*10 grandes películas mexicanas del último año* y dónde verlas en streaming
Entre la pandemia y que muchas tuvieron un estreno limitado en cines comerciales, seguro te has perdido algunas de estas nuevas producciones del cine mexicano. Para que te armes el maratón y conozcas nuevas historias y talentos, te dejamos algunas de las grandes películas mexicanas del 2021 y lo que va del 2022.
Hay que decir que algunas de ellas se hicieron desde el 2020 o que tuvieron su estreno oficial durante algún festival de cine nacional o internacional. Sin embargo, su llegada a salas nacionales se vio retrasado a este año y medio.
Afortunadamente, todas las que te presentamos a continuación las encuentras ya en streaming. Y si tienes ganas de más joyas mexicanas revisa esta lista que hicimos junto a expertas.
Grandes películas mexicanas del 2021-22 para ver en casa
Los Lobos
Aunque la película se hizo en 2019, no vio su estreno en México hasta el 2021 luego de desfilar durante más de un año en festivales internacionales.
Su director es el tapatío Samuel Kishi Leopo y, como otras de sus cintas, tiene una parte auobiográfica que refleja su experiencia propia cuando su madre se separó de su padre y viajó a Estados Unidos con él y su hermano.
Los Lobos sigue a Max y Leo, de 8 y 5 años, que acaban de emigrar a Estados Unidos con su madre Lucía. Sus días transcurren dentro de un diminuto departamento, mientras esperan que su madre regrese de trabajar. Mientras, ellos se aferran a la esperanza de viajar a Disneylandia.
Vela ahora en HBO Max.
La Civil
Esta es de las películas mexicanas del 2021 y 2022 que se filmó en plena pandemia en el 2020 y que llegó a salas de cine hasta este año, pero antes ganó el Premio a la Audacia en el Festival de Cannes 2021.
La Civil cuenta la historia de Cielo, una madre que busca a su hija secuestrada por un cartel del norte de México. Las autoridades se niegan a ayudarla, por lo que ella decide tomar en sus manos la situación.
La directora Teodora Ana Mihain se inspiró en el caso real de Miriam Rodríguez tras la desaparición de su hija de 16 años en el 2014. Logró atrapar a varios de los criminales, hasta que la asesinaron en mayo de 2017.
Ve la película en Star+ y conoce más del proceso de Teodora Mihain en esta entrevista que le hicimos.
Blanco de Verano
Esta es la ópera prima de Rodrigo Ruiz Patterson, sin embargo antes de su estreno en cines comerciales en 2021 logró ser parte de grandes festivales internacionales como el de Sundance, y nacionales como el FICUNAM y el de Morelia.
La cinta sigue a Rodrigo, quien tiene una relación casi co dependiente con su madre Valeria. Sintiéndose el rey de ese mundo íntimo que tienen ambos, se siente amenazado cuando ella lleva a vivir a su nuevo nuevo a su pequeña casa en las afueras de la CDMX. Ahí comienza una lucha de ego y poder por mantener su trono aún cuando eso podría herir a la persona que más quiere.
Corre a verla a Filmin Latino, porque solo estará en la plataforma hasta el 31 de agosto.
Cosas que no hacemos
Entre las películas mexicanas del 2021 y 2022 que debes ver está el documental de Bruno Santamaría Razo, su segunda producción que durante el 2020 desfiló por distintos festivales internacionales.
Con este documental, el director refleja parte de vida de las infancias que habitan en El Roblito, un pueblo en la costa nayarita y cuyos alrededores están marcados por la violencia provocada por el crimen organizado.
Entre todas las personas que muestra el documental, destaca la historia de un Dayanara, quien luego de un acontecimiento decide que quiere revelarle a sus padres que quiere vestirse de mujer.
También corre a verla a Filmin Latino, porque se va el 31 de agosto.
Selva Trágica
Esta película de Yulene Olaizola se estrenó en la sección Horizonte de la edición 77 del Festival Internacional de Cine de Venecia 2020. Sin embargo, en México no tuvo estreno en salas comerciales y llegó directamente a Netflix en el 2021.
La historia se desarrolla en 1920, en la selva maya de Quintana Roo, en la frontera con Belice. En la profundidad de la selva, un grupo de trabajadores del chicle se encuentran con una mujer beliceña. Esta presencia femenina altera el destino de este grupo de hombres al mismo tiempo que aviva una vieja leyenda de la región.
Noche de Fuego
Esta es de las películas mexicanas del 2021 más populares, pues tuvo su estreno en el Festival de Cine de Cannes, donde obtuvo una mención especial en la sección Un Certain Regard, siguiendo su paso por otras competencias y muestras internacionales.
