Rápidos y Furiosos 10, es decir, la película familiar más popular de Hollywood, está a poquititos días de llegar a las salas de cine en México y todo el mundo.
Esta nueva película, que NO será la última de la saga, seguirá la historia de Dom Torretto, quien junto con su familia (lo teníamos que decir), se volverá el objetivo del hijo vengativo del narcotraficante Hernán Reyes.
Pero como ya sabes -o al menos puedes imaginarte- muuuucho ha pasado para llegar a este punto de la historia y probablemente quieras ver nuevamente todas las películas de Rápidos y Furiosos antes de Fast X (su título en inglés).
Así que si quieres ver toda la saga en orden cronológico, aquí te decimos por dónde empezar y dónde puedes ver todas las películas en streaming.
Además, si te estás preguntando cuándo sale Rápidos y Furiosos 10 en México, su fecha de estreno es el 18 de mayo, así que todavía tienes unos días para ponerte al corriente.
La historia comienza con esta película del 2001, donde un policía llamado Brian O’Conner es asignado a una misión para atrapar a una pandilla de ladrones de autos liderada por Dom Toretto.
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En la segunda película, Brian O’Connor le hará nuevamente de policía encubierto para ahora intentar atrapar a un peligroso narcotraficante. Además, aquí vemos por primera vez a Roman Pearce y Tej Parker, personajes clave en la saga.
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Aunque fue la cuarta película lanzada, su orden cronológico la ubica después de Más rápido, más furioso, y aquí vemos a Dom y Brian uniéndose para vengarse del narcotraficante que amenazó a la familia de Dom. Aquí vemos la introducción de Gisele Yashar, interpretada por Gal Gadot.
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Esta continuación de Rápidos y Furiosos nos lleva a Río de Janeiro, donde Dom, Mía y Brian se encuentran luego de escapar de la prisión y robar autos para escapar del gobierno. En esta peli es la primera aparición de Luke Hobbs, el personaje de Dwayne Johnson.
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Mientras Dom y su pandilla están prófugos de la justicia, el agente Hobbs les ofrece amnistía y un regreso seguro a Estados Unidos a cambio de que trabajen con él. Al final vemos la introducción de Deckard Shaw, interpretado por Jason Statham.
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Aunque esta fue la tercera película en ser estrenada, es la sexta en el orden cronológico. La historia se centra en Sean Boswell y Twinkie, un par de pilotos callejeros. Además de ellos, en la peli vemos un pequeño cameo de Dom Toretto y vemos más de Han Lue, uno de los personajes recurrentes de toda la saga.
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La historia de esta película ocurre después de los eventos en Reto Tokio y aquí el villano principal es Deckard Shaw. Además, esta es la última película donde aparece Brian O’Conner, ya que el actor Paul Walker murió cuando la película seguía en grabación.
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Mientras Dom es tentado para traicionar a sus amigos y volverse un criminal, el equipo deberá salvar al mundo de una amenaza nuclear y el ciberterrorismo.
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Este spinoff se centra en Luke Hobbs y Deckard Shaw, quienes después de escapar juntos de prisión, deberán salvar al mundo de un virus letal.
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Dom y su equipo se enfrentarán a Jakob Toretto, el malvado hermano de Dominic quien es interpretado por John Cena. Además, deberán detener la amenaza del Proyecto Aries, un dispositivo capaz de controlar todos las armas del mundo.
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El aroma corporal evoluciona a lo largo de nuestra vida, y los cambios que se producen no solo tienen una explicación biológica, sino que ha sido clave en la selección social y evolutiva.
Le propongo un reto: ¿sería capaz de adivinar el rango de edad de alguien sentado a su lado que no lleve perfume utilizando tan solo el sentido del olfato? No he encontrado ningún reto de este tipo en TikTok, pero sí una investigación que lo demuestra: podemos discriminar la edad de una persona por su aroma.
El olor corporal evoluciona a lo largo de nuestra vida, y los cambios que se producen no solo tienen una explicación biológica, sino que también han jugado un papel importante en la selección social y evolutiva.
Durante la infancia, el olor corporal suele ser suave debido a la baja actividad de las glándulas sudoríparas y a un microbioma (comunidad de microrganismos) cutáneo sencillo. Aun así, los padres son capaces de identificar la “fragancia” que despide su propio hijo y preferirla a la de niños desconocidos.
Los olores que en este caso generan una percepción olfativa emocional (información hedónica) agradable o familiar, activan las redes neuronales de la recompensa y el placer y disminuyen las respuestas al estrés. En coherencia con esto, las madres con trastornos del vínculo posparto no desarrollan este reconocimiento ni preferencia olfativa de su propio bebé.
Desde un punto de vista evolutivo puramente pragmático, la identificación placentera de la descendencia permitiría la inversión selectiva de los recursos.
