
La película número 26 del MCU al fin llegó y nos presenta un equipo nuevo de superhéroes, pero también nos trae distintas “razas” que merecen ser explicadas. Aquí te explicamos más de los eternos, desviantes y celestiales de Marvel.
Aunque podrías pensar “¿para qué quiero saber eso, si solo es para esta película?”, deberías recordar que en esta franquicia TODO está conectado. Así que mejor presta atención y no te preocupes, que te dejaremos todo claro como el agua.
Vámonos por partes, aunque los Eternos son la especie a la que pertenecen los protagonistas de la película Eternals, es mejor que primero entiendas quiénes son los Celestiales, pues son my antiguos y crearon a las otras dos razas.
Se trata de una raza alienígena de la poco se sabe; de hecho, ni si quiera está claro su origen. Tienen habilidades divinas con las que son capaces de crear y destruir vida a gran escala.
Estos seres también son famosos por experimentan en otras formas de vida. Y sus dos creaciones más famosas con los Eternos y los Desviantes.
Se dice que influenciaron los más grandes eventos en la historia de la humanidad con intenciones desconocidas.
En realidad, la película Eternals no es la primera vez en la que aparecen los Celestiales de Marvel, pues habíamos tenido un guiño a esta especie en Guardianes de la Galaxia (2014), donde aparece lo que queda de la cabeza de uno de estos seres y otra escena en la que los Guardianes conocen a el Coleccionista.

Posteriormente, en la secuela de esa misma película se revela que el padre de Peter Quill, Ego, el planeta viviente, (Kurt Russell) es en realidad un Celestial en forma humana/planeta.
Tanto en los cómics, como en el MCU, los Celestiales de Marvel parecen criaturas gigantescas cubiertas por una especie de armadura. Se supone que cada uno varía el diseño y colores.
Como ya mencionamos antes, los Celestiales de Marvel son capaces de experimentar y crear formas de vida. Uno de esos experimentos dio como resultado a los Desviantes.
Los Celestiales, alteraron el código genético de un grupo de humanos prehistóricos que dieron pie a esta raza durante su primera visita a la Tierra (conocido como Primera Hueste). Sin embargo, el resultado fue inestable y el gen cambió las características físicas de los Desviantes en cada generación.
Eso ocasionó que ya no se vieran como humanos, sino como seres con distintas mutaciones físicas que nunca se repiten ni se heredan; gracias a esto, tienen habilidades sobrehumanas.
Los Desviantes desarrollaron tecnología muy avanzada, por lo que gobernaron a la humanidad. Pero en la Segunda Hueste, los Celestiales destruyeron esa civilización creada por esta raza.
Desde entonces, los sobrevivientes habitan bajo la tierra, intentando vengarse de los Celestiales.

Los Celestiales de Marvel aprendieron de sus errores con los Desviantes y, tal cual, mejoraron la raza creando a los Eternos durante la Primera Hueste
A diferencia de sus “hermanos”, los Eternos tienen una apariencia física como la de la humanidad; sin embargo, están modificados para manipular cantidades limitadas de energía cósmica, así como otras habilidades sobrehumanas.
Podría parecer que son inmortales, pues resisten a las enfermedades, paso del tiempo y pueden regenerar sus heridas; sin embargo, en los cómics se establece que sí pueden morir.

Te puede interesar: Todo lo que debes saber de la película Eternals de Marvel
Aunque todos pueden desarrollar toda clase de “poderes”, muchos Eternos deciden enfocarse en perfeccionar habilidades específicas. Por ejemplo, en la película Eternals, Sersi (Gemma Chan) tiene la habilidad de manipular la materia, cambiando la composición de cualquier material no sensible que toca.
Al ser la “creación perfecta” de los Celestiales, los Eternos se convirtieron automáticamente en los enemigos de los Desviantes.
Dato curioso: Desviantes y Eternos no solo existen en la Tierra. En los cómics, los Celestiales llevaron sus experimentos a todo el universo, por lo que hay seres de estas razas en otros mundos.
