
En los últimos días hemos visto cómo el término “regional mexicano” anda a todo lo que da gracias a la creciente fama de Peso Pluma con sus increíbles colaboraciones que lo han llevado a él y a México a la cima de distintos listados musicales mundiales.
Pero así como el éxito de Peso Pluma ha generado una gran conversación sobre la música mexicana, también vale la pena aclarar que esta categoría musical está dividida en varios géneros como la banda, los diferentes tipos de corrido y la cumbia norteña, por lo que no existe como tal el “regional mexicano”.
Para sacarnos de la duda y ayudarnos a comprender más sobre la historia y diferencias entre cada género, en Animal MX hablamos con el distribuidor musical Mario del Toro, que ocupa el cargo de Head of Territory, México, en la compañía Symphonic Distribution.
Aunque leamos una y otra vez sobre el “regional mexicano”, Mario explica que ese término para referirse a la música de México es incorrecto, ya que es así como los estadounidenses la categorizaron.
“La industria de la música en México debería ser reconocida como música mexicana, no como ‘regional mexicana’, porque el ‘mexican regional’ es un género que los gringos nos pusieron”, señala el experto.
Y sí es importante hacer énfasis en ello, ya que como Mario resalta, la música mexicana tiene muchos matices y muchas diferencias.
“Es importante diferenciarlos, sobre todo por las diferentes escenas o audiencias de donde vienen porque te ayuda mucho a entenderlos. Hay muchas personas que lo juzgan, pero hay que entender de dónde viene esta música y por qué cantan sobre lo que cantan”, agrega.
Mario cuenta que la banda nació con ayuda -no intencional- de los alemanes, quienes nos “prestaron” varios instrumentos de viento originarios de su país y que aquí se comenzaron a utilizar para este género.
“El género de banda en México tiene su origen en Mazatlán porque ahí se puso la cervecería Pacífico, que con ella llegaron muchísimos cerveceros alemanes y belgas que traían instrumentos de viento como las tubas, las charchetas, los trombones, las trompetas etcétera, toda esta instrumentación que no es originaria de México”, cuenta el distribuidor musical.
Por otro lado, además de la instrumentación -que también incluye percusiones-, la banda también tiene como inspiración los corridos, los cuales surgieron durante la Revolución Mexicana y contaba lo que sucedía en nuestro país durante esta época.
“Entonces sucede esta mezcla de escena, mezcla de géneros donde se junta el corrido y le incorporan los instrumentos de viento y por eso surge lo que conocemos como música de banda”, explica Mario.
En el noreste del país nació la cumbia norteña, que como cuenta Mario, tiene muchos parecidos con los corridos tumbados, con la diferencia de que las cumbias cuentan con percusión y bajos eléctricos.
La cumbia norteña también está inspirada en la cumbia colombiana que se hizo muy popular en Monterrey, por lo que hace una fusión de géneros y con su propia instrumentación.
Como dato curioso, la cumbia norteña y la colombiana usan distintos tipos de acordeones y se tocan de formas diferentes.
“Un representante muy claro de la cumbia norteña es Grupo Límite, quien incorpora la forma de cantar del corrido y estos nuevos instrumentos. Pero a diferencia del corrido que tiene un ritmo muy básico con tres acordes, la cumbia tiene tiene otro tipo de melodías y de armonías, es un poquito más elaborada”, detalla Mario, a quien si te interesa contactarlo puedes hacerlo al correo [email protected].
Algunos de los grandes representantes de este género son Selena, Bobby Pulido y Grupo Límite,
El corrido tumbado no nació en México, sino que viene de Compton, California -sí, la misma cuna del hip hop de Dr. Dre, Ice Cube y compañía- y aunque sí tiene influencia de la música mexicana, este género también hablaba de lo que sucedía en Estados Unidos.
Mario cuenta que los primeros grupos, que estaban conformado por las terceras y cuartas generaciones de mexicoamericanos, tenían la influencia de la música que escuchaban sus papás como Los Cadetes de Linares y Los tigres del Norte.
Sin embargo, esa música que nació en México no representaba mucho para estos mexicoestadounidenses, por lo que comenzaron a hablar de sus propias experiencias.
“Este movimiento inició con una disquera muy importante que se llama Rancho Humilde que la dirige Jimmy humilde, quien comenzó a tener algunos grupos. Pero él se molestó porque los integrantes de esos grupos venían disfrazados con su traje tipo Los Tigres del Norte y les dijo ‘a ver, vamos a hacer esta música, pero ¿qué les gusta a ustedes? ¿Andar con estos trajes?’”, relata Mario.
