¡Se hizo canon de golpe! Luego de teorías, easter eggs y rumores, Taylor Swift al fin anunció el lanzamiento de 1989 (Taylor’s Version) y no podemos estar más emocionadas.
El anuncio sucedió en su último concierto en Los Ángeles el 09 de agosto y posteriormente lo dio en sus redes sociales.
“Para ser perfectamente honesta, esta es la regrabación FAVORITA que he hecho porque las 5 pistas From the Vault son tan dementes” escribió. “No puedo creer que se quedaron atrás. ¡Pero no por mucho!
1989 (Taylor’s Version) saldrá el próximo 27 de octubre del 2023.
1989 fue el quinto álbum de estudio de Taylor Swift. Ella compuso todas las canciones, en su mayoría junto a Max Martin, Jack Antonoff, Imogen Heap, Ryan Tedder y Karl Johan.
¿Cuál es el significado del 1989? Pues ese es el año de su nacimiento. Además, este álbum marcaría su “renacimiento” en un género musical distinto.
Hay que recordar que Taylor Swift inició su carrera dentro del género country. Sin embargo, eso se fue moviendo y de repente ya era country pop.
Pero el disco 1989 fue descrito oficialmente como “su primer álbum pop oficialmente documentado”. Y es evidente pues presenta una prudcción más electrónica y destaca el uso de sintetizadores.
En varias entrevistas dijo que el álbum 1989 estaba influenciado en algunos de sus actos favoritos de pop de los 80s, como Peter Gabriel, Annie Lenox, Madonna y Phil Collins.
En la ceremonia 58 de los Grammy Awards, 1989 ganó álbum del año y mejor álbum de pop vocal (siendo la primera vez que ganaba esta categoría).
Con el premio, Taylor Swift se convirtió en la primera mujer en ganar dos veces Álbum del año. Lo había conseguido primero en 2010 con Fearless (2008).
También lee: Todas las chicas que amaste antes…: Así fue la historia de amor de Taylor Swift y Joe Aldwyn
La fecha de lanzamiento de la Taylor’s Version es MUY especial, pues originalmente el disco 1989 se lanzó también un 27 de octubre, solo que en 2014.
En general el lanzamiento del disco fue muy especial, pues Taylor Swift tuvo mucha interacción con fans. La cantante organizó varias sesiones secretas para que fans seleccionados pudieran escuchar el disco con ella.
El primer sencillo de 1989 fue “Shake It Off” que fue publicado el 18 de agosto del 2014.
Ese día, Taylor Swift se presentó en la cima del Empire State , en Nueva York, para presentar varias sorpresas. Entre ellas, la reproducción de su primer sencillo y el estreno de su video musical.
De ahí los siguientes sencillos fueron:
• “Blank Space”- 10 de noviembre de 2014
• “Style” – 9 de febrero de 2015
• “Bad Blood” – 17 de mayo de 2015
• “Wildest Dreams” – 31 de agosto de 2015
• “Out of the Woods” – 1 de enero de 2016
• “New Romantics” – 13 de abril de 2016
Hay que destacar que solo “New Romantics” no tuvo video musical. ¿Será que al fin lo tengamos con 1989 (Taylor’s Version)?
Podríamos hablar de cada una de las canciones de 1989 de Taylor Swift, pero una que dio mucho de qué hablar (por el chisme) fue Bad Blood.
Ya sabemos que Tay dedica “indirectamente” sus canciones. En este caso las teorías decían que no se trataba de un ex, sino de otra celebridad musical: Katy Perry.
Todo comenzó como un rumor y técnicamente Katy Perry lo confirmó en 2017 con James Corden. Perry confirmó que la causa principal de la disputa fue por unos bailarines de apoyo.
El video musical fue dirigido por Joseph Kahn y contó con varias famosas amigas de Taylor Swift: Selena Gomez, Hailey Williams, Gigi Hadid, Cara Delevingne, Zendaya, Ellie Goulding, Hailee Steinfeld, entre otras.
Ojalá tengamos otro video con tantas estrellas para 1989 (Taylor’s Version).
Pa’que no estés con el pendiente: Taylor Swift y Katy Perry hicieron las paces en 2019:
El álbum 1989 dio mucho de qué hablar cuando en junio de 2015 la cantante decidió que no lanzaría su álbum en el servicio de streaming Apple Music.
“Esto no es sobre mí. Estoy en mi quinto álbum y puedo mantenerme a mí misma, a mi banda y a todo el equipo gracias a las actuaciones en directo”, dijo en su momento en una carta.