La película Eternals ya está disponible solo en cines.

De seguro escuchas esta canción todos los años, aunque sea por casualidad al encender la radio. Lo que no sabes es que José Feliciano, el puertorriqueño que la compuso, enfrentaba uno de los momentos más difíciles de su carrera cuando se sentó a escribirla.
Son solo dos frases, acompañadas por el sonido de una guitarra, cantadas en inglés y en español. Pero esa sencillez, precisamente, convierte a “Feliz Navidad” en un clásico de las fiestas.
Y no solo en América Latina. El hit del puertorriqueño José Feliciano conquista las ondas radiales -y ahora las playlists- del mundo anglosajón desde su estreno en 1970.
Es la única canción de un artista latino en el Holiday 100 de Billboard, lista festiva en la que ocupa el duodécimo lugar.
Versionada por estrellas como Celine Dion, Michael Bublé, Raphael y Gloria Gaynor, también tiene adaptaciones inesperadas: desde el K-pop de BTS hasta el metal de It Dies Today.
“Ha sido tan versionada por su sencillez y facilidad de réplica. Pero también por ser bilingüe. Cuando Feliciano sacó esta canción, había muy poca música navideña bilingüe y eso la hizo inmediatamente memorable y especial”, le dice a BBC Mundo Leila Cobo, presidenta de Billboard Latin.
Cobo agrega que “Feliciano escribió el tema casi de broma”.
“De hecho, no quería grabarlo por lo simple que era. Fue el productor quien insistió”, añade.
El productor era Rick Jarrard, quien más tarde se convertiría en su gran amigo y colaborador. Fue él quien además le pidió que escribiera un sencillo para el álbum que también terminaría llamándose “Feliz Navidad”.
“Sentí pánico”, contó el artista en una entrevista con el programa Today de NBC News.
“Porque se han escrito tantas canciones navideñas maravillosas, por gente como Irving Berlin. Y pensé: bueno, ¿cómo voy a escribir una canción que esté a la altura de esas?”, sostuvo.
Pero lo hizo.
Ahora Feliciano -con 80 años, siete premios Grammy y un Latin Grammy en más de seis décadas de trabajo- suena cada Navidad alrededor del mundo.
Sin embargo, la inspiración para el tema que lo inmortalizó le llegó en uno de los momentos más oscuros y difíciles de su carrera.
El éxito musical de José Feliciano, un artista ciego de nacimiento, oriundo de Lares, un pueblo del oeste rural de Puerto Rico, comenzó en la década de los 60.
Para entonces cantaba en inglés. Su familia había emigrado a Nueva York cuando él tenía tan sólo 5 años. Allí aprendió guitarra y mezcló los ritmos latinos con el soul y el blues en los escenarios de Greenwich Village.
En 1968, gracias a su versión de Light My Fire de The Doors, ocupó los primeros lugares en las listas de Billboard y recibió dos Grammy.
Algunos críticos lo consideraban por entonces uno de los mejores guitarristas vivos, con una enorme inventiva y capacidad interpretativa.
Pero esa originalidad no siempre fue entendida y ese mismo 1968 le supuso un enorme costo al artista.
Era 7 de octubre y un joven Feliciano de 23 años llegó con sus gafas de sol y su guitarra al quinto partido de la Serie Mundial de Béisbol entre los Tigres de Detroit y los Cardenales de San Luis.
Frente a un estadio lleno entonó el Star Spangled Banner, el himno nacional estadounidense. Lo hizo de forma poco convencional, con toques de blues, soul y jazz, y mucho ritmo, lejos de la solemnidad tradicional.
Los Tigres ganaron, pero luego del juego de lo que menos se habló fue del deporte.
La interpretación de Feliciano fue repudiada por gran parte de los presentes, quienes le abuchearon, por considerar su versión una falta de respeto. Los medios, por su parte, tildaron su forma de cantar como un “sacrilegio”.
Incluso pidieron que fuese deportado, aunque es ciudadano estadounidense por nacer en Puerto Rico.
