
Desde que se estrenó por Disney+, WandaVision ha sido la serie más popular del momento y una de la que no podemos dejar de hablar con las sorpresas que llegan semana a semana.
Más allá de las increíbles actuaciones de Elizabeth Olsen y Paul Bettany, ha sido Kathryn Hahn quien se ha llevado los reflectores por su papel como Agnes, la amable y chismosa vecina de Wanda y Vision.
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Sin embargo, la semana pasada nos enteramos sobre la verdad de Agnes, quien es en realidad Agatha Harkness, una bruja que ha ocasionado muchas de las cosas malas que suceden en Westview y que gracias a la interpretación de Kathryn Hahn, esta villana se volvió una de las favoritas para los fans de Marvel.
Pero más allá de su papel en WandaVision, Hahn ha demostrado ser una extraordinaria actriz y una celebridad admirable, por lo que aquí te dejamos 5 razones por las que la amamos.
El usuario Stephen Ossola relató en Twitter que una vez conoció a la actriz en un bar y le dijo que sería homofóbico de su parte si ella no se tomaba una foto con él porque estaban en el Mes del Orgullo.
¿La respuesta de Hahn? “¡Amo a los gays!”, seguida de una increíble foto.
https://twitter.com/stephenossola/status/1363176334835474433
Desde mucho antes de WandaVision, Hahn ha aparecido en un montón de películas donde a pesar de no tener el papel principal, su talento la ha llevado a ser reconocida como una de las mejores actrices de reparto en Hollywood.
Ya sea en el rol de “mejor amiga” en Cómo perder a un hombre en 10 días, la esposa frustrada en Step Brothers o la hermana cariñosa de Walter Mitty, Kathryn siempre sobresale cuando está frente a la cámara.
¿Podemos empezar a hablar ya de lo MARAVILLOSA actriz que es Kathryn Hahn?#WandaVision pic.twitter.com/eTeahcd7YA
— 🩷✨Á. Mayista ✨🩷 (@BeverlyShe93) February 19, 2021
Es cierto que la mayoría de sus papeles han sido en películas o series de comedia, pero su versatilidad también la ha llevado a participar en producciones independientes de drama como Private Life y Captain Fantastic.
Y todo esto pese a que no tiene ni una sola nominación a los Golden Globes ni al Óscar.
https://twitter.com/carcaramantin/status/1362976617597964288
Como admitió en una entrevista para Vulture, hace algunos años, no se podía dar el lujo de elegir sus papeles y aceptaba cualquier oferta que le llegara.
Sin embargo, tras sus éxitos recientes, ahora ha encontrado más oportunidades que nunca, pero aun así admite que ella ama su trabajo y su carrera caótica.
Además de ser una actriz fenomenal, Kathryn Hahn no esconde el amor que siente por ser mamá de sus dos hijos: Leonard y Mae.
En una entrevista para The Huff Post, Hahn habló sobre los problemas de fertilidad que tuvo y la dura realidad de ser una madre que, en sus palabras, “es mucho más complicado de lo que cualquiera se puede imaginar”.
Pero agregó que después de tener a sus hijos “aprendí cuánta capacidad tiene mi corazón para amar. Después de mi primer bebé no podía creer que amaría algo tanto como a él y luego, cuando tuve a mi hija, mi corazón creció aún más”.
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Los astrónomos han detectado señales de que nacen cada vez menos estrellas. Podría ser parte de un declive gradual del Universo y de todo lo que contiene. Pero ¿por qué? ¿Y cuánto deberíamos preocuparnos?
En las últimas dos décadas los astrónomos han ido notando pistas de que el cosmos tal vez ha pasado su mejor momento.
Una de esas señales es que menos estrellas han ido naciendo.
Ahora, eso no significa que el universo se está quedando sin estrellas. Hay estimaciones de que hay por lo menos un septimillón de ellas -eso es un número seguido de 24 ceros.
Pero los astrónomos creen que la producción de nuevas estrellas se está reduciendo.
El consenso científico actual es que el universo tiene una edad de 13.800 millones de años.
Las primeras estrellas se formaron poco después de que el Big Bang apareciera.
De hecho, el año anterior, el telescopio espacial James Webb halló un trío de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se cree tienen una edad cercana a los 13.000 millones de años.
Las estrellas son esencialmente bolas gigantes de gas caliente que comenzaron su vida de la misma forma.
Ellas se forman en nubes enormes de polvo cósmico conocidas como nebulosas. La gravedad junta los gases, que eventualmente se calienta y se convierte en una estrella bebé, o como se le conoce, protoestrella.