Su directora es Tatiana Huezo, cuya carrera se había caracterizado por enfocarse en los documentales, pero su transición a la ficción fue muy natural. La historia se basada en la novela Prayers for the Stolen de la escritora mexicano-estadounidense Jennifer Clement.
En un pueblo ubicado en la Sierra de México las madres de niñas les cortan el pelo y las disfrazan de niños para evitar que los cárteles y la violencia se las lleve. En ese ambiente, Diana sueña con un futuro mejor e idea planes para alcanzarlo. Pero cuando tiene la oportunidad de salir del pueblo, un crimen vincula a una de sus amigas y a ella misma, poniendo todo su futuro y sueños en riesgo.
Vela en Neflix.
Sin señas particulares
Aunque es considerada una de las películas mexicanas más importantes del 2020, la ópera prima de Fernanda Valadez llegó a salas nacionales hasta el 2021.
Sin embargo, ya había tenido un importante recorrido en festivales donde ganó premios como el Horizontes Latinos en el Festival de Cine de San Sebastián, el Premio de la Audiencia – Competencia Dramática de Cine Mundial en el Festival de Cine de Sundance y el Ojo a Largometraje Mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
La película es un homenaje a las familias de personas desaparecidas pues sigue a Mercedes, cuyo hijo le avisa que irá a trabajar al otro lado y ella no vuelve a saber de él. Entonces ella se lanza a la búsqueda de su hijo por la frontera, ciudades, carreteras, inhóspitas rancherías donde se va encontrando con otras personas en su misma situación.
Disponible en Prime Video.
Una película de policías
Para su tercer largometraje, Alonso Ruiz Palacios decidió hacer una película documental que explora a la policía de la ciudad.
El director juega con los límites de la ficción y nos lleva a ver lo más humano de la policía a través de la historia de amor de Teresa y Montoya, mejor conocidos como la “patrulla del amor”. Al mismo tiempo, nos lleva a recorrer las entrañas de un sistema disfuncional.
Si quieres conocer más del proceso de producción y de cómo llegaron a los peculiares protagonistas, lee la entrevista que le hicimos al director.
Ve la película en Netflix.
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Cosas Imposibles
Claro que también hay historias mexicanas que son como un apapacho al corazón y eso lo consiguió Ernesto Contreras con esta cinta llena de afectos y crecimiento.
La historia sigue a Matilde, una mujer de la tercera edad que cree haber perdido los mejores años de su vida y cuyo recuerdo de su esposo abusivo sigue atormentándola. Por otro lado está Miguel, su vecino de 19 años que parece no tener un futuro.
Estas dos personas tan opuestas comienzan a crear un vínculo amistoso que les permite imaginar otros futuros, superar cosas del pasado, y crecer.
Vela en Prime Video.
Te llevo conmigo
Aunque es una coproducción con Estados Unidos, esta película es el salto a la ficción de la documentalista Heidi Ewing y que estrenó en el Festival de Cine de Sundance 2020 donde también ganó el premio de la audiencia y el Next Innovator .
Se inspira en un amor real y en la película vemos a Iván (Armando Espitia), un aspirante a chef y joven padre, quien conoce a Gerardo (Christian Vázquez) en una fiesta gay clandestina. Ambos se enamoran, pero su relación y sus vidas peligras cuando los descubren.
Iván decide cruzar la frontera para probar suerte, prometiéndole a su hijo y a Gerardo que regresará. Pero en Nueva York se encuentra solo y enfrentando todos los problemas de un inmigrante recién llegado.
Réntala en Cinépolis Klic.
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Ecuador vive una de las peores sequías de los últimos 50 años, lo que ha conducido a una serie de apagones que tienen en una situación crítica al país.
Liz Orozco tiene miedo. Desde que empezaron los racionamientos de energía de 12 a 14 horas diarias en Ecuador el 18 de septiembre, el traslado de su oficina en el norte de Guayaquil hacia Durán, una de las ciudades más peligrosas del mundo, se ha vuelto un calvario.
“Caminar sola es horrible, he visto robos”, comenta. Durán es un territorio de guerra de pandillas.
Hasta octubre de 2024, las muertes violentas en esa zona de la costa ecuatoriana superaban las 400, un aumento del 59% en comparación con 2023, de acuerdo con el think tank internacional InSight Crime.
El país, que sufre los estragos del crimen organizado, ahora también enfrenta una crisis energética que lo obliga a apagarse la mitad del día.
“Una crisis de gestión”
Este escenario es “el resultado de una crisis de gestión que Ecuador lleva arrastrando por décadas”, sostiene Jorge Luis Hidalgo, uno de los expertos en energía más respetados del país.
Ecuador enfrenta un déficit energético de 1.080 megavatios, un 20% de su capacidad de generación.
