
El cosplay es un arte que se ha vuelto cada vez más popular, ¡y es obvio! A quién no le gustaría ser como su personaje favorito de anime o el superhéroe más poderoso de todos. Sin embargo, a veces parece un poquito abrumador entrarle a este mundo, cuando hay personas que parecen sacadas de las páginas de tu novela gráfica favorita.
Afortunadamente el cosplay es para todo el mundo y es una comunidad que te recibe con los brazos abiertos. Si no nos creen, créanle a Shema Arroyo de Twiin Cosplay (@twiincosplay en Instagram), un maestro de este arte con años de experiencia y que durante CCXPMX25 se encontraba en el stand de League of Legends dando talleres y apoyando a quien lo buscara. Ahí lo buscamos y compartió a Animal MX consejos para entrarle a este mundo.
Ya sea de Star Wars, Demon Slayer, Marvel o tu show preferido, lo primero que debes encontrar para volverte cosplayer es algún personaje que te apasione para hacerle homenaje.
“Es muy importante la pasión, sobre todo porque el cosplay conlleva mucho esfuerzo y sacrificio. Cuando estás enfrentándote al reto de producir un traje aparecerá la frustración y errores, entonces si no estás haciendo algo que amas va a ser un gran problema. Cuando te apasiona lo que haces, entonces vas a poder tener la fuerza y la inspiración de seguir adelante, a pesar de los retos”, explica Shema.

No esperes que a la primera logres transformarte a la perfección en tu personaje favorito, sino que una parte del cosplay es el aprendizaje de los errores.
Como señala Shema, quien trabaja de forma profesional en el cosplay y su trabajo ha sido destacado distintas marcas de entretenimiento, la única forma de crecer y encontrar el resultado que buscas es equivocándote.
Otra cosa que recomienda es que trates de disfrutar y divertirte en el proceso, ya que es lo más importante.
Para quienes no lo sepan, hacer cosplay no es lo mismo que disfrazarte para Halloween. Aunque Shema dice que es similar, el cosplay es más parecido a tratar de darle vida al personaje que representas (imitar sus movimientos, lenguaje corporal, frases, seguir su historia, etc).
“El cosplay y disfrazarse son similares porque la acción de disfrazarse conlleva el caracterizarse de otro personaje o de alguien que no eres, mientras que el cosplay toma esta idea y la lleva un poco más allá, no solo por la capacidad de profesionalizarlo, que puede ser un aspecto de ello, sino que más bien aplaude y recompensa la pasión de la persona por el personaje, por la historia, por el lore y es un campo creativo que te permite desarrollar esas habilidades artísticas”, agrega.

Aunque a todos nos encantaría tener el traje carísimo ultra pro con luces, sonido y aire acondicionado, nada de eso es un requisito para hacer cosplay.
“El cosplay te enseña que puedes crear algo de la nada y con cualquier cosa. El aspecto infinitamente creativo de este arte es que tú puedes tomar un pedazo de fomi y convertirlo en armadura o puedes tomar una paleta de maquillaje y convertirte en un personaje”, sentencia.
Lo mejor de todo es que tu camino no lo tienes que recorrer solo, sino que como subraya Shema, hay una comunidad gigantesca que está dispuesta a ayudarte a crecer y disfrutar en conjunto.
El último consejo de Shema -y más bien esto es un requisito- es que siempre seas respetuoso al hacer cosplay, eso quiere decir que no hagas nada que pueda afectar a los demás.
Por ejemplo, la desnudez completa, el usar símbolos de odio o cualquier aspecto que pueda ser ofensivo para alguien más no se vale.
“Es válido que uses lo que quieras, a lo que tengas acceso y lo que tú gustes, solo recuerda que es una experiencia personal, pero también respetuosa para ti y para otros. Es válido usar lo que quieras, mientras no afecte a nadie más”, finaliza.
Antes de que te vayas: ‘Gen V’, ‘La Oficina’ y ’31 Minutos’: 3 avances exclusivos en México durante la CCXPMX25