La adolescencia supone un cambio importante en el olor corporal. Esta transformación se debe a la producción de hormonas sexuales, que, entre otras cosas, induce la activación de las glándulas sudoríparas y sebáceas.
Mientras que la mayoría de las glándulas sudoríparas (las ecrinas) excretan agua y sales, las glándulas sudoríparas llamadas apocrinas (asociadas al vello y localizadas en las axilas y la zona genital) segregan proteínas y lípidos
Es la degradación conjunta de estos lípidos y del sebo (triglicéridos, ésteres de cera, escualeno y ácidos grasos libres) liberado por las glándulas sebáceas presentes por casi toda la piel lo que genera el característico aroma a “humanidad”.
La descomposición de esas sustancias ocurre cuando entran en contacto con el aire y las bacterias de la piel. Microorganismos como los Staphylococcus convierten las grasas en ácido acético y ácido 3-metilbutonoico, responsables del olor agrio de los adolescentes.
Otras moléculas volátiles que aparecen en mayor cantidad en el sudor de los púberes frente al de los niños son la androstenona (olor sudoroso y urinario, similar al almizcle), el androstenol (parecido al sándalo o el almizcle) y el escualeno (rancio, graso o ligeramente metálico cuando se oxida).
La capacidad de reconocer a los hijos por el olor corporal disminuye tanto en madres como en padres cuando sus descendientes abandonan la infancia y están en plena adolescencia.
De hecho, las madres incluso prefieren el aroma de desconocidos. Y en ambos casos, la capacidad de identificación y preferencia se recupera cuando los vástagos entran en la etapa de pospúberes.
Una posible explicación a esta especie de “rechazo” hacia el olor corporal de los propios hijos adolescentes sería la prevención del incesto y, por tanto, la endogamia.
Las glándulas sebáceas alcanzan su actividad máxima en la edad adulta. Aunque menos intenso que en la adolescencia, el olor corporal sigue existiendo en cada persona y depende de factores como la dieta, el estrés, los niveles de hormonas o el microbioma cutáneo.
Pero ¿qué sentido tendría poseer un olor propio cambiante a lo largo de la vida si no tuviésemos la capacidad de sentirlo? El mismísimo Darwin se equivocó (nadie es perfecto) al afirmar que “para el hombre, el sentido del olfato es de muy poca utilidad, si es que tiene alguna”.
En realidad, el olfato es eficaz para obtener información de congéneres, resulta esencial cuando la visión o audición están restringidas (entorno oscuro o ruidoso) y permite detectar eventos pasados, pues las moléculas odoríferas persisten en el espacio y el tiempo.
Por lo tanto, poseer un aroma característico y la capacidad de detectar olores ajenos proporciona información social respecto a nosotros mismos, nuestros parientes, la edad, el sexo, la personalidad, las enfermedades y las emociones.
Igual que en otros animales, los olores corporales ayudan en la selección de pareja, el reconocimiento del parentesco o la diferenciación sexual.
Con el envejecimiento, la falta de colágeno de la piel aplasta y reduce la actividad de las glándulas sudoríparas y sebáceas.
La pérdida de las primeras explica la dificultad de las personas mayores para mantener el equilibio térmico. En cuanto a las sebáceas, no solo disminuye su producción, sino que cambia su composición, disminuyendo la cantidad de compuestos antioxidantes como la vitamina E o el escualeno.
Todo esto, sumado a la también menor capacidad de producción de antioxidantes por las células cutáneas, desencadena un aumento de reacciones de oxidación, dando lugar al olor “a persona mayor”, que los japoneses llaman kareishu.
Así, a partir de los 40 años, comienza a cambiar la forma en que se procesan algunos ácidos grasos de la piel, como el omega-7 (ácido palmitoleico). La oxidación de este ácido graso monoinsaturado da lugar al 2-nonenal, responsable del olor característico.
Por cierto, este compuesto se encuentra también en la cerveza añeja y el trigo sarraceno, y se describe como un olor a grasa y hierba.
Si para algunas personas este olor resulta desagradable, la mayoría lo asociamos con buenos recuerdos de abuelos y padres. Y es probable que, al igual que en la infancia, ayude a perpetuar los cuidados, esta vez de nuestros mayores.
Por lo tanto, el olor de la vejez no tiene tanto que ver con la higiene; de hecho, el 2-nonenal no es soluble en agua, por lo que no se elimina fácilmente ni con la ducha ni lavando la ropa.
A medida que la piel madura, su protección antioxidante disminuye, generando una mayor presencia del citado compuesto, así que lo mejor para minimizar el rastro olfativo es beber abundante agua, hacer ejercicio, seguir una alimentación sana, disminuir el estrés y reducir el consumo de tabaco o alcohol. Todos estos hábitos reducen el estrés oxidativo responsable de nuestro olor.
*Noelia Valle es profesora de Fisiología, Creadora de La Pizarra de Noe, Universidad Francisco de Vitoria.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
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