¿Y cuál era el pleito? El servicio acaba de ser lanzado y ofrecía tres meses de prueba gratuitos a los usuarios. Hasta ahí todo normal, pero a Tay no le pareció que la música escuchada en esos tres meses no generaría regalías a sus artistas.
Eddy Cue, el principal responsable de software y servicios de Apple, anunció que los reclamos de Swift habían sido escuchados y que los artistas recibirían el pago correspondiente por cada reproducción.
¿Te imaginas el disco 1989 más al estilo de los Smiths? Pues técnicamente eso es lo que nos dio Ryan Adams cuando en septiembre de 2015 lanzó un álbum que es un cover pista por pista del disco de Taylor Swift.
El cantante dijo que 1989 le parecía un álbum “repleto de alegría” y “con un universo propio” y pidió permiso a la cantante para reimaginarlo por completo. Y sí, ella le dio emocionada su bendición.
Durante el lanzamiento del disco, Taylor Swift lanzó un comunicado donde decía:
“Cuando escuché por primera vez que Ryan iba a hacer una versión de todo mi álbum, no podía creerlo. Es un gran honor que él quisiera tomar mis historias y letras y darles una nueva vida”.
Si eres nueva en el mundo Swiftie, quizás te preguntas por qué la artista está regrabando sus discos. ¿Es una táctica para hacer más dinero? ¿Hay un problema legal? Tranqui, te explicamos.
Hasta 2018, la compañía discográfica de Taylor Swift era Big Machine Records. Pero en el otoño de ese año ella los cambió por Republic Records.
Ella había intentado ser dueña de los másteres de sus discos, pero Big Machine ponía condiciones desfavorables para la artista.
Nota: un máster es la grabación original de un audio. De él se crean las distintas copias que escuchamos para su venta y distribución. La persona que posee el máster es dueño de todas sus copias, ventas digitales, de transmisión, versiones físicas, etc.
La cosa se puso más intensa cuando en junio de 2019 todo Big Machine (incluyendo los másteres de Taylor Swift) fueron comprados por Scooter Braun.
Eso significaba que cualquiera que quisiera licenciar canciones de Taylor Swift para usarlas en películas o series, por ejemplo, tendrían que tratar directamente con Braun y pagarle a él. Ajá, ¡la audacia!
Pero Taylor Swift no se quedó cruzada de brazos y así decidió que regrabaría toooodos sus discos anteriores a Lover para así ser dueña de esos nuevos másters.
El primer disco en ser relanzado fue Fearless (Taylor’s Version), que salió en abril de 2021. Ese mismo año, en noviembre, lanzó Red (Taylor’s Version) con la ya famosa versión de 10 minutos de “All Too Well”.
Speak Now (Taylor’s Version) se lanzó el 07 de julio del 2023 y el próximo 27 de octubre tendremos 1989 (Taylor’s Version).
Con esto ya solo le faltan dos álbumes por regrabar: su primer álbum llamado Taylor Swift y su sexto disco que fue Reputation.
Los influencers han generado una industria de “moda rápida” que mueve más de US$21.000 millones, pero algunos creen que su popularidad llegó a su límite.
En 2019, Diana Wiebe estaba inmersa en las redes sociales cuando se encontró con una influencer que promocionaba unos rizadores sin calor. “Eran rizadores con los que podías dormir toda la noche y la promesa era despertarte con unos rizos preciosos”, le cuenta a la BBC.
Fue uno de los muchos productos que TikTok le influyó para comprar, pero al igual que muchos otros, incluidas cremas para la piel y exfoliantes faciales, rápidamente se dio cuenta de que no los necesitaba.
“Para ser sincera, los rizadores interrumpieron mi sueño y los usé una sola noche”, dice, y agrega: “Mi cabello es naturalmente ondulado, así que creo que el rizador en realidad me dio demasiados rulos”.
Avanzamos hasta 2025 y Wiebe, quien vive en Ohio, ahora es una influencer, pero hay una diferencia entre ella y muchas otras. Ella está tratando de “desinfluir” a sus seguidores para que no compren cosas que no necesitan.
En sus videos diarios de TikTok, la creadora de contenido, que tiene más de 200 mil seguidores en la aplicación, hace preguntas como “¿querías ese producto antes de que te lo ofrecieran?” y recuerda a sus seguidores que las compras de ropa semanales y mensuales no son normales.