“Arruinó mi carrera”, comentó el músico en una entrevista en 2006 con la agencia Associated Press.
“Las emisoras de radio dejaron de hacer sonar mi música. Fue realmente un momento duro para mí”, añadió.
De acuerdo con el artista, su versión buscaba resaltar la herencia afrodescendiente del país, que él conocía de cerca por haber crecido en la diversa comunidad neoyorquina.
“Sobre todo, quería expresar el amor que siento por este país en el que vivo. Cuando eres un pionero, es difícil. Lo hice a mi manera, con sentimiento, con soul”, continuó.
Las Ligas Mayores de Béisbol señalan en un blog que Feliciano fue el primer artista en darle un giro al himno nacional durante un partido, y que su hazaña fue lo que permitió que artistas posteriores como Jimi Hendrix y Whitney Houston interpretaran sus propias versiones.
Luego de esa controversia, y en medio del boicot de las emisoras de radio, fue que llegó “Feliz Navidad”.
“No queríamos sacar un álbum navideño sentimental. Así que decidimos hacerlo de otra manera”, le contó Feliciano a NPR en 2020, cuando su exitoso tema cumplió 50 años.
Por eso la melodía de Feliz Navidad es alegre, mencionó el artista en esa misma entrevista. Esto no significa que no esté cargada de nostalgia, la misma emoción que, según dijo, lo impulsó a escribirla.
Feliciano, miembro de una familia de 11 hermanos, recordó que aquel verano boreal en el que se encerró en los estudios de RCA en Los Ángeles para producir el álbum junto a Jarrard, extrañaba profundamente a sus seres queridos.
Pensó entonces en cómo su familia boricua celebraba la Nochebuena: con las parrandas, esos villancicos que los puertorriqueños suelen cantar de casa en casa y que, a diferencia de los que se entonan en EE.UU., se acompañan con los sonidos de los panderos de plena y otros instrumentos como las maracas y el cuatro (similar a una guitarra, pero con 10 cuerdas y un sonido agudo).
“Había otras canciones navideñas que eran bilingües. Por ejemplo, había una canción de Hugo Ríos, ‘Mamacita, ¿dónde está Santa Claus?’. Pero ‘Feliz Navidad’ era una entidad por sí misma. Expresaba la alegría que sentía en Navidad y, al mismo tiempo, el hecho de que me sentía muy solo. Extrañaba a mi familia, extrañaba cantar villancicos con ellos. Extrañaba toda la escena navideña”, sostuvo en su entrevista con Associated Press.
Cobo, de Billboard Latin, afirma que “Feliz Navidad” le recuerda a “Despacito”, el afamado tema de los también puertorriqueños Daddy Yankee y Luis Fonsi.
“Creo que en su momento, “Feliz Navidad” debió haber sido una revelación para las personas que no hablaban español y se dieron cuenta de que podían decir Merry Christmas en otro idioma”, comenta la periodista, editora y autora.
“Vislumbró las posibilidades comerciales de la música en español”, indica.
En 2009, “Feliz Navidad” entró al Salón de la Fama de los Grammy.
La vida de Feliciano, que en el momento de componer el tema atravesaba uno de sus periodos más difíciles, fue “transformada por completo”.
“Este álbum (‘Feliz Navidad’) lo estableció como un artista que también cantaba música original e inédita. Y la canción del mismo nombre es por la cual es más recordado y versionado. Es también la que le trae más dinero todos los años”, comenta Cobo.
Feliciano le dijo a Today que cree que su canción fue tan exitosa “porque nos une a todos”: “Nadie puede molestarse porque alguien cante ‘Feliz Navidad’ en español o en inglés”.
En 2006, el periodista de Associated Press Adrian Sainz le preguntó al boricua qué sentía al ser considerado el primer artista latino en la historia en lograr un crossover exitoso al mercado anglosajón.
Respondió que se sentía “orgulloso”, feliz de “abrir puertas” para otros intérpretes de habla hispana.
Y agregó: “Sólo espero que no perdamos lo que tanto luchamos por conseguir”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.