
Tras su gran éxito en Poor Things, Emma Stone y Yorgos Lanthimos están de regreso con una nueva película que podría dejarte con muchas dudas. Si es tu caso, aquí te hacemos paro con la explicación de Kinds of Kindness.
Aunque se estrenó hace un par de meses en EE.UU, Tipos de gentileza (como se le nombró en español), se estrena en cines de México este 22 de agosto.
Y aunque traemos algunos spoulers, te avisaremos cuando nos metamos de lleno a ellos. ¡Así que ámonos sin miedo!
Antes que nada, aclaremos que Kinds of Kindness es de cierta forma una película coral y no, no porque tenga que ver con el mar.
Se le llama así a las películas que presentan varias historias y personajes que tienen una conexión, comúnmente presentada en el momento clímax. Por ejemplo: Pulp Fiction, Amores Perros o Magnolia.
Es así como en Tipos de gentileza vemos a un hombre sin elección que intenta tomar las riendas de su propia vida; a un policía alarmado porque su esposa, desaparecida en el mar, ha regresado y parece otra persona; y a una mujer decidida a encontrar a alguien específico con una habilidad especial, destinada a convertirse en un prodigioso líder espiritual.
Así que tienes que ver Kinds of Kindness como un tipo de antología cuyo hilo temático es la dinámica de las relaciones humanas, pasando por temáticas como el poder, el control, el libre albedrío y más.
“Empezamos con una historia sola, pero a medida que la íbamos trabajando, pensamos que sería interesante hacer una película con una estructura diferente a las que habíamos hecho antes“, explica Yorgos Lanthimos en las notas de producción.
“Cuando identificamos las historias subsiguientes, quisimos mantener un hilo temático, para que todo quedara dentro de un mismo marco general”, añade.
Solo que las cosas pueden parecer un poco confusas, pues la película usa la regla de un actor y tres personajes en tres historias distintas.
Es así como vemos a Emma Stone interpretando a tres papeles diferentes, Rita, Liz y Emily, mientras que Jesse Plemons es Robert, Daniel y Andrew.

El director de Kinds of Kindness tuvo la idea de que los mismos actores y actrices interpretaran los personajes en cada relato para generar una sensación de familiaridad en la audiencia.
Sin embargo, no es como que Emma Stone sea rubia en un personaje y pelinegra en otro. Digamos que las diferencias, no son tan ovias.
“Cuanto más lo pensábamos, menos queríamos que se convirtiera en un artificio. Decidimos que los personajes tendrían diferencias sutiles, con el maquillaje y los peinados, y en su comportamiento y su gestualidad”, dice el director.
“Que el mismo actor interprete otro personaje en la historia que sigue añade una sensación de continuidad a nivel inconsciente”, continúa.

Aunque nunca se nos dan grandes detalles de la ubicación y el tiempo, todo parece indicar que las tres historias de Tipos de gentileza se desarrollan en el mismo universo y en temporalidades cercanas
Sin embargo, el hilo que conecta a todas ellas es nada más y nada menos que RMF (Yorgos Stefanakos), un personaje que prácticamente no habla.
Incluso el título de cada una de las historias hace referencia a este personaje: “La muerte de RMD”, “RMD está volando” y “RMF come un sándwich”.
Y aunque su participación en cada una puede pasar casi desapersivida, es él quién une todo.
“Parecía una forma sutil de conectar las tres historias, más allá del hecho de que los mismos actores interpretan un personaje diferente en cada historia”, dijo Lanthimos a Variety en el estreno de Kinds of Kindness en Nueva York.

“No queríamos que reapareciera un personaje principal, sino un personaje que tuviera un breve tiempo en la película. Pero al mismo tiempo, su presencia era fundamental”.
¡¿Pero qué representa RMF?! La verdad, es que representa lo que tú quieras que represente. Y no, no nos pusimos filosóficas, sino que el mismo director le dijo a Variety eso: “Puedes aplicar cualquier tipo de explicación que quieras o tus propios pensamientos”.
Lo más simple sería pensar que RMF es el verdadero protagonista de esta historia y las tres historias que vemos son solo acontescimientos que pasan a su alrededor.
Así veríamos cómo va de ser un hombre en un helicóptero que lleva a la bióloga marina Liz, de regreso a casa, a uno que estaba dispuesto a morir en un “accidente” de carro y lo consigue, a ser un hombre que regresa milagrosamente de la muerte y lo primero que hace al despertar es ir por un sandwich.
Pero lo más curioso es que de todos los personajes de Kinds of Kindness, RMF es el único que no se resiste al ciclo de la vida, fluye con los cambios y no está bajo el control de nadie más.
Y es que los demás personajes están casi siempre buscando obtener de una manera u otra la aprovación de alguien más para sentirse amados o valorados.
Ya sea desde Robert matando a alguien para que Raymond lo siga queriendo, o Liz intentando recuperar el amor de su esposo cortándose un dedo o sacándose el hígado.

