
Al fin llegó la tercera temporada de The Umbrella Academy y nos sentimos fascinadas con la transición de Viktor Hargreeves. Y sí, el actor Elliot Page también ya habló sobre lo importante que fue para él ver cómo se manejó este cambio en el personaje al que le da vida desde la primera temporada.
Viktor ha pasado por todo un viaje de autodescubrimiento en las dos temporadas pasadas, pues primero intentó que toda su familia le viera y reconociera, y después conoció el amor honesto que también le dejó ver que había estado viviendo bajo un cascarón ocultando su verdadera identidad.
Así es como en el segundo episodio de esta tercera temporada vemos que su transformación inicia con un cambio de corte, pero va involucrando mucho más cuando se presenta con el resto del equipo como Viktor.

En diciembre de 2020 Elliot Page dio a conocer que se identifica como una persona transgénero no binaria y que prefiere ser llamado con los pronombres él/elle. En ese momento, la producción de The Umbrella Academy todavía estaba en proceso por lo que había muchas dudas sobre qué pasaría con su personaje.
En una entrevista con The Hollywood Reporter, Elliot Page, el showrunner Steve Blackman y el guionista de la serie Thomas Page McBee, quien is trans, hablaron sobre cómo trabajaron en conjunto para darle esta historia auténtica a Viktor.
El guionista explica que le preguntó directamente a Elliot dónde creía que Viktor había comenzado a ser consciente de su verdadera identidad. “Y fue completamente la idea de Elliot que su dinámica con Sissy (en la segunda temporada) era una forma en que él se estaba abriendo y podía ser realmente auténtico“.
De hecho, Elliot agradece mucho todo el control que se le dio para contar su propia historia y así influir en la de Viktor Hargreeves. Durante la entrevista, dice que una de las cosas más especiales de la transición del personaje es cómo se maneja su cambio con su familia la cual no quedó exenta de momentos emotivos.
“La escena en la que Luther y Diego están bajando las escaleras y la incomodidad de Luther y todas estas cosas, estas fueron… simultáneamente estoy experimentando todo eso, porque entré en este momento en el que soy una persona trans y lo percibí de esa manera, y tener todas estas nuevas experiencias que no tenía antes. Entonces estas escenas resonaron con eso, lo cual fue realmente increíble”, comentó Elliot Page.

Y es que Luther es el último en enterarse del cambio de Viktor y cuando habla con Diego se siente muy confundido. “¿Qué hacemos? ¿Le hacemos una fiesta? ¿Qué es lo correcto?“, le pregunta Luther a su hermano en la serie quien simplemente le dice que no todo se trata sobre él y más tarde solo le pregunta a Viktor si se siente amado.
El showrunner Blackman menciona que esa escena fue importante de mostrar en la serie porque está conscientes que no todas las personas saben qué hacer, cómo reaccionar o cómo mostrar apoyo cuando una persona hace su transición.
También tenemos un hermoso momento con Allison, que es quien siempre se había mostrado más cercana a Viktor, y donde ella le pregunta “¿Qué ves cuando te miras en el espejo?”.