“Ellos le dijeron que no les gustaban los trajes, sino que les gustan los tenis Jordan, la mota, el bling bling, entonces ahí se une el trap y toda la cultura hip hop con los corridos mexicanos, y también el momento histórico en el que sucede esto es durante la legalización de la marihuana en California, y Jimmy Humilde les dice que hablen de eso, no de lo que pasa en México”, agrega.
A raíz de eso, explica Mario, las bandas comenzaron a cambiar el lenguaje, las letras, comenzaron a añadir palabras en inglés para crear su propio género, que tiene como nombre “tumbado” porque toma de influencia los “tumbados” que son los pantalones cholos. Otro aspecto del corrido tumbado es que lleva un ritmo más rápido el cual suena como si fueran galopes en una carrera de caballis,
(Si quieres entrarle a este género, Mario recomienda que escuches a Natanael Cano, quien nació en Hermosillo).
Ahora, regresando a Peso Pluma, tenemos el corrido bélico, que aunque está inspirado en el corrido tumbado, es un género más mexicano que habla sobre lo que se vive en la actualidad en el país, como la crudeza de la violencia.
“El corrido se creó cuando empezó la Revolución Mexicana y habla de sus héroes, mientras que el corrido bélico habla sobre cómo las personas no muy privilegiadas, a través de la delincuencia, pueden acceder a esos lugares de poder que no podrían tener de otra forma”, cuenta el experto.
Para Mario, otro gran aspecto, hablando de los corridos -tanto tumbados como bélicos-, es que “musicalmente están muy avanzados” los morros que tocan esta música.
Él explica que para estos géneros se utilizan dos docerolas, que son guitarras de 12 cuerdas (originarias de Estados Unidos y que antes no se usaban en México). Además, de contar con el contrabajo y sin percusión, es decir, no hay baterías.
Sin embargo, al corrido bélico también se le agregan charchetas y trombones.
Por otro lado, el corrido o norteño (como Los Tigres del Norte o Los Cadetes de Linares) se usa acordeón, bajo sexto o bajo quinto -o bajo eléctrico -, guitarra y una tarola.
Mario detalla que a diferencia de las bandas de rock en México, los músicos que se dedican a hacer cumbia norteña, corridos tumbados y banda tienen un gran éxito por la estrategia que llevan los sellos musicales.
Los mayores artistas de estos géneros están firmados por sellos de Estados Unidos como DEL Records y Rancho Humilde, que utilizan una estrategia de marketing “muy gringa” en la cual para una canción se hacen siete lanzamientos: desde el teaser con un pedazo de la rola, la versión en vivo, los remixes con más artistas, etc.
Por eso, como finaliza Mario, al hacer tantas colaboraciones entre los artistas de “regional” y otros géneros como reguetón, rap, etc, las audiencias van creciendo y se dan a conocer ante públicos nuevos.

La organización, nacida en Alemania durante la Primera Guerra Mundial, ha estado en el centro de la atención tras las acusaciones de abuso contra su fundador.
José Antonio Kast, presidente electo de Chile, es un hombre de profundas convicciones religiosas.
Así lo dejó en claro en su primer discurso, apenas se conocieron los resultados de las votaciones del domingo, cuando afirmó: “Nada es posible si no tuviéramos a Dios”.
“Nada ocurre en la vida, para los que somos de fe, que no sea en relación directa con Dios”, prosiguió.
Y a continuación, pidió a su creador que le concediera “humildemente” la “sabiduría, templanza y fortaleza para estar siempre a la altura” del desafío que asumirá el próximo 11 de marzo, cuando releve a Gabriel Boric en el Palacio de La Moneda.
Estas fueron tres de las cinco frases con carga religiosa que el abogado de 59 años pronunció durante la casi hora que habló ante los miles de sus seguidores que se congregaron en Santiago para celebrar su triunfo en las elecciones presidenciales.
Sin embargo, lo anterior no debería sorprender. ¿La razón? El político y varios de sus hermanos se formaron bajo los lineamientos de Schoenstatt, un movimiento católico conservador que tiene presencia en más de 100 países, incluyendo todos los de América Latina.
Los vínculos del mandatario electo con el movimiento comenzaron gracias “a su hermano mayor, Miguel”, aseguró a BBC Mundo el filósofo chileno Álvaro Ramis Olivo. Miguel Kast se unió a Schoenstatt tras conocer a algunos de sus miembros durante su etapa universitaria.