Aunque el gobierno ha intentado atribuirlo a la “grave falta de lluvias”, Hidalgo subraya: “No se trata de una simple sequía. Es un problema estructural que no se resolverá a corto plazo”.
El 90% de la energía en Ecuador depende de las centrales hidroeléctricas, pero Hidalgo sugiere que el país debe diversificar sus fuentes.
“Ecuador tiene un poderoso potencial hídrico, una ubicación en la línea ecuatorial ideal para aprovechar el sol, y recursos como biomasa, volcanes para geotermia, gas natural y viento”, explica.
“Hay una enorme oportunidad en Ecuador, pero también una muy mala gestión que no se solucionará a corto plazo”.
Resiliencia en medio del caos
A pesar de la adversidad, los ecuatorianos han tenido que adaptarse.
En el trabajo de Liz Orozco, por ejemplo, una constructora en Guayaquil, el edificio ha instalado generadores de energía diésel. “Es una orquesta a la que te tienes que acostumbrar”, describe.
El gerente de la empresa, Guillermo Jouvin Arosemena, dice que cada generador representa un gasto de diésel de unos US$8.000 por semana, sumado al mantenimiento mensual que puede llegar hasta US$550, dependiendo del equipo.
“La crisis energética está afectando en todos los sentidos”, afirma Jouvin. “El costo de inversión y mantenimiento no estaba previsto y está encareciendo las construcciones. No todas las empresas tienen capacidad para invertir”.
Este primer semestre de 2024, el sector de la construcción registró una caída del 17% en comparación con 2023. “Fue el sector más afectado de la economía ecuatoriana”, concluye.
El impacto también se siente en otros sectores.
Este viernes, Mónica Heller, presidenta de la Cámara de Comercio de Quito, dijo en una entrevista que solo en los últimos dos meses las pérdidas en el sector industrial alcanzaron los US$4,000 millones y en el sector comercial, US$3.500 millones, lo que ha derivado en numerosos despidos.
“Estos cortes de energía son devastadores para el comercio y la industria”, asegura Heller. “Estamos viendo un impacto directo en los ingresos y en el empleo”.
Impacto más allá del bolsillo
Se pierden empleos, dinero, y también se arriesgan vidas. Fabricio Palma, paciente renal de 54 años que vive en el suroeste de Guayaquil, ha visto su tratamiento afectado.
“Normalmente son cuatro horas de diálisis por sesión, pero ahora solo me hacen tres horas”, cuenta. En una sesión reciente de madrugada, Palma presenció la muerte de un paciente.
“Los doctores dijeron que el cuerpo reacciona diferente cuando la diálisis se hace de noche”.
Estrés en el tráfico
La crisis también se refleja en el caos vial. Christian Calvache, agente de tránsito en Guayaquil, relata el desgaste de intentar regular el tráfico sin semáforos.
“El desgaste es tanto físico como emocional. Termino el turno con dolores de cabeza y la paciencia agotada”, confiesa Calvache.
La ciudad cuenta con más de 1.100 intersecciones semaforizadas, algunas de las cuales tienen sistemas de alimentación con baterías, pero “muchas no aguantan cuatro horas de corte”, reconoce.
Calvache insta a los conductores a tener paciencia, pero admite que “la falta de empatía es evidente”.
“Volver al siglo 18”
Allen Panchana y Daniela Sangurima, una pareja de esposos con tres hijas, han adoptado medidas para proteger a su familia. Viven en un conjunto residencial cerrado en Samborondón, una ciudad vecina a Guayaquil.
Pero los cortes los afectan diariamente.
“No podemos cocinar ni usar agua potable cuando no hay energía porque la cocina es de inducción y las bombas de agua necesitan motor. Durante los cortes, nos toca volver al siglo 18 y agarrar una jarrita”, comenta Allen.
Daniela añade que la crisis afecta la rutina de sus hijas. “Las inscribimos en actividades para que no sientan el estrés de esta situación, que nadie debería normalizar”, expresa.
Sin embargo, admite que la falta de energía altera su descanso y hace que sus hijas se despierten agotadas.
Voz de aliento
Cuatro ministros han pasado por la cartera de Energía en el último año del gobierno de Daniel Noboa.
Uno de ellos enfrenta actualmente un juicio político. Inés Manzano, la actual ministra, ha prometido medidas a corto plazo, como la compra de energía a proveedores privados, pero la percepción general es que estas llegan tarde y de manera desigual.
Hasta el 17 de septiembre, los cortes serán de 12 horas. En esa fecha, el Ministerio de Energía decidirá si se mantienen o aumentan, dependiendo de las lluvias.
Desde varios sectores, se anuncian movilizaciones, con ciudadanos cansados que llaman a “apagar las velas y encender la llama de la organización”.
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