A medida que el corazón de la estrella se calienta a millones de grados centígrados, los átomos de hidrógeno que están contenidos allí comienzan a agitarse para formar helio a través de un proceso llamado fusión nuclear. Esta reacción emite luz y calor y la estrella ahora está en una fase estable de “secuencia principal”.
Los astrónomos estiman que las estrellas en secuencia principal, incluido nuestro propio Sol, son aproximadamente el 90% de todas las estrellas del universo. El rango varía entre una décima parte hasta 200 veces la masa de nuestro Sol.
Eventualmente esas estrellas consumen su combustible y pueden tomar diferentes caminos en su manera de morir.
Estrellas con masas pequeñas como nuestro Sol entran en un proceso de desvanecimiento que puede durar miles de millones de años.
Para estrellas “hermanas” más grandes, con al menos ocho veces el tamaño del Sol, su final es más dramático: ellas se destruyen en una gran explosión conocida como supernova.
En 2013, un equipo internacional de astrónomos dedicados a estudiar las tendencias en la formación de estrellas afirmó que de todas las estrellas que iban a nacer en la historia del Universo, el 95% ya lo había hecho.
“Vivimos en un universo dominado por estrellas viejas”, dijo en ese momento el autor del estudio, David Sobral, en un artículo publicado en la revista Subaru Telescope.
En la línea del tiempo del universo, parece que su momento de mayor producción de estrellas ocurrió hace unos 10.000 millones de años, en un período conocido como el “Mediodía Cósmico”.
“Las galaxias convierten el gas en estrellas y lo están haciendo a una tasa decreciente”, explica el profesor Douglas Scott, cosmólogo de la Universidad de British Columbia en Canadá.
Scott es el coautor de un informe, que aún no se ha publicado, en el que se analiza información de los telescopios de la Agencia Espacial Europea, Euclides y Herschel.
Él y su equipo de investigadores espaciales fueron capaces de estudiar de forma simultánea cerca de 2,6 millones de galaxias, lo que fue posible gracias al mapa 3D del universo creado por la misión Euclides.
Los astrónomos estaban particularmente iuteresados en el calor que emiten las estrellas. Las galaxias con mayor tasa de formación de estrellas tienden a tener un polvo cósmico más caliente a medida que contienen estrellas más grandes y calientes.
El equipo halló que las temperaturas de las galaxias han ido disminuyendo en los últimos mil millones de años.
“Ya se nos pasó el momento de mayor formación de estrellas, y habrá cada vez menos formación de nuevas estrellas en el universo”, agrega Scott.
Es verdad que la muerte de las viejas estrellas puede llevar a la formación de nuevas usando el mismo material, pero no es tan simple.
Asumamos que tenemos una pila de materiales de construcción y la usamos para hacer una casa. Si queremos construir uno nuevo, podemos reciclar cosas de una casa vieja, pero no todo será útil.
“Eso significa que solo podemos hacer una casa más pequeña. Cada vez que hagamos una demolición, habrá menos materiales que sean útiles hasta que no se pueda construir nada”, señala Scott.
Eso es lo que pasa con las estrellas.
“Cada generación de estrellas tienen menos combustible para gastar y eventualmente no habrá suficiente combustible para hacer una estrella”, añade.
Y concluye: “Ya sabemos que las estrellas menos masivas son más comunes que las estrellas masivas en el universo”.
Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que el universo llegará a su fin algún día. Simplemente no pueden estar seguros de cómo ni cuándo.
Una de las teorías más aceptadas actualmente es la muerte térmica.
También conocida como la “Gran Helada”, predice que a medida que el universo continúa expandiéndose, la energía se dispersará hasta que finalmente se enfríe demasiado para sustentar la vida. Las estrellas se alejan cada vez más, se quedan sin combustible y no se forman nuevas.
“La cantidad de energía disponible en el universo es finita”, explica Scott.
Pero antes de que mires con melancolía el cielo, la desaparición de las estrellas tomaría una cantidad astronómica de tiempo.
Scott estima que seguirán apareciendo nuevas estrellas durante los próximos 10 a 100 mil millones de años, mucho después de que nuestro Sol probablemente haya desaparecido.
En cuanto a la “Gran Helada”, podría tardar aún más: a principios de este año, astrónomos de la Universidad Radboud de los Países Bajos estimaron que el final llegaría en aproximadamente un quinvigintillón de años, es decir, un uno seguido de 78 ceros.
Hay tiempo de sobra, entonces, para apreciar las estrellas la próxima vez que haya una noche despejada.
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