Una explicación del final de Kinds of Kindness es precisamente el análisis que hace de las relaciones humanas, pero sobre todo aquellas que usan el poder.
Repetimos que así nos muestra cómo hay personas capaces de todo, hasta de destruírse a ellas mismas, con tal de tener la aprbación y “amor” de otra y nos muestra lo peligroso de esa idea.
Y al ser exrtrañamente divertida, al final también nos recuerda que independientemente de los planes que uno haga, la vida siempre te sorprende y eso está fuera de nuestro control.
Así que fluyamos como RMF.

Perú se ha convertido en pocos años en un gran exportador de productos agrícolas, pero se mantienen las dudas sobre cuánto podrá mantener su modelo.
Las vastas llanuras desérticas de la región de Ica, Perú, se han llenado en las últimas décadas de extensos cultivos de arándanos y otras frutas.
Hasta la década de 1990 resultaba difícil imaginar que esta zona del desierto costero peruano, donde a primera vista se ve poco más que polvo y mar, pudiera convertirse en un gran centro de producción agrícola.
Pero eso es lo que ha ocurrido no solo aquí, sino en la mayoría del litoral desértico peruano, donde han proliferado grandes plantaciones de frutas no tradicionales aquí, como los espárragos, los mangos, los arándanos o los aguacates (o paltas, como les llaman en Perú).
La enorme franja que atraviesa el país en paralelo a las olas del Pacífico y las elevaciones andinas se ha convertido en un inmenso huerto y en el epicentro de una pujante industria agroexportadora.
Según las cifras del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú, las exportaciones agrícolas peruanas crecieron entre 2010 y 2024 un promedio anual del 11%, alcanzando en 2024 la cifra récord de US$9.185 millones.
Perú se ha convertido en estos años en el mayor exportador mundial de uvas de mesa y de arándanos, una fruta que apenas se producía en el país antes de 2008, y su capacidad para producir a gran escala en las estaciones en las que es más difícil hacerlo en el Hemisferio Norte lo han llevado a erigirse en una de las grandes potencias agroexportadoras y proveedora principal de Estados Unidos, Europa, China y otros lugares
Pero, ¿qué consecuencias tiene esto? ¿Quién se beneficia? ¿Es sostenible el boom agroexportador peruano?
El proceso que llevaría al desarrollo de la industria agroexportadora peruana comenzó en la década de 1990, cuando el gobierno del entonces presidente Alberto Fujimori impulsaba profundas reformas liberalizadoras para reactivar a un país golpeado por años de crisis económica e hiperinflación.
“Las bases se sentaron al reducir las barreras arancelarias, promover la inversión extranjera en Perú y reducir los costos administrativos para las empresas; se buscaba impulsar a los sectores que tuvieran potencial exportador”, le dijo a BBC Mundo César Huaroto, economista de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
“Al principio, la atención se centró en el sector minero, pero a finales de siglo ya aparece una élite empresarial que ve el potencial del rubro agroexportador”.
Pero no bastaba con leyes más propicias ni con la intención.
La agricultura a gran escala en Perú se había enfrentado tradicionalmente a obstáculos como la escasa fertilidad de los suelos de la selva amazónica y la accidentada orografía de la sierra andina.
Ana Sabogal, experta en ecología vegetal y cambios antrópicos en los ecosistemas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, explicó a BBC Mundo que “la inversión privada de grandes agricultores, menos reacios al riesgo que los pequeños, facilitó innovaciones técnicas como el riego por goteo y el desarrollo de proyectos de riego”.
La solución del problema de la escasez de agua en el desierto permitió empezar a cultivar en una zona donde tradicionalmente no se había contemplado la agricultura y empezar a explotar sus particulares condiciones climáticas, que lo convierten en lo que los expertos describen como un “invernadero natural”.
“La zona no tenía agua, pero con agua se convertía en una tierra muy fértil”, indica Huaroto.
Todo eso, sumado a innovaciones genéticas, como la que permitió el cultivo local del arándano, posibilitó que Perú incorporara grandes extensiones de su desierto costero a su superficie cultivable, que se amplió en alrededor de un 30%, según la estimación de Sabogal.
“Fue un aumento sorprendente y enorme de la agroindustria”, resume la experta.
Hoy, regiones como Ica o la norteña Piura se han convertido en grandes centros de producción agrícola y la agroexportación en uno de los motores de la economía peruana.