“El camino de ida puede ser largo, pero está lleno de esperanza. Sin embargo, el regreso es más difícil”, cuenta Sasha.
Sasha viaja en un tren nocturno que se adentra en una zona de guerra. La joven de 22 años va en el llamado “tren del amor”, que parte desde la capital ucraniana, Kyiv, para encontrarse con el hombre que ama en Kramatorsk, una ciudad en la región de Donetsk, en el este del país. El reencuentro será muy esperado, pero también breve.
Mientras toma su café de la mañana, Sasha le dice a BBC News: “No me preocupo por mí misma, sino por mi esposo. En este momento, él está saliendo de su posición”.
El viaje es agotador y muy peligroso, pero para Sasha, vale la pena el esfuerzo. “El camino de ida puede ser largo, pero está lleno de esperanza. Sin embargo, el regreso es más difícil”, comenta.
Desde el 5 de noviembre de 2025, Ferrocarriles Ucranianos ha suspendido los servicios de tren en Donetsk debido a la intensificación de los ataques contra la infraestructura ferroviaria. Ahora, el tren no se detiene en la propia Kramatorsk, sino en un pequeño pueblo que se encuentra a dos horas en autobús de la ciudad.
“Y durante ese transbordo, cualquier cosa puede pasar”, dice Sasha. “Pero es bueno que los trenes sigan funcionando, porque eso da esperanza”, añade.
Sasha se casó en agosto de 2025.
“Dmytro me lo dijo de inmediato: serás mi esposa. No le creí. No tenía planeado casarme antes de los 25 años”, dice ella con una sonrisa.
Su esposo es militar de carrera. Siete de sus 26 años de vida los ha pasado en las fuerzas armadas de Ucrania. Sasha también tiene vínculos con el ejército. “Todos los hombres de mi familia sirven. Mi padre es policía, pero después de jubilarse también se unió a las fuerzas armadas. Mi hermano mayor también está en el ejército”, explica.
Sasha viaja a Kramatorsk casi todos los meses. Desearía poder hacerlo con más frecuencia, pero para Dmytro es difícil conseguir permisos.
Después de la boda, Sasha llegó a considerar mudarse a Kramatorsk. “Hablamos de ello a principios de septiembre. Y hace un mes, volvimos a hablarlo. Y hace una semana. Hablamos de eso todo el tiempo, pero obviamente ahora no es posible porque Kramatorsk es peligrosa”, explica.
Dmytro elige zonas relativamente tranquilas y seguras para sus breves reencuentros, pero aún así, la ciudad sigue siendo “muy ruidosa” y hay “muchos ataques”. “Cuando él duerme a mi lado, no tengo miedo a nada”, añade Sasha.
El tren que toma desde Kyiv es de alta velocidad. Pero ese día, tiene un retraso de al menos dos horas.
“Va rápido hasta Poltava, pero una vez que llegamos a la región de Járkiv, tenemos que dar rodeos debido a los bombardeos a la infraestructura. Nunca se puede estar seguro de cuándo llegaremos. La gente se va enterando sobre la marcha”, explica el inspector del tren.
A veces el viaje se complica aún más después de que el tren llega al final del trayecto en la ciudad de Barvinkove. En una ocasión, el autobús estaba estacionado lejos de la estación y, finalmente, se marchó sin ella.
“Vi a una taxista”, recuerda Sasha. “Simplemente la convencí para que me llevara a Kramatorsk. Condujimos a través de la niebla durante unas tres horas. La carretera estaba llena de baches”.
“Lo único que me ayuda a seguir adelante es el sentido común: que todavía estamos vivos, hay comunicación, transporte y podemos vernos”, dice Sasha con una sonrisa.
Y después de cada encuentro, comienza a prepararse para el siguiente.
En el andén de Barvinkove, la gente desembarca con cautela. La niebla del atardecer añade atmósfera y, para algunos, una sensación de calma. “Cuando hay niebla, vuelan menos drones”, se susurran las abuelas entre sí.
En la oscuridad, quienes bajan del tren no están muy seguros de hacia dónde ir. La única opción es seguir a la multitud, compuesta en su mayoría por personas vestidas de camuflaje.
Un hombre con barba abraza suavemente a una chica con una chaqueta blanca. Me acerco a la pareja para charlar.
“Tomé valeriana para no llorar. La última vez lloré todo el tiempo y no pudimos despedirnos adecuadamente”, dice Polina, quien conoció a Andriy en un autobús hace cuatro meses. Él se dirigía a alistarse en el ejército. Ella regresaba a casa desde la costa.
Polina tiene 24 años y esta es su primera visita a Kramatorsk. Antes Andriy solía viajar a Kyiv los fines de semana.
“No llevamos mucho tiempo juntos y realmente ansiamos este tiempo a solas. En un momento dado, le dije a Andriy que ya no me importaba: vendría aunque fuera por medio día, solo para tomar un café juntos”, comenta ella.
Finalmente, a Andriy le dieron un pase de fin de semana, y Polina compró un billete de tren.
“Las relaciones a larga distancia son difíciles”, admite Polina. “Cuando Andriy no responde, empiezo a preocuparme de inmediato… pero puede que simplemente se esté duchando o algo así. Además, cada vez que nos vemos, siento que tenemos que volver a acostumbrarnos a la presencia física del otro, porque no nos conocemos desde hace tanto tiempo”.
El peligro es constante. Temprano por la mañana, cuando el tren de Polina llegó de vuelta a Kyiv, escuchó explosiones en el andén. Esa noche, la capital había soportado una de sus alertas de ataque aéreo más largas: más de 10 horas. Más tarde se confirmó que hubo decenas de heridos y dos muertos.
Mientras tanto, los trenes que llevan a las parejas a las ciudades de primera línea también alejan a las familias de ellas. Las autoridades locales instan regularmente a la población a marcharse por seguridad. El frente de batalla está a solo 20 km de las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk. Ambas están bajo constantes bombardeos y también al alcance de los drones.
Cada día, unas 200 personas llegan al centro de evacuación en el límite de las regiones de Járkiv y Donetsk en busca de seguridad.
Algunos viajan en sus propios vehículos con un plan claro para su vida futura. Otros esperan el tren de evacuación de los Ferrocarriles Ucranianos, aunque con retraso debido a los constantes ataques rusos acabará por llegar.
“Ya estoy deseando que llegue el próximo encuentro”, dice Sasha con nostalgia. “Simplemente no hay tiempo para las lágrimas ni para la desesperación”.
Con reportería adicional del equipo de periodismo global de la BBC.
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