El hecho es bien conocido en la tradición oral mexicana: en 1901, cuando Porfirio Díaz era presidente, atraparon a 41 hombres en una fiesta en la Ciudad de México, algunos de ellos llevaban vestidos.
En realidad eran 42 personas, pero a uno lo dejaron en libertad porque era el yerno del presidente.
Te recomendamos: Grandes películas mexicanas que podemos ver gracias al Fidecine
Los libros dicen poco (o nada) al respecto. La historia se conoce 119 años después en un tono burlón, caricaturesco (incluso a los hombres que cumplen 41 años les dicen que están en una “edad peligrosa”).
Pero ¿qué hay de la historia humana detrás de lo escandaloso que fue el hecho en su tiempo?
De eso va la película El baile de los 41, que se estrena hoy en cines mexicanos.
“Noté que era una historia oral que se estaba perdiendo entre generaciones“, dice Mónika Revilla, escritora y guionista de la película. “Pensé que eso tenía que resignificarse. Mis papás la conocen como un chisme, como una burla, pero para muchos académicos, Monsiváis incluido, es más bien un momento de orgullo”.
Y lo que ella quiso hacer con la película es verlo desde una perspectiva humana de quienes lo vivieron.
Puedes leer: Cineastas y actores piden no extinguir Fidecine; apoyos a creadores seguirán, dice IMCINE
Mónika nos explica que cuando supo la anécdota por primera vez, le preguntó a sus papás al respecto. Ellos la conocían, pero como un hecho de mofa, sin embargo está tomando fuerza. Tanto así que fue el tema de la edición antepasada de la Marcha LGBT de la CDMX.
La escritora lo describe como “la primera vez que sale la homosexualidad del clóset en la sociedad mexicana. Antes de este momento nadie hablaba de la homosexualidad, eran rumores, dobles entendidos, albures, pero no se hablaba abiertamente”, hasta que sucedió el famoso baile.
Así fue cómo se trató el tema en los medios de ese entonces:
Mónika Revilla explica que El baile de los 41 es una película que existe en gran parte gracias a una beca mexicana.
Empezó el guión en 2014 y le llevó seis años hacerla realidad, “es mi passion project“.
Cuando Mónika obtuvo la beca Jóvenes Creadores fue la oportunidad para comenzar a escribirla.
“Me puse de meta ‘Si me saco la beca Jóvenes Creadores‘ por lo menos mi tiempo será pagado y, si no se vuelve película, por lo menos significará otras cosas, como tener un tutor”.
Pero sí se hizo película y gracias a esa beca, que compartió con David Pablos, no sólo nació el guión sino también un director a bordo (sí, el propio David).
“Le propusimos a Pablo Cruz que lo produjera. En ese momento también decíamos: ¿quién puede producir algo de esta magnitud en México?”, y de pronto ya tenían un crew a bordo.
Becerril es un director y actor mexicano reconocidísimo y con una carrera larga larga. Lo has visto en películas como El crimen del Padre Amaro (2002), Kilómetro 31 (2006), El búfalo de la noche (2007) y, probablemente la que más recuerdes sea La máscara de El Zorro y La leyenda de El Zorro.
Poncho Herrera es uno de los actores mexicanos actuales más queridos. Inició su carrera en las telenovelas y siguió creciendo muchísimo. Lo hemos visto en la serie de Netflix, Sense8, y próximamente estará en la última temporada de Ozark.
También en La dictadura perfecta (peli del 2014). En El baile de los 41, Poncho interpreta a Ignacio de la Torre, yerno de Porfirio Díaz y el hombre número 42 de la lista de los asistentes a la fiesta.
A Mabel la hemos visto en la serie Capadocia (2012), El señor de los cielos (2014), Ingobernable (la serie de Netflix de 2017-2018), Monarca y, más recientemente, en la serie Hernán.
Emiliano es actor, productor y escritor (si te lo preguntas, sí, es hijo de Christian Bach y Humberto Zurita). Como productor y escritor ha trabajado en Cómo sobrevivir soltero, serie que puedes ver en Amazon Prime Video; y como actor ha trabajado en la serie de Telemundo Señor Acero.
En esta película, lo verás como Evaristo Rivas, pareja sentimental de Ignacio de la Torre (Poncho Herrera).
Estados Unidos y Ucrania firmaron un acuerdo para la explotación de minerales. El presidente Donald Trump insistió en la necesidad del convenio mientras el país europeo lucha contra la invasión rusa de su territorio.
Estados Unidos y Ucrania firmaron este miércoles un esperado acuerdo para la explotación de minerales en la nación europea.
Según informó en un comunicado el Departamento del Tesoro estadounidense, este acuerdo contribuirá a los esfuerzos de reconstrucción de Ucrania tras la guerra.
El presidente Donald Trump insistió repetidamente en la necesidad de este convenio como requisito previo para ofrecer futuras garantías de seguridad a Kyiv, mientras Ucrania lucha contra la invasión rusa de su territorio.
En su comunicado, el gobierno de Estados Unidos dijo que el acuerdo “envía a Rusia una señal” de que la administración Trump está “comprometida con un proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera”.
El acuerdo firmado este miércoles implicará la creación de un fondo de inversión conjunto para buscar las llamadas “tierras raras” y establece cómo se dividirán los ingresos entre los dos países.
Este acuerdo demuestra la importancia de estos minerales, pero ¿para qué sirven y qué pueden ofrecer a Estados Unidos?
“Tierras raras” es un término colectivo para 17 elementos químicamente similares que se utilizan mucho en la tecnología y la industria modernas.
Estos elementos son cruciales para la fabricación de teléfonos inteligentes, computadoras y equipos médicos, entre otros.