Según la Asociación de Exportadores ADEX, las exportaciones agrícolas representaron en 2024 un 4,6% del Producto Interno Bruto (PIB) peruano, cuando en 2020 no era más que un 1,3%.
El impacto económico y ambiental ha sido notable y ambivalente.
Sus defensores subrayan que ha traído beneficios económicos, pero los críticos apuntan a sus costes medioambientales, como su elevado consumo de agua en zonas donde escasea y la población no tiene garantizado el suministro.
El economista César Huaroto dirigió un estudio para evaluar el boom agroexportador en la costa de Perú.
“Una de las cosas que encontramos es que la industria agroexportadora había actuado como dinamizador de la economía local, ya que incrementó el nivel de empleo de calidad en amplias zonas donde dominaba la informalidad, y se registró un incremento de los ingresos promedios de los trabajadores”, dijo.
Aunque esto no beneficia a todo el mundo por igual.
“A los pequeños agricultores independientes les cuesta más encontrar trabajadores porque los salarios son más altos y también tienen más dificultades en el acceso al agua que necesitan sus campos”.
Efectivamente, la agroexportación parece estar arrinconando las formas tradicionales de trabajar el campo y cambiando la estructura social y de la propiedad en amplias zonas de Perú.
“Muchos pequeños propietarios ven que sus campos ya no son rentables por lo que están vendiendo sus campos a grandes compañías”, indica Huaroto.
Sin embargo, según el mismo economista, “incluso muchos pequeños agricultores se mostraban satisfechos porque la agroindustria les había dado trabajo a miembros de su familia”.
En los últimos años se cuestionan cada vez más los beneficios para el país del negocio agroexportador.
Pero la principal fuente de crítica es el agua.
“En un contexto de escasez hídrica, en que una parte importante de la población de Perú no tiene agua en su casa, el debate en torno a la industria agroexportadora se ha vuelto muy vivo”, señala Huaroto.
La activista local Charo Huaynca le dijo a BBC Mundo que “en Ica se está dando una disputa por el agua porque no hay para todos”.
En esta árida región la cuestión del agua es polémica hace tiempo.
Mientras muchos asentamientos humanos deben arreglárselas con la que llega en camiones cisternas y almacenarla para satisfacer sus necesidades, grandes áreas de cultivos destinados a la agroexportación tienen garantizada la que necesitan a través de pozos en sus fundos y acceso prioritario al agua de riego que se trasvasa desde la vecina región de Huancavelica.
“Se supone que está prohibido excavar pozos nuevos, pero cuando los funcionarios de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) llegan a inspeccionar las grandes explotaciones les niegan el acceso alegando que se trata de propiedad privada”, denuncia Huanca.
BBC Mundo solicitó sin éxito comentarios a la ANA y al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego de Perú.
Huanca ve indicios de que el acuífero subterráneo que abastece gran parte del agua de Ica se está agotando.
“Antes bastaba con cavar cinco metros, pero ahora hay que llegar hasta 10 ó 15 metros de profundidad para que aparezca el agua”.
En Ica apenas llueve, por lo que gran parte del agua se obtiene bajo tierra.
“Los pequeños agricultores se quejan de que a ellos se les exige pagar grandes cantidades por el agua, mientras que las grandes explotaciones cuentan con reservorios y grandes piscinas que llenan y cuya agua luego optimizan con sistemas de riego tecnificado”, indica Huanca.
En esta región se cultivan las uvas con las que se produce el famoso pisco, el aguardiente cuya fama se ha convertido en fuente de orgullo nacional para los peruanos, pero incluso eso es ahora cuestionado.
“Hay quien critica que la uva es básicamente agua con azúcar y, si exportas la uva y sus derivados, estás exportando agua”, señala Sabogal.
En Ica, el reto es hacer sostenible el próspero negocio agroexportador con el medio ambiente y las necesidades de la población.
“Cada vez que hay elecciones se habla de este tema, pero nunca llegan las soluciones. Se debe resolver cómo se va a hacer la economía de Ica sostenible a largo plazo, porque si no hay agua la economía se va a caer”, pide Huanca.
El desafío, en realidad, lo es para todo el Perú agroexportador.
“La situación actual no es sostenible a largo plazo. Está muy bien que haya industria agroexportadora porque genera ingresos y divisas, pero siempre y cuando se destine la cantidad de agua requerida para la población y los ecosistemas”, zanja Sabogal.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.