
Quizás tú soñabas con ser el gran héroe o heroína de una historia, pero desde pequeño Alan Ituriel ha sentido una mayor atracción hacia las y los antagonistas de las historias; y se lo agradecemos, pues gracias a eso existe la serie Villanos de Cartoon Network.
Alan tiene 27 años y una enorme pasión por la animación y por contar historias que se le nota hasta en la mirada. Este amor nació desde que él era muy pequeño cuando quería saber cómo es que esos dibujos “cobraban vida”.
“Recuerdo mucho que desde chico mi abuelo me ponía como hojas con aceite para que yo pudiera calcar de los VHS casi cuadro por cuadro para que pudiera ver cómo se movían”, menciona en entrevista para Animal MX.
Aunque esa no es su única pasión, pues el otro elemento que lo ha marcado es su interés por aquellos personajes que son considerados villanos.
Hoy vivimos en una era donde nos parecen sumamente atractivos personajes como Loki, Cruella, o hasta Negan, por mencionar algunos, sin importar lo que hagan. Pero la realidad es que crecimos con la idea de que teníamos que aspirar a ser como aquellos personajes que siempre sigue el camino del “bien”.
Claro que hay excepciones a la regla y uno de ellos es Alan Ituriel, quien incluso dice que fue un “niño medio raro” al ser de esos que prefería admirar a las y los villanos.
Esto es gracias a que siempre le han parecido personajes mucho más ricos por dos razones. La primera es que tienen un diseño visual bastante atractivo: sus trajes siempre tienen más estilo y son hasta extravagantes.
La otra riqueza que le fascina de estos seres es su complejidad psicológica y emocional. Ahora que él mismo se dedica a escribir, admite que hasta son más difíciles de desarrollar por esto mismo.
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Desde muy temprana edad, Alan ya tenía muy clara la historia que quería compartir con el mundo, pues esta tendría como base sus dos grandes pasiones: la animación y la villanía.
La idea que daría origen a la serie Villanos se cultivó cuando Alan iba en secundaria. “Recuerdo que tenía muy claro que quería hacer una historia donde los personajes principales fueran villanos y comencé a dibujar en un cuaderno que era de la materia de música”, platica.
Pero el distintivo de esta serie animada es que la historia tiene como protagonistas a un grupo de personajes que saben perfectamente cómo ser malos. De hecho, son tan buenos en eso que hasta ofrecen sus servicios a otros.
Así Alan Ituriel quiere romper con esa idea de los villanos “sonsos” con los que crecimos; aquellos que nada más no consiguen dominar el mundo por más que lo intentan, como Pinky y Cerebro.
A pesar de que hoy la primera parte de la serie ya puede disfrutarse en Cartoon Network y HBO Max, la ruta para desarrollar la serie Villanos no fue nada sencillo.
“La animación siempre es demandante; es una profesión donde necesitas mucha paciencia”, dice Alan, quien prácticamente tuvo que esperar años para ver este sueño realizado.
Su camino tomó fuerza cuando se presentó en 2014 en el festival Pixelatl dentro de la Cumbre Ideatoon, que sirve para presentar nuevas ideas.
Antes de que pasara un año, personas de Cartoon Network ya habían contactado a Alan para dar un pequeño paso con su idea de Villanos.
Quienes están enamorados de este proyecto desde el día uno, recordarán que la historia se estrenó con un formato muy particular.
En lugar de tener un episodio de duración normal, en 2017 salieron una serie de cortos en el canal de Cartoon Network y en sus canales digitales que mostraban al malvado Black Hat, al nervioso científico e inventor Dr. Flug, el adorable experimento fallido 5.0.5 y la fuerte y alocada Demencia, en distintas situaciones.
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A pesar de que salían esporádicamente dentro de la programación, Villanos comenzó a tener su propia base de fans que cada vez pedía más de estos personajes que estaban al rescate de otros villanos.
En 2019 se estrenó el episodio piloto en Cartoon Network que solo dejó con ganas de más a los seguidores del proyecto.
Fue hasta octubre del 2021 cuando al fin se lanzaron seis episodios en HBO Max y Cartoon Network. De hecho, en la plataforma de streaming ocupó el puesto #1 como el programa más visto.
