden cuyos objetivos forman un elemento crítico en la evolución de la humanidad.
Las escuelas Bene Gesserit son diseñadas para maximizar el potencial físico y mental de la humanidad, especialmente las mujeres.
Sin darte tantísimos detalles, la historia sigue a dos hermanas de la casa Harkonnen (la casa del barón, en Dune) que combaten fuerzas que amenazan el futuro de la humanidad. Al mismo tiempo, establecen la legendaria secta que se conocerá como Bene Gesserit.
En español la serie lleva el nombre de Duna: la pofecía y el primer tráiler revela que se crea esta “hermandad” bajo la idea de “ayudar a las grandes casas a distinguir la verdad de la mentira”.
Además, veremos el posible origen de uno de sus mayores objetivos: hacer selección genética con los linajes de las casas para crear al Kwisatz Haderach.
El primer episodio se estrena este domingo 17 de noviembre a las 20:00 (horario de México) en HBO y estará disponible en Max.
La temporada tendrá un total de seis episodios en total y cada domingo se estrenará uno nuevo.
En la misma plataforma puedes ver Dune y Dune: parte dos.
Como mencionamos más arriba, la serie Dune Prophecy se inspira en la novela Sisterhood of Dune, escrita en 2012 por Brian Herbert (hijo del autor original de Dune) y Kevin J. Anderson.
¡Pero ojo! La novela es la primera de una trilogía llamada Schools of Dune, explorando la fundación de cada una de las Grandes Escuelas del Imperio: las Bene Gesserit,los Mentat y el Gremio de Navegantes.
Entre lo poco que sabemos, es un hecho que Jessica Barden (The End of the F***ing World) será la versión joven de Valya Harkonnen, uno de los personajes principales.
Su versión adulta será interpretada por Emily Watson (Rompiendo las olas, Embriagado de amor).
La joven Valya es descrita como ambiciosa, obstinada y enérgica que sueña con restaurar el estatus noble de su familia.
Pero, cuando una tragedia destroza sus planes para el futuro, se encuentra con un nuevo camino que la lleva a la Hermandad.
La hermana menor de Valya es interpretada por Olivia Williams (An Education). Si bien Tula tiende a obedecer las órdenes de Valya, el surgimiento de una nueva amenaza para la Hermandad puede obligarlas a tomar rumbos radicalmente diferentes.
También reciente se confirmó la participación en Dune Prophecy de la estrella india Tabu, quien interpretará a la fuerte, inteligente y seductora Hermana Francesca.
La plataforma describe al personaje como una mujer que deja una impresión duradera dondequiera que vaya. Su regreso al palacio, donde una vez fue el gran amor del emperador, sacudirá el equilibrio de poder en la capital.
También está confirmada Jihae, cantante y actriz de Corea del Sur que ya viste en Altered Carbon y Succession. Ella interpretará a la Reverenda Madre Kasha, quien es la Decididora de la Verdad del Emperador Javicco Corrino (Mark Strong).
También es amiga íntima de Tula y Valya desde sus días como acólitas en la Hermandad, pero cuando un nuevo desafío la lleva a cuestionar las intenciones de la Hermandad, encuentra cada vez más difícil manejar su papel.
Líder del Imperio, el Emperador Javicco espera mantener la paz en la era posterior a las guerras de las máquinas. Pero como dicen las abuelas, “del dicho al hecho, hay mucho trecho…” Y es que su control sobre el planeta rico en especias de Arrakis se está debilitando.
Avísenle que ese problema se mantendrá 10 mil años, porque también es algo que vemos en Dune.
Con su matrimonio con el emperador Javicco, la emperatriz Natalya ayudó a unificar el Imperio. Sin embargo, le encantaría contribuir aún más, aunque su marido empiece a prestar cada vez menos atención a sus consejos.
La Princesa Ynez es la heredera del trono del León Dorado y está decidida a ser la mejor gobernante que pueda ser. Por eso es que decide unirse a la Hermandad y lo emocionante para esta asociación es que, si su entrenamiento tiene éxito, será la primera Hermana en el trono.
En Dune: Prohecy también veremos a Travis Fimmel, Josh Heuston, Chloe Lea, Jade Anouka, Faoileann Cunningham, Edward Davis, Aoife Hinds, Chris Mason y Shalom Brune-Franklin.
Ecuador vive una de las peores sequías de los últimos 50 años, lo que ha conducido a una serie de apagones que tienen en una situación crítica al país.
Liz Orozco tiene miedo. Desde que empezaron los racionamientos de energía de 12 a 14 horas diarias en Ecuador el 18 de septiembre, el traslado de su oficina en el norte de Guayaquil hacia Durán, una de las ciudades más peligrosas del mundo, se ha vuelto un calvario.
“Caminar sola es horrible, he visto robos”, comenta. Durán es un territorio de guerra de pandillas.
Hasta octubre de 2024, las muertes violentas en esa zona de la costa ecuatoriana superaban las 400, un aumento del 59% en comparación con 2023, de acuerdo con el think tank internacional InSight Crime.