Sin embargo, otras fuentes sostienen que fueron los padres del político, Michael Kast y Olga Rist, quienes tuvieron el primer contacto con Schoenstatt. Ambos eran profundamente religiosos y devotos de la Virgen María, una práctica muy extendida en la Baviera alemana de donde provenían.
Schoenstatt es “un movimiento apostólico de renovación, nacido en el seno de la Iglesia”, con un marcado “carácter mariano”, según se lee en su página web.
“La formación de un hombre y de una comunidad nueva que sirvan a la Iglesia y a la sociedad” constituye el objetivo de la organización, explicó a BBC Mundo el padre Felipe Ríos, coordinador del movimiento en América.
Schoenstatt fue fundado en octubre de 1914, pocos meses después del estallido de la Primera Guerra Mundial, por el sacerdote alemán José Kentenich (1885-1968).
Su nombre proviene de un pueblo ubicado en la zona de Vallendar, a orillas del río Rin, en el actual estado de Renania-Palatinado, al oeste de Alemania y cerca de las fronteras con Luxemburgo y Bélgica.
Kentenich, quien era miembro de la Sociedad del Apostolado Católico -mejor conocida como Padres palotinos-, era profesor en un seminario que la orden tenía en la localidad de Schoenstatt, palabra alemana que se puede traducir literalmente como “lugar hermoso”.
El religioso, junto a un grupo de estudiantes, restauró una pequeña capilla ubicada en los jardines del seminario y pidió a la Virgen María que la convirtiera en un lugar de peregrinación.
Uno de los signos distintivos de este grupo es que en donde tienen presencia levantan replicas idénticas a la capilla alemana.
“Mucho antes de que cadenas de comida rápida como McDonald’s descubrieran el efecto cultural de establecimientos totalmente idénticos, el Espíritu Santo en Schoenstatt comenzó a hacerlo”, se lee en el sitio web de la agrupación, en el cual se asegura que actualmente hay 200 “santuarios filiales” en todo el mundo.
Pero, ¿qué es exactamente Schoenstatt? ¿Se trata de una congregación religiosa o de algo distinto?
“Es una organización dentro de la Iglesia católica que nació con la idea de que los laicos podían realizar tareas similares a las de las órdenes religiosas, pero con autonomía respecto de los jerarcas eclesiásticos”, explicó a BBC Mundo el filósofo chileno Ramis.
“El movimiento cuenta con una rama laica -personas que no han tomado los hábitos- y otra religiosa, que incluye una orden sacerdotal y una comunidad de mujeres laicas consagradas. Estas se asemejan mucho a las monjas, aunque no lo son, ya que no toman votos”, añadió el experto en teología, quien es rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano de Chile.
La historiadora italiana Alexandra von Teuffenbach, además de confirmar que el grupo está conformado por “varias ramas”, señaló que algunas de ellas son “institutos seculares”; es decir, organizaciones cuyos miembros, sin ser religiosos, se comprometen a vivir en pobreza, castidad y obediencia, permaneciendo al mismo tiempo en su entorno social y profesional habitual.
“Comparar a Schoenstatt con el Opus Dei es acertado”, afirmó la investigadora a BBC Mundo, cuando se le mencionaron otras agrupaciones católicas que podrían considerarse equiparables.
Sin embargo, Ramis advirtió que existen diferencias significativas entre Schoenstatt y la organización fundada por el español Josemaría Escrivá de Balaguer.
“Aunque existen semejanzas, Schoenstatt no ha intentado influir en la política. En cambio, durante el franquismo en España, el Opus Dei aprovechó la coyuntura para ubicar a sus miembros en puestos clave de la economía y la banca, los llamados ‘tecnócratas'”, puntualizó el académico chileno.
Hasta la elección de Kast, solo otro miembro de este movimiento católico había ocupado un alto cargo en Chile: su hermano mayor, Miguel, quien se desempeñó como ministro y presidente del Banco Central durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
“Este grupo prioriza la vida familiar más que la vida pública”, explicó Ramis.
“Y aunque comparte con el Opus Dei el rigorismo sexual y moral, no tiene un tono tan culpabilizador. No recurre a penitencias como las flagelaciones o el silicio como se denuncia del Opus Dei”, dijo.
“Tiene una fuerte implantación en clases adineradas, aunque también en sectores medios, profesionales y empresariales. No es progresista, sino bastante conservador, pero en algunos elementos se ve un mayor pluralismo ideológico que otras organizaciones de la Iglesia”, remató.
Los calificativos de “ultracatólico” o “ultraconservador” que desde algunos sectores de la sociedad y de la prensa se le da a Schoenstatt no le quitan el sueño a Ríos.