Aunque esto no es el final de la serie Villanos, pues Alan Ituriel asegura en entrevista para Animal MX que esta tanda es apenas la primera mitad de la temporada.
Sin embargo, advierte que no está en sus manos decidir cuándo saldrán los demás capítulos; “eso es algo que decide Cartoon Network”.
Para el desarrollo de la serie Villanos, Alan tuvo que pasar por un enorme camino de aprendizajes. No solo creó su propio estudio, llamado AI Animation, sino que tuvo que aprender a ser director, guionista, productor.
De hecho, afirma que fue un crecimiento muy de la mano con Cartoon Network, pues el estudio estaba acostumbrado a solo distribuir y hacer doblajes, más no a producir series en México.
Pero el salto más inesperado durante el desarrollo de Villanos fue la de dar vida a un personaje. Resulta que Alan Ituriel es la voz del malvado, siniestro y hasta narcisista Black Hat.
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“Eso fue muy repentino”, explica, pues en el proceso de presentar los animatics (una pieza muy preeliminar tanto de animación como de audio) no habían elegido al talento para darle vida a los personajes.
“Hice algunas voces nada más para medir tiempos de animación y todo. Pero fue uno de los productores de Cartoon Network quien dijo que yo quedaba muy bien como Black Hat”; y ahí fue cuando se tuvo que aventar al arte de hacer doblaje.
A pesar de que da vida al ser más malo de todos, Alan Ituriel confiesa que se siente más cercano a Dr. Flug, quien es interpretado por Pepe Toño Macías (James en Pokémon).
“Flug representa mucho como este nerviosismo que aveces me da donde no sabes si lo que haces está bien o mal”, explica, aunque también aclara que todos tienen una partecita de él.
Todavía no sabemos cuándo regresará la serie Villanos; sin embargo para Alan Ituriel ya es todo un logro ver el éxito y el amor que sus personajes están cosechando alrededor del mundo.
“El ver cómo la disfrutan las personas es lo que hace que todo valga la pena (…); ver que la gente los recibe bien, que se ríen, que les gusta es todo un sueño”, comenta el creador de esta serie.
Si todavía no de las la oportunidad, mira la serie Villanos dentro de HBO Max.

Es esa zona gris entre el sueño y la vigilia, cuando nos quedamos somnolientos en un estado semiconsciente, experimentando vívidas imágenes y sonidos mentales.
La canción de los Beatles, “Yesterday”, fue escrita en lo que los psicólogos llaman “estado hipnagógico”. Es esa zona gris entre el sueño y la vigilia, cuando nos quedamos somnolientos en un estado semiconsciente, experimentando vívidas imágenes y sonidos mentales.
Al despertar una mañana a principios de 1965, Paul McCartney percibió una larga y compleja melodía sonando en su cabeza. Saltó de la cama, se sentó al piano y empezó a tocar la melodía.
Rápidamente encontró los acordes que acompañaban a la melodía y creó algunas frases de acompañamiento (como las llaman los compositores, antes de escribir la letra propiamente dicha) que encajaban con la música.
Le costaba creer que un sonido tan hermoso pudiera surgir espontáneamente, McCartney sospechó que estaba plagiando inconscientemente otra composición.
“Durante aproximadamente un mes fui a ver a gente del mundo de la música y les pregunté si la habían escuchado antes… Pensé que si nadie la reclamaba después de unas semanas, podría quedármela”, recordó. Pero resultó ser original.
Muchos grandes descubrimientos e inventos han surgido durante el estado hipnagógico.
El físico Niels Bohr ganó el Premio Nobel porque estando semiconsciente soñó que veía el núcleo del átomo, con los electrones girando a su alrededor, al igual que el sistema solar con el sol y los planetas, y así “descubrió” la estructura del átomo.
Las investigaciones han demostrado que el estado hipnagógico es un punto óptimo para la creatividad. Por ejemplo, en un estudio de 2021, los participantes en estado hipnagógico tenían tres veces más probabilidades de descubrir la “regla oculta” que podía resolver un problema matemático.
Los psicólogos asocian la creatividad con cualidades como la apertura a la experiencia y la flexibilidad cognitiva.