Se trata del escandio (Sc), el itrio (Y), el lantano (La), el cerio (Ce), el praseodimio (Pr), el neodimio (Nd), el prometio (Pm), el samario (Sm), el europio (Eu), el gadolinio (Gd), el terbio (Tb), el disprosio (Dy), el holmio (Ho), el erbio (Er), el tulio (Tm), el iterbio (Yb) y el lutecio (Lu).
Estos minerales se denominan “raros” porque es muy poco habitual encontrarlos en estado puro, aunque existen yacimientos de algunos de ellos en todo el mundo.
Sin embargo, las tierras raras suelen hallarse con elementos radiactivos, como el torio y el uranio, y para separarlos se necesitan muchos productos químicos tóxicos, por lo que el proceso de extracción resulta a veces difícil y caro.
Ucrania posee 21 de las 30 sustancias que la Unión Europea (UE) define como “materias primas críticas”, lo que representa alrededor del 5 % de las reservas mundiales.
Muchas de las zonas que contienen estos elementos se encuentran al sur de lo que es conocido como Escudo Cristalino ucraniano, principalmente bajo el mar de Azov. La mayoría de estos territorios están actualmente ocupados por Rusia.
Sin embargo, sigue habiendo proyectos prometedores en el Buzh Medio, así como en las regiones de Kyiv, Vinnytsia y Zhitómir.
Los expertos afirman que, aunque se han identificado varios centenares de lugares geológicos prometedores, sólo algunos de ellos podrían convertirse en yacimientos si su explotación se considera económicamente viable.
“Las estimaciones que se han publicado son muy aproximadas”, afirma Adam Webb, responsable de materias primas para baterías de Benchmark Mineral Intelligence.
“Hay que trabajar mucho más para demostrar que esos depósitos minerales se pueden convertir en reservas económicas”.
En cuanto a otros importantes recursos minerales ucranianos, cerca del 70 % de ellos se encuentran, según Forbes Ukraine, en las regiones de Donetsk, Dnipropetrovsk y Luhansk. Es decir, muchos están en territorio invadido y aún ocupado por Rusia.
Además de los minerales de tierras raras, Ucrania también posee lo que se conoce como minerales esenciales, como el litio.
Según el gobierno ucraniano, el país tiene unas 450 mil toneladas de reservas de litio. No se están explotando, aunque ha habido planes para empezar a hacerlo.
Rusia ha ocupado al menos dos yacimientos de litio: Shevchenkivske, en la región de Donetsk, y el yacimiento del complejo de Kruta Balka, en la región de Berdyansk.
Los yacimientos de litio de la región de Kirovohrad siguen bajo control ucraniano.
El interés de Estados Unidos por controlar la producción de tierras raras y muy posiblemente de minerales esenciales se debe en gran medida a la competencia con China, que actualmente domina la oferta mundial.
En las últimas décadas, China se ha convertido en líder tanto en la extracción como en el procesamiento de minerales de tierras raras, con un 60-70 % de la producción mundial y casi el 90 % de la capacidad de procesamiento.
La dependencia estadounidense de China en esta cuestión preocupa a la administración Trump, tanto en términos de seguridad nacional como de economía.
Estos materiales son necesarios para tecnologías muy sofisticadas, desde coches eléctricos hasta equipos militares.
En diciembre, China prohibió la exportación de algunos minerales de tierras raras a Estados Unidos, tras haber limitado previamente las exportaciones de minerales a este país el año anterior.
Pekín impuso entonces más controles a la exportación de minerales de tierras raras como parte de una creciente guerra comercial con Estados Unidos, desatada por el anuncio de Trump de imponer aranceles muy elevados a los productos chinos en abril.
El republicano también ha sugerido que la presencia de contratistas estadounidenses en Ucrania actuará como garantía de seguridad para disuadir la agresión rusa en el futuro, pero Ucrania y los líderes europeos han insistido en que eso no sería suficiente.
Análisis de Navin Singh Khadka, corresponsal de Medio Ambiente del Servicio Mundial de la BBC.
A primera vista, parece una paradoja.
Trump ha ordenado la expansión de la producción de combustibles fósiles, abandonando las políticas de energías renovables. Pero, al mismo tiempo, quiere asegurarse minerales cruciales -que son clave para la transición a la energía limpia- de donde pueda.
Sin embargo, esos minerales son también los componentes básicos de la electrónica de consumo, los equipos militares y de navegación y, lo que es más importante, los centros de datos de Inteligencia Artificial (IA).
Trump ha anunciado un gran estímulo para la expansión de la infraestructura de IA en Estados Unidos. Para ello se necesitará un enorme suministro de minerales esenciales, principalmente cobre, silicio, paladio y elementos de tierras raras.
Y el suministro de minerales estratégicos ya ha empezado a disminuir, convirtiéndose en una de las principales causas de la ralentización del crecimiento mundial de las energías limpias.
Según los expertos, el principal factor es el dominio chino de los minerales esenciales, entre ellos las tierras raras, en gran parte debido a la geopolítica entre Estados Unidos y China.
Tras haber perfeccionado durante décadas sus técnicas de procesamiento, China controla actualmente el 100 % del suministro refinado de grafito natural y disprosio, el 70 % del cobalto y casi el 60 % de todo el litio y manganeso procesados, según la Agencia Internacional de Energías Renovables.
También produce mayoritariamente elementos de tierras raras y mantiene un férreo control sobre metales clave en todo el mundo, con la titularidad de importantes minas en África, Asia y Sudamérica.
“Para contrarrestar el creciente control de China sobre la cadena de suministro global”, el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos durante la administración de Biden afirmó que “es esencial que Estados Unidos asegure su propio suministro innovador de minerales críticos y estratégicos”.
La administración Trump parece ver en lugares como Ucrania y Groenlandia zonas en las que utilizar métodos innovadores para añadir a su cadena de suministro.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.