“Somos un movimiento dentro de la Iglesia católica y, por lo tanto, seguimos sus lineamientos. En mi opinión, no somos de los más conservadores dentro de la Iglesia”, remató.
Sudamérica fue la primera región fuera de Europa a la que Schoenstatt se extendió, de acuerdo con los registros de la organización.
En la primera mitad de la década de 1930, uno de los seguidores del padre Kentenich llegó a Argentina y, para 1935, se le sumaron cuatro Hermanas de María, integrantes de una de las organizaciones religiosas femeninas que forman Schoenstatt.
Casi simultáneamente arribaron miembros del movimiento a Brasil y, dos años después, ya estaban presentes en Uruguay.
Actualmente, el movimiento católico tiene presencia en todos los países de América Latina, salvo “algunas islas del Caribe, las dos Guyanas y Surinam”, aseveró Ríos.
“Funcionamos más bien desde los santuarios; solo entre Chile, Argentina y Brasil hay casi 80”, agregó el representante de Schoenstatt, quien indicó que también administran más de una docena de colegios en cuatro países (Chile, Argentina, Ecuador y México), así como un hospital en Buenos Aires (Sanatorio Mater Dei) y otras obras dedicadas a “los más pobres”.
La expansión por la región fue impulsada por el propio fundador, quien la visitó en varias ocasiones, según se lee en su biografía.
“Chile, por ejemplo, es uno de los lugares donde Schoenstatt tiene mayor fuerza internacional, debido a que su fundador vivió un tiempo aquí”, explicó Ramis.
En 1941, agentes de la Gestapo detuvieron al religioso por sus enseñanzas y, meses después, fue enviado al campo de concentración de Dachau, donde permaneció hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
Tras el conflicto bélico, los años de persecusión sufridos en manos de los nazis le otorgaron un nuevo prestigio a Kentenich pero, para finales de la década de 1940, sectores de la jerarquía católica alemana comenzaron a ver con preocupación la forma en que este hombre dirigía el movimiento y el control que ejercía sobre sus miembros.
“La autoridad suprema, a saber, el director general (Kentenich) y la superiora general, son los ‘padres’, es decir, ‘padre de la familia’ y ‘madre de la familia’. Las Hermanas son hijas o niñas. Pero, en la práctica, la ‘madre de la familia’ está totalmente sometida a la voluntad del ‘padre de la familia’, que para todas las Hermanas se equipara a Dios”, alertó en 1949 monseñor Bernhard Stein, obispo auxiliar de Tréveris, a sus colegas de la Conferencia Episcopal de Alemania.
Además, algunas de las hermanas señalaron al sacerdote de haber abusado de ellas.
En 1951 el papa Pío XII separó a Kentenich de su posición dentro de Schoenstatt y lo envió al exilio en Estados Unidos donde permaneció 14 años hasta que se le permitió regresar a Alemania, donde murió en 1965.
“Los seguidores de Kentenich nunca han negado este episodio, pero lo presentaron como un conflicto de poder, donde Kentenich fue víctima de celos y envidias de jerarcas de la Iglesia”, afirmó Ramis.
Sin embargo, en 2020 la historiadora italiana Von Teuffenbach publicó el primero de sus dos libros sobre Schoenstatt y su fundador.
En su obra, la investigadora afirmó que Kentenich abusó sexualmente de una integrante de Schoenstatt en Chile en 1947, según la información contenida en los diarios de uno de los investigadores que el Vaticano envió en la década de 1950 para indagar sobre él y su movimiento, así como a partir de archivos del pontificado de Pío XII (1939-1958).
Desde Schoenstatt han negado los señalamientos, aunque han admitido que algunos aspectos del comportamiento de su fundador son controvertidos. Sin embargo, la experta considera que los hechos le dan la razón.
“En el caso de Kentenich, el proceso que llevó a los decretos y al exilio en EE.UU., como también a la prohibición de tener contactos con las monjas, se basa en motivaciones que no están escritas en los decretos. Pero vienen explicadas en los ‘actos’, y en ellos se detallan todas las pruebas que se encontraron. Y sobre esta base los jueces (del Santo Oficio) decidieron”, agregó.
Los señalamientos de Von Teuffenbach contribuyeron a paralizar el proceso de beatificación del sacerdote, iniciado en 1975.
“Cuando la Iglesia beatifica a alguien afirma: este hombre o mujer es un ejemplo para todos. Yo reconozco ciertamente que Kentenich escribió cosas interesantes y seguramente hizo cosas buenas, pero no querría en absoluto que fuera considerado como ejemplo de vida cristiana”, remató la historiadora.
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