Otros han sugerido que la creatividad surge de la coordinación entre la red de control cognitivo del cerebro (que se encarga de la planificación y la resolución de problemas) y la red neuronal por defecto (que se asocia con la ensoñación y la divagación mental).
Sin embargo, en mi opinión, una de las teorías más importantes sobre la creatividad es una de las más antiguas, propuesta por el psicólogo británico Frederic Myers en 1881. Según Myers, las ideas y las percepciones surgen como una repentina “oleada” de una mente subliminal.
Para Myers, nuestra mente consciente es solo un pequeño segmento de nuestra mente, que incluye no solo lo que Sigmund Freud llamó el inconsciente, sino también niveles de conciencia más amplios y elevados. Las ideas pueden gestarse inconscientemente durante mucho tiempo antes de emerger a la conciencia.
Por eso, a menudo sentimos que las ideas provienen de más allá de la mente, como si nos hubieran sido regaladas. Pueden provenir de más allá de nuestra mente consciente.
El estado hipnagógico es tan creativo porque, mientras oscilamos entre el sueño y la vigilia, la mente consciente apenas está activa.
Durante un breve período, nuestros límites mentales son permeables y existe la posibilidad de que percepciones e ideas creativas fluyan desde la mente subliminal.
En un sentido más general, esta es la razón por la que la creatividad suele asociarse con la relajación y la ociosidad. Cuando nos relajamos, nuestra mente consciente suele estar menos activa. A menudo, cuando estamos ocupados, nuestra mente se llena de pensamientos que parlotean, impidiendo que fluyan las ideas creativas.
Esta también es la razón por la que la meditación está fuertemente asociada con la creatividad.
Las investigaciones demuestran que la meditación promueve cualidades creativas generales, como la apertura a la experiencia y la flexibilidad cognitiva.
Pero quizás más importante aún, la meditación aquieta y suaviza la mente consciente, de modo que somos más responsables de recibir inspiración de fuera de ella.
Como señalo en mi libro “El Salto”, esta es la razón por la que existe una fuerte conexión entre el despertar espiritual y la creatividad.
Las investigaciones han descubierto que alrededor del 80% de las personas han experimentado el estado hipnagógico, y que aproximadamente una cuarta parte de la población lo experimenta con regularidad. Es ligeramente más común en mujeres que en hombres.
Es más probable que ocurra al inicio del sueño, pero también puede ocurrir al despertar o durante el día si nos entra sueño y perdemos la consciencia normal.
¿Podemos usar el estado hipnagógico para potenciar nuestra creatividad? Ciertamente es posible permanecer en él, como probablemente sepas de las noches de los domingos.
Sin embargo, una de las dificultades es captar las ideas que surgen. En la somnolencia, puede que no sintamos el impulso de recordarlas. Es tentador decirnos antes de volver a dormirnos: “Esta idea es tan buena que se me quedará grabada”. Pero cuando nos despertamos un rato después, la idea se ha ido.
No obstante, mediante el entrenamiento mental, no hay razón por la que no podamos adquirir el hábito de registrar nuestras ideas hipnagógicas.
Lo mejor es tener un bolígrafo y papel en la mesita de noche. O, para una variante más moderna, tener el teléfono junto a la cama con la aplicación de grabación abierta.
De hecho, esta es una práctica que Paul McCartney siempre ha seguido. Incluso se entrenó para escribir en la oscuridad con este fin.
También podemos usar la técnica de la “siesta consciente” para generar ideas. Siempre que el gran inventor Thomas Edison se quedaba atascado en una solución o una idea nueva, se dejaba llevar por la inconsciencia mientras sostenía una bola de metal.
Al quedarse dormido, la bola caía al suelo y lo despertaba, momento en el que a menudo descubría que había surgido una nueva perspectiva.
En términos más generales, deberíamos usar la inactividad como una forma de cultivar la creatividad.
No pienses que la siesta o el relax son una pérdida de tiempo. Lejos de ser improductivos, pueden conducir a las ideas y percepciones más inspiradoras.
*El texto original fue publicado en inglés en The Conversation. Puedes leerlo aquí.
**Steve Taylor es profesor de Psicología de la Universidad de Leeds Beckett (Reino Unido) y es autor de varios libros sobre psicología y espiritualidad.
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