
Trnasmorphers, Titanic 2 y Batalla por Pandora son tan solo parte del trabajo que tiene The Asylum, estudio que se dedica a hacer versiones de baja calidad de éxitos de taquilla.
Y no es broma, amix. Esta compañía lleva 26 años produciendo esta clase de películas y su éxito sigue más vigente que nunca.
En su página presumen que desde su fundación han lanzado más de 500 películas (casi todas lanzadas directo a video) y siguen con “nuevas” ideas cada año.
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El estudio The Asylum se creó en 1997 con la intención de crear películas de terror que fueran lanzadas directo a video. Sin embargo, la competencia estaba recia y fue hasta 2005 cuando encontraron su mina de oro: los mockbusters.
“Mockbuster” es el término que se le ha dado a una película que fue crada con la intención de explotar y aprovechar el éxito de otra mucho más reconocida.
Podrían parecer parodias de serie B, pues tienen muuuy poco presupuesto, comparado con los éxitos de taquilla. Sin embargo, a veces solo aprovechan algunas similitudes y no es que sea como tal una copia de la trama.
El primer mockbuster de The Asylum fue una adaptación de La Guerra de los Mundos de H. G. Wells, y salió el mismo año (2005) que la adaptación del mismo material de Steven Spielberg.
El estudio ha logrado cosechar sus propios éxitos originales, sobre todo con la franquicia Sharknado (que tiene 6 películas) y la serie Z Nation.
Aprovechando el relanzamiento de Titanic de James Cameron en cinesm, The Asylum lanzó su segunda película sobre el mítico barco que se unde.
Sí amix, en 2010 sacaron Titanic 2 que veía a el centenario del barco con un nuevo barco llamado Titanic II que también corría peligro luego de que “un tsunamni lanza un iceberg en el camino del nuevo barco”.
Ahora en Titanic 666 vemos un nueeeevo barco, el Titanic 3 que realiza su viaje inaugural donde un grupo de influencers se ve rodeado de eventos supernaturales.
¿Lo más random? ¡Que llega a salas de cine en México!
Nos sorprende que The Asylum siempre se mantenga en tendencia. En octubre de 2021 lanzaron esta película que claramente aprovechó la fama de Dune, con Timothée Chalamet.
Y no, aquí no vemos oootra versión de la novela de Frank Herbert. Pues la trama sigue a una misión para rescatar a una base abandonada en un planeta desértico.
Esto se vuelve mortal cuando la tripulación es atacada por los grandes depredadores del planeta: gusanos de arena gigantes.
En 2007 The Asylum aprovechó la fama de la primera de Transformers para sacar su porpia versión de la historia.
La sinopsis dice que una raza de robots alienígena conquistó la Tierra y forzó a la humanidad a la clandestinidad.
Tras 300 años de dominación, un pequeño grupo de humanos arma un plan para derrotar a los invasores e iniciar la batalla final entre la humanidad y las máquinas.
En 2009 sacaron su propia precuela llamada Transmorphers: Fall of Man, aprovechando que ese mismo año salió Transformers: Revenge of the Fallen.
Y luego cuando salió Bumblebee en 2018, The Asylum sacó su versión con Hornet.
Sí amixes, este estudio no le tiene miedo a nada y hasta han sacado provecho de los éxitos de Marvel.
Como también saben cuidarse de las demandas, en 2015 hicieron una película tipo Avengers pero con personajes (en su mayoría) de los Hermanos Grimm. Así que también era una especie de parodia de la serie Once Upon a Time.
¡Y también tuvo secuela! Se llamó Avengers Grimm: Time Wars y sigue a Rumpelstiltskin liberándose y haciendo planes para apoderarse de la Tierra de una vez por todas.
Y no, no todas las películas que The Asylum imita son éxitos de taquilla. Ahí está este ejemplo donde aprovecharon toooda la espectativa que genró Snakes on a Plane (con Samuel L. Jackson) para hacer su propia versión.
Esta incluye una maldición maya, la búsqueda de un chamán, y a cien personas atrapadas con ¡miles serpientes venenosas en un tren!

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
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