La cultura del haul es un tipo específico de contenido de redes sociales que se originó en YouTube en el que alguien muestra sus últimas compras, generalmente de ropa, a sus seguidores.
Wiebe es parte de un movimiento que crece desde 2023 y que rechaza la cultura tradicional de los influencers. Ha explotado en TikTok con el hashtag #deinfluencing, acumulando más de mil millones de visitas.
Junto con hashtags como “núcleo del subconsumo” y “consumidor consciente”, comparten mensajes clave, como: “La moda rápida no te hará elegante” y “el subconsumo es el consumo normal”.
A medida que arranca el 2025, Wiebe cree que la corriente cultural está cambiando y que los influencers han alcanzado su cima de popularidad.
“Algunos de los contenidos de los influencers son simplemente una provocación para causar ira”, dice, haciendo referencia a la táctica de internet de publicar contenido para incitar el enojo y generar visitas.
TikTok se ha convertido en la plataforma por defecto para los influencers, pero, dado que la aplicación se enfrenta a un futuro incierto en Estados Unidos, Wiebe cree que es un momento de cambio.
“No sé cuál será el futuro de TikTok, pero el tipo de influencia que vemos allí no se da en otras aplicaciones”, afirma, y menciona lo prolífico que se ha vuelto el contenido de compras en TikTok, en comparación con otras plataformas como Instagram.
Wiebe cree que este cambio se debe a una mayor conciencia de lo que realmente hacen los influencers.
“Cuando empecé a ver más anuncios en mi muro de TikTok, pensé en todo lo que había comprado en los últimos años gracias a las reseñas de los influencers”, afirma. “De repente me di cuenta de que todo era publicidad, desde contenido promocional pagado hasta creadores que compartían sus compras”.
“No es como ver la televisión, donde puedes reconocer un anuncio. Con los influencers te sientes como si estuvieras escuchando a un amigo o familiar porque vemos a nuestros TikTokers favoritos como personas que conocemos”, señala.
La mayoría de las interacciones de Wiebe en línea son positivas, con comentarios como: “Necesitaba escuchar este consejo hoy”. Sin embargo, otros se preguntan por qué siente la necesidad de entrometerse en los hábitos de compra de otras personas.
Wiebe insiste en que no está abogando por un estilo de vida de “no comprar”. En cambio, se describe a sí misma como partidaria de “desacelerar y pensar bien las compras en vez de apresurarse”.
Su consejo es opuesto al conocido eslogan de los influencers que animan a sus seguidores a “correr, no caminar” para comprar el último producto.
Esta misma mentalidad llevó a Christina Mychaskiw a adoptar un enfoque más consciente a la hora de gastar. A través de sus publicaciones en YouTube, TikTok e Instagram, su objetivo es ayudar a otras personas a vivir una vida plena sin arruinarse.
Mychaskiw dice que sabe de primera mano lo poderosos que pueden ser los influencers. “En 2019, tenía una deuda de 120 mil dólares canadienses (US$83.000) por préstamos estudiantiles y seguía comprando semana tras semana. Toqué fondo cuando compré un par de botas que costaban más que mi alquiler, aunque sabía que no podía pagarlas”.
La creadora de contenidos, que vive en Toronto, dice que se sentía atrapada en un ciclo de “Instagram versus realidad”, según le cuenta a la BBC. “Tenía una idea de cómo debería ser mi vida en función de mi carrera y de lo que hacían mis compañeros”.
Mychaskiw suele hablar de este tema en su podcast, donde escucha a sus oyentes hablar de su lucha contra la presión constante de comprar y la decepción cuando los productos no cumplen n sucos expectativas.
“La gente ya no ve el valor de lo que compra. La promesa de estos artículos simplemente no está a la altura de las expectativas. Parece que todo es cada vez más caro, pero de menor calidad y menos satisfactorio”.
Mychaskiw no quiere que la gente cometa el mismo error que ella, que en un principio abandonó el consumo de golpe y llevó una vida minimalista, lo que, según ella, la hacía sentir miserable.
Desde entonces, ha llegado a un punto intermedio: se da un capricho de vez en cuando, pero se recuerda a sí misma que antes de ir de compras debe “revisar su armario”.
La creadora de contenido ya ha cancelado su deuda estudiantil. ¿Su consejo para los demás? “Suelta el teléfono. Navegar y consumir contenido constantemente te hace más propenso a ceder a los mensajes subliminales”, dice.