El acuerdo regula cómo ambas naciones deben repartirse el agua de los ríos Bravo y Colorado, que forman parte del límite territorial entre ambas.
La disputa sobre la implementación de un tratado firmado en 1944 que regula cómo Estados Unidos y México deben repartirse el agua de los ríos Bravo y Colorado, vuelve a intensificarse.
El presidente Donald Trump anunció este lunes que dio luz verde a la documentación para imponer un arancel del 5% a los productos procedentes de México si el país vecino “continúa incumpliendo” el tratado.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, el mandatario subrayó que México debe más de 986 millones de metros cúbicos de agua a EE.UU. y estableció el 31 de diciembre como el plazo para que México entregue más de 246 millones de metros cúbicos de agua.
“Cuanto más tarde México en liberar el agua, más perjudicados resultarán nuestros agricultores”, advirtió Trump, instando al gobierno de Claudia Sheinbaum a “solucionar ya” la cuestión.
La implementación del tratado ha generado en el pasado fuertes protestas de agricultores mexicanos, según los cuales la extracción de agua para EE.U. en tiempos de sequía amenaza seriamente su medio de vida.
En abril, Trump ya había amenazado a México con aranceles e incluso sanciones por el tema del agua.
“México está incumpliendo su obligación. Esto …perjudica gravemente a los agricultores del sur de Texas”, escribió entonces Trump en su plataforma Truth Social.
“El mes pasado detuve los envíos de agua a Tijuana hasta que México cumpla con el Tratado de Aguas de 1944… y seguiremos intensificando las consecuencias, incluyendo aranceles y, quizás, incluso sanciones, hasta que México cumpla con el tratado y le dé a Texas el agua que le corresponde”, agregó.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió en ese momento a Trump con un mensaje en su cuenta oficial de X.
“El día de ayer fue enviada al subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos una propuesta integral para atender el envío de agua a Texas dentro del tratado de 1944, que incluye acciones de muy corto plazo. Han sido tres años de sequía y, en la medida de la disponibilidad de agua, México ha estado cumpliendo”.
“He instruido a los secretarios de Agricultura y Desarrollo Rural y Relaciones Exteriores, así como a la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales que de inmediato hagan contacto con la Secretaría de Agricultura y el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos. Estoy segura que, como en otros temas, se llegará a un acuerdo”, dijo la mandataria en abril.
De alguna manera, se podría decir que el llamado Tratado de la Distribución de las Aguas Internacionales firmado por México y EE.UU. en 1944 tiene su origen en otro acuerdo alcanzado casi un siglo antes de esa fecha.
El Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo (más conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo), firmado en 1848 al final de la guerra entre ambos países iniciada por la disputa de Texas, fue el que estableció que México cedería a EE.UU. más de la mitad de su territorio en aquel entonces.
Pero además, también fijó la frontera entre ambos países en el río Bravo -conocido como río Grande por los estadounidenses- y cuyas aguas han sido centro de conflicto en Chihuahua.
La ubicación estratégica del río hacía necesario un plan de distribución entre ambos actores. Tras años de negociación y varias propuestas fallidas, México y EE.UU. firmaron en Washington el tratado vigente en la actualidad.
Según el acuerdo, México se queda con dos tercios de la corriente principal del Bravo y cede a su vecino el resto, que no podrá ser menor de unos 432 millones de metros cúbicos (Mm3) anuales.
Como contraparte, EE.UU. cede a México cada año 1.850 Mm3 del río Colorado, que en su mayoría se encuentra en suelo estadounidense pero que también pasa por la frontera entre ambos países hasta desembocar en el golfo de California, entre los estados mexicanos de Baja California y Sonora.
El acuerdo también establece que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo binacional, es el encargado de resolver las posibles diferencias en materia de límites.
El pacto estipula que EE.UU. cumplirá con su entrega de agua cada año, mientras que México podrá hacerlo en períodos de cinco años.
“Es de los mejores acuerdos que se han logrado en la historia con relación a EE.UU.”, afirmó en 2020 el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Reformar o actualizar las condiciones de un tratado que fue firmado hace 76 años podría ser una de las opciones para tratar de solucionar conflictos.
Pero algunos analistas consideran que tanto los litros de agua acordados como la posibilidad de entregar su parte cada cinco años en lugar de anualmente son ventajas que México no debería perder.
Para los agricultores del lado mexicano de la frontera, lo que está en juego en tiempos de sequía agravada por el cambio climático, es algo mucho más inmediato que los vaivenes diplomáticos entre ambos países.
Los enfrentamientos de 2020 entre agricultores y la Guardia Nacional en Chihuahua tuvieron lugar tras la decisión del gobierno de extraer agua de la presa de la Boquilla para cumplir el tratado con EE.UU.
En ese entonces, el vocero de los agricultores, Salvador Alcantar, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego de Chihuahua (Aurech), señaló que estaba en riesgo el futuro de unas 20.000 familias que viven del campo en la región.
Alcantar compartió con BBC Mundo uno de sus mayores temores:
“En 1995 no se abrieron las presas para sembrar y hubo una migración masiva desde nuestros municipios. Los hombres en edad productiva se marcharon para dar sustento a la familia, fue una desintegración familiar fuerte que aún estamos sufriendo”, recuerda.
“Y ese es el problema social que podemos volver a ver si no sembramos el año próximo”.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.