El país, que sufre los estragos del crimen organizado, ahora también enfrenta una crisis energética que lo obliga a apagarse la mitad del día.
Este escenario es “el resultado de una crisis de gestión que Ecuador lleva arrastrando por décadas”, sostiene Jorge Luis Hidalgo, uno de los expertos en energía más respetados del país.
Ecuador enfrenta un déficit energético de 1.080 megavatios, un 20% de su capacidad de generación.
Aunque el gobierno ha intentado atribuirlo a la “grave falta de lluvias”, Hidalgo subraya: “No se trata de una simple sequía. Es un problema estructural que no se resolverá a corto plazo”.
El 90% de la energía en Ecuador depende de las centrales hidroeléctricas, pero Hidalgo sugiere que el país debe diversificar sus fuentes.
“Ecuador tiene un poderoso potencial hídrico, una ubicación en la línea ecuatorial ideal para aprovechar el sol, y recursos como biomasa, volcanes para geotermia, gas natural y viento”, explica.
“Hay una enorme oportunidad en Ecuador, pero también una muy mala gestión que no se solucionará a corto plazo”.
A pesar de la adversidad, los ecuatorianos han tenido que adaptarse.
En el trabajo de Liz Orozco, por ejemplo, una constructora en Guayaquil, el edificio ha instalado generadores de energía diésel. “Es una orquesta a la que te tienes que acostumbrar”, describe.
El gerente de la empresa, Guillermo Jouvin Arosemena, dice que cada generador representa un gasto de diésel de unos US$8.000 por semana, sumado al mantenimiento mensual que puede llegar hasta US$550, dependiendo del equipo.
“La crisis energética está afectando en todos los sentidos”, afirma Jouvin. “El costo de inversión y mantenimiento no estaba previsto y está encareciendo las construcciones. No todas las empresas tienen capacidad para invertir”.
Este primer semestre de 2024, el sector de la construcción registró una caída del 17% en comparación con 2023. “Fue el sector más afectado de la economía ecuatoriana”, concluye.
El impacto también se siente en otros sectores.
Este viernes, Mónica Heller, presidenta de la Cámara de Comercio de Quito, dijo en una entrevista que solo en los últimos dos meses las pérdidas en el sector industrial alcanzaron los US$4,000 millones y en el sector comercial, US$3.500 millones, lo que ha derivado en numerosos despidos.
“Estos cortes de energía son devastadores para el comercio y la industria”, asegura Heller. “Estamos viendo un impacto directo en los ingresos y en el empleo”.
Se pierden empleos, dinero, y también se arriesgan vidas. Fabricio Palma, paciente renal de 54 años que vive en el suroeste de Guayaquil, ha visto su tratamiento afectado.
“Normalmente son cuatro horas de diálisis por sesión, pero ahora solo me hacen tres horas”, cuenta. En una sesión reciente de madrugada, Palma presenció la muerte de un paciente.
“Los doctores dijeron que el cuerpo reacciona diferente cuando la diálisis se hace de noche”.
La crisis también se refleja en el caos vial. Christian Calvache, agente de tránsito en Guayaquil, relata el desgaste de intentar regular el tráfico sin semáforos.
“El desgaste es tanto físico como emocional. Termino el turno con dolores de cabeza y la paciencia agotada”, confiesa Calvache.
La ciudad cuenta con más de 1.100 intersecciones semaforizadas, algunas de las cuales tienen sistemas de alimentación con baterías, pero “muchas no aguantan cuatro horas de corte”, reconoce.
Calvache insta a los conductores a tener paciencia, pero admite que “la falta de empatía es evidente”.
Allen Panchana y Daniela Sangurima, una pareja de esposos con tres hijas, han adoptado medidas para proteger a su familia. Viven en un conjunto residencial cerrado en Samborondón, una ciudad vecina a Guayaquil.
Pero los cortes los afectan diariamente.
“No podemos cocinar ni usar agua potable cuando no hay energía porque la cocina es de inducción y las bombas de agua necesitan motor. Durante los cortes, nos toca volver al siglo 18 y agarrar una jarrita”, comenta Allen.
Daniela añade que la crisis afecta la rutina de sus hijas. “Las inscribimos en actividades para que no sientan el estrés de esta situación, que nadie debería normalizar”, expresa.
Sin embargo, admite que la falta de energía altera su descanso y hace que sus hijas se despierten agotadas.
Cuatro ministros han pasado por la cartera de Energía en el último año del gobierno de Daniel Noboa.
Uno de ellos enfrenta actualmente un juicio político. Inés Manzano, la actual ministra, ha prometido medidas a corto plazo, como la compra de energía a proveedores privados, pero la percepción general es que estas llegan tarde y de manera desigual.
Hasta el 17 de septiembre, los cortes serán de 12 horas. En esa fecha, el Ministerio de Energía decidirá si se mantienen o aumentan, dependiendo de las lluvias.
Desde varios sectores, se anuncian movilizaciones, con ciudadanos cansados que llaman a “apagar las velas y encender la llama de la organización”.
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