“Deja el teléfono, toca el césped, juega con tu vestuario y usa lo que ya tienes para crear looks divertidos. Tal vez te des cuenta de que lo que tienes es suficientemente bueno”.
Te interesa: ¿Qué es la ‘ecoansiedad’ y cómo podemos manejarla? Recomendaciones para promover la acción climática
Según la estilista Lucinda Graham, consumir constantemente moda rápida no solo es malo para las finanzas y el medio ambiente, sino también para el estilo personal.
“Piénsalo como si estuvieras cocinando”, le dice a la BBC. “Si preparas algo rápido, está bueno, pero no puede competir con un plato que se ha cocinado con cuidado y esfuerzo. Lo mismo ocurre con la moda rápida en comparación con un vestuario que ha sido cuidadosamente elegido”.
Graham aconseja a quienes estén buscando su propio estilo que sean pacientes. “El estilo personal necesita tiempo para desarrollarse y experimentar con las mismas prendas. También se trata, fundamentalmente, de comprar lo que te gusta, en lugar de lo que sigue la tendencia”, afirma.
“Cuando los influencers nos convencen de que compremos ropa, compramos artículos que representan el estilo de vida de otra persona e intentamos emular su vida, pero eso no da como resultado un vestuario práctico”.
El enfoque de Graham implica que es deliberada a la hora de comprar nuevas prendas y valora dejar que sus prendas “envejezcan” con el tiempo. “Tengo una chaqueta que tengo desde hace seis años y me encanta combinarla”, explica.
“Es agradable ver cómo cambia la ropa. Ahora mismo, las chaquetas de carpintero usadas y los pantalones Carhartt desgastados están de moda, pero en lugar de comprarlos en una tienda vintage, ¿por qué no comprar un par y dejar que envejezcan con el tiempo?”.
Ella dice que lo mismo se aplica a las tendencias: “La moda rápida nunca será auténtica. Si nos fijamos en el desaseo indie, por ejemplo, esos looks clásicos provienen de personas que realmente viven ese estilo de vida, no porque hayan comprado jeans rotos en línea”.
“La clave para romper ese ciclo y descubrir qué te gusta es hacer compras más intencionales, eliminando las pequeñas e impulsivas”.
Es difícil determinar si el movimiento de desifluencers está afectando a las marcas. Sabemos que gigantes en línea como Asos, Boohoo y Pretty Little Thing han luchado con la caída de la demanda y los cambios en los hábitos de los consumidores en los últimos años.
Sin embargo, no olvidemos que muchos muros todavía están inundados de influencers.
En 2023, se estimó que la industria global del marketing de influencers valía 21 mil 100 millones de dólares, más del doble de su tamaño en 2019.
En opinión de la estilista Aja Barber, dado que la creación de contenido todavía se considera una carrera a la que aspirar, aún no hemos alcanzado el “pico influencer”.
Barber es autora del libro Consumido: sobre el colonialismo, el cambio climático, el consumismo y la necesidad de un cambio colectivo; cree que el movimiento de desinfluencia es útil, pero opina que el tema debe instalarse fuera de internet para cambiar el modo de gastar de la gente.
La autora, que también es editora colaboradora de la revista Elle, dice que todos tenemos un papel que desempeñar. “Desde los multimillonarios propietarios de empresas hasta los influencers y nosotros como consumidores”, le dice a la BBC.
“En las redes sociales, un empleado de correos se puso en contacto conmigo y me dijo que había entregado un paquete del minorista de moda rápida en línea Shein en una casa 17 veces en un mes”.
Algunas estimaciones sugieren que cada año se producen en todo el mundo más de 100 mil millones de prendas de vestir, y más de la mitad acaba en vertederos en un plazo de 12 meses.
A menudo, la ropa que no se usa se exporta a países africanos y asiáticos, donde se desecha hasta el 40% en lugar de revenderla, lo que, según las organizaciones benéficas, ha contribuido a la contaminación del agua, generando riesgos para la salud.
Ya ha pasado casi un siglo desde los años 30, cuando las mujeres poseían alrededor de 60 prendas de vestir y compraban cinco nuevas al año.
Al reflexionar sobre cómo han cambiado las cosas, Barber dice que “el objetivo es vender la mayor cantidad posible de productos. Tenemos que ser realistas respecto del daño que los individuos comunes están haciendo con la idea de que podemos simplemente consumir y consumir sin que esto tenga un impacto negativo. Eso